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domingo, 31 de octubre de 2010

MISA DE LA VIGILIA DE TODOS LOS SANTOS

Del Misal Romano de San Pío V
 
Die 31 Octobris
In Vigilia Omnium Sanctorum
Simplex
 
Introitus. Sap. 3, 8. Júdicant Sancti gentes et dominántur pópulis: et regnábit Dóminus, Deus illórum, in perpétuum. Ps. 32, 1. Exsultáte, justi, in Dómino: rectos decet collaudátio. ℣. Glória Patri.
  
Non dicitur Glória in excelsis.
 
ORATIO
Dómine, Deus noster, multíplica super nos grátiam tuam: et, quórum praevenímus gloriósa sollémnia, tríbue subséqui in sancta professióne lætítiam. Per Dóminum.
 
De Spiritu Sancto.
ORATIO
Deus, qui corda fidélium Sancti Spíritus illustratióne docuísti: da nobis in eódem Spíritu recta sápere; et de ejus semper consolatióne gaudére. Per Dóminum nostrum Jesum Christum Fílium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitáte ejúsdem Spíritus Sancti.
 
Contra persecutores Ecclesiæ.
ORATIO
Ecclésiæ tuæ, quǽsumus, Dómine, preces placátus admítte: ut, destrúctis adversitátibus et erróribus univérsis, secúra tibi sérviat libertáte. Per Dóminum.
 
Léctio libri Apocalýpsis beáti Joánnis Apóstoli.
Apoc. 5, 6-12.
 
In diébus illis: Ecce, ego Joánnes vidi in médio throni et quátuor animálium et in médio seniórum Agnum stantem tamquam occísum, habéntem córnua septem et óculos septem: qui sunt septem spíritus Dei, missi in omnem terram. Et venit: et accépit de déxtera sedéntis in throno librum. Et cum aperuísset librum, quátuor animália et vigínti quátuor senióres cecidérunt coram Agno, habéntes sínguli cítharas, et phiálas áureas plenas odoramentórum, quæ sunt oratiónes sanctórum: et cantábant cánticum novum, dicéntes: Dignus es, Dómine, accípere librum et aperíre signácula ejus: quóniam occísus es, et redemísti nos Deo in sánguine tuo ex omni tribu et língua et pópulo et natióne: et fecísti nos Deo nostro regnum et sacerdótes: et regnábimus super terram. Et vidi, et audívi vocem Angelórum multórum in circúitu throni et animálium et seniórum: et erat númerus eórum mília mílium, dicéntium voce magna: Dignus est Agnus, qui occísus est, accípere virtútem et divinitátem et sapiéntiam et fortitúdinem et honórem et glóriam et benedictiónem in sǽcula sæculórum. Amen.
 
Graduale. Ps. 149, 5 et 1. Exsultábunt Sancti in glória: lætabúntur in cubílibus suis.
℣. Cantáte Dómino cánticum novum: laus ejus in ecclésia sanctórum.
 
✠ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam.
Luc. 6, 17-23.
 
In illo témpore: Descéndens Jesus de monte, stetit in loco campéstri, et turba discipulórum ejus, et multitúdo copiósa plebis ab omni Judǽa, et Jerúsalem, et marítima, et Tyri, et Sidónis, qui vénerant, ut audírent eum et sanaréntur a languóribus suis. Et, qui vexabántur a spirítibus immúndis, curabántur. Et omnis turba quærébat eum tángere; quia virtus de illo exíbat, et sanábat omnes. Et ipse, elevátis óculis in discípulos suos, dicébat: Beáti, páuperes: quia vestrum est regnum Dei. Beáti, qui nunc esurítis: quia saturabímini. Beáti, qui nunc fletis: quia ridébitis. Beáti éritis, cum vos óderint hómines, et cum separáverint vos et exprobráverint, et ejécerint nomen vestrum tamquam malum, propter Fílium hóminis. Gaudéte in illa die et exsultáte: ecce enim, merces vestra multa est in coelo.
 
Offertorium. Ps. 149, 5-6. Exsultábunt Sancti in glória, lætabúntur in cubílibus suis: exaltatiónes Dei in fáucibus eórum.
   
SECRETA
Altáre tuum, Dómine, munéribus cumulámus oblátis: da, quǽsumus; ut ad salútem nostram, ómnium Sanctórum tuórum precatióne, profíciant, quorum sollémnia ventúra præcúrrimus. Per Dóminum.
 
De Spiritu Sancto.
SECRETA
Múnera, quǽsumus, Dómine, obláta sanctífica: et corda nostra Sancti Spíritus illustratióne emúnda. Per Dóminum nostrum Jesum Christum Fílium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitáte ejúsdem Spíritus Sancti.
 
Contra persecutores Ecclesiæ.
SECRETA
Prótege nos, Dómine, tuis mystériis serviéntes: ut, divínis rebus inhæréntes, et córpore tibi famulémur et mente. Per Dóminum.
  
Communio. Sap. 3, 1, 2 et 3. Justórum ánimæ in manu Dei sunt, et non tanget illos torméntum malítiæ: visi sunt óculis insipiéntium mori: illi autem sunt in pace.
  
POSTCOMMUNIO
Sacraméntis, Dómine, et gáudiis optátæ celebritátis explétis: quǽsumus; ut eórum précibus adjuvémur, quorum recordatiónibus exhibéntur. Per Dóminum.
 
De Spiritu Sancto.
POSTCOMMUNIO
Sancti Spíritus, Dómine, corda nostra mundet infúsio: et sui roris íntima aspersióne fecúndet. Per Dóminum nostrum Jesum Christum Fílium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitáte ejúsdem Spíritus Sancti.
 
Contra persecutores Ecclesiæ.
POSTCOMMUNIO
Quǽsumus, Dómine, Deus noster: ut, quos divína tríbuis participatióne gaudére, humánis non sinas subjacére perículis. Per Dóminum.

SERMÓN DE LA SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY, POR EL PADRE BASILIO MÉRAMO


Amados hermanos en nuestro Señor Jesucristo:

La Providencia divina ha querido que sin estar debidamente acabada esta capilla y a pesar de los trabajos, contratiempos y dificultades se pudiera realizar la ceremonia de hoy, se lleven a cabo estas primeras comuniones y también se celebre el aniversario de los diez años del Colegio en esta fiesta tan importante de Cristo Rey.

Festividad que proclama la realeza social de nuestro Señor Jesucristo, sobre todo en el mundo actual que da la espalda a la Iglesia, a Cristo y a Dios. Por eso su Santidad Pío XI, en 1925, la instituyó a instancias de los cardenales y de otros prelados, viendo la necesidad de concluir prácticamente el año litúrgico con una fiesta que proclamase la realeza de nuestro Señor en el mundo moderno, a pesar de la oposición de la Revolución francesa, de la protestante, de la comunista. Y no era que antaño no se festejara la realeza de nuestro Señor, el seis de enero en el día de la Epifanía de los Reyes magos. Pero era necesario darle más relevancia y por eso la necesidad de hacer una fiesta aparte y así fue que Pío XI quiso, como quien dice, hacer concluir el año litúrgico con esta celebración a nuestro Señor Jesucristo como a Cristo Rey en el último domingo del mes de octubre.

La divina Providencia ha querido que hoy esta capilla tradicional, apostólica y romana hasta los tuétanos y no protestante, no cismática como muchos enemigos quieren hacer ver sino católica, apostólica y romana, realice esa gran fiesta de la proclamación de la primacía universal de nuestro Señor Jesucristo, hoy combatida a la par que es atacada la Iglesia.

Porque la civilización moderna no quiere que Cristo impere, no quiere reconocer que Cristo es Rey del Universo y de las Naciones y ese es el Imperio que Satanás y sus secuaces que no quieren admitirlo; de ahí la pugna, la lucha, el combate que no se ha iniciado hoy sino que comenzó con la primera apostasía de los ángeles malos que no quisieron reconocer a nuestro Señor; esto lo dice el cardenal Pie resumiendo a los santos Padres de la Iglesia, porque les fue manifestado que nuestro Señor se encarnaría y la segunda persona del Verbo se haría hombre y eso fue lo que no pudo admitir Satanás, humillarse ante un hombre que también es Dios.

Ese combate continuó al rebelarse los hombres contra la revelación primitiva y por eso cayeron en el paganismo. Suscita entonces Dios un pueblo tenaz como el judío para que se mantenga esa promesa que sin embargo los judíos traicionan condenando a nuestro Señor y matándolo en la Cruz. Y la lucha continúa a través de los siglos: los mártires de la Iglesia primitiva y todas las revoluciones que se han sucedido con todas sus herejías, hasta la última, la gran apostasía para los últimos tiempos en los cuales ciertamente estamos viviendo y que por eso se da un combate tan atroz contra todo lo que se proclame verdaderamente católico, verdaderamente de Dios.

De ahí también, como lógica consecuencia, la batalla contra la Tradición de la Iglesia católica y contra nosotros, contra monseñor Lefebvre, que no hizo sino guardar el testimonio fiel de la Santa Misa, de la Santa Tradición de la Santa Iglesia católica, apostólica y romana aunque les pese a muchos obispos, a muchos cardenales y a muchos prelados que se dicen católicos pero que no profesan la doctrina de la religión católica. Uno de los dogmas de la religión católica que no profesan es precisamente el de la realeza universal y social de nuestro Señor Jesucristo. Por eso no quieren que las naciones se confiesen católicas y a eso se debe la libertad religiosa y el ecumenismo. Por lo mismo la igualdad con las falsas religiones; todo esto es una herejía, una apostasía a los ojos de la fe católica, apostólica y romana. Tengámoslo muy en cuenta, mis estimados hermanos, y no claudiquemos en la fe, para defender a Cristo, a la Iglesia, para ser los fieles testigos de nuestro Señor.

Nuestro Señor es aclamado también en el día de ramos, pero en el de la crucifixión fue incluso abandonado hasta por sus apóstoles más queridos; solamente estaban con Él nuestra Señora con algunas mujeres que la rodeaban y acompañaban junto con San Juan; pero nuestro Señor estaba allí solo.

Es muy fácil estar con la Iglesia y con nuestro Señor cuando todo va bien, cuando todo es gloria, pero cuando viene el combate, la lucha, la oposición, la contradicción y sobre todo la proclamación y la confesión íntegra de la fe rechazando todos los errores, entonces ¡ay, oh escándalo fariseo!, desaparecen los amigos, el clero, desgraciadamente para asociarse al mundo impío que reniega de nuestro Señor, que no quiere pertenecer a Cristo y no quiere pertenecer a Dios. Esa es obra de la judeomasonería, por eso las Naciones Unidas no quieren proclamar la realeza de nuestro Señor sino que están auspiciando el reinado del anticristo y eso hay que decirlo para que nosotros no nos añadamos a esas filas de apostasía que terminarán en el reinado del anticristo; por eso todos los gobiernos del mundo y de las grandes potencias no quieren ya ser el brazo de la Iglesia; peor aún, esos reyes y poderosos del mundo quieren que la Iglesia se haga su cómplice.

He ahí el drama, la división, la oposición que el mundo, que Satanás, que es el príncipe de este mundo gane para su causa al clero, a los ministros de la Iglesia y logre socavar desde dentro la Iglesia católica, apostólica y romana. De allí la gran importancia de defender la fe. La misma en la que hemos sido confirmados, la de la Iglesia. No creer como hoy se cree, que uno se salva en cualquier religión, que ya no hay infierno, que la Iglesia católica no es la única arca de salvación y tantas otras cosas que hoy parecieran dogmas comúnmente admitidos por todos, pero que son verdaderas herejías que conculcan la infalibilidad de la fe católica, apostólica y romana.

Por eso nosotros conservamos la santa liturgia tradicional, la Santa Misa de siempre, porque allí donde hay culto hay sacrificio y eso fue aun hasta en el paganismo, y ese sacrificio, ese verdadero culto es el de la Cruz, renovado sobre los altares; no es una synaxis, no es una cena, por eso sacaron el altar y colocaron una mesa, sino el sacrificio de la Cruz renovado incruentamente, sacramentalmente bajo las especies del pan y del vino, que es el mismo de nuestro Señor en la Cruz.

Eso no puede cambiar y si sucede, es porque se ha alterado la Iglesia y la fe; se han renovado Cristo y Dios. Estos son inamovibles, son eternos. Por eso la Iglesia, aunque está en este mundo, vive en la eternidad de la verdad de Dios y de las cosas de Dios y en esa realidad debemos vivir y morir nosotros para ser de Dios. Por eso, estos niños que hoy van a hacer su primera comunión deben estar bien preparados sabiendo que reciben el cuerpo, sangre, alma y divinidad de nuestro Señor Jesucristo, que es la segunda persona de la Santísima Trinidad; no hay que olvidarlo, porque si uno sabe que cuando comulga recibe al Rey de los cielos y de la tierra, el cuerpo, sangre, alma y divinidad de nuestro Señor Jesucristo, ¿cómo es posible que le recibamos de pie, en la mano o en pecado mortal o viviendo en concubinato o creyendo que con el matrimonio civil se está casado? Eso es absurdo.

Todo esto pasa porque se está perdiendo la fe, mis estimados hermanos, la fe en las cosas esenciales de nuestra santa religión, de nuestra santa madre la Iglesia. Y eso es lo que nosotros queremos mantener y proclamar para seguir siendo fieles a nuestro Señor y a la santa madre Iglesia católica, apostólica y romana; no es más, simplemente eso. Y quizás nos cueste el martirio, porque proclamarlo y no callar ante un mundo como el de hoy no es posible sin que haya que verter la sangre. Por lo que todo católico fiel a nuestro Señor debe tener esa entrega de corazón a imitación de Él que dio su sangre en la Cruz por nosotros, y si es necesario, nosotros la demos para no claudicar en la fe y proclamar la realeza universal y primacía de nuestro Señor Jesucristo sobre todo el Universo.

Debemos, pues, pedir en esta Misa de primeras comuniones por estas almas tiernas que tienen la fe, para que conserven la pureza, para que no se manchen por el pecado, como lo deseó San Pío X cuando permitió que todo niño que tuviese entendimiento comulgara no un pedazo de pan sino el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, e hiciese la primera comunión para que antes de caer víctima de Satanás por el pecado, fuese primeramente nuestro Señor quien reinara en esa alma pura.

Si nosotros hemos perdido esa pureza, debemos encontrarla a través de la oración, de la penitencia, del sacrificio y no vivamos de placer en placer como quisiera el mundo de hoy, en que todo es sensual; para eso están la técnica, la televisión, el cine, la radio, los dineros, todo conspira para que vivamos como paganos pensando en la comodidad y no como católicos que estamos en esta tierra de paso para merecer el cielo a través del sacrificio, la oración, la abnegación; para eso es que vivimos aquí, no para ser artistas, no para ser grandes personajes, no para ser ricos, millonarios, famosos o poderosos o lo que fuere, sino para ser buenos hijos de Dios; eso es lo que siempre ha predicado y predicará la Iglesia católica.

Pidamos a nuestra Señora, la Santísima Virgen María, nos proteja, que nos conserve en el amor divino, en el verdadero y no en la falsa caridad filantrópica masónica que hoy se nos quiere imponer y que es un puro sentimentalismo pero que no es verdadero amor de Dios, al punto de sacrificar la vida si es necesario por nuestros amigos. Que sea nuestra Señora la gran protectora, porque Ella permaneció de pie en la crucifixión de nuestro Señor Jesucristo y estará de pie en esta segunda crucifixión de nuestro Señor en su Cuerpo Místico, la Iglesia hoy perseguida, combatida; será Ella entonces nuestro sostén y nuestra abogada. A la hora de la muerte, será también Ella la que nos procure la gracia de la perseverancia final que es lo que rezamos todos los días al decir el Avemaría y al decir el santo Rosario. Supliquemos entonces a Ella que nos mantenga en ese fervor y en esa verdadera caridad y amor de Dios. +


P. Basilio Méramo

Octubre 27 de 2002

MISA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY

Del Misal Romano de San Pío V
 
Dominica ultima Octobris
IN FESTO DÓMINO NOSTRO JESU CHRISTI REGIS
Duplex I classis
 
Introitus. Apoc. 5, 12; 1, 6. Dignus est Agnus, qui occísus est, accípere virtútem, et divinitátem, et sapiéntiam, et fortitúdinem, et honórem. Ipsi glória et impérium in sǽcula sæculórum. Ps. 71, 1. Deus, judícium tuum Regi da: et justítiam tuam Fílio Regis. ℣. Glória Patri.
  
ORATIO
Omnípotens sempitérne Deus, qui in dilécto Fílio tuo, universórum Rege, ómnia instauráre voluísti: concéde propítius; ut cunctæ famíliæ géntium, peccáti vúlnere disgregátæ, ejus suavissímo subdántur império: Qui tecum vivit et regnat.
  
Et fit Commemoratio Dominicæ occurrentis.
 
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Colossénses.
Coloss. 1, 12-20.
    
Fratres: Grátias ágimus Deo Patri, qui dignos nos fecit in partem sortis sanctórum in lúmine: qui erípuit nos de potestáte tenebrárum, et tránstulit in regnum Fílii dilectiónis suæ, in quo habémus redemptiónem per sánguinem ejus, remissiónem peccatórum: qui est imágo Dei invisíbilis, primogénitus omnis creatúra: quóniam in ipso cóndita sunt univérsa in cœlis et in terra, visibília et invisibília, sive Throni, sive Dominatiónes, sive Principátus, sive Potestátes: ómnia per ipsum, et in ipso creáta sunt: et ipse est ante omnes, et ómnia in ipso constant. Et ipse est caput córporis Ecclésiæ, qui est princípium, primogénitus ex mórtuis: ut sit in ómnibus ipse primátum tenens; quia in ipso complácuit omnem plenitúdinem inhabitáre; et per eum reconciliáre ómnia in ipsum, pacíficans per sánguinem crucis ejus, sive quæ in terris, sive quæ in coelis sunt, in Christo, Jesu, Dómino nostro.
 
Graduale. Ps. 71, 8 et 11. Dominábitur a mari usque ad mare, et a flúmine usque ad términos orbis terrárum.
℣. Et adorábunt eum omnes reges terræ: omnes gentes sérvient ei.
 
Allelúja, allelúja. ℣. Dan. 7, 14. Potéstas ejus, potéstas ætérna, quæ non auferétur: et regnum ejus, quod non corrumpétur. Allelúja.
 
In Missis votivis post Septuagesimam, omissis Allelúja et Versu sequenti, dicitur:
Tractus. Ps. 88, 27-28 et 30. Ipse invocábit me; Pater meus es tu: Deus meus, et suscéptor salútis meæ.
℣. Et ego primogénitum ponam illum: excélsum præ régibus terræ.
℣. Et ponam in sǽculum sǽculi semen ejus: et thronum ejus sicut dies cœli.
 
Tempore autem Paschali omittitur Graduale, et ejus loco dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Dan. 7, 14. Potéstas ejus, potéstas ætérna, quæ non auferétur: et regnum ejus, quod non corrumpétur. Allelúja.
℣. Apoc. 19, 16. Habet in vestiménto et in femore suo scriptum: Rex regum, et Dóminus dominántium. Allelúja.
  
✠ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
Joann. 18, 33-37.
  
In illo témpore: Dixit Pilátus ad Jesum: Tu es Rex Judæórum? Respóndit Jesus: A temetípso hoc dicis, an alii dixérunt tibi de me? Respóndit Pilátus: Numquid ego Judǽus sum? Gens tua et pontífices tradidérunt te mihi: quid fecísti? Respóndit Jesus: Regnum meum non est de hoc mundo. Si ex hoc mundo esset regnum meum, minístri mei útique decertárent, ut non tráderer Judǽis: nunc autem regnum meum non est hinc. Dixit ítaque ei Pilátus: Ergo Rex es tu? Respóndit Jesus: Tu dicis, quia Rex sum ego. Ego in hoc natus sum et ad hoc veni in mundum, ut testimónium perhíbeam veritáti: omnis, qui est ex veritáte, audit vocem meam.
 
Credo.
 
Offertorium. Ps. 2, 8. Póstula a me, et dabo tibi gentes hereditátem tuam, et possessiónem tuam términos terræ.
 
SECRETA
Hóstiam tibi, Dómine, humánæ reconciliatiónis offérimus: præsta, quǽsumus; ut, quem sacrifíciis præséntibus immolámus, ipse cunctis géntibus unitátis et pacis dona concédat, Jesus Christus Fílius tuus, Dóminus noster: Qui tecum.
 
Et fit Commemoratio Dominicæ occurrentis.
 
Præfatio de Dómino Nostro Jesu Christi Rege.
Vere dignum et justum est, ǽquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: Qui unigénitum Fílium tuum, Dóminum nostrum Jesum Christum, Sacerdótem ætérnum et universórum Regem, óleo exsultatiónis unxísti: ut, seípsum in ara crucis hóstiam immaculátam et pacíficam ófferens, redemptiónis humánæ sacraménta perágeret: et suo subjéctis império ómnibus creatúris, ætérnum et universále regnum, imménsæ tuæ tráderet Majestáti. Regnum veritátis et vitæ: regnum sanctitátis et grátiæ: regnum justítiæ, amóris et pacis. Et ídeo cum Ángelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cœléstis exércitus hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
  
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
 
Communio. Ps. 28, 10 et 11. Sedébit Dóminus Rex in ætérnum: Dóminus benedícet pópulo suo in pace.
  
POSTCOMMUNIO
Immortalitátis alimóniam consecúti, quǽsumus, Dómine: ut, qui sub Christi Regis vexíllis militáre gloriámur, cum ipso, in cœlésti sede, júgiter regnáre póssimus: Qui tecum.
  
Et fit Commemoratio Dominicæ occurrentis, cujus Evangelium legitur in fine.

viernes, 29 de octubre de 2010

DE NESTOR KIRCHNER O LA DESGRACIA ARGENTINA

Desde Devoción Católica

Néstor Kirchner y Cristina Fernandez, culpables del sino trágico en Argentina

Néstor Carlos Kirchner Ostoic fue el mentor del gobierno señalado como el más corrupto de la Argentina, encartado en numerosas causas de corrupción, mitómano que desarrolló su gobierno como Presidente para los medios y los titulares de noticias en vez de las realidades, había nacido el 25 de febrero de 1950. Como Presidente ubicó a su esposa como sucesora, y de ese modo el matrimonio presidencial ha sido el protagonista de los 7 peores años de gobierno de la Argentina de que se tenga memoria.

Su origen

Su abuelo era usurero en la Provincia. Hijo de Néstor Carlos Kirchner , descendiente de inmigrantes de Alemania, nació en Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz (Patagonia). Por su lado materno, era hijo de María Ostoic, perteneciente a una familia de origen croata instalada en Punta Arenas (Chile).

Miembro de la Juventud Peronista, estudió derecho en la Universidad Nacional de La Plata y en 1975 se casó con Cristina Fernández. Ambos formaron parte de la corriente izquierdista que apoyó intelectualmente a los Montoneros en medio de la turbulencia que este grupo generaba, durante el gobierno de Juan Domingo Perón y de María Estela Martínez de Perón.

En 1976 recibió el título de abogado y regresó a Río Gallegos para ejercer la profesión, junto con su esposa, en un gabinete jurídico. Funcionario de la administración de la provincia de Santa Cruz, a fines de 1983 fue designado presidente de la Caja de Previsión Social de Río Gallegos. Durante los siete años tenebrosos de dictadura militar (1976-1983) se mantuvo aparentemente alejado de la política, aunque fue encarcelado en una ocasión por motivos que no especifica su biografía oficial.

Gobernador de Santa Cruz

En las elecciones municipales de septiembre de 1987, como candidato peronista, fue elegido intendente (alcalde) de Río Gallegos. El sometimiento, patoterismo y la obligación de que todos lo acaten durante su gestión, tuvo su recompensa al ser promovido en el Partido Justicialista a candidato para la gobernación de la provincia, cargo para el que fue elegido el 8 de septiembre de 1991, alcanzando así una de sus ambiciosas aspiraciones iniciales.

Como gobernador disolvió todos los organismos de control y transparencia, realizando fuertes inversiones públicas que estarían cargadas de intrigas y corrupción, llegando a su vez a elogiar a Carlos Saúl Menem cuando era Presidente al afirmar que “nadie desde Sebastián Elcano hizo tanto por la Patagonia” como lo había hecho Menem.

Reformó en dos ocasiones la Constitución provincial para que él pudiera ser elegido sin límite de mandatos. También aumentó el número de jueces del Tribunal Supremo provincial, y sus protegidos se jactaron de haber amordazado a la prensa local. Es vox pópuli que gobernó la provincia como un “feudo” como si fuese “Juan Sin Tierra”, en el que todas las fuentes de riqueza y trabajo estaban en manos del gobernador y su clientela compuesta por más del 40% de los trabajadores como empleados públicos.

Cuando fue elegido gobernador, en 1991, Kirchner recibió 630 millones de dólares de indemnización del gobierno federal, tras un juicio sobre los royalties financieros, a los que se añadieron otros 420 millones de dólares procedentes de las plusvalías generadas por la venta de las acciones que la provincia poseía en la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), adquirida por la española Repsol.

Durante varios años, los legisladores de Santa Cruz reclamaron inútilmente precisiones sobre el monto exacto de ese patrimonio o botín provincial. Presionado por la prensa en la campaña electoral, Kirchner informó el 13 de mayo de que 531 millones de dólares se encontraban depositados en varias cuentas bancarias de Suiza y Luxemburgo. Se desconoce hasta el presente el destino de dichos fondos, cómo están compuestos, y qué comisiones fueron abonadas por semejante operación multimillonaria

Desgobierno

Kirchner se presentó en las elecciones como adversario del sistema neoliberal de sus predecesores, pero eso quedaba solamente en los discursos, porque en los hechos se ha seguido abonando la Deuda Externa ilegítima sin cuestionamientos. También prometió mantener en el cargo al ministro de Economía, Roberto Lavagna, economista que hizo la prueba de no aplicar medidas correctivas al colapso económico de 2001, sumiendo en la miseria permanente a toda una clase media devaluada, en tanto que el mismo plan económico continúa vigente al presente, 7 años después de la asunción de los Kirchner al Gobierno.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 27 de abril, ganó Carlos Saúl Menem con el 24% de los votos, en tanto que el gobernador de Santa Cruz quedó en segundo lugar, con el 22% de los votos. Menem anunció el 14 de mayo de ese año que no se presentaría como candidato, asumiendo por tal motivo Kirchner con su escaso caudal de votos que prácticamente se ha mantenido en las siguientes elecciones al contabilizar a los votos válidos emitidos respecto de la población total del país.

Gobierno de confrontación

En su discurso de investidura, Kirchner reafirmó el papel central del Estado en el desarrollo económico, prometió una lucha «implacable» contra la corrupción y abogó por un reforzamiento del Mercado Común del Sur (Mercosur), que asocia a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Su gestión real fue todo lo contrario, y especialmente en el área de corrupción, ya que disolvió e inhabilitó organismos de control.

Su primera militancia ha sido anticatólica, rechazando los Tedéums y atacando violentamente a la Iglesia Católica de modo particular, y al Derecho Natural de modo general. Incluso esperaba promover al obispo Maccarone como Capellán de las Fuerzas Armadas o como titular del Episcopado, maniobra que se frustró por el retiro de dicho Obispo.

Tratando de afirmar su autoridad decretó el retiro de la mitad de los generales y almirantes, procediendo a una amplia purga en la policía federal, y abrió los archivos secretos sobre el atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) en Buenos Aires, pero no así respecto de la voladura de la Embajada de Israel. También anunció su propósito de jubilar a varios de los jueces del Tribunal Supremo.

La deuda pública ascendía 144.400 millones de dólares (que jamás fue cuestionada en su legitimidad) y la pobreza que afecta al 60% de los 37 millones de ciudadanos son temas sistémicos de la gestión del matrimonio presidencial. Sus primeras palabras sobre los planes económicos fueron mal recibidas en los círculos financieros internacionales, pues aseguró que los acreedores del Estado argentino deberían aceptar una pérdida de su capital, una reducción de los tipos de interés y una prolongación de varios decenios en los plazos del reembolso. En los hechos, se hizo una operatoria sobre la deuda externa que un año después mantuvo la deuda en idéntico valor al de un año atrás, y manteniendo un sinnúmero de acreedores disconformes, sin jamás desconocerla ni cuestionar su ilegitimidad.

Tras asistir a la Cumbre del Mercosur en Asunción, el 18 de junio, Kirchner realizó una gira en julio por varias capitales europeas. En Londres asistió a la conferencia cumbre de la Tercera Vía auspiciada por el primer ministro, Tony Blair, y en Madrid mantuvo una reunión con los empresarios españoles, a los que reprochó su comportamiento tras la privatización de las empresas públicas en la época de Menem. Los responsables de las empresas de los servicios públicos, por su parte, se quejaron de la espectacular caída de las tarifas, debido al fin de la paridad del peso con el dólar, y reclamaron un alza del 65%, para mantener y ampliar las inversiones que necesitaba el país para recuperarse de cuatro años de recesión.

Lesa Humanidad

Tras la decisión de un juez federal que ordenó la detención de 46 militares y civiles acusados de delitos de lesa humanidad en otros países reclamados por el juez español Baltasar Garzón, el presidente Kirchner derogó en julio de 2003 un decreto firmado por el presidente De la Rúa en diciembre de 2001 que prohibía la extradición de los militares nacionales reclamados por otros países y acusados de crímenes de lesa humanidad. Este acto implica la renuncia de la Soberanía y del reconocimiento internacional de la Argentina. Luego presionó y consiguió en agosto que las dos Cámaras del Congreso anularan las leyes de Obediencia Debida y Punto Final (1986 y 1987), provocando inseguridad jurídica y reabriendo viejas heridas que no conllevan a la pacificación del país, además de que los guerrilleros autores de atentados que fueron crímenes de lesa humanidad no solamente quedan impunes, sino que son recompensados y premiados de forma permanente con subsidios económicos y con títulos que de honoríficos sólo tienen el nombre. El símbolo de todo esto fue el General Bendini quien descolgó de su espacio al cuadro del General Jorge Rafael Videla, siendo ese el acto de mayor trascendencia en la vida de Bendini.

Las vinculaciones y entramado de lazos corruptos en el Gobierno del matrimonio presidencial tienen su núcleo en el ministro Julio De Vido, pero además en un sinnúmero de organismos que han respondido al matrimonio presidencial bajo el peso de su fraguada autoridad.

Crónica de siete años de “vacas flacas” en que el país está siendo arrasado, en que se dibujan los indicadores económicos, en que la macroeconomía pretende arrojar cifras de crecimiento, en tanto que el poder adquisitivo del dinero cae para llevar a la marginalidad a amplios sectores que son mantenidos en el hambre, la miseria y la pobreza sin posibilidades de emerger de tal condición.

Peronismo


Néstor Kirchner dividió el Justicialismo, creando el Frente para la Victoria, siendo este el lema que lo acompañara al poder. Ya no existe el Justicialismo ideado por Perón como partido en tal sentido, sino el Frente para la Victoria.

Kirchner sucedió a Ramón Ruiz como interventor del Partido Justicialista, y tras abandonar el cargo como autoridad del Ejecutivo de la Nación, tras dejar allí a su esposa, ocupó la Presidencia del Partido Justicialista entre los años 2008 y 2009, siendo sucedido por Daniel Scioli para luego volver Néstor Kirchner a como Presidente del Partido Justicialista en el año 2010.

El denominado “peronismo ortodoxo” que es más bien de “derecha”, quedó fuera del esquema del Frente para la Victoria y del Justicialismo, ocupado por Néstor Kirchner. Los adherentes a Menem, Duhalde, Rodríguez Saá y otros “disidentes” del Frente para la Victoria, no tienen espacio en el kirchnerismo.

Asimismo, fue el primer Secretario General de Unasur a partir de 2010, año en que fue creado el cargo.

Corrupción

El “kirchnerismo” mantuvo siempre una amplia mayoría en las Cámaras de Diputados y de Senadores de la Nación, aunque tras las elecciones del año 2009 perdió la mayoría “automática” pero siendo aun la primera minoría. Los hechos de corrupción bañan su gestión. Los presos políticos señalan violaciones a los Derechos Humanos, así como torturas, lo cual implicaría violaciones al Tratado de Roma.

El abogado Enrique Piragini lo denunció ante la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal con motivo de la utilización de los aviones Tango 02 y Tango 10 perteneciente a la flota presidencial para concurrir al acto proselitista desarrollado el 14 de mayo en Río Gallegos, Santa Cruz. Según Piragini lo realizado "implica malversación de caudales públicos, reñido con las más elementales normas éticas, además de perjudicar los intereses del Estado con importantes gastos superfluos". La denuncia se efectuó el viernes 22 de enero de 2010 y recayó ante el Juzgado Federal Nº11 del Juez Federal Bonadío, bajo el número 752/10.

Su gobierno ha mantenido un estilo personalista de gobernador con dosis de autoritarismo y hegemonía, un estilo agresivo de ruptura inducida y confrontación, sumado todo a las denuncias por nepotismo.

Durante 2010 su salud se debilitó seriamente. En febrero fue operado de la carótida. El 11 de septiembre tuvo que ser sometido a una angioplastia y se le colocó un stent. Se le había recomendado cambiar su estilo de vida debido al estrés. Fue dado de alta al día siguiente. Finalmente falleció de “muerte súbita cardíaca”, en la mañana del 27 de octubre de 2010.

Las páginas de la Historia lo registrarán como un presidente, como un hombre ambicioso que llegó al poder y que murió en ese entorno. Jamás como un santo.

UNA HEREJÍA CALANDO EN EL SEDEVACANTISMO

Desde Vaticano Católico

Este video documenta la herejía horrible que es sostenida por innumerables sacerdotes supuestamente católicos de hoy en día, incluyendo casi todos los sacerdotes sedevacantistas. Desgraciadamente, ellos niegan el dogma católico: Fuera de la Iglesia no hay salvación. Ellos creen que las almas se pueden salvar fuera de la Iglesia Católica, en religiones falsas, e incluso en cualquier religión. Entre otros, este video cubrirá las herejías asombrosas de Mons. McKenna, Mons. Sanborn, Mons. Dolan, de P. Anthony Cekada, P. Kevin Vaillancourt, de la SSPV, Fundación San Vicente Ferrer, de P. Martin Stepanich, etc.

domingo, 24 de octubre de 2010

MISA DE SAN RAFAEL ARCÁNGEL


Del Misal Romano de San Pío V 

Die 24 Octobris
Sancte Raphaelis Archangeli
Duplex majus

Introitus. Ps. 102, 20. Benedícite Dóminum, omnes Angeli ejus: poténtes virtúte, qui fácitis verbum ejus, ad audiéndam vocem sermónum ejus. Ps. ibid., 1. Bénedic, ánima mea, Dómino: et ómnia, quæ intra me sunt, nómini sancto ejus. ℣. Glória Patri.

ORATIO
Deus, qui beátum Raphaélem Archángelum Tobíæ fámulo tuo cómitem dedísti in via: concéde nobis fámulis tuis; ut ejúsdem semper protegámur custódia et muniámur auxílio. Per Dóminum.

Léctio libri Tobíæ.
Tob. 12, 7-15.

In diébus illis: Dixit Angelus Ráphaël ad Tobíam: Sacraméntum regis abscóndere bonum est: ópera autem Dei reveláre et confitéri honoríficum est. Bona est orátio cum jejúnio, et eleemósyna magis quam thesáuros auri recóndere: quóniam eleemósyna a morte liberat, et ipsa est, quæ purgat peccáta et facit invenire misericórdiam et vitam ætérnam. Qui autem faciunt peccátum et iniquitátem, hostes sunt ánimæ suæ. Manifésto ergo vobis veritátem, et non abscóndam a vobis occúltum sermónem. Quando orábas cum lácrimis, et sepeliébas mórtuos, et derelinquébas prándium tuum, et mórtuos abscondébas per diem in domo tua, et nocte sepeliébas eos, ego óbtuli oratiónem tuam Dómino. Et quia accéptus eras Deo, necésse fuit, ut tentátio probáret te. Et nunc misit me Dóminus, ut curárem te, et Saram uxórem fílii tui a dæmónio liberárem. Ego enim sum Raphaël Angelus, unus ex septem, qui astámus ante Dóminum.

Graduale. Tob. 8, 3. Angelus Dómini Raphaël apprehéndit et ligávit dǽmonem.
℣. Ps. 146, 5. Magnus Dóminus noster, et magna virtus ejus.

Allelúja, allelúja. ℣. Ps. 137, 1-2.  In conspéctu Angelórum psallam tibi: adorábo ad templum sanctum tuum, et confitébor nómini tuo, Dómine. Allelúja.

In Missis votivis post Septuagesimam, omissis Allelúja et Versu sequenti, dicitur:

Tractus. Ps. 148, 2. Laudáte Dóminum, omnes Angeli ejus: laudáte eum, omnes virtútes ejus.
℣. Ps. 102, 21. Benedícite Dóminum, omnes virtútes ejus: minístri ejus, qui fácitis voluntátem ejus.

Tempore autem Paschali omittitur Graduale, et ejus loco dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Ps. 102, 1. Benedic, ánima mea, Dóminum: et ómnia interióra mea nomen sanctum ejus. Allelúja.
℣. Tob. 3, 25; 5, 11. Missus est Angelus Dómini sanctus Ráphaël a Deo ad Tobiam, et salutávit eum, et dixit: Gáudium sit tibi semper. Allelúja.

  Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
Joann. 5, 1-4.

In illo témpore: Erat dies festus Judæórum, et ascéndit Jesus Jerosólymam. Est autem Jerosólymis probática piscína, quæ cognominátur hebráice Bethsaida, quinque pórticus habens. In his jacébat multitúdo magna languéntium, cæcórum, claudórum, aridórum exspectántium aquæ motum. Angelus autem Dómini descendébat secúndum tempus in piscínam, et movebátur aqua. Et, qui prior descendísset in piscínam post motiónem aquæ, sanus fiebat, a quacúmque detinebátur infirmitáte.

Credo.
 
Offertorium. Apoc. 8, 3 et 4. Stetit Angelus juxta aram templi, habens thuríbulum áureum in manu sua, et data sunt ei incénsa multa: et ascéndit fumus aromátum in conspéctu Dei.

SECRETA
Hóstias tibi, Dómine, laudis offérimus, supplíciter deprecántes: ut eásdem, angélico pro nobis interveniénte suffrágio, et placátus accípias, et ad salútem nostram proveníre concédas. Per Dóminum.

Communio. Dan. 3, 58. Benedícite, omnes Angeli Dómini, Dóminum: hymnum dícite et superexaltáte eum in sǽcula.

POSTCOMMUNIO
Dirigere dignáre, Dómine Deus, in adjutórium nostrum sanctum Raphaélem Archángelum: et, quem tuæ majestáti semper assístere crédimus, tibi nostras exíguas preces benedicéndas assígnet. Per Dóminum.

sábado, 23 de octubre de 2010

MISA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SANTÍSIMO REDENTOR

Del Misal Romano de San Pío V

Die 23 Octobris 
Dómine Nostrum Jesu Christe, Sanctissimi Redemptoris

Introitus. Is. 61, 10. Gaudens gaudébo in Dómino, et exsultábit ánima mea in Deo meo: quia índuit me vestiméntis salútis, et induménto justítiæ circúmdedit me. (T.P. Allelúja, allelúja.) Ps. 88, 2. Misericórdias Dómini in ætérnum cantábo: in generatiónem et generatiónem annuntiábo veritátem tuam in ore meo. ℣. Glória Patri.

ORATIO
Deus, qui Unigénitum tuum mundi Redemptórem constituísti, et per eum, devícta morte, nos misericórditer ad vitam reparásti: concéde; ut, hæc benefícia recoléntes, tibi perpétua caritáte adhærére et ejúsdem redemptiónis fructum percípere mereámur. Per eúndem Dóminum nostrum.

  
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Ephésios.
Ephes. 1, 3-9.
 
Benedíctus Deus et Pater Dómini nostri Jesu Christi, qui benedíxit nos in omni benedictióne spirituáli in coeléstibus in Christo, sicut elégit nos in ipso ante mundi constitutiónem, ut essémus sancti et immaculáti in conspéctu ejus in caritáte. Qui prædestinávit nos in adoptiónem filiórum per Jesum Christum in ipsum: secúndum propósitum voluntátis suæ, in laudem glóriæ grátiæ suæ, in qua gratificávit nos in dilécto Fílio suo. In quo habémus redemptiónem per sánguinem ejus, remissiónem peccatórum secúndum divítias grátiæ ejus, quæ superabundávit in nobis in omni sapiéntia et prudéntia: ut notum fáceret nobis sacraméntum voluntátis suæ, secúndum beneplácitum ejus, quod propósuit in eo.

Graduale. Ps. 85, 9-10. Omnes gentes, quascúmque fecísti, vénient et adorábunt coram te, Dómine: et glorificábunt nomen tuum.
℣. Quóniam magnus es tu et fáciens mirabília: tu es Deus solus.

Allelúja, allelúja. ℣. Ps. 73, 12. Deus autem Rex noster ante sǽcula: operátus est salútem in médio terræ. Allelúja.

Post Septuagesimam, omissis Allelúja et Versu sequenti, dicitur:
Tractus. Is. 53, 4-5. Vere languóres nostros ipse tulit, et dolóres nostros ipse portávit.
℣. Et nos putávimus eum quasi leprósum, et percússum a Deo, et humiliátum.
℣. Ipse autem vulnerátus est propter iniquitátes nostras, attrítus est propter scélera nostra.
℣. Disciplína pacis nostræ super eum: et livóre ejus sanáti sumus.

Tempore autem Paschali omittitur Graduale, et ejus loco dicitur:

Allelúja, allelúja.
℣. Ave, Rex noster: tu solus nostros es miserátus erróres: Patri oboédiens, ductus es ad crucifigéndum, ut agnus mansuétus ad occisiónem. Allelúja.

℣. Tibi glória, hosánna: tibi triúmphus et victória: tibi summæ laudis et honóris coróna. Allelúja.
  
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem
Joann. 3, 13-18.

In illo témpore: Dixit Jesus Nicodémo: Nemo ascéndit in coelum, nisi qui descéndit de coelo, Fílius hóminis, qui est in coelo. Et sicut Moyses exaltávit serpéntem in desérto: ita exaltári opórtet Fílium hóminis, ut omnis, qui credit in ipsum, non péreat, sed hábeat vitam ætérnam. Sic enim Deus diléxit mundum, ut Fílium suum unigénitum daret: ut omnis, qui credit in eum, non pereat, sed habeat vitam ætérnam. Non enim misit Deus Fílium suum in mundum, ut júdicet mundum, sed ut salvétur mundus per ipsum. Qui credit in eum, non judicátur; qui autem non credit, jam judicátus est: quia non credit in nómine unigéniti Fílii Dei.

Credo.

Post Septuagesimam in fine sequentis Offertorii
Allelúja omittitur.
Offertorium. Salus pópuli ego sum, dicit Dóminus: de quacúmque tribulatióne clamáverint ad me, exáudiam eos: et ero illórum Deus in perpétuum, allelúja.

SECRETA

Súscipe, quǽsumus, Dómine, oblátum redemptiónis ætérnæ mystérium: et præsta; ut, unigéniti Fílii tui gloriósis méritis intercedéntibus, vivíficet nos semper et múniat. Per eúndem Dóminum.

Præfatio de Cruce.
Vere dignum et justum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: Qui salútem humáni géneris in ligno Crucis constituísti: ut, unde mors oriebátur, inde vita resúrgeret: et, qui in ligno vincébat, in ligno quoque vincerétur: per Christum, Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Ángeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cœli cœlorúmque Virtútes ac beáta Séraphim sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces ut admítti júbeas, deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
 
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis. 
 
Post Septuagesimam in fine sequentis Communionis Allelúja omittitur.
Communio. Ps. 106, 8. Confiteántur Dómino misericórdiæ ejus, et mirabília ejus Fíliis hóminum, allelúja.

POSTCOMMUNIO
Córporis tui sacri ac pretiósi Sánguinis, quo redémpti sumus, Dómine Jesu Christe, partícipes effecti: quǽsumus; ut in nobis tua múnera tueáris, atque a præséntis vitæ malis eréptos ad bona perdúcas sempitérna: Qui vivis.

jueves, 21 de octubre de 2010

HIMNO “Dies Iræ”, DE LA MISA DE DIFUNTOS

El “Dies Iræ” se trata del Juicio Universal que Dios hará a vivos y muertos al fin del mundo (Juicio Final,  de Hans Memling)

Dies Iræ (Día de la ira) es un famoso himno latino del siglo XIII atribuido al franciscano Tomás de Celano (1200-1260), amigo y biógrafo de San Francisco de Asís. También se han considerado como posibles autores al Papa San Gregorio Magno, San Bernardo de Claraval o los monjes dominicos el beato Humberto de Romans y el cardenal Latino Malabranca dei Frangipani. Suele considerarse el mejor poema en latín medieval, y difiere del latín clásico tanto por su acentuación (no cuantitativa) como por sus líneas en rima. El metro es trocaico. El poema describe el día del juicio, con la última trompeta llamando a los muertos ante el trono divino, donde los elegidos se salvarán y los condenados serán arrojados a las llamas eternas. Este himno se usa como secuencia en la Misa de Difuntos.
   

LATÍN
Dies iræ, dies illa
Solvet sæclum in favílla:
Teste David cum Sibýlla.
 
Quantus tremor est futúrus,
Quando judex est ventúrus,
Cuncta stricte discussúrus!
 
Tuba, mirum spargens sonum
Per sepúlcra regiónum,
Coget omnes ante thronum.
  
Mors stupébit et natúra,
Cum resúrget creatúra,
Judicánti responsúra.
 
Liber scriptus proferétur,
In quo totum continétur,
Unde mundus judicétur.
  
Judex ergo cum sedébit,
Quidquid latet, apparébit:
Nil multum remanébit.
 
Quid sum miser tunc dictúrus?
Quem patrónum rogatúrus,
Cum vix justus sit secúrus?
 
Rex treméndæ majestátis,
Qui salvándos salvas gratis,
Salva me, fons pietátis.
 
Recordáre, Jesu pie,
Quod sum causa tuæ viæ:
Ne me perdas illa die.
 
Quærens me, sedísti lassus:
Redemísti Crucem passus:
Tantus labor non sit cassus.
 
Juste judex ultiónis,
Donum fac remissiónis
Ante diem ratiónis.

Ingemísco, tamquam reus:
Culpa rubet vultus meus:
Supplicánti parce, Deus.
 
Qui Maríam absolvísti,
Et latrónem exaudísti,
Mihi quoque spem dedísti.
 
Preces meæ non sunt dignæ:
Sed tu bonus fac benígne,
Ne perénni cremer igne.
 
Inter oves locum præsta,
Et ab hœdis me sequéstra,
Státuens in parte dextra.
 
Confutátis maledíctis,
Flammis áctibus addíctis:
Voca me cum benedíctis.
 
Oro supplex et acclínis,
Cor contrítum quasi cinis:
Gere curam mei finis.
 
Lacrimósa dies illa,
Qua resúrget ex favílla
Judicándus homo reus.
 
Huic ergo parce, Deus:
Pie Jesu Dómine,
Dona eis réquiem.
Amen.

TRADUCCIÓN
Día de la ira, aquel día
En que los siglos se reduzcan a cenizas;
Como testigos el rey David y la Sibila.
   
¡Cuánto terror habrá en el futuro
Cuando el juez haya de venir
A juzgar todo estrictamente!
   
La trompeta, esparciendo un sonido admirable
Por los sepulcros de todos los reinos,
Reunirá a todos ante el trono.
   
La muerte y la Naturaleza se asombrarán,
Cuando resucite todo lo creado
Para que responda ante su juez.
  
Aparecerá el libro escrito
En que se contiene todo
Y con el que se juzgará al mundo.
  
Así, cuando el juez se siente,
Lo escondido se mostrará
Y no habrá nada sin castigo.
  
¿Qué diré yo entonces, pobre de mí?
¿A qué protector rogaré
Cuando apenas el justo esté seguro?
  
Rey de tremenda majestad,
Tú que a los justos salvas de corazón,
Sálvame, fuente de piedad.
  
Acuérdate, piadoso Jesús,
De que soy la causa de tu calvario;
No me pierdas en este día.
  
Buscándome, te sentaste agotado,
Me redimiste sufriendo en la cruz
No sean vanos tantos trabajos.
  
Justo juez de venganza,
Concédeme el regalo del perdón
Antes del día del juicio.
  
Grito, como un reo;
la culpa enrojece mi rostro.
Perdona, Señor, a este suplicante.
  
Tú, que absolviste a Magdalena
Y escuchaste la súplica del ladrón,
Me diste a mí también esperanza.
  
Mis plegarias no son dignas,
Pero tú, al ser bueno, actúa con bondad
Para que no arda en el fuego eterno.
   
Colócame entre tu rebaño
Y sepárame de los machos cabríos
Situándome a tu derecha.
  
Refutados los malditos
arrojados a las llamas voraces
Hazme llamar entre los benditos.
  
Te lo ruego, suplicante y de rodillas,
El corazón acongojado, casi hecho cenizas:
Hazte cargo de mi destino.
  
Día de lágrimas será aquel renombrado día
En que resucitará, del polvo,
Para el juicio, el hombre culpable.
  
A ese, pues, perdónalo, oh Dios.
Señor de piedad, Jesús,
Concédeles el descanso.
Amén. 

EL CARDENAL BEATO JOHN HENRY NEWMANN: EL "GEMELO MALVADO" DEL VATICANO II

El domingo 18 de Septiembre, estaba viendo por televisión la beatificación del Cardenal John Henry Newmann, un anglicano convertido al Catolicismo, cuyo escudo cardenalicio es el siguiente. 

 Escudo cardenalicio de John Henry Newmann

Y en medio de la ceremonia, Ratzinger Palpatine alias "Benedicto XVI" dijo del beato: "Era verdaderamente un precursor del ecumenismo, un padre espiritual del Vaticano II". Al oir estas palabras, me reí a carcajadas durante el resto de la transmisión. Porque sabía que la mentalidad y espiritualidad del cardenal Newmann eran diametralmente opuestas a la del CV2, un "gemelo malvado" de éste en pocas palabras. A este fin, publicamos el discurso que John Henry Newmann pronunció al ser nombrado cardenal.

Desde Radio Cristiandad

Para que veáis cuán “ecuménico” y  “padre espiritual del Concilio Vaticano II” fue el flamante Beato John Henry Cardenal Newman.

Beato John Henry Cardenal Newmann 

Muchas gracias a nuestro anónimo amigo

Discurso de Newman en Roma al recibir el Biglietto que le anunciaba su designación cardenalicia (12 de mayo de 1879)




En la mañana del lunes 12 de mayo, Newman fue al Palazzo della Pigna, la residencia del Cardenal Howard, que le había cedido sus apartamentos para recibir allí al mensajero del Vaticano que traía el Biglietto de parte del Cardenal Secretario de Estado, informándole que en un Consistorio secreto, que había tenido lugar esa misma mañana, el Santo Padre le había elevado a la dignidad de Cardenal. A las once en punto, las habitaciones estaban llenas de católicos ingleses y americanos, tanto eclesiásticos como laicos, y también muchos miembros de la nobleza romana y dignatarios de la Iglesia, reunidos para ser testigos de la ceremonia. Poco después del mediodía fue anunciado el mensajero consistorial. Al entrar entregó el Biglietto en manos de Newman, quien, después de romper el sello, lo pasó a Mons. Clifford, obispo de Clifton, el cual leyó el contenido en voz alta. Luego, el mensajero informó al nuevo Cardenal que Su Santidad lo recibiría en el Vaticano a las diez de la mañana del día siguiente, para conferirle la birreta cardenalicia. Después de los acostumbrados cumplidos, Su Eminencia el Cardenal John Henry Newman pronunció el siguiente discurso, que desde entonces es conocido como Biglietto Speech. El primer párrafo lo pronunció en italiano:

“Le agradezco, Monseñor, la participación que me hecho del alto honor que el Santo Padre se ha dignado conferir sobre mi humilde persona. Y si le pido permiso para continuar dirigiéndome a Ud., no en su idioma musical, sino en mi querida lengua materna, es porque en ella puedo expresar mis sentimientos, sobre este amabilísimo anuncio que me ha traído, mucho mejor que intentar lo que me sobrepasa.

En primer lugar, quiero hablar del asombro y la profunda gratitud que sentí, y siento aún, ante la condescendencia y amor que el Santo Padre ha tenido hacia mí al distinguirme con tan inmenso honor. Fue una gran sorpresa. Jamás me vino a la mente semejante elevación, y hubiera parecido en desacuerdo con mis antecedentes. Había atravesado muchas aflicciones, que han pasado ya, y ahora me había casi llegado el fin de todas las cosas, y estaba en paz. ¿Será posible que, después de todo, haya vivido tantos años para esto? Tampoco es fácil ver cómo podría haber soportado un impacto tan grande si el Santo Padre no lo hubiese atemperado con un segundo acto de condescendencia hacia mí, que fue para todos los que lo supieron una evidencia conmovedora de su naturaleza amable y generosa. Se compadeció de mí y me dijo las razones por las cuales me elevaba a esta dignidad. Además de otras palabras de aliento, dijo que su acto era un reconocimiento de mi celo y buen servicio de tanto años por la causa católica, más aún, que creía darles gusto a los católicos ingleses, incluso a la Inglaterra protestante, si yo recibía alguna señal de su favor. Después de tales palabras bondadosas de Su Santidad, hubiera sido insensible y cruel de mi parte haber tenido escrúpulos por más tiempo.

Esto fue lo que tuvo la amabilidad de decirme, ¿y qué más podía querer yo? A lo largo de muchos años he cometido muchos errores. No tengo nada de esa perfección que pertenece a los escritos de los santos, es decir, que no podemos encontrar error en ellos. Pero lo que creo poder afirmar sobre todo lo que escribí es esto: que hubo intención honesta, ausencia de fines personales, temperamento obediente, deseo de ser corregido, miedo al error, deseo de servir a la Santa Iglesia, y, por la misericordia divina, una justa medida de éxito.   Y  me alegra decir que me he opuesto desde el comienzo a un gran mal. Durante treinta, cuarenta, cincuenta años, he resistido con lo mejor de mis fuerzas al espíritu del liberalismo en religión. ¡Nunca la Santa Iglesia necesitó defensores contra él con más urgencia que ahora, cuando desafortunadamente es un error que se expande como una trampa por toda la tierra! Y en esta ocasión, en que es natural para quien está en mi lugar considerar el mundo y mirar la Santa Iglesia tal como está, y su futuro, espero que no se juzgará fuera de lugar si renuevo la protesta que hecho tan a menudo.

El liberalismo religioso es la doctrina que afirma que no hay ninguna verdad positiva en religión, que un credo es tan bueno como otro, y esta es la enseñanza que va ganando solidez y fuerza diariamente. Es incongruente con cualquier reconocimiento de cualquier religión como verdadera. Enseña que todas deben ser toleradas, pues todas son materia de opinión. La religión revelada no es una verdad, sino un sentimiento o gusto; no es un hecho objetivo ni milagroso, y está en el derecho de cada individuo hacerle decir tan sólo lo que impresiona a su fantasía. La devoción no está necesariamente fundada en la fe. Los hombres pueden ir a iglesias protestantes y católicas, pueden aprovechar de ambas y no pertenecer a ninguna. Pueden fraternizar juntos con pensamientos y sentimientos espirituales sin tener ninguna doctrina en común, o sin ver la necesidad de tenerla. Si, pues, la religión es una peculiaridad tan personal y una posesión tan privada, debemos ignorarla necesariamente en las interrelaciones de los hombres entre sí. Si alguien sostiene una nueva religión cada mañana, ¿a ti qué te importa? Es tan impertinente pensar acerca de la religión de un hombre como acerca de sus ingresos o el gobierno de su familia. La religión en ningún sentido es el vínculo de la sociedad.

Hasta ahora el poder civil ha sido cristiano. Aún en países separados de la Iglesia, como el mío, el dicho vigente cuando yo era joven era: “el cristianismo es la ley del país”. Ahora, en todas partes, ese excelente marco social, que es creación del cristianismo, está abandonando el cristianismo. El dicho al que me he referido se ha ido o se está yendo en todas partes, junto con otros cien más que le siguen, y para el fin del siglo, a menos que interfiera el Todopoderoso, habrá sido olvidado. Hasta ahora, se había considerado que sólo la religión, con sus sanciones sobrenaturales, era suficientemente fuerte para asegurar la sumisión de nuestra población a la ley y al orden. Ahora, los filósofos y los políticos están empeñados en resolver este problema sin la ayuda del cristianismo. Reemplazarían la autoridad y la enseñanza de la Iglesia, antes que nada, por una educación universal y completamente secular, calculada para convencer a cada individuo que su interés personal es ser ordenado, trabajador y sobrio. Luego, para el funcionamiento de los grandes principios que toman el lugar de la religión, y para el uso de las masas así educadas cuidadosamente, se provee de las amplias y fundamentales verdades éticas de justicia, benevolencia, veracidad, y semejantes, de experiencia probada, y de aquellas leyes naturales que existen y actúan espontáneamente en la sociedad, y en asuntos sociales, sean físicas o psicológicas, por ejemplo, en el gobierno, en los negocios, en las finanzas, en los experimentos sanitarios, y en las relaciones internacionales. En cuanto a la religión, es un lujo privado que un hombre puede tener si lo desea, pero por el cual, por supuesto, debe pagar, y que no debe imponer a los demás ni permitirse fastidiarlos.

El carácter general de esta gran apostasía es uno y el mismo en todas partes, pero en detalle, y en carácter, varía en los diferentes países. En cuanto a mí, hablaría mejor de mi propio país, que sí conozco. Creo que allí amenaza con tener un formidable éxito, aunque no es fácil ver cuál será su resultado final. A primera vista podría pensarse que los ingleses son demasiado religiosos para un movimiento que, en el continente, parece estar fundado en la infidelidad. Pero nuestra desgracia es que, aunque termina en la infidelidad como en otros lugares, no necesariamente brota de la infidelidad. Se debe recordar que las sectas religiosas que se difundieron en Inglaterra hace tres siglos, y que son tan poderosas ahora, se han opuesto ferozmente a la unión entre la Iglesia y el Estado, y abogarían por la descristianización de la monarquía y de todo lo que le pertenece, bajo la noción de que semejante catástrofe haría al cristianismo mucho más puro y mucho más poderoso. Luego, el principio liberal nos está forzando por la necesidad del caso. Considerad lo que se sigue por el mismo hecho de que existen tantas sectas. Se supone que son la religión de la mitad de la población, y recordad que nuestro modo de gobierno es popular. Uno de cada doce hombres tomados al azar en la calle tiene participación en el poder político, y cuando les preguntáis sobre sus creencias representan una u otra de por lo menos siete religiones. ¿Cómo puede ser posible que actúen juntos en asuntos municipales o nacionales si cada uno insiste en el reconocimiento de su propia denominación religiosa? Toda acción llegaría a un punto muerto a menos que el tema de la religión sea ignorado. No podemos ayudarnos a nosotros mismos. Y, en tercer lugar, debe tenerse en cuenta que hay mucho de bueno y verdadero en la teoría liberal. Por ejemplo, y para no decir más, están entre sus principios declarados y en las leyes naturales de la sociedad, los preceptos de justicia, veracidad, sobriedad, autodominio y benevolencia, a los que ya me he referido. No decimos que es un mal hasta no descubrir que esta serie de principios está propuesta para sustituir o bloquear la religión. Nunca ha habido una estratagema del Enemigo ideada con tanta inteligencia y con tal posibilidad de éxito. Y ya ha respondido a la expectativas que han aparecido sobre la misma. Está haciendo entrar majestuosamente en sus filas a un gran número de hombres capaces, serios y virtuosos, hombres mayores de aprobados antecedentes, y jóvenes con una carrera por delante.

Tal es el estado de cosas en Inglaterra, y es bueno que todos tomemos conciencia de ello. Pero no debe suponerse ni por un instante que tengo temor de ello. Lo lamento profundamente, porque preveo que puede ser la ruina de muchas almas, pero no tengo temor en absoluto de que realmente pueda hacer algún daño serio a la Palabra de Dios, a la Santa Iglesia, a nuestro Rey Todopoderoso, al León de la tribu de Judá, Fiel y Veraz, o a Su Vicario en la tierra. El cristianismo ha estado tan a menudo en lo que parecía un peligro mortal, que ahora debemos temer cualquier nueva adversidad. Hasta aquí es cierto. Pero, por otro lado, lo que es incierto, y en estas grandes contiendas es generalmente incierto, y lo que es comúnmente una gran sorpresa cuando se lo ve, es el modo particular por el cual la Providencia rescata y salva a su herencia elegida, tal como resulta. Algunas veces nuestro enemigo se vuelve amigo, algunas veces es despojado de esa especial virulencia del mal que es tan amenazante, algunas veces cae en pedazos, algunas veces hace sólo lo que es beneficioso y luego es removido. Generalmente, la Iglesia no tiene nada más que hacer que continuar en sus propios deberes, con confianza y en paz, mantenerse tranquila y ver la salvación de Dios. “Los humildes poseerán la tierra y gozarán de inmensa paz” (Salmo 37,11).[1]

Su Eminencia habló con voz fuerte y clara, y aún cuando estuvo de pie todo el tiempo no mostró signos de fatiga.

El texto fue telegrafiado a Londres por el corresponsal del “The Times” y apareció completo en el periódico al día siguiente. Más aún, gracias a la bondad del Padre Armellini, S.J., que lo tradujo al italiano durante la noche, salió completo en “L’Osservatore Romano” del día siguiente.

Traducción y comentario Fernando María Cavaller


(1) El texto original está en My Campaign in Ireland, Aberdeen, 1896, pp.393-400. Puede verse el original aquí