Páginas

domingo, 28 de febrero de 2016

EL GLORIOSO LEGADO DE AL-ÁNDALUS

Muchos en España se han sucumbido a la islamofilia, desde que el muladí (renegado) Blas -Ahmed- Infante propusiera un "nacionalismo andaluz" desde una supuesta "edad dorada" en los tiempos de la morisma, con grandes avances científicos, culturales y de coexistencia entre mahometanos, judíos y cristianos. Y como queremos incentivar la verdad histórica, he aquí algunos hechos "gloriosos" del Emirato-Califato de al-Ándalus y los emiratos y taifas que le siguieron, para ira de Alá y su falso profeta Mahoma y su tabardo Ahmed Infante, y vergüenza de los separatistas andaluces y el PP-PSOE:
  • 796: Represión musulmana contra las familias cristianas visigodas que quedan en Córdoba. Estas tienen que tomar el camino del exilio y marchar hacia el norte peninsular.
  • 815: Edicto de Abderramán II en el que hace prisioneros a todos los hombres de fe cristiana y a sus jefes, y promulga una ley por la que todo aquel que ose blasfemar contra el Islam será condenado a muerte.
  • 817: Revuelta en Córdoba. Los abusos de la sociedad islamita del tiempo de los Omeyas encienden a la población cristiana que se subleva ante el poder del emirato, y aún a los mismos muladíes. El edicto del emir es claro: expulsar de Córdoba y del sultanato a todos los cristianos, en el término de tres días, bajo pena de muerte.
  • 900: Prohibición de construir iglesia alguna en todo el emirato cordobés. Compárese con lo que actualmente hace el Estado Islámico con los cristianos arameos, asirios, caldeos y latinos.
  • 912: Abderramán III, aplaudido por su excepcional cultura y esplendor como califa, propone que ningún judío ejerza funciones públicas, sino que se dedique a la medicina, literatura y usura…
  • 925: San Pelayo es martirizado a manos de Abderramán III, por rehusarse a abrazar el islam.
  • 929: Al proclamarse Califa, Abderramán III reafirma el mandato de condenar con la muerte la apostasía y la blasfemia contra el Islam. Incluso, ordena que el que no ejecute a los blasfemos, será condenado a muerte también.
  • 976: Una de las últimas decisiones de Abdalá como emir… en una de las ya habituales razzias protagonizadas por Almanzor, se queman las bibliotecas de Granada entre otras, por contener volúmenes de la cultura visigótica.
  • 981: Hisham II ordena una limpieza étnica en Zamora. Almanzor lanza el ataque a la ciudad y la destruye.
  • 985: Destrucción de Barcelona por las tropas califales y captura de cristianos que son vendidos como esclavos.
  • 997: Incendio y saqueo de la ciudad de Santiago de Compostela con el robo de las campanas de la Catedral, al objeto de fundirlas y hacer con ellas el yalmud de la mezquita de Córdoba. Captura de cristianos que se venden como esclavos.
  • 1011: Primer pogromo conocido de la Historia. Tiene lugar en la todavía Córdoba califal.
  • 1013: Masacre de judíos a manos de musulmanes. La orden dada por el califa Hisham II obedece a una sospecha (nunca verificada) de éste sobre una posible conspiración hebrea para alejarlo del trono (a pesar de que sin ellos no hubieran entrado a la Península en el 711).
  • 1066: Badis, emir de Granada, ordena la detención y asesinato de todos los judíos que habitaran en la ciudad. Una conspiración de la aristocracia musulmana auspicia esta matanza. Celos hacia los Ibn Nagrella y otros judíos destacados en puestos del Gobierno están detrás de la muerte de miles de granadinos a manos musulmanas. De hecho, el nombre de Granada fue usado por vez primera por los judíos.
  • 1085: Los judíos de al-Ándalus huyen desde las tierras en manos musulmanas a zonas cristianas. El absoluto rigor islámico, las restricciones, prohibiciones y matanzas como la cordobesa y granadina están detrás de este exilio forzado.
  • 1102: Persecuciones a cristianos en el Levante español. La ciudad de Valencia, que fue conquistada por El Cid en 1096, es asaltada en este año por los almorávides que acaban con el pueblo cristiano y expulsan a los que salen con vida.
  • 1125: Campaña de Alfonso I el Batallador, Rey de Aragón, que llega hasta las provincias de Jaén y Granada. Los cristianos que aún residían en este territorio musulmán, se marchan con las tropas aragonesas ante la imposibilidad de ejercer su fe, la obligación de pagar impuestos mucho más altos y la amenaza de la conversión forzada al Islam.
  • 1147: Los cristianos que quedan en el reino de Sevilla son expulsados. Los almohades imponen abusivas medidas que obligan a exiliarse a los cristianos.
  • 1148: Conquista de Lucena por parte de los almohades. Los nuevos amos musulmanes arrasan la ciudad y eliminan a toda la población judía que residía en la villa cordobesa.
  • 1162: Granada vive una sublevación judía y mozárabe contra los almohades que llevaban 15 años en la Península, de manera restrictiva, coercitiva y fundamentalista. Se salda con el asesinato de los sublevados. En este alzamiento conviene decir que toman parte un buen número de musulmanes. No era la primera vez que los islamistas luchaban entre sí, no en balde, la desintegración del califato de Córdoba es producto de las guerras internas entre musulmanes.
  • 1184: Los almohades dictan una ley por la que los cristianos y los judíos que vivan en territorio de al-Andalus, tendrán que llevar distintivos en la ropa y en el cuerpo que los reconozca. Retrocediendo la memoria, esta medida será la que apliquen los nazis siglos después. 
  • 1248: El Rey San Fernando, tercero de los de su nombre y soberano de Castilla y de León, conquista Sevilla. En la rendición de la ciudad, pacta con los musulmanes que todos ellos abandonarán Sevilla. Progresivamente, la irá repoblando con cristianos viejos.
  • 1238 a 1492: Matanzas de cristianos en el Reino Nazarí de Granada.
  • 1568 a 1571: En plena guerra de España contra los Turcos Otomanos, el apóstata Fernando de Válor y Córdoba (Mohamed Abén Humeya) encabeza la Rebelión de las Alpujarras contra el Rey Felipe II y se proclama "Rey de los andaluces". Profana iglesias y organiza matanzas de cristianos. Luego, tras luchas intestinas, es asesinado por su primo Diego López (Abdalá Abén Aboo).

Así, ¿qué de bueno dejó "la Religión de la Paz" en España? ¿Dónde están la cultura y la tolerancia musulmana a judíos y cristianos? ¡EN NADA, PORQUE AL ANDALUS FUE "LA EDAD OSCURA" DE ESPAÑA!

¡VIVA EL REY SAN FERNANDO DE CASTILLA! ¡ANATEMA A BLAS-AHMED INFANTE!

domingo, 21 de febrero de 2016

OTRA CONSAGRACIÓN DE OBISPO EN LA "RESISTENCIA" WILLIAMSONISTA

Tomado de MILES CHRISTI
  
Fue confirmado el pasado 21 de Febrero por los medios oficiales de la USML (la Resistencia capitaneada por Mons. Richard Williamson), que el próximo 19 de Marzo, día de San José, Dom Tomás de Aquino OSB (en el siglo Miguel Ferreira da Costa) será consagrado obispo.
  
Así se pronunció Williamson en el Eléison del día anterior:
"Un tercer obispo para la “Resistencia” está planeado, como el año pasado para el 19 de Marzo en el Monasterio cerca de Nova Friburgo en Brasil. Es su Prior, el Padre Tomás de Aquino, fiel guerrero y veterano de la guerra post-conciliar por la Fe".
  
Dom Tomás de Aquino, OSB, Prior del Monasterio de la Santa Cruz en Nova Friburgo (Brasil), estuvo asociado con Mons. Antônio de Castro-Mayer, quien rechazó la introducción del Novus Ordo Missae en la diócesis brasileña de Campos. A diferencia de Mons. Marcel Lefebvre, Mons. de Castro-Mayer NO FUE EXCOMULGADO por los antipapas conciliares, debido al temor que tenían hacia él y a su férrea defensa del Catolicismo (no en vano lo llamaban "el león de Campos"). Dom Tomás es veterano y sobreviviente de guerra, pues se salvó de las intentonas de los falsos tradicionalistas para encausar al movimiento encabezado por Mons. Lefebvre en la secta deuterovaticana:
  • La defección de la Abadía benedictina de Santa María Magdalena en Le Barroux (Francia): Cuando se publicó el indulto "Quáttuor abhinc annos" en 1984, Dom Gerard Calvet OSB inició diálogos con la Roma Apóstata, cortando todo vínculo con Mons. Lefebvre en 1988, para ser reconocido como abad de su monasterio por el Vaticano.
  • La traición de los "Padres de Campos" a Mons. Castro-Mayer después de su muerte: Al morir Mons. de Castro-Mayer en 1991, Licínio Rangel asumió el liderato sobre la Unión Sacerdotal San Juan María Vianney y fue consagrado obispo por Mons. Bernard Tissier de Mallerais (uno de los cuatro obispos consagrados en la Operación "Supervivencia de la Tradición" de 1988). Luego, en el año 2001, capituló ante Juan Pablo II sometiéndose a la iglesia conciliar (previamente fue a Roma en el Jubileo 2000, donde dialogó con el Cardenal Castrillón, jefe de los Ecclésia Dei), recibiendo a cambio la diócesis titular de Zarna y el reconocimiento de la USJMV como Administración Apostólica Personal en Campos.
  • Los actuales diálogos entre Bernard Fellay y Francisco Bergoglio para que la Neo-FSSPX sea reconocida como parte de la secta conciliar, diálogos que salieron a la luz pública en 2012. Actualmente, en virtud del "Año bergogliano de la Misericordia", a la Neo-FSSPX se le reconoce jurisdicción para confesar. ¿Qué será después? ¿Ordinariato personal o Prelatura? Esperar...


Francamente, no diremos mucho al respecto, ya que nuestra posición frente al williamsonismo es conocida y radical.
  
ACTUALIZACIÓN (a 13 de Marzo de 2016)
NON POSSUMUS y SYLLABUS han presentado las armas episcopales de Mons. Tomás de Aquino. Desconocemos quién es el heraldista que trabaja para ellos, pero la escritura y descripción del diseño son de principiante. Bueno, nosotros no somos expertos en ese arte, pero sí nos permitimos hacer unas correcciones en sendos aspectos:
  
Escudo episcopal de Mons. Tomás de Aquino, OSB: "En campo de azur, el anverso de la Medalla Milagrosa de Nuestra Señora de las Gracias (una letra M entrelazada con una cruz puesta sobre una barra, y los Sagrados Corazones de Jesús y de María; rodeado por 12 estrellas de cinco puntas dispuestas en orden 2:2:2:2:2:2), todo en oro, encerrado en una orla de oro. El escudo está acolado con una Cruz procesional episcopal de oro, timbrado por capelo de sínople (verde) con seis borlas dispuestas en tres órdenes a cada lado (2x6 borlas de sínople, 1, 2, 3). En su base, una cinta con el lema VERITATEM DILEXISTI (Amaste la Verdad), escrito en mayúsculas en sable".
  
Aclaramos también que las estrellas de la medalla de la Virgen son de cinco puntas, no de ocho; y que el único que llevaba capelo verde con forro rojo era el Arzobispo de Udine, en razón de ser heredero del extinto Patriarcado de Aquilea. Personalmente, hubiéramos preferido que acolara sus armas con las de la Orden de San Benito, pero como dicen, "De gústibus et colóribus non est disputándum":
 

sábado, 20 de febrero de 2016

CORNELIO ZELEA CODREANU, UN EJEMPLO VIGENTE

Desde FUNDACIÓN SAN VICENTE FERRER

Revista Claves, Febrero 1993
 
VERBO, VITA, SÁNGUINE DÓCUIT(*)
   
Cornelio Zelea Codreanu
 
Vigente para los que aún tienen un motivo por el cual vivir, sufrir y morir, que enlaza a Cristo y a la Patria. Vigente, sí, a pesar de los años y de la decadencia que signa esta sociedad judaica y tecnocrática. Vigente, porque no es un mito, sino el fruto de la disciplina y al amor mas profundos. Vigente porque enseñó, y enseña, con su palabra limpia, simple, veraz; con su vida armonizada con sus palabras; una vida llena de espíritu y de acción, de entrega por aquellas cosas que merecen que un hombre de su vida; con su sangre, sangre noble, latina en gran parte, nobilísima estirpe de rumano, sangre vertida tantas veces en el combate y en la definitiva inmolación que le abrió los caminos celestes.
 
Corneliu Codreanu, El Capitán, no puede no estar vigente con su ejemplo, con toda su fuerza y heroicidad invictas. Las manos asesinas que terminaron con su vida no pueden negar este paradigma y arquetipo de hombre de oración y de acción. El tiempo no puede borrar aquéllo que ya no es temporal, sino eterno: los héroes y los mártires nunca mueren. Viven, más vivos que nunca, en la memoria de pocos o muchos, poco importa; viven en la totalidad de aquélla falange que luchó y luchará hasta el fin de los tiempos contra los adversarios de Dios; es camarada, y compañero de ruta, aunque su mirada nos acompañe desde lo alto.
 
Formamos, vivos y muertos, de todas las épocas, aún derrotados, abatidos, humillados, el más terminante y arrollador alegato contra la alevosía de la revolución, llámese como se llame, y esté donde esté.
  
Por eso, traemos de de nuevo a la memoria al Capitán, el cual está más que nunca presente; sin vagas añoranzas, sin lamentos, con la alegría que da la conciencia de estar cerrando, con firmeza, la brecha de satanás.
  
Codreanu, El Capitán.
Corneliu Zelea Codreanu, es, para muchos, un desconocido. No se ha difundido en Hispanoamérica su obra lo suficiente, lamentablemente. Es un lujo que no podemos darnos. Porque los trazos y la contextura de su presencia es actual, y, lo más importante, es real. Codreanu no es un personaje de ficción, no; Codreanu es un hombre que entendió para que había nacido, y por ello, entendió el sentido de la muerte.
 
Esperamos que sirvan éstas palabras dichas en 1938, año de su muerte, para despertarnos de este letargo del cual hace presa el enemigo.
  
Entrevista realizada por Julius Evola a C. Codreanu.
Bucarest, marzo de 1938, Mansión Verde.
 
* EPITAFIO DE LA TUMBA DEL LIC. ANACLETO GONZALEZ FLORES.

MURIÓ UN ESCRITOR BLASFEMO

El pasado 19 de Febrero, a las 22:30h., en su casa de Milán, luego de un cáncer pancreático, falleció el escritor Umberto Eco, autor de obras como "El nombre de la rosa", "El péndulo de Foucault" y "El cementerio de Praga".
  
El señor Eco era agnóstico, y en sus obras destilaba un odio visceral contra la Iglesia Católica, a la cual ridiculizaba con frecuencia. QUE SU ALMA ARDA EN EL INFIERNO POR TODA LA ETERNIDAD.

¿OFENSAS O DEUDAS? EL NUEVO PADRE NUESTRO

Tomado de SAN MIGUEL ARCÁNGEL
 
  
Esta oración fue cambiada de su tenor tradicional hace ya algunos años por el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano)…. Wojtyla Katz/Juan Pablo II solicitó que en todas parte se rece igual y exhortó a los episcopados a llegar a un único Padre Nuestro. Orden sobremanera curiosa, pues la misa en latín se rezaba en todas partes iguales y ahora no. Por desgracia nadie ha dicho lo obvio, lo sensato: Debe prevalecer el Padre Nuestro de la Tradición, salvo que haya un gravísimo error en la traducción.
 
Consultemos la Sagrada Escritura. La oración viene expresada in extenso en Mt. 6, 9-13, y en resumen en Lc. 11, 2-4. Fijémonos solamente en una frase cuyo cambio es injustificable. En San Mateo se lee “Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”; mientras San Lucas expresa: “Perdónanos nuestros pecados así como nosotros perdonamos a todo el que esté en deuda con nosotros” San Mateo agrega una breve explicación: “Porque si vosotros perdonáis a otros sus faltas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial. Pero, si no perdonáis a los hombres las faltas suyas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestros pecados”.
 
La nueva liturgia ha cambiado la traducción por esta versión: “Perdónanos nuestra ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Es curioso, si molestaba la voz “deuda”, usada por Jesús mismo, ¿por qué no se empleó “pecado”? Se prefirió acudir a un vocablo nuevo que no aparece en el Evangelio: Ni en el texto mismo de la oración, sea la versión de San Mateo, o la de San Lucas, ni en la explicación agregada por el primero. La nueva traducción no es feliz; porque “ofensa” tiene un matiz muy restringido con respeto a “pecado” o “falta” que son más amplias. Una ofensa implica una relación personal que puede estar ausente en un pecado o falta. Quien viola una norma de tránsito, comete una falta, pero no intenta ofender a nadie. He conocido a personas que niegan haber pecado, porque jamás ha estado en su ánimo el ofender a Dios. Dado que no tienen relación con Dios, según ellos, están muy lejos de ofenderle… Aparte de prestar generoso flanco a esta torcida interpretación (lo que ya es un defecto de la nueva traducción que habría evitado la voz “pecado” usada por San Lucas o la voz “falta” usada por San Mateo), podemos preguntarnos si el único modo de “estar en deuda” con alguien se debe a una ofensa personal, a un pecado o a una falta. La respuesta obvia es no. Es verdad que, si ofendo a alguien, si peco o cometo una falta, quedo obligado a la restitución correspondiente. Debo reparar para extinguir la deuda. Sin embargo hay otro sentido que no podemos silenciar y que es importantísimo. Y no creamos que, por no estar incluido en la brevísima explicación añadida por San Mateo, sea ajena a la Sabiduría infinita que la enseñaba. Ocurre que me constituyo deudor de toda persona que me hace un favor. Por lo mismo estoy obligado a retribuir. Ya lo dice el antiguo refrán: “amor con amor se paga”. ¿Hay algo más gratuito que el amor? Y, sin embargo, la sabiduría popular había advertido atinadamente que el amado quedaba en deuda y obligado a satisfacer por ella. Dios nos ha dado la vida, la salud, la inteligencia, la libertad, tantos y tantos bienes imposibles de enumerar. Quedamos en deuda con Él. ¿Nos pedirá cuenta de ella? Si nosotros somos generosos y perdonamos a los que, de la misma manera, quedan en deuda con nosotros, la considerará saldada. Creo que es muy difícil perdonar la ingratitud de aquel que nos debe un favor y se desentiende completamente de la deuda así contraída. Tal vez nada sea más difícil de perdonar. El Padre Nuestro, el enseñado por Jesús, incluía este aspecto, tan relevante y de diaria ocurrencia, excluido por la versión novísima.
 
Pero hay más. En versión original y auténtica, el Padre Nuestro era un buen apoyo de la doctrina del Purgatorio que los protestantes niegan. Porque justamente ese sitio tiene por misión el que paguemos “nuestras deudas”. La confesión borra el pecado. Pero es obvio que, además, es preciso restablecer el orden y restituir, si viene el caso. Esa deuda no extinguida por la confesión es cancelada en el Purgatorio. De paso esta doctrina justifica las famosas “indulgencias” que la Iglesia tan generosamente concede y que Lutero jamás entendió. La indulgencia borra la deuda que se paga en el Purgatorio; por ello se aconseja tanto que las apliquemos a nuestros difuntos. Como vemos, con la nueva traducción se perdió algo más que una palabra.
 
Repitamos la operación que hicimos cuando estudiamos la traducción del Gloria a ver si obtenemos un resultado similar.
Griego = Latín = Español
καὶ (kai) = et = y
ἄφες (aféis) = dimítte = perdona
ἡμῖν (hemón) = nobis = a nosotros (nos)
τὰ ὀφειλήματα (ta ofeilémata) = débita = las deudas (débitos)
ἡμῶν (hemón = notra = nuestras
ὡς καὶ (hos kai) = sicut et = como también
ἡμεῖς (hemón) = nos = nosotros
ἀφίεkμεν (afíemen) = dimittímus = perdonamos (condonamos)
τοῖς ὀφειλέταις (tois ofeilétais) = debitóribus = a los deudores
ἡμῶν (hemón) = nostris = nuestros
 
En español debemos invertir levemente el lugar que ocupan los pronombres (nuestras, nuestros) para expresarnos de modo normal. Podemos decir, pues, que la traducción tradicional es perfecta, sigue al “original” y a la versión “auténtica” palabra por palabra. Nada, pues, justifica la nueva versión.
 
Más no sólo la nueva es claramente inferior a la antigua, lo que ya es motivo más que suficiente para rechazarla, sino que su imposición tuvo un efecto devastador en los países que tuvieron la ineptitud de adoptarla. Porque ¿Qué habrá de verdadero en una Iglesia que no fue capaz, en pasado, ni siquiera de traducir bien el Padre Nuestro? Creo que éste fue uno de los capítulos mejor logrados en la faena de “auto demolición” de nuestra Iglesia. Si se interpretó mal el Padre Nuestro, ¿se interpreta bien el Evangelio? Si se interpretó mal el Padre Nuestro, ¿se interpreta bien el Evangelio en moralidad sexual?…
  
Hay otro aspecto de la cuestión que no puede ser ignorado. Ya aludimos a la nueva óptica generada por “el culto al hombre”, blasfemia impuesta al pueblo de Dios por Pablo VI. Si el objetivo central de nuestro amor es el hombre, cuido el lenguaje de modo de agradarlo a él; más si mi corazón va tras de Nuestro Señor Jesucristo, evito toda infidelidad, amo hasta la más ínfima de sus expresiones, por lo que jamás hubiera aceptado cambiar sus palabras por dura que fuesen a los oídos contemporáneos. Tenemos aquí, pues otro ejemplo del nuevo espíritu que gobierna en la Iglesia y que fue tan bien expresada por Pablo VI en el discurso de clausura del Vaticano II, responsable de lo que llamamos “el espíritu del Concilio”.

Juan Carlos Ossandón Valdés, “La misa nueva de Pablo VI” (Breve examen crítico), Editorial Monasterio – Santiago de Chile 2008

martes, 9 de febrero de 2016

MISA DE LA SANTA FAZ DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Del Misal Romano de San Pío V. Salvo las oraciones propias (que fueron aprobadas por la Sagrada Congregación de Ritos mediante decreto del 13 de Julio de 1910), la Misa “Humiliávit” corresponde a la de la Pasión de Cristo –Martes de Sexagésima, y votiva para los Viernes–, por concesión de San Pío X, mediante rescripto del 9 de Noviembre de 1908. La Misa “Propter te sustínui”, que es más antigua, es del propio de los Misales de las diócesis de Fréjus y Marsella (Francia). Ambas misas son en honor a una misma reliquia, que está custodiada en la Basílica de San Pedro: la imagen de la Santa Faz de nuestro Señor, impresa en el velo de Santa Verónica.
   
Feria III post Dominicam Quinquagesimæ
Sacri Vultus Dómini Nostri Jesu Christi
Duplex Majus.
  
Introitus. Philipp. 2, 8-9. Humiliávit semetípsum Dóminus Jesus Christus usque ad mortem, mortem autem crucis: propter quod et Deus exaltávit illum, et donávit illi nomen, quod est super omne nomen. (T. P. Allelúja, allelúja.) Ps. 88, 2. Misericórdias Dómini in ætérnum cantábo: in generatiónem et generatiónem. ℣. Glória Patri.
   
ORATIO
Dómine Jesu Christe, cujus sacratíssimus Vultus in Passióne abscónditus sicut sol in sua virtúte relúcet; concéde propítius; ut tuis passiónibus communicántes in terris, in revelatióne glóriæ tuæ gaudére valeámus in cœlis. Qui vivis.
  
Léctio Zacharíæ Prophétæ.
Zach. 12, 10-11; 13, 6-7.
  
Hæc dicit Dóminus: Effúndam super domum David et super habitatóres Jerúsalem spíritum grátiæ et precum: et aspícient ad me, quem confixérunt: et plangent eum planctu quasi super unigénitum, et dolébunt super eum, ut doléri solet in morte primogéniti. In die illa magnus erit planctus in Jerúsalem, et dicétur: Quid sunt plagæ istæ in médio mánuum tuárum? Et dicet: His plagátus sum in domo eórum, qui diligébant me. Frámea, suscitáre super pastórem meum, et super virum cohæréntem mihi, dicit Dóminus exercítuum: pércute pastórem, et dispergéntur oves: ait Dóminus omnípotens.
 
Graduale. Ps. 68, 21-22. Impropérium exspectávi cor meum et misériam: et sustínui, qui simul mecum contristarétur, et non fuit: consolántem me quæsívi, et non invéni.
℣. Dedérunt in escam meam fel, et in siti mea potavérunt me acéto.
 
Tractus. Is. 53, 4-5. Vere languóres nostros ipse tulit et dolóres nostros ipse portávit.
℣. Et nos putávimus eum quasi leprósum et percússum a Deo et humiliátum.
℣. Ipse autem vulnerátus est propter iníquitates nostras, attrítus est propter scélera nostra.
℣. Disciplína pacis nostræ super eum: et livóre ejus sanáti sumus.
 
In Missis votivis ante Septuagesimam vel post Pentecostes, Graduale ut supra et, omisso Tractu, dicitur:
Allelúja, allelúja. ℣. Ave, Rex noster: tu solus nostros es miserátus erróres: Patri obœ́diens, ductus es ad crucifigéndum, ut agnus mansúetus ad occisiónem. Allelúja.
  
Tempore autem Paschali, omissis Graduali et Tractu, dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Ave, Rex noster: tu solus nostros es miserátus erróres: Patri obœ́diens, ductus es ad crucifigéndum, ut agnus mansúetus ad occisiónem. Allelúja.
℣. Tibi glória, hosánna: tibi triúmphus et victória: tibi summæ laudis et honóris coróna. Allelúja.
 
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
Joann. 19, 28-35.
  
In illo témpore: Sciens Jesus, quia ómnia consummáta sunt, ut consummarétur Scriptúra, dixit: Sítio. Vas ergo erat pósitum acéto plenum. Illi autem spóngiam plenam acéto, hyssópo circumponéntes, obtulérunt ori ejus. Cum ergo accepísset Jesus acétum, dixit: Consummátum est. Et inclináto capite trádidit spíritum. Judǽi ergo (quóniam Parascéve erat), ut non remanérent in cruce córpora sábbato (erat enim magnus dies ille sábbati), rogavérunt Pilátum, ut frangeréntur eórum crura et tolleréntur. Venérunt ergo mílites: et primi quidem fregérunt crura et alteríus, qui crucifíxus est cum eo. Ad Jesum autem cum veníssent, ut vidérunt eum jam mórtuum, non fregérunt ejus crura, sed unus mílitum láncea latus ejus apéruit, et contínuo exívit sanguis et aqua. Et qui vidit, testimónium perhíbuit: et verum est testimónium ejus.
 
Et dicitur Credo.
  
Offertorium. Insurrexérunt in me viri iníqui: absque misericórdia quæsiérunt me interfícere: et non pepercérunt in fáciem meam spúere: lánceis suis vulneravérunt me, et concússa sunt ómnia ossa mea. (T. P. Allelúja.)
 
SECRETA
Protéctor noster, áspice, Deus, et réspice in Fáciem Christi tui; qui tibi semetípsum pro nobis hóstiam óbtulit, et præsta: ut eámdem immaculátam hóstiam offeréntes, ipsi quóque in holocáustum tibi accéptum transeámus. Per eumdem Dóminum.
 
Præfatio de Cruce.
Vere dignum et justum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: Qui salútem humáni géneris in ligno Crucis constituísti: ut, unde mors oriebátur, inde vita resúrgeret: et, qui in ligno vincébat, in ligno quoque vincerétur: per Christum, Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Ángeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cœli cœlorúmque Virtútes ac beáta Séraphim sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces ut admítti júbeas, deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
 
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
 
Communio. Ps. 21, 17-18. Fodérunt manus meas et pedes meos: dinumeravérunt ómnia ossa mea. (T. P. Allelúja.)
   
POSTCOMMUNIO
Fáciem tuam, quǽsumus, Dómine, super nos benígnus illúmina, ut tuas justificatiónes edócti, per hæc sacrosancta mystéria blandiéntem mundum eludére et persequéntem superáre póssimus. Qui vivis.

Infrascriptæ Missæ de Sancta Faciei D. N. J. C, ex Proprium Diœcesibus Forojuliensis et Massiliensis, dici possunt ut festivæ ubicumque, ad libitum sacerdotis, juxta rubricas. Similiter hujusmodi Missæ dici possunt etiam ut votivæ, nisi aliqua expresse excipiatur:
  
Feria III post Dominicam Quinquagesimæ
Sancta Faciei Dómini Nostri Jesu Christi, in Passiónem deformátam
Altera Missa.
  
Introitus. Ps. 68, 8 et 12. Propter te sustínui oppróbrium: opéruit confúsio fáciem meam, et factus sum illis in parábolam. (T. P. Allelúja, allelúja.) Ps. Ibid., 1. Salvum me fac, Deus, quóniam intravérunt aquæ usque ad ánimam meam. ℣. Glória Patri.
   
ORATIO
Concéde, quǽsumus, omnípotens et miséricors Deus, ut qui Fáciem Christi tui propter peccáta nostra in passióne deformátam venerámur, eámdem in cœlésti glória fulgéntem contemplári perpétuo mereámur. Per eúmdem Dóminum.
  
Léctio Isaíæ Prophétæ.
Isa. 52, 14-15; 53, 1-4.
  
In diébus illis: Dixit Isaías: Sicut obstupuérunt super te multi sic inglórius erit inter viros aspéctus ejus, et forma ejus inter fílios hóminum, iste aspérget gentes multas, super ipsum continébunt reges os suum: quia quíbus non est narrátum de eo vidérunt, et qui non audiérunt contempláti sunt. Dómine, quis crédidit audi tui nostro? et bráchium Dómini cui revelátum est? Et ascéndet sicut virgúltum coram eo, et sicut radix de terra sitiénti: non est spécies ei neque decor: et vídimus eum, et non erat aspéctus, et desiderávimus eum: despéctum et novíssimum virórum, virum dolórum, et sciéntem infirmitátem: et quasi abscónditus vultus ejus et despéctus, unde nec reputávimus eum. Vere languóres nostros ipse tulit, et dolóres nostros ipse portávit.
 
Graduale. Ps. 43, 16-17. Confúsio fáciei meae cœpéruit me: a voce exprobrántis et obloquéntis, a fácie inimíci et persequéntis.
℣. Marc. 14, 65. Cœpérunt conspúere Jesum, et veláre fáciem ejus, et cólaphis eum cǽdere, et dícere ei: Prophetíza. Et minístri álapis cum cædébant.
 
Tractus. Ps. 68, 21 et 22. Impropérium exspectávi cor meum et misériam: et sustínui, qui simul mecum contristarétur, et non fuit: consolántem me quæsívi, et non invéni. Dedérunt in escam meam fel, et in siti mea potavérunt me acéto.
℣. Ibid., 27. Quem tu percussísti persecúti sunt, et super dolórem vúlnerum meórum addidérunt.
   
In Missis votivis ante Septuagesimam vel post Pentecostes, Graduale ut supra et, omisso Tractu, dicitur:
Allelúja, allelúja. ℣. Ave, Rex noster: tu solus nostros es miserátus erróres: Patri obœ́diens, ductus es ad crucifigéndum, ut agnus mansúetus ad occisiónem. Allelúja.
  
Tempore autem Paschali, omissis Graduali et Tractu, dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Ave, Rex noster: tu solus nostros es miserátus erróres: Patri obœ́diens, ductus es ad crucifigéndum, ut agnus mansúetus ad occisiónem. Allelúja.
℣. Tibi glória, hosánna: tibi triúmphus et victória: tibi summæ laudis et honóris coróna. Allelúja.
 
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Marcum.
Marc. 14, 61-65.
  
In illo témpore: summus sacérdos interrogávit Jesum, et dixit ei: Tu es Christus, Fílius Dei benedícti? Jesus autem dixit illi: Ego sum: et vidébitis Fílium hóminis sedéntem a dextris virtútis Dei, et veniéntem cum núbibus cœli. Summus autem sacérdos scindens vestiménta sua, ait: Quid adhuc desiderámus testes? Audístis blasphémiam: quid vobis videtur? Qui omnes condemnavérunt eum esse reum mortis. Et cœpérunt quidam conspúere eum, et veláre fáciem ejus, et cólaphis eum cǽdere, et dícere ei: Prophetíza. Et minístri álapis cum cædébant.
  
Offertorium. Job 16, 9, 11 et 18. Suscitátur falsilóquus advérsus fáciem meam, contradícens mihi. Aperuérunt super me ora sua, et exprobrántes percussérunt maxíllam meam: saciáti sunt pœnis meis. Hæc passus sum cum habérem mundas ad Deum preces. (T. P. Allelúja.)
 
SECRETA
Avérte, miséricors Deus, Fáciem tuam a peccátis nostris, et réspice in Fáciem Christi tui, qui tibi semetípsum pro nobis hóstiam óbtulit, et lavit nos a peccátis nostris in Sánguine tuo. Qui tecum vivit.
 
Præfatio de Cruce.
Vere dignum et justum est, ǽquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: Qui salútem humáni géneris in ligno Crucis constituísti: ut, unde mors oriebátur, inde vita resúrgeret: et, qui in ligno vincébat, in ligno quoque vincerétur: per Christum, Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Ángeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cœli cœlorúmque Virtútes ac beáta Séraphim sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces ut admítti júbeas, deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
 
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
 
Communio. Hebr. 13, 1. Exeámus ígitur ad Jesum extra castra, impropérium ejus portántes. (T. P. Allelúja.)
   
POSTCOMMUNIO
Adorántibus, Dómine, Vultum tuum olim in ingomínia Passiónis quasi abscónditum, et in hoc amóris tui Sacraménto nunc velátum: concéde propítius ut et oppróbria tua débita veneratióne compensémus in terris, et glóriæ tuæ partícipes esse mereámur in cœlis. Qui vivis.

viernes, 5 de febrero de 2016

MISA DE SAN FELIPE DE JESÚS, PROTOMÁRTIR MEXICANO

Del Misal Diario de Dom Gaspar Lefebvre OSB - Cortesía de Humberto Jesús Guillén y Morales.
  
Die 5 Februarii
Sancte Philíppi a Jesu
Martyris
  
Introitus. Phil. 2, 10-11. In nómine Jesu omne genuflectátur, cæléstium, terréstrium et infernórum: et omnis lingua confiteátur, quia Dóminus Jesus Christus in glória est Dei Patris. Ps. 102, 1. Bénedic, ánima mea, Dómino: et ómnia, quæ intra me sunt, nómini sancto ejus. ℣. Glória Patri.
  
ORATIO
Deus, qui inter primos Japóniæ Mártyres beátum Philíppum cruci alligátum, triplicíque láncea confóssum, primum ómnium martýrio coronásti: concéde propítius; ut ejúsdem nos suffúlti patrocinio, cum illo páriter coronémur in cælis. Per Dóminum.
 
Léctio Epístolæ Beáti Pauli Apóstoli ad Gálatas
Gal. 6, 14-18.
  
Fratres: Mihi autem absit gloriári, nisi in cruce Dómini nostri Jesu Christi: per quem mihi mundus crucifíxus est, et ego mundo. In Christo enim Jesu neque circumcísio áliquid valet, neque præpútium, sed nova creatúra. Et quicúmque hanc régulam secúti fúerint, pax super illos, et misericórdia, et super Israël Dei. De cétero nemo mihi moléstus sit: ego enim stígmata Dómini Jesu in córpore meo porto. Grátia Dómini nostri Jesu Christi cum spíritu vestro, fratres. Amen
 
Graduale. Ps. 102, 2. Bénedic, anima mea, Dómino: et noli oblivísci omnes retributiónes ejus.
℣. Qui propitiátur ómnibus iniquitátibus tuis, qui sanat omnes infirmitátes tuas.
 
Allelúja, allelúja. ℣. Jac. 1, 12. Beátus vir, qui suffert tentatiónem: quóniam cum probátus fúerit, accípiet corónam vitæ. Allelúja.
 
In Missis post Septuagesimam, omissis Allelúja et versu sequenti, dicitur:
Tractus. Ps. 117, 16-18. Déxtera Dómini fecit virtútem: déxtera Dómini exaltávit me, déxtera Dómini fecit virtútem.
℣. Non móriar, sed vivam: et narrábo ópera Dómini.
℣. Castígans castigávit me Dóminus: et morti non trádidit me.
 
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum.
Matth. 26, 24-27.
  
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Si quis vult post me veníre, ábneget semetípsum, et tollat crucem suam, et sequátur me. Qui enim volúerit ánimam suam salvam fácere, perdet eam: qui autem perdíderit ánimam suam propter me, invéniet eam. Quid enim prodest hómini, si mundum univérsum lucrétur, ánimæ vero suæ detriméntum patiátur? Aut quam dabit homo commutatiónem pro ánima sua? Filius enim hóminis ventúrus est in glória Patris sui cum Angelis suis: et tunc reddet unicuíque secúndum ópera ejus. 
  
Et dicitur Credo.
 
Offertorium. Ps. 88, 25. Véritas mea, et misericórdia mea cum ipso: et in nómine meo exaltábitur cornu ejus.
 
SECRETA
Sanctífica, quǽsumus, Dómine, múnera tibi dicáta: et intercessióne beáti Philíppi, Mártyris tui, ad perpétuum nobis tribue proveníre subsídium. Per Dóminum.
 
Communio. Matth. 16, 24. Qui vult veníre post me, ábneget semetípsum, et tollat crucem suam, et sequátur me.
 
POSTCOMMUNIO
Sacro córpore, et pretióso sánguine Jesu Christi Fílii tui, Dómine, satiáti: te súpplices deprecámur; ut, intercedénte beáto Philíppo Mártyre tuo, ab omni adversitáte liberémur. Per eúmdem Dóminum.