Páginas

sábado, 30 de julio de 2011

MARÍA SANTÍSIMA EN LA VIDA Y APOSTOLADO DE SAN PEDRO JULIÁN EYMARD

 
"A quien Dios quiere hacer santo, lo hace gran devoto de Santa María" (San Luis María de Montfort)

Un apóstol eminente de la Eucaristía, san Pedro Julián Eymard, es también un fiel devoto de la Virgen María. Ella ha tenido un lugar especial en su vida y, al final de su camino, la ha honrado con un título particular, el de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento.

San Pedro Julián Eymard, apóstol de Jesús Sacramentado

El primer santuario y el más querido de su corazón, fue el de Laus. Situado a 80 kilómetros de La Mure, en la diócesis de Gap, Notre-Dame de Laus era, después del siglo XVII, un centro de peregrinación que destacaba en la Provenza y el Delfinado. A la edad de once añós, Pedro Julián, llega allí, solo, y mendigando el pan. Fue allí, dirá más tarde, donde, por primera vez, conocí y amé a María.

El Santuario de Nuestra Señora de Laus es recordado porque allí, entre 1674 y 1717, la Virgen se apareció a la beata Benita Rencurel, y desde entonces se han dado muchos milagros en el lugar de las apariciones

En Laus, María le enseña a Pedro Julián a abrirse al amor. Hace la primera comunión a la edad de doce años, y manifiesta su deseo de ser sacerdote, aunque su padre se oponga a su aspiración. En una nueva peregrinación a Laus Pedro Julián recibe, del Padre Touche, la confirmación de su vocación y la gracia de comulgar todos los domingos, una excepción en aquella época

Más decidido que nunca, se pone a aprender latín, solo, a escondidas de su padre. En el mes de agosto de 1828, estando al servicio de un sacerdote en el hospicio de Saint-Robert, a las puertas de Grenoble, se entera accidentalmente de la muerte de su madre. Se dirige rápidamente a la capilla del hospicio para encomendarse a María. "Bendije a Nuestra Señora De Laus, anotará más tarde, y el día en que la tomé por madre cuando murió mi pobre madre, le pedí, postrado a sus pies en la capilla de Saint-Robert, la gracia de ser un día sacerdote. (17 de marzo de 1865) A partir de esta época, escribirá más tarde, experimenté siempre, la protección de María, de una manera muy especial, (3 de septiembre de 1839). 

Su entrada en los Maristas en 1839 llena sus expectativas: llegar a ser religioso en una Sociedad que lleva el nombre de María y que es su familia de una manera muy especial. Hace su noviciado en Lyón, durante algunos meses, y desde entonces, el santuario de Nuestra Señora De Fourvière se convierte en su lugar privilegiado de oración: sube allí por lo menos dos veces a la semana. En su retiro de entrada en el noviciado, escribe: He sentido en mí un gran deseo de vivir de la vida de la Santísima Virgen y de hacer un estudio continuado de su humildad, de su obediencia y de su amor divino; de pedir las luces del Espíritu santo por María para conocer la voluntad de Dios sobre mí... para obtener el espíritu de la Sociedad de María. ( 28 de agosto 1839).

Santuario de Nuestra Señora de Fourvière, uno de los santuarios que San Pedro Julián Eymard visitaba frecuentemente en peregrinación

En el Corpus de 1845, experimenta una atracción eucarística muy fuerte que va a marcar su ministerio. El 21 de enero de 1851, estando orando en Fourvière, recibe la inspiración de consagrarse a una obra eucarística. Descubre que la Eucaristía es el remedio a la indiferencia religiosa y a la increencia moderna. Una nueva gracia en La Seyne-sur-Mer, el 18 de abril de 1853, le confirma en su deseo. Orienta a los jóvenes, se prepara con los sacerdotes y laicos para crear una nueva obra eucarística. En realidad, su proyecto quedará corto, pero tiene la conciencia de que la Virgen María le está guiando hacia esta vocación nueva, que siente en su corazón.

Fue Nuestra Señora quien le señaló a San Pedro Julián Eymard que su apostolado será propagar el amor y la reparación a Jesús Sacramentado

Después de que varios años de reflexión prudente y de combate interior, alentado por el papa Pio IX, funda a la congregación del Santísimo Sacramento en París el 13 de mayo de 1856.

Meditando sobre María, durante su gran retiro de Roma, anota en efecto: Le debo (a María) la perseverancia, la vocación, sobre todo la gracia del Santísimo Sacramento. Ella me ha dado a su Hijo como su servidor, su hijo predilecto (11 de marzo de 1865).

O todavía poco después: ¡Cómo (María) me ha conducido de la mano, solo, hasta el sacerdocio! ¡Después, al Santísimo Sacramento! (17 de marzo 1865) De Nazareth, Jesús fue al Cenáculo, y María fijó allí su estancia!.


NUESTRA SEÑORA DEL SANTISIMO SACRAMENTO, ¿POR QUÉ?

El título de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento fue dado a María por San Pedro Julián Eymard en mayo de 1868, mientras que hablaba a sus principiantes. Algunos años más tarde él describió lo que debe parecer su estatua: "La Virgen santa tiene al niño en sus brazos y él sostiene un cáliz en una mano y una hostia en la otra". Él les suplicó a que invocaran a María como "¡Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, ruega por nosotros que recurrimos a ti!". 

Imagen de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, tal como la describió San Pedro Julián Eymard

Pío IX enriqueció la invocación con indulgencias. Dos veces, San. Pío X hizo lo mismo. El 30 de diciembre de 1905, él concedió una indulgencia de 300 días al fiel que ore: “Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, ruega para nosotros.” Y dirá después "este título, de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, es quizás el más significativo de todos".

San Pío X, buscando enfervorizar al creyente hacia la Sagrada Eucaristía, concedió 300 días de indulgencia a los devotos de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento

En 1921 la Sagrada Congregación para los Ritos autorizó a las Congregaciones del Santísimo Sacramento a celebrar cada año, el día 13 de mayo, la "conmemoración solemne de la Santísima Virgen" con la intención de honrar a María bajo título de "Nuestra Señora del Santísimo Sacramento".

El papa Juan XXIII codificó el título de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento cuando declaró a Santo a Pedro Julián Eymard, el 9 de diciembre de 1962, al final de la última sesión del Concilio Vaticano II.


ORACION A NUESTRA SEÑORA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Virgen María, Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, gloria del pueblo cristiano, gozo de la Iglesia universal, ruega por nosotros y concede a todos los fieles verdadera devoción a la Sagrada Eucaristía, siendo dignos de recibirla cada día.

Antífona: Oh Augustísimo Sacramento, en el cual recibimos a Cristo, se renueva la Memoria de su Pasión, el alma se llena de gracia y nos es dada en prenda la vida futura!
V. Les has dado pan del cielo
R. Que contiene en sí todo deleite.

ORACIÓN
Oh Dios, que nos dejaste en este sacramento admirable el memorial de tu pasión y de tu Cruz; concédenos, te suplicamos, que de tal modo veneremos los sagrados misterios de tu Cuerpo y Sangre para que podamos siempre gozar de los frutos de tu Redención. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 29 de julio de 2011

DEL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA, POR SAN PEDRO JULIÁN EYMARD

Desde STAT VERITAS- Vía MILES CHRISTI

Fragmento de "Obras Eucarísticas de San Pedro Julián Eymard"

III

PARTICIPAR todos los días en la santa Misa. Ello atrae las bendiciones del cielo para el día. Oyéndola cumpliréis mejor todos vuestros deberes y os veréis más fuertes para llevar la cruz de cada día. La misa es el acto más santo de toda la religión; nada tan glorioso para Dios ni tan provechoso para vuestra alma como el oírla con piedad y con frecuencia. Esta es la devoción privilegiada de los santos.

La misa encierra todo el valor del sacrificio de la cruz, que aplica a cada uno: uno mismo es el sacrificio del calvario y el del altar, iguales la víctima y el sacerdote, Jesucristo, que también en el altar se inmola de un modo real y eficaz, aunque incruentamente. ¡Ah! Si después de la consagración os fuese dado ver en toda su realidad el misterio del altar, vierais a Jesucristo en cruz, ofreciendo al Padre sus llagas, su sangre y su muerte para salvación vuestra y la del mundo. Vierais cómo los ángeles se postran alrededor del altar asombrados y casi espantados ante lo que se ama a criaturas indiferentes o ingratas. Oyerais al Padre celestial deciros como en el Tabor contemplando a su Hijo: "Este es mi Hijo muy amado y el objeto de mis complacencias; adorad y servidle de todo vuestro corazón."

La Santa Misa es la renovación incruenta del Sacrificio de Cristo en la Cruz

Para caer en la cuenta de lo que vale la santa Misa, preciso es no perder de vista que el valor de este acto es mayor que el que juntamente encierran todas las buenas obras, virtudes y merecimientos de todos los santos que haya habido desde el principio del mundo o haya de haber hasta el fin, sin excluir los de la misma Virgen santísima. La razón está en que se trata del sacrificio del hombre-Dios, el cual muere en cuanto hombre, y en cuanto Dios eleva esta muerte a la dignidad de acción divina, comunicándole valor infinito. Infunde respeto el oír cómo el concilio de Trento expone esta verdad: "Como en el divino sacrificio que se ofrece en la misa es contenido y se inmola incruentamente el mismo Jesucristo que una sola vez se inmoló de un modo incruento en la cruz, enseña este santo Sínodo que este sacrificio es verdaderamente propiciatorio y que alcanzaremos por este medio en el momento oportuno misericordia, gracia y ayuda siempre que nos acerquemos a Dios con corazón sincero y recta fe, con temor y reverencia, contritos y penitentes. Porque, aplacado el Señor por esta oblación, nos perdona nuestros crímenes y pecados, por grandes que sean, otorgándonos la gracia y el don de la misericordia. Una sola y una misma es la víctima ofrecida, uno solo y uno mismo el que ahora se ofrece por ministerio de los sacerdotes, y entonces se ofreció a sí mismo sobre la Cruz, no habiendo más diferencia que la del modo de oblación. Mediante este sacrificio incruento recíbense muy copiosamente los frutos de aquel cruento, sin que, por consiguiente, se menoscabe en lo más mínimo el valor de aquél. Según la tradición de los apóstoles, este sacrificio es ofrecido no solamente por los pecados, penas, satisfacciones y demás necesidades de los vivos, sino también por los difuntos en Cristo, cuyos pecados no están cabalmente purgados" (1). ¡Qué lenguaje éste que emplea la Iglesia!

He aquí una de las virtudes de la Misa: no sólo se ofrece por la Iglesia peregrina en la tierra (los vivos), sino también por la Iglesia penitente en el purgatorio (los fieles difuntos). (Cuadro "Misa por las Ánimas del Purgatorio", escuela del Potosí, S. XVII)

Para glorificar sin cesar a su Padre, Jesús adoptó el estado de víctima; para que, poniendo el Padre los ojos en El, pueda bendecir y amar la tierra; para continuar su vida de Redentor, asociarnos a sus virtudes de Salvador, aplicarnos directamente los frutos de su muerte participando dentro de su ofrenda y enseñándonos a sacrificarnos junto con El; y también para ponernos a mano, como a María y a Juan, el medio de asistir a su sacrificio.
IV

Habiendo Jesús reemplazado todos los sacrificios de la antigua ley por el sacrificio de la misa, ha encerrado en éste todas las intenciones y todos los frutos de aquéllos.

La Muerte de Jesús en la Cruz remplaza y suprime los sacrificios del Antiguo Testamento

Conforme a las órdenes recibidas de Dios, los judíos ofrecían sacrificios por cuatro fines, a saber: para reconocer su supremo dominio sobre toda criatura; para agradecerle sus dones; para suplicarle siguiera concediéndoselos y para aplacar su cólera irritada por sus pecados. Todo esto lo hace Jesús, y de un modo tanto más perfecto cuanto que en lugar de toros y carneros se ofrece El mismo, hijo de Dios y Dios como su Padre.

Adora, por tanto, a su Padre; por todos los hombres, cuyo primogénito es, reconoce que de El viene toda vida y todo bien; que sólo El merece vivir, y que cuanto es, sólo por El existe; y ofrece su vida para protestar que, por venir todo de Dios, de todo puede El disponer libre y absolutamente.

Como Hostia de alabanzas, da gracias a su Padre por todas las gracias que le ha concedido a El y, por medio suyo, a los hombres todos; hácese nuestra perpetua acción de gracias.

Es víctima de propiciación, pidiendo sin cesar perdón por los pecados que continuamente se renuevan, y desea asociar al hombre a su propia reparación, uniéndoselo en la ofrenda.

Es, finalmente, nuestro abogado, que intercede por nosotros con lágrimas y gemidos desgarradores; y cuya sangre clama misericordia.

Cristo, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas a Dios Padre, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen. (Paráfrasis de Hebreos  V, 7- 9)

V

Asistir a la santa misa es unirse a Jesucristo; es, por tanto, para nosotros el acto más saludable.

En ella recibimos las gracias del arrepentimiento y de la justificación, así como ayuda para evitar las recaídas.
En ella encontramos el soberano medio de practicar la caridad para con los demás, aplicándoles, no ya nuestros escasos méritos, sino los infinitos de Jesucristo, las inmensas riquezas que a nuestra disposición pone. En ella defendemos eficazmente la causa de las almas del purgatorio y alcanzamos la conversión de los pecadores.

La misa es para el cielo entero un motivo de gozo y produce a los santos un aumento de gloria exterior.

"Sólo en el Cielo conoceremos el gran valor que tiene la Santa Misa", dice San Juan María Vianney, "Cura de Ars" sobre el Santo Sacrificio de la Misa

VI

El mejor medio de asistir a la santa misa es unirnos con la augusta víctima. Haced lo que ella, ofreceos como ella, con la misma intención que ella, y vuestra ofrenda será así ennoblecida y purificada, siendo digna de que Dios la mire con complacencia si va unida a la ofrenda de Jesucristo. Caminad al calvario en pos de Jesucristo, meditando las circunstancias de su pasión y muerte.

Pero, por encima de todo, uníos al sacrificio, comiendo junto con el sacerdote vuestra parte de la víctima. Así la misa logra toda su eficacia y corresponde plenamente a los designios de Jesucristo.

"El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día." A eso nos invita Jesús: no sólo a asistir a Misa, sino también a comulgar frecuente y dignamente

¡Ah! Si las almas del purgatorio pudieran volver a este mundo, ¡qué no harían por asistir a una sola misa! Si pudierais vosotros mismos comprender su excelencia, sus ven tajas y sus frutos, ni un solo día querríais pasar sin participar en ella.

NOTA

(1) Sesión 22ª (17- IX- 1562), "Sobre el Santo Sacrificio de la Misa" cap. 2

miércoles, 27 de julio de 2011

A UNOS LOS GOLPEAN... Y A LOS OTROS LES ACOLITAN SUS DESASTRES

Tomado de MILES CHRISTI.
  
A un sacerdote italiano lo apalean porque persevera en la Misa Tradicional.
      
Noticia del diario “Il Giornale della Toscana” donde narra la golpiza sufrida por el cura

En contraste, a este ¿rabino? ¡¡¡NOOO, si es un sacerdote de los Kikos (Neocatecumenales)!!! le permiten equiparar la Misa con una cena judía de Pesaj (Pascua) (Fuente: TRADITION IN ACTION):
REVOLUCIÓN DE LA IGLESIA EN IMÁGENES: LA TENDENCIA JUDÍA DEL CAMINO NEOCATECUMENAL
 

Arriba vemos a un sacerdote del Camino Neocatecumenal [Antonio Giuseppe Caiazzo] diciendo una misa en la parroquia de San Pablo Apóstol en Crotona (sur de Italia) para los padres de los niños que iban a hacer la Primera Comunión en 2011. Lleva las vestiduras de un rabino. Abajo, posa con un pequeño grupo de asistentes. Podemos ver que cubrió su cabeza con un manto de oración como los que usan los rabinos, y también colocó un candelabro de menorá de siete brazos en el centro de la mesa.
  

Es un ejemplo que muestra cómo el progresismo, del cual el Camino Neocatecumenal es claramente una rama, tiende a fusionarse con el judaísmo.

No es de extrañar ver un gran movimiento como el Camino Neocatecumenal siguiendo este camino cuando tenemos un Papa que pretende que los judíos tienen razón para esperar a su falso mesías. En efecto, siendo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Card. Ratzinger editó y escribió el prefacio de un libro sobre el tema que cambió por completo el enfoque católico hacia la religión judía. Puedes leer un análisis de este libro aquí.

CLARO, LA IGLESIA VATICANA NO SE PRONUNCIA SOBRE ESTAS COSAS.

lunes, 25 de julio de 2011

EL SANTO ROSARIO: ARMA QUE DEBILITARÁ A SATANÁS

Palabras de Nuestra Señora a Agustín del Divino Corazón, dadas en Agosto17 de 2009, a las 13:20. (Tomada del libro "Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes") 



El Santo Rosario: arma que debilitará a satanás

María Santísima dice:

En este momento, os habla María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos; Capitana del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes.

Amados míos: el Santo Rosario es el arma con el cual debilitaréis a satanás. Vosotros que le habéis respondido a la invitación de amor a mi Hijo Jesús estáis llamados a ofrendarme una corona de rosas diarias, rosas que perfumará vuestros corazones, rosas que perfumará vuestras vidas, rosas que perfumarán vuestros ámbitos, vuestras familias.

El Santo Rosario es mi oración predilecta; oradlo diario.

Estoy pidiendo a toda la humanidad el rezo de la corona completa del Santo Rosario.

Hijos míos: dosificad el tiempo. El tiempo os lo dio el Señor, que el tiempo no os maneje a vosotros, manejadlo vosotros a él.

Este gran escuadrón, este gran Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes recitará hermosamente mi oración predilecta, recitará el Santo Rosario con sus labios, con su mente y con su corazón. No lo recéis, no lo oréis en forma distraída. No alcanzo a entender, a comprender a aquellos hijitos míos que mientras escuchan una conversación rezan Aves María. Esas Aves María son rosas marchitas que depositan en mis manos. Orad el Santo Rosario en ambiente de oración.

Hijos míos: oradlo en cualquier lugar y en todo momento pero en ambiente de oración; que si vais solitos por las calles oradlo porque nadie os distraerá, nadie os interrumpirá. Entregadme diariamente esos ramilletes de rosas de distintos colores.

Ya sabéis, amaditos míos, que cuando depositáis en mis manos purísimas una rosa de cada Ave María, yo la planto en el jardín florecido de mi Inmaculado Corazón, la cultivo con mi Amor Santo y la desgajo suavemente y sobre vuestras vidas descienden pétalos de rosas, es decir, mis bendiciones maternas. El Santo Rosario del día debe ir acompañado con las Letanías, mis títulos, mis advocaciones. Embellecedlo, hijos míos, soy vuestra Madre, soy Madre de la Iglesia y por ende soy Madre de la humanidad. Un buen hijo siempre pretende y quiere regalar lo mejor a su madre y vosotros sois hijos buenos. Dadme lo mejor de vuestras vidas; regaladme muchísimos espacios en los que alegréis mi Inmaculado Corazón y alegréis mis oídos con el rezo del Santo Rosario.

Os recuerdo, mis ternuras amadas, cuando escucho a uno de mis hijos orar en ambientes de recogimiento y de piedad, ésta, mi oración predilecta abro los ventanales del Cielo, corro las cortinas y las persianas, os arropo con mi mirada de Amor Santo y me voy, llamo a mi Hijo Jesús para que él se entretenga y se admire al escuchar las más hermosas sinfonías celestiales.

Una Ave María orada desde el corazón, un Ave María recitada sin distracción y con una apertura total de corazón se convierte en la más bella canción, canción que es acompañada al son de la cítara y de las arpas de los Santos Ángeles.

El Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes habrá de recitar diariamente y habrá de meditar diariamente el Santo Rosario y como sois almas reparadoras estáis llamadas a rezar, a orar aquellas oraciones dadas desde el año 1917. Son oraciones de reparación, oraciones que debéis hacer en cada uno de los misterios del Santo Rosario.

Hijos míos: dejo esta santa insinuación y esta santa inquietud; respondedme, os arroparé bajo los pliegues de mi Sagrado Manto, encenderé con mayor ímpetu, con mayor fuerza la llama de Amor Santo y Divino que arde en vuestros corazoncitos. Os bendeciré amparándoos en mi seno Materno. El Santo Rosario son suaves caricias para mi Inmaculado Corazón. El Santo Rosario son rosas de vivos colores, rosas delicadas, rosas finas que vosotros entregáis en mis manos y yo embellezco, aún más, el jardín celestial de mi Inmaculado Corazón. Repartidlo durante el día. El Santo Rosario oradlo, la corona completa, hijos amados. El demonio se aleja y huye de aquella alma que reza con asiduidad, con frecuencia el Santo Rosario.

Os amo y os bendigo mis hijos amados: + + +. Amén.

NOTA: Las "oraciones dadas desde 1917" son las que Nuestra Señora le dictó a los Pastorcitos de Fátima, esto es, el "Oh buen Jesús, perdónanos..." y la Reparación a la Santísima Trinidad.

APUNTE BREVE SOBRE NOTICIA PASADA

Un camarada en Cristo Rey me preguntó a raiz del último artículo sobre la secta palmariana:

"¿Se volvió conclavista-palmariano usted o entendí mal?"

A este respecto, para que la Causa Católica e Hispana no se vea desacreditada (y menos por culpa mía), me permito hacer la siguiente aclaración:

  1. NUNCA HE CONSIDERADO, NI CONSIDERARÉ QUE LA SECTA QUE CLEMENTE DOMÍNGUEZ Y MANUEL CORRAL FUNDARON EN EL PALMAR DE TROYA ES LA VERDADERA IGLESIA CATÓLICA.
  2. ASÍ MISMO, DEPLORO CUALQUIER INTENTO DE "CONCLAVISMO" QUE PRETENDA IMPONER A UN PAPA QUE DIRIJA AL REMANENTE DE LA IGLESIA, DADO QUE TODOS LOS INTENTOS ANTERIORES RESULTARON EN OTROS TANTOS "PALMARES DE TROYAS", CON GRAN PESAR PARA LA IGLESIA CATÓLICA.
Confieso y sostengo con toda verdad:
  
CREO FIRMEMENTE EN LAS VERDADES QUE DIOS NUESTRO SEÑOR REVELÓ A LA MADRE IGLESIA, QUE ES UNA, SANTA, CATÓLICA, APOSTÓLICA, ROMANA Y TRADICIONALISTA; Y EN ESTA MISMA FE DESEO Y PROTESTO SIEMPRE VIVIR Y MORIR; Y QUE DIOS NUESTRO SEÑOR Y SU SANTÍSIMA MADRE, LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA ME AYUDEN A PERSEVERAR EN ESTA RESOLUCIÓN.
  
Ruego a todos los lectores que no se turbe vuestra Fe por aquella afirmación, y que oren por este indigno siervo de los Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y María,
  
Jorge Rondón Santos
(+ Frater Jorge)
   
Año del Señor 2011, a 25 de Julio, XXXII de la Santa Cruzada.

sábado, 23 de julio de 2011

HA MUERTO EL PAPA PALMARIANO, VIVA EL PAPA PALMARIANO

"Pedro II" (Manuel Alonso Corral), segundo Papa del Palmar de Troya, ha muerto

Silencio y hermetismo. El recogimiento más severo se guarda tras los altos muros de cinco metros de la Alcaparrosa, la finca en la que se encuentra la basílica de la Orden de las Carmelitas de la Santa Faz. Ni hablan de la muerte del papa Pedro II, ni dan cuenta de quién será su sucesor más allá de la rumorología procedente de los vecinos de la ELA (Entidad Local Autónoma) de El Palmar de Troya, en Utrera, con los que conviven desde hace algo más de cuatro décadas. 

Sólo algún avezado medio de comunicación, como Atlas o Andalucía Directo, se atrevieron a aventurar un nombre que, desde la proclamación, hace seis años, de Manuel Alonso Corral como papa Pedro II, ya estaba en todas las quinielas: el del padre Sergio María. Tiene todos los requisitos, el principal de ellos que sería el relevo natural en el trono, ya que hasta el viernes era el actual Secretario de Estado y Vicegeneral Primero de las Carmelitas de la Santa Faz. De hecho, es el mismo cargo que ocupaba Manuel Alonso cuando murió, hace seis años, el auténtico guía espiritual y fundador de la congregación: Clemente Domínguez, autoproclamado papa Gregorio XVII tras la supuesta aparición, en marzo de 1968, de la Virgen en el lugar donde se levanta ahora la basílica con sus inmensas torres. 

Sergio María de la Santa Faz (derecha) sucedería a Pedro II bajo el nombre "Gregorio XVIII"

La sucesión ya está en ciernes e incluso ya se comenta que el padre Sergio María se habría acogido al nombre de papa Gregorio XVIII. Pero es un misterio casi tan grande como el futuro de la congregación en claro declive. En realidad, todo son especulaciones, ya que ni el presidente de la ELA, Juan Carlos González (PSOE) ni el mismo alcalde de Utrera, Francisco Jiménez (PA), conocían un solo detalle al respecto: la noticia de la muerte del papa de El Palmar de Troya se la notificaron los periódicos. 

Aunque la orden empezó por cuatro niñas que, en su propósito de coger flores para adornar el altar de la iglesia, se toparon, al parecer, con la Virgen, fue Clemente el que se llevó el protagonismo: sangraba por la frente y las manos y hasta una vez se dice que perdió 16 litros, pese a que el cuerpo humano tiene cinco.

Clemente Domínguez recibiendo los Sagrados Estigmas de la Pasión de Cristo 

Su apogeo llegaría en 1978, al autoproclamarse pontífice máximo y considerar El Palmar de Troya la sede del nuevo Vaticano. Para él, Roma es la sede del Anticristo, excomulga al papa Juan Pablo II y eleva a los altares a Francisco Franco, José Antonio Primo de Rivera, Carrero Blanco o Don Pelayo, entre otros. Pero poco a poco, su mensaje se fue diluyendo tras esos muros, manteniendo un régimen tan férreo como silencioso.

jueves, 14 de julio de 2011

MILAGROS DEL SANTO ESCAPULARIO CARMELITA

"Vuestro escapulario santo, escudo es tan verdadero que no hay plomo ni hay acero del que reciba quebranto; y puede, aunque es de lana, tanto, que vence al fuego y al hielo" 

Parte de los testimonios narrados en "Historias del Escapulario Carmelita" del Padre Howard Rafferty, O. Carm., publicadas por Aylesford, Darién, Illinois 60559 USA.

Conversión de un moribundo infiel

"Un sacerdote de Chicago fue llamado para ir a asistir a un moribundo que había estado lejos de su fe y de los sacramentos por muchos años. El moribundo no quiso recibirlo, ni hablar con el. Pero el sacerdote insistió y le enseñó el escapulario que llevaba. Le preguntó si le permitiría ponérselo. El hombre aceptó con tal que el sacerdote lo dejara en paz. Una hora mas tarde el moribundo mandó a llamar al sacerdote pues deseaba confesarse y morir en gracia y amistad con Dios"

El demonio odia el escapulario. 

 Un día al Venerable Francisco Yepes se le cayó el escapulario. Mientras se lo ponía, el demonio aulló: "¡Quítate el hábito que nos arrebata tantas almas!".

La Virgen lo salvó del fango

Un misionero Carmelita de Tierra Santa fue llamado a suministrar la unción de los enfermos en el año 1944. Notó que mientras caminaba, sus pies se hundían cada vez mas en el fango hasta que, tratando de encontrar tierra firme, se deslizó en un pozo de fango en el que se hundía hacia la muerte. Pensó en la Virgen y besó su hábito el cual era escapulario. Miró entonces hacía la Montaña del Carmelo gritando: "¡Santa Madre del Carmelo! ¡Ayúdame! ¡Sálvame!". Un momento mas tarde se encontró en terreno sólido. Atestiguó mas tarde: "Sé que fui salvado por la Santísima Virgen por medio de su Escapulario Carmelita. Mis zapatos desaparecieron en el lodo y yo estaba cubierto de él, pero caminé las dos millas que faltaban, alabando a María".

Salvados del Mar

En el verano de 1845 el barco inglés, "Rey del Océano" se hallaba en medio de un feroz huracán. las olas lo azotaban sin piedad y el fin parecía cercano. Un ministro protestante llamado Fisher en compañía de su esposa e hijos y otros pasajeros fueron a la cubierta para suplicar misericordia y perdón. Entre la tripulación se encontraba el irlandés John McAuliffe. Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el Escapulario y, haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo lanzó al océano. En ese preciso momento el viento se calmó. Solamente una ola más llegó a la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado a los pies del muchacho.

Durante lo acontecido el ministro había estado observando cuidadosamente las acciones de McAuliffe y fue testigo del milagro. Al interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su Escapulario. El Sr. Fisher y su familia resolvieron ingresar en la Iglesia Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del Escapulario de Nuestra Señora.

Un Hogar Salvado del Fuego

En mayo de 1957, un sacerdote Carmelita en Alemania publicó una historia extraordinaria de cómo el Escapulario había librado un hogar del fuego. Una hilera completa de casas se habían incendiado en Westboden, Alemania. Los piadosos residentes de una casa de dos familias, al ver el fuego, inmediatamente colgaron un Escapulario a la puerta de la entrada principal. Centellas volaron sobre ella y alrededor de ella, pero la casa permaneció intacta. En 5 horas, 22 hogares habían sido reducidos a cenizas. La única construcción que permaneció intacta, en medio de la destrucción, fue aquella que tenía el Escapulario adherido a su puerta. Los cientos de personas que vinieron a ver el lugar que Nuestra Señora había salvado son testigos oculares del poder del Escapulario y de la intercesión de la Santísima Virgen María.

El Escapulario aviva el fervor de un militar

En Octubre de 1952, un oficial de la Fuerza Aérea en Texas escribió lo siguiente: "Seis meses después de comenzar a usar el Escapulario, experimenté un notable cambio en mi vida. Casi inmediatamente comencé a asistir a Misa todos los días. Durante la cuaresma viví fervorosamente como nunca lo había hecho. Fui iniciado en la práctica de la meditación y me encontré realizando débiles intentos en al camino de la perfección. He estado tratando de vivir con Dios y doy el crédito al Escapulario de María".

ARBOL MALO... DA FRUTOS MALOS

Como si fuera poco con los Kikos (el Camino Neocatecumenal), ved esta horrible "misa" de un sacerdote conciliar.

ADVERTENCIA: Este vídeo tiene muchos elementos perturbadores. Si llegas al final, gloria a Dios.

jueves, 7 de julio de 2011

MISA DEL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

Del Misal Romano de San Pío V. El Prefacio fue concedido a la Orden del Santísimo Redentor.
     
Feria V post Octavam Sanctissimi Corporis Christi
EUCHARÍSTICI CORDIS JESU
Duplex I. classis
 
In Missis votivis extra Tempus Paschale omittuntur Allelúja ad Introitum, Offertorium et Communionem. 
  
Introitus. Joann. 13, 1. Sciens Jesus, quia venit hora ejus, ut tránseat ex hoc mundo ad Patrem: cum dilexísset suos, qui erant in mundo, in finem diléxit eos. Allelúja, allelúja. Ps. 97, 1. Cantáte  Dómino cánticum novum: quia mirabília fecit. . Glória Patri.
  
ORATIO
Dómine Jesu Christe, qui, divítias amóris tui erga hómines effúndens, Eucharístiæ Sacraméntum condidísti: da nobis, quǽsumus; ut amantíssimum Cor tuum dilígere, et tanto Sacraménto digne semper uti valeámus: Qui vivis et regnas.
  
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Ephésios.
Ephes. 3, 8-19.
     
Fratres: Mihi, ómnium sanctórum mínimo, data est grátia hæc, in géntibus evangelizáre investigábiles divítias Christi, et illumináre omnes, quæ sit dispensátio sacraménti abscónditi a sǽculis in Deo, qui ómnia creávit; ut innotéscat principátibus et potestátibus in cœléstibus per ecclésiam multifórmis sapiéntia Dei, secúndum præfinitiónem sæculórum, quam fecit in Christo Jesu, Dómino nostro: in quo habémus fidúciam, et accéssum in confidéntia per fidem ejus. Propter quod peto, ne deficiátis in tribulatiónibus meis pro vobis: quæ est glória vestra. Hujus rei grátia flecto génua mea ad Patrem Dómini nostri Jesu Christi, ex quo omnis patérnitas in cælis et in terra nominátur, ut det vobis, secúndum divítias glóriæ suæ, virtúte corroborári per Spíritum ejus in interiórem hóminem, Christum habitáre per fidem in córdibus vestris: in caritáte radicáti et fundáti, ut póssitis comprehéndere cum ómnibus sanctis, quæ sit latitúdo et longitúdo et sublímitas et profúndum: scire étiam supereminéntem sciéntiæ caritátem Christi, ut impleámini in omnem plenitúdinem Dei.
 
Graduale. Is. 12, 6. Exsúlta et lauda, habitátio Sion, quia magnus in médio tui Sanctus Israël.
℣. Ibid., 4. Notas fácite in pópulis adinventiónes ejus.
 
Allelúja, allelúja. ℣. Zach. 9, 17. Quid bonum ejus est et quid pulchrum ejus, nisi fruméntum electórum et vinum gérminans vírgines? Allelúja.
  
In Missis votivis post Septuagesimam, omissis Allelúja et Versu sequenti, dicitur:
Tractus. Ps. 35, 8-10. Fílii hóminum in tégmine alárum tuárum, Dómine, sperábunt.
℣. Inebriabúntur ab ubertáte domus tuæ; et torrénte voluptátis tuæ potábis eos.
℣. Quóniam apud te est fons vitæ: et in lúmine tuo vidébimus lumen.
 
Tempore autem Paschali omittitur Graduale, et ejus loco dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Zach. 9, 17. Quid bonum ejus est et quid pulchrum ejus, nisi fruméntum electórum et vinum gérminans virgines? Allelúja.
℣. Ps. 67, 4 et 11. Justi epuléntur et exsúltent in conspéctu Dei. Parásti in dulcédine tua páuperi, Deus. Allelúja.
     
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam.
Luc. 22, 15-20.
  
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Desidério desiderávi hoc pascha manducáre vobíscum, ántequam pátiar. Dico enim vobis, quia ex hoc non manducábo illud, donec impleátur in regno Dei. Et accépto cálice, grátias egit et dixit: Accípite et divídite inter vos. Dico enim vobis, quod non bibam de generatióne vitis, donec regnum Dei véniat. Et accépto pane, grátias egit, et fregit, et dedit eis, dicens: Hoc est corpus meum, quod pro vobis datur: hoc fácite in meam commemoratiónem. Simíliter et cálicem, postquam cœnávit, dicens: Hic est calix novum testaméntum in sánguine meo, qui pro vobis fundétur.
  
Credo.
  
Offertorium. Ps. 30, 20. Quam magna multitúdo dulcédinis tuæ, Dómine, quam abscondísti timéntibus te! Allelúja.
  
SECRETA
Tuére nos, Dómine, tua tibi holocáusta offeréntes: ad quæ ut fervéntius corda nostra præparéntur, flammis adúre tuæ divínæ caritátis: Qui vivis.
 
Præfatio de Eucharistici Cordis Jesu.
Vere dignum et justum est, ǽquum et salutáre, nos tibi semper, et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus, per Christum Dóminum nostrum. Qui prídie quam pro nobis immolarétur in ara Crucis, dilectiónis suæ in hómines divítias velut effúndens, de Cordis sui thesáuro Eucharístiæ prompsit mystérium. In quo credéntium fides álitur, spes provéhitur, cáritas roborátur, et futúræ glóriæ pignus accípitur. Et ídeo cum Ángelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cœléstis exércitus, hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
 
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
  
Communio. Matth. 28, 20. Ecce, ego vobíscum sum ómnibus diébus usque ad consummatiónem sǽculi: dicit Dóminus. Allelúja.
  
POSTCOMMUNIO
Divínis donis Cordis tui satiáti: quǽsumus, Dómine Jesu, ut in tui semper amóre permanére et usque in finem créscere mereámur: Qui vivis et regnas.