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domingo, 31 de mayo de 2020

SIRIA, CUNA DEL CRISTIANISMO ORIENTAL

Síntesis de la 599ª conferencia de formación militante por la Comunidad Antagonista Padana de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Milán, no realizada a la clausura del Ateneo por causa de la epidemia del coronavirus. Relator: Silvio Andreucci (recopilado por Piergiorgio Seveso para RADIO SPADA). Traducción propia.

   

SIRIA: CUNA DEL CRISTIANISMO ORIENTAL

   

Mapa de Turquía y Cercano Oriente (Rigobert Bonne, en Atlas Moderne ou Collection de Cartes sur Toutes les Parties du Globe Terrestre, c. 1775).


Comienzo este informe sobre el rol significativo desarrollado por el cristianismo en Siria casi desde la antigüedad (el término geográfico que designaba al territorio de la actual Siria es “Aram”, del cual deriva “arameo”, la lengua hablada por Jesús) con un dato demográfico, actualmente los cristianos en Siria representan el 10/100 de toda la poblacióne y la comunidad cristiana más numerosa es la iglesia Greco-ortodoxa de Antioquía (igualmente llamada patriarcado ortodoxo de Antioquía).


La segunda comunidad la iglesia católica Greco-Melquita, una iglesia católica de rito oriental, que tiene algunas raíces comunes con la iglesia ortodoxa de Antioquía, como tendré modo de demostrar.

   

También la Iglesia ortodoxa siríaca y la iglesia apostólica armenia, aunque inferiores a las precedentes, tienen una presencia visible en Siria, finalmente hasta el día de hoy una representación minoritaria de católicos caldeos, maronitas y protestantes, y la antiquísima Iglesia asiria de Oriente.

   

Las comunidades cristianas se han desarrollado en el seno de dos grandes tradiciones, la Católica y la Ortodoxa, e igualmente el rito oriental ha existido en Siria casi desde los orígenes del cristianismo.


Las actuales Iglesias católicas de rito oriental originariamente no reconocían al Obispo de Roma, hacía parte de la ortodoxia; de hecho la iglesia católica greco-melquita y la asiria tienen una raíz común respecto a la iglesia Greco-ortodoxa de Antioquía, derivando de una escisión acaecida en el seno de la iglesia ortodoxa de Antioquía, y luego de tal cisma se acercaron a la Iglesia Romana.

   

En la antigua Aram, actual Siria, se hablaba la lengua de Jesús y con toda probabilidad se escribieron el Evangelio según San Mateo, el Evangelio según San Lucas, la Didajé y el Evangelio de Tomás; no olvidemos que Antioquía fue la etapa inicial del primer y tercer viaje de San Pablo, mientras en Damasco se encuentra la tumba de San Juan Bautista, también la capilla de San Ananías, que bautizó a San Pablo.

   

Fueron Padres de la Iglesia siríaca San Juan Damasceno (fue administrador durante el califato omeya, distinguiéndose por sua obra apologética contra la lucga iconoclasta, fue proclamado doctor de la Iglesia por el papa León XIII en 1890), San Efrén (fundador y responsable del desarrollo de dos escuelas de exégesis bíblica, la de Nísibe nacida en el 350 d.C. y la de Edesa nacida enel 363 d.C.), Ignacio de Antioquía, Taciano el Sirio, Eustaquio de Antioquía, Teodoro de Antioquía, Teodoreto de Ciro.

   

En el territorio sirio la comunidad cristiana conoció floridez, unidad y armonía hasta el momento del transcurso del siglo V y VI luego que surgieron controversias teológicas y sobre todo cristológicas debatidas durante los concilios de Éfeso (431 d.C.) y Calcedonia (451 d.C.), en particular este último decretó la ortodoxia de la fórmula según la cual en Cristo habían dos “naturalezas en una sola Persona”, la divina y la humana. Los monofisistas que seguían las enseñanzas del monje Eutiques reconocían en Cristo la sola naturaleza divina, negando la hipóstasis de las dos naturalezas en una sola Persona y pasaron a la Iglesia ortodoxa siríaca. Los fieles que se subordinaron al decreto de Calcedonia fueron llamados melquitas, término que deriva del siríaco (ܡܰܠܟܳܝܳܐ/malak=soberano).

   

De hecho, el concilio de Calcedonia había tenido el apoyo del emperaror y los “melquitas” figuraban como los fieles consentáneos también a la voluntad del emperador. El término “melquita” fue retomado en el siglo VIII, luego que fue fundada la Iglesia católica Greco-melquita. La discriminación entre católicos y ortodoxos siríacos fue por tanto la aceptación y subordinación o no (también los católicos Asirios y maronitaa la aceptaron) a las disposiciones del concilio calcedoniense.

   

En el siglo VII sucedió la conquista árabe, la condición de los cristianos de Siria empeoró en la medida en que fue proclamada la “Yihad” y los cristianos fueron reducidos al estatus de “dhimmi” o subalternos; ellos podían tener libertad de culto, aunque con muchas restricciones, a condición de pagar a los musulmanes un impuesto monetario. Dicho impuesto se llamaba “jarach”.

   

La represión no se tradujo propiamente en persecución, de hecho los gobernantes musulmanes “concedieron” a los cristianos elegir tres papas siríacos, de los cuales el último fue Gregorio III (731-741). Recordemos también que a finales del siglo VII y una parte del VIII, San Juan Damasceno había recibido encargos administrativos bajo el califato omeya.

   

A partir del siglo VII hubo un remezón demográfico, por el cual los hasta entonces mayoritarios cristanos tuvieron una brusca caída tanto en las ciudades como en los campos, y se establecieron en aldeas (así hicieron muchos propietarios de tierras vejados por una exorbitante carga fiscal).

     

Los musulmanes devinieron entonces en la mayoría de la población de Siria.

   

Los cristianos conocieron el período de mayor opresión luego que los abasíes subieron al poder en el 750 d.C.: no sólo despojaron a los cristianos de Siria de todo encargo administrativo y prohibieron el uso de los dialectos locales (el árabe era la única lengua admitida), sino que destruyeron todos los símbolos sagrados cristianos, siéndoles impuesta una lenta pero progresiva desculturación.

   

Mi análisis hace una suerte de salto al siglo XVI, no porque la historia del cristianismo sirio no no merece ser analizada en los siglos precedentes, sino porque lo requieren las exigencias de síntesis expositiva.

    

El año 1516 es el año de la conquista turca de la Siria. El estatus social de los cristianos bajo el dominio turco permaneció invariable: bajo los turcos, los cristianos debieron someterse a la legislación adoptada por los mahometanos entre los siglos VII y VIII, señalo particularmente que fueron sometidos al impuesto de la “jizia”, que todos los no musulmanes debían aportar al erario a partir de los 24 años.

   

Un evento significativo fue el reconocimiento por parte de los Turcos Otomanos a los cristianos el derecho de constituirse en comunidad nacional, también si las autoridades reconocían solamente la voz en capítulo del Patriarca de Constantinopla y el Catholicós de Armenia; estas dos máximas autoridades cristianas constituían el medio a través del cual los ciudadanos cristianos podían elevar sus peticiones a los gobernadores otomanos.

   

En el siglo XIX los cristianos entraron en enorme dificultad económica, a la opresión y a las vejaciones fiscales se agregaba, para agravar su condición, la imposición de la homologación cultural en la forma de un verdadero y propio proceso de desculturación; la legislación otomana impuso el abandono del siríaco y la adopción del árabe, como única lengua oficial reconocida.

   

No faltaron asesinatos contra la comunidad cristiana, uno de los más brutales fue consumado en 1895 en la catedral de Edesa, donde cerca de 3000 fieles Cristianos perecieron calcinados… un genocidio que preanunció en cierta forma el que vendría sobre los cristianos armenios.

   

Durante el siglo XIX tomó pie en Siria como en todo el Medio Oriente el nacionalismo árabe, sobre todo a través de una primera influencia ejercida por el pensamiento moderno (de hecho, el nacionalismo es un producto del pensamiento moderno europeo) sobre las concepciones políticas y administrativas, no por casualidad los primeros portavoces de la idea nacionalista fueron intelectuales árabes abiertos a la cultura occidental (B. Al Kubeissi, Historia del movimiento de los nacionalistas árabes, Jaca Book).


Tanto el Colegio Protestante de Siria fundado en 1866 como la Universidad San José dieron notable impulso a la penetración de las ideas occidentales en Medio Oriente, movilizándose por la fundación de numerosos círculos y organismos culturales a los cuales se debe el redescubrimiento de la historia y de la cultura árabe.

   

En sus orígenes el nacionalismo árabe fue un fenómeno exquisitamente cristiano, como ha esclarecido Georges Antonios en su obra “El despertar de los Árabes”, en la que por otro lado que los primeros fermentos nacionalistas se hallaron en la “Association Scientifique Syrienne” fundada en 1857. Respecto al nacimiento del nacionalismo árabe ho hay acuerdo entre los estudiosos del fenómeno: de hecho Zaki Nuseibeh y Zeine N. Zeine no concuerdan con la tesis de Georges Antonios; el primer estudioso pone los orígenes del nacionalismo árabe precisamente en época preislámica, mientras el segundo lo ubica en el período comprendido entre 1909 y 1914 .

   

Siguiendo siempre la tesis del autor de “Historia del movimiento de los naconalistas árabes”, se evidencia que los intelectuales y citadinos cristianos fueron más sensibles a las ideas nacionalistas y mayormente advertían la opresión del dominio otomano, los musulmanes (al menos al inicio) fueron impermeables al nacionalismo: precisamente la sociedad musulmana tendía a considerar este fenómeno un producto del Occidente, por consecuencia extraño a su propia tradición y a sus propios principios. De hecho, durante el siglo XIX en Siria y Líbano, fueron intelectuales árabes cristianos quienes advirtieron el vínculo nacional como fundamento del estado moderno. Las dificultades que, aun a fines del siglo XIX, encontraba la idea nacionalista fueron debidas al esfuerzo de movilizar a la mayoría de los ciudadanos y hacer surgir el nacionalismo como idea dominante; además habían controversias entre la visión de los cristianos y la de los musulmanes, desde el momento que los primeros (que constituían la corriente principal) miraban de plano a la secesión, mientra la tendencia musulmana fue la de “un estado árabe autodeterminado en los confines del imperio Otomano descentralizado”.

    

También durante la primera mitad del siglo XX es conspicua la presencia de intelectuales cristianos dentro de la galaxia del nacionalismo árabe, señaladamente en Siria y en Líbano.

   

Este se propuso la lucha por la emancipación del Medio Oriente del colonialismo europeo, la realización de la autodeterminación nacional, la no alineación a las dos potencias que la conferencia de Yalta consagró a la repartición de la Europa y a la injerencia imperialista en el mundo, los Estados Unidos y la Unión Soviética, además generalmente el movimiento nacional árabe perseguía también una política interna basada en los principios del del socialismo nacional, o sea tender hacia el progreso, la naturaleza aconfesional de la pertenencia al movimiento, la realización de mayor justicia social.


Michel Aflaq (1910-1989), intelectual y político sirio de familia cristiana greco-ortodoxa, fue fundador e ideólogo del movimiento árabe Baaz sirio (que conservó esta denominación hasta 1947, luego se tradujo en la facción siria del partido Baaz). Graduado en la Sorbona de París, Michel Aflaq había valorizado aspectos fundamentales del pensamiento moderno europeo, como las batallas en favor del progreso social, la lucha contra el atraso cultural, la promoción del desarrollo científico-tecnológico, el reformismo de las instituciones, pero no había compartido el avance en dirección de la secularización de las costumbres del agnosticismo; Michel Aflaq era un fervoroso creyente.

   

Las relaciones entre el movimiento nacional árabe y el Baaz sirio no fueron idílicas; ellas entonces destinadas a distanciarse progresivamente en el tiempo, en la medida en que el MNA reprobaba al Partido baazista sirio una excesiva moderación, un sustancial tender a los propios intereses particularistas que habrían comprometido el diseño de la unidad panárabe (en verdad, acusación infundada, al menos frente a Michel Aflaq, que en 1958 había propuesto la realización de la unidad entre la nación siria y la egipcia y que casi desde el comienzo había considerado la unidad panárabe principal objetivo de su programa ideológico). Finalmente el MNA acusaba a los dirigentes del Baaz sirio de cultivar un excesivo culto de la propia personalidad y “veían muy a mal el intento de Aflaq de elevar al Baaz a un nivel tal que el partido encontrase el fin en sí mismo” (Al Kubeissi, Historia del movimiento de los nacionalistas árabes).

   

Las numerosas dificultades generadas por las luchas y divisiones intestinas en el seno del Baaz sirio, como también las relaciones conflictivas con el primer ministro Hafez Assad obligase a Aflaq a dejar definitivamente la Siria en 1966 para afiliarse a la facción iraquí del Baaz, en la cual revisaba la posibilidad de realizar mejor el programa ideológico del originario movimiento baazista.

   

La última sección de mi informe no puede no estar dedicada al reciente conflicto en Siria, iniciado en 2011 y actualmente concentrado en la zona de Idlib (donde permanece la última fortaleza en manos de los guerrilleros del ISIS y donde está abierto desde el otoño pasado un nuevo contencioso entre la República árabe siria y el régimen turco de Tayyip Erdoğan).

   

Durante los años centrales del conflicto en Siria, la prensa mayoritaria ha dado una interpretación totalmente inadecuata del conflicto, insistiendo exageradamente sobre los “crímenes” del primer ministro Bashar al Assad y sobre el mantra de su “redúctio ad Hítlerum”.

   

Mtanios (Antonio) Haddad, archimandrita sirio (el archimandrita en la Iglesia católica greco-melquita tiene el cargo superior en un monasterio) reside en Roma donde es rector de la basílica de Santa María de Cosmedin. Muchas veces el religioso sirio ha denunciado el análisis muy simplificado del conflicto por parte de la prensa occidental, que frecuentemente riñe con los testimonios dados por los religiosos locales. Recordemos que Mtanios Haddad tuvo el 24 de Mayo de 2016 junto al periodista turinés Fulvio Scaglione una conferencia en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán con el título “El pacto estrecho con el diablo”.

   

En el curso de esta conferencia los relatores desmontaron la tesis tan difundida como simplista de Thomas Loren Friedman Phillips [periodista estadounidense de origen judío, N. del T.], sobre el choque de civilizaciones entre Occidente e Islam; los hechos demuestran que luego de las “guerras humanitarias” de la administración Bush en Afganistán e Irak, el terrorismo yihadista no solo no fue derrotado, sino alimentado en manera capilar; los grupos wahabitas de ISIS, al Dáesh y al Nusra (el wahabismo, la versión más integral del Islam sunní predicada en las monarquías del Golfo) constituían en algún modo la herencia de Al Qaeda.


Analizando un conflicto de naturaleza política antes incluso que confesional, los relatores de la conferencia pusieron en discusión que el Occidente estuviese verdaderamente interesado en derrotar el terrorismo yihadista y avanzaron la tesis que su política estuviese más que todo interesada en obtener como resultado último una balcanización del estado sirio por medio de conflictos interconfesionales intestinos (entre chiíes y suníes, kurdos y chiíes, drusos y suníes, etc) .

   

Según el testimonio del Padre Haddad, hasta el ascenso de estos grupos fundamentalistas, cristianos y musulmanes eran vistos en armonía, omitiendo o exactamente fomentando este ascenso, las potencias occidentales habrían por tanto estipulado una suerte de “Pacto con el diablo”.

   

La misma prensa occidental mostraba no querer evaluar las consecuencias para la Siria, en el caso en que los grupos wahabitas hubiesen prevalecido; los cristianos de Siria en cambio tenían bien presentes estas consecuencias, y su posición en línea general a favor de las milicias gubernamentales no fue tanto una elección a priori, sino una deliberación dictada por los crímenes, por las sanguinarias masacres hechas por los degolladores, por el número exponencial de iglesias y monasterios destruidos en la sola ciudad de Alepo.


Siempre como informa Fulvio Scaglione en un artículo del 10 de Julio de 2019 en el sitio Insideover, en Maalula y en Saidnaya, ciudades sirias en donde es numerosa la presencia de fieles cristianos, los mismos cristianos han estado frecuentemente en los últimos años en la primera línea para defender del terrorismo no solo a la República Árabe Siria, sino el orgullo patriótico e identitario de la cristiandad y de su patrimonio plurisecular. Cuando Saidnaya afrontó en el 2013 un ataque por parte de los terroristas islamistas, la Federación cristiana de los “Guardianes del Alba” (حُرَّاس الْفَجْر/Ḥurrās al-Fajr), fuertemente apoyada con la inteligencia gubernamental, confrontó valientemente a los yihadistas; y en este frente patriótico cristiano los “Leones de los Querubines” (أُسُود المُقَرَّبونَ‎/ʾUsūd al-Qarubim), menos alineados al régimen de Assad, no fueron menos. Nuevamente gracias.

¿LA PANDEMIA ES TAN GRAVE COMO LO HACEN VER LAS AUTORIDADES DEL MUNDO?

  
Hoy día cursamos una pandemia de un virus nuevo, desconocido en todo su potencial, el coronavirus.
   
“La nueva neumonía por coronavirus no es tan grave como otras enfermedades contagiosas de clase A (peste y cólera) todavía. Sin embargo, debido a que es una enfermedad recién descubierta, con un riesgo relativo considerable para la salud pública, todos deben estar atentos y bien protegidos. Tomar las medidas de control de Clase A genera notificaciones y publicidad más rápidas; Esto facilita a los trabajadores de la salud en la prevención y el control de la enfermedad, así como al público en la adquisición de la información más reciente para una mejor respuesta a la epidemia”, puede leerse en el Manual de prevención del coronavirus puesto a circular por el gobierno de la República Popular China recientemente, al aparecer el brote en la ciudad de Wuhan.
   
Efectivamente, no es tan grave, pues según el grado de letalidad, tenemos que hay afecciones mucho más dañinas: Peste (Yersinia pestis): 100%, peste pulmonar: 100%, VIH-SIDA: 100%, leishmaniasis visceral: 100%, rabia: 100%, viruela hemorrágica: 95%, carbunco: 93%, ébola: 80%, viruela en embarazadas: 65%, MERS (Síndrome respiratorio de Oriente Medio): 45%, fiebre amarilla: 35%, dengue hemorrágico: 26%, malaria: 20%, fiebre tifoidea: 18%, tuberculosis: 15%. El índice de letalidad de la COVID-19 está alrededor del 4% (puesto en entredicho, incluso, por estudiosos del tema, que estiman que es menor).
   
Como es un agente patógeno nuevo, no se sabe mucho acerca de él. Lo que sí ya se ha podido ver es que tiene un potencial de contagio muy alto, de ahí que las autoridades sanitarias recomendaron confinamientos. De todos modos, hay algo llamativo en esta cuarentena militarizada que vivimos. El mundo se detuvo prácticamente, cuando hay voces -tan autorizadas como quienes dicen lo contrario- que alientan sobre lo llamativo del pánico creado. El destacado inmunólogo colombiano Manuel Elkin, quien trabajara en una vacuna contra la malaria, llama la atención sobre “la desproporción que supone que la malaria aflige entre 230 a 250 millones de personas al año y, de ellos, mueren de 1.250 a 1.500 al día”. Nos llama a reflexionar: “Paremos un poco esa histeria colectiva. Desde el principio de la enfermedad del coronavirus nos metieron un pánico excesivo; es una enfermedad a la que hay que ponerle cuidado, pero no para una histeria colectiva que no sirve para nada”.
   
Del mismo modo Johan Giesecke, destacado epidemiólogo consejero del gobierno sueco y miembro del Grupo Asesor Estratégico y Técnico para Riesgos Infecciosos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que “Esta enfermedad se propaga como un incendio y lo que uno hace no cambia demasiado. Todos se van a contagiar, todo en el mundo al final”.
    
Lo curioso es que una enfermedad que no es especialmente letal (el 96% de infectados se recupera), que ataca mortalmente solo a un segmento pequeño (ancianos, gente con inmunodeficiencias, población que se puede reinfectar muchas veces como el personal sanitario), ha causado un revuelo sin precedentes, paralizando el mundo. El epidemiólogo británico de la Universidad de Oxford, Christopher Fraser, considera que la proporción de casos sin reportar podría ser del 50%, por lo que “la tasa de letalidad rondaría el 1%”. El experto en virus, el español Adolfo García-Sastre, investigador del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, piensa que “existen de cinco a diez veces más infectados que lo que se está contabilizando actualmente, lo cual reduce mucho su letalidad”.
   
Considerando que la curva epidemiológica comenzó a aplanarse en los países que mayor número de contagios presentaron -con tasas de mortalidad diversas, pero siempre manteniendo una tasa de letalidad similar, que no supera el 5% (o quizá mucho menos)- la proyección en muertes nos muestra que al final del año el número total de decesos podría ser similar a la de la gripe estacional: entre 600 y 700 mil. Seguramente las medidas de confinamiento podrán haber evitado más muertes. Pero allí es donde se abre la pregunta.
    
Acusar de paranoia a quien se plantee preguntas críticas puede ser peligroso. Como dijo Luis Tuchán: “Llamar teoría conspirativa a toda explicación alternativa a la del poder, es ahora la forma de satanizarla”. La crisis actual, sanitaria en principio, abre preguntas. No es ninguna novedad -porque está reportado hasta el cansancio, incluso por las mismas Bolsas de Valores de distintas partes del mundo-, que el sistema capitalista en su conjunto entró en una terrible, tremenda, catastrófica crisis, similar -o peor- que la Gran Depresión de 1930. “No solo la crisis financiera estaba latente desde hacía varios años y la prosecución del aumento de precio de los activos financieros constituían un indicador muy claro, sino que, además, una crisis del sector de la producción había comenzado mucho antes de la difusión de la COVID, en diciembre de 2019. Antes del cierre de fábricas en China, en enero de 2020 y antes de la crisis bursátil de fines de febrero de 2020. Vimos durante el año 2019 el comienzo de una crisis de superproducción de mercaderías, sobre todo en el sector del automóvil con una caída masiva de ventas de automóviles en China, India, Alemania, Reino Unido y muchos otros países”, anunciaba una voz autorizada como el economista Erick Toussaint. Es ahí, entonces, donde entran las preguntas críticas, acusadas de delirio paranoico por algunos.
   
Sabemos que el sistema capitalista, o más aún, quienes disfrutan los beneficios de ser la clase dirigente allí, están dispuestos a hacer lo imposible para mantener sus prebendas: ¿no alcanza todo lo dicho para entenderlo? ¿Habrá que agregar dos millones y medio de muertos en Irak y más de un millón para mantener, respectivamente, el petróleo y el gas/negocio de la heroína? ¿Habrá que agregar Guantánamo? ¿Habrá que agregar dos bombas atómicas arrojadas impunemente sobre población civil no combatiente en Japón cuando la guerra ya estaba decidida? ¿Habrá que agregar todos los golpes de Estado en Latinoamérica, y su cohorte de muertos, torturados y desaparecidos, aconsejados por “expertos” estadounidenses? (recuérdese la cita anterior de Mike Pompeo). El sistema está dispuesto a hacer cualquier cosa para mantenerse: por eso miente, embauca, distorsiona. Las enseñanzas de Goebbels (“Una mentira repetida mil veces se transforma en una verdad”) fueron amplificadas en un grado sumo en la tierra “de la democracia y la libertad”. Se nos vive mintiendo todo el tiempo, y eso no parece un delirio paranoico. En Guatemala se hizo creer que la “ciudadanía” sacaba del poder a un presidente corrupto…. Y no era así. ¿Quién dijo que la uña del dedo anular de una mujer es más bonito y que hay que seguir el dictado de la moda pintándoselo de otro color? ¿Los marcianos? ¿Los masones? ¿Los Rosacruces? ¿O quienes fijan la moda, y venden las mercaderías correspondientes?
   
Pensar que hay “gato encerrado” en las políticas que digitan nuestras vidas parece muy sano, porque demuestra una actitud crítica, algo más que la feliz y pasiva aceptación del entretenimiento con que se mantiene a la esclavitud. El tratamiento militarizado y compulsivo que se le da a la actual pandemia, según se puede pensar, perfectamente podría entenderse como “honrosa” salida del capitalismo global ante una crisis fenomenal. La desocupación y el hambre son “culpa” de este agente patógeno entonces.
   
¿Estaba todo esto ya pergeñado? ¿Hay agendas ocultas trazadas? Como son temas álgidos, complejos, con infinidad de aristas en juego, se hace difícil -con la orfandad de datos que existe todavía- expedirse categóricamente. Las ciencias, por otro lado, nunca se expiden “categóricamente”: formulan saberes, que son siempre cambiantes, relativos (la física newtoniana no alcanza para ciertas cosas, por lo que surge la física cuántica; la descripción psiquiátrica no alcanza, por lo que surge el Psicoanálisis, la geometría euclidiana es ampliada por la geometría fractal, etc.). No puede aún darse una visión globalizante del fenómeno de esta pandemia, pero quedan cabos sueltos.
    
¿Es realmente necesaria la militarización de la vida cotidiana, o hay allí otras perspectivas en juego? ¿Un ensayo de lo que vendrá? “La crisis sanitaria ha sido la oportunidad perfecta para reforzar nuestra dependencia de las herramientas informáticas y desarrollar muchos proyectos económicos y políticos previamente existentes: docencia virtual, teletrabajo masivo, salud digital, Internet de las Cosas, robotización, supresión del dinero en metálico y sustitución por el dinero virtual, promoción del 5G, smart city… A esa lista se puede añadir los nuevos proyectos de seguimiento de los individuos haciendo uso de sus smartphones, que vendrían a sumarse a los ya existentes en ámbitos como la vigilancia policial, el marketing o las aplicaciones para ligar en internet. En conclusión, el peligro mayor al que nos enfrentamos no es que las cosas «se queden como estaban», sino que vayan a bastante peor”, razonan Jorge Riechmann y Adrián Almazán.
   
Definitivamente hay manejos en todo esto que dejan interrogantes. Hay una crisis sanitaria, porque la enfermedad existe y los muertos ahí están, pero también existe el peligro real que las cosas vayan a bastante peor, y no por el coronavirus precisamente. ¿Es paranoico pensar que el mundo que seguirá a la pandemia (vigilancia absoluta, distanciamiento de las personas, control omnímodo de nuestras vidas) puede ser aterrador? ¿Ya no más apretones de manos ni besos en la mejilla? Pero peor aún: ¿quién manejará esa información total, completa, omnímoda de nuestras vidas, información a la que no podremos resistirnos suministrar? Más aún: ni siquiera habrá que suministrarla, porque las técnicas de control la obtendrán de otra manera, sin esfuerzo, sin violencia. ¿Ese es el mundo post pandemia?
   
Está claro que se ha creado un pánico monumental, evidentemente desproporcionado en relación a lo que es la enfermedad de la COVID-19 propiamente dicha. Ningún otro hecho colectivo había causado tamaño estupor. Y como los números lo indican, la nueva enfermedad no es sinónimo de muerte inmediata y masiva (según algunas voces autorizadas, muchísima gente la cursa asintomáticamente, o se cura sola. Solo población en riesgo -tercera y cuarta edad e inmunodeprimidos- tiene posibilidades reales de fallecer). ¿Por qué tanto pánico? ¿Está inducido? Recuérdese el manejo sobre la corrupción en Guatemala antes citado. Los climas sociales, esto no es ninguna novedad, se crean. ¿Por qué masivamente se piensa que “los musulmanes son terroristas”, o que “los colombianos son narcotraficantes”? ¿Por qué nos la pasamos hablando de fútbol o de series chabacanas y no podemos pensar críticamente en otros asuntos? ¿Alguien lo decide? ¿Es delirante pensar que allí hay agendas de grandes poderes que digitan la vida colectiva? “La televisión es muy instructiva, porque cada vez que la encienden, me voy al cuarto contiguo a leer un libro”, dijo Groucho Marx. ¿Delirio paranoico?
    
Luego de la pandemia de coronavirus todo indica que viene la vacunación masiva. Bill Gates, uno de los mayores magnates actuales del planeta -propietario de una de esas empresas antes citadas, campeonas de la evasión fiscal- es uno de los más grandes filántropos en el mundo y promotor de esa vacunación. “Las próximas guerras serán con microbios, no misiles”, dijo repetidamente. De hecho, él y su cónyuge Belinda constituyen uno de los principales sostenes financieros de la Organización Mundial de la Salud -OMS-, mecenas preocupado por la salud de la humanidad. ¿Seremos paranoicos si nos abrimos preguntas al respecto, si desconfiamos de tanta bondad? (porque alguien que evade impuestos da que pensar, ¿no?). La sociedad global cada vez más se encamina hacia tecnologías de vanguardia, revolucionarias (en las que China ya le está tomando la delantera a Estados Unidos). Las fortunas más grandes se van acumulando ahora en las empresas ligadas a la cibernética, la inteligencia artificial, la informática, la robótica. Como ejemplo representativo, el cambio que se ha venido dando en la dinámica económica de la principal potencia capitalista, Estados Unidos: para 1979, una de sus grandes empresas icónicas, la General Motos Company, fabricante de ocho marcas de vehículos, tenía un millón de trabajadores -daba trabajo a la mitad de la ciudad de Detroit, de tres millones de habitantes-, con ganancias anuales de 11,000 millones de dólares. Hoy día Microsoft, en Silicon Valley, mientras Detroit languidece como ciudad fantasma con apenas 300 mil pobladores, ocupa 35 mil trabajadores, con ganancias anuales de 14,000 millones de dólares. El capitalismo está cambiando. En el año 2017 la familia Rockefeller se alejó del negocio petrolero. ¿Vamos hacia las energías renovables? ¿Las próximas guerras serán por el agua? ¿Quién decide eso?
   
Llama la atención que un mecenas como Gates (que no parece tan “trigo limpio”, si es tamaño evasor fiscal y destructor de los Estados nacionales -la beneficencia no puede suplir al Estado-) se preocupe tanto de las vacunaciones. Quizá deba incluirse también en los negocios de futuro (¿el petróleo dejará de serlo?) a la gran corporación farmacéutica, la Big Pharma. Según datos que llegan dispersos, representantes de la GAVI, la Global Alliance for Vaccines and Immunization, y su fundador y principal financista, Bill Gates con su benemérita Fundación, insisten cada vez más en la necesidad de una inmunización universal. Como todo esto de la pandemia está aún muy confuso, nadie puede asegurar categóricamente nada.
   
¿Seguirá a toda esta parafernalia una vacunación obligatoria con insumos que habrá que pagar? ¿Será toda esta militarización de la vida cotidiana una muestra de cómo es el futuro inmediato? China, con un “socialismo” en el que no puede mirarse la clase trabajadora mundial -por ser un capitalismo desaforado disfrazado de socialismo-, al igual que las potencias occidentales -o más aún-, desarrolla un hipercontrol monumental sobre su población. Las tecnologías informáticas sirven para eso (y no hay duda que en eso llevan la delantera, pues ya están en la 5G, preparando la 6G). ¿Ese es el modelo a seguir?
   
“¡Los marcianos existen, son verdes y con antenitas!” Asegurar con toda convicción cosas de las que no se tiene pruebas es patológico: “aparición de un único tema delirante o de un grupo de ideas delirantes relacionadas entre sí que normalmente son muy persistentes”, según la oportuna descripción psiquiátrica. Pero abrirse preguntas críticas no es enfermizo: es muestra de salud. Definitivamente la pandemia nos ha venido a conmover. Dado que las cosas están confusas, nadie tiene la verdad con certeza ni puede predecir con exactitud qué continúa ahora. Lo que está claro es que seguirá más capitalismo (socialismo no se ve cercano por ahora), quizá más reconcentrado en menos manos y más controlador (¿alguien puede explicar por qué Estados Unidos reacciona tan desesperadamente anta la delantera china en la 5G?). La organización popular para plantearse cambios no parece muy en alza hoy. Si estamos antes la presencia de grandes poderes que deciden sobre la vida de la Humanidad con planes a largo plazo de los que nada sabemos, preguntarse por todo ello no es un delirio enfermizo: es casi una obligación.
   
MARCELO COLUSSI
Psicólogo y Filósofo

sábado, 30 de mayo de 2020

MISA DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Del Misal Romano de San Pío V.
 
Sabbato ultimo Majus
B. MARÍÆ VÍRGINIS, DÓMINÆ NOSTRÆ A S. CORDE JESU
   
Introitus. Ps. 9, 3 et 11. Lætábor et exsultábo in te: sperent in te qui novérunt nomen tuum, quóniam non derelínquis quæréntes te. (T. P. Allelúja, allelúja.) Ps. Ibid., 2. Cantáte Dómino cánticum novum: quia mirabília fecit. ℣. Glória Patri.
 
ORATIO
Dómine Jesu Christe, qui beáta María Vírgine intercedénte, in nos divítias Cordis tui dignáris effúndere: concéde, quǽsumus; ut, quod in ejúsdem Vírginis veneratióne depóscimus, te propitiánte cónsequi mereámur: Qui vivis.
 
Léctio libri Sapiéntiæ.
Eccli. 24, 23-31.
 
Ego quasi vitis fructificávi suavitátem odóris: et flores mei, fructus honóris et honestátis. Ego mater pulchræ dilectiónis, et timóris, et agnitiónis, et sanctæ spei. In me grátia omnis viæ et veritátis: in me omnis spes vitæ et virtútis. Transíte ad me, omnes qui concupíscitis me, et a generatiónibus meis implémini. Spíritus enim meus super mel dulcis, et heréditas mea super mel et favum. Memória mea in generatiónes sæculórum. Qui edunt me, adhuc esúrient: et qui bibunt me, adhuc sítient. Qui audit me, non confundétur: et qui operántur in me, non peccábunt. Qui elúcidant me, vitam ætérnam habébunt.
 
Graduale. Benedícta et venerábilis es, Virgo María: quæ sine tactu pudóris invénta es mater Salvatóris.
℣. Virgo Dei Génitrix, quem totus non capit orbis, in tua se clausit víscera factus homo.
 
Allelúja, allelúja. ℣. Num. 17, 8. Virga Jesse flóruit: Virgo Deum et hóminem génuit: pacem Deus réddidit, in se reconcílians ima summis. Allelúja.
 
In Missis votivis post Septuagesimam, omissis Allelúja et Versu sequenti, dicitur:
Tractus. Luc. 1, 46-50. Magníficat ánima mea Dóminum: et exsultávit spíritus meus in Deo salutári meo.
℣. Quia respéxit humilitátem ancíllæ suæ: ecce enim ex hoc beátam me dicent omnes generatiónes.
℣. Quia fecit mihi magna qui potens est: et sanctum nomen ejus.
℣. Et misericórdia ejus a progénie in progénies timéntibus eum.
  
Tempore autem Paschali omittitur Graduale, et ejus loco dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Num. 17, 8. Virga Jesse flóruit: Virgo Deum et hóminem génuit: pacem Deus réddidit, in se reconcílians ima summis. Allelúja.
℣. Luc. 1, 28. Ave, María, grátia plena: Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus. Allelúja.
  
✠ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
Joann. 2, 1-11. 
 
In illo témpore: Núptiæ factæ sunt in Cana Galilǽæ: et erat Mater Jesu ibi. Vocátus est autem et Jesus, et discípuli ejus ad núptias. Et deficiénte vino, dicit Mater Jesu ad eum: Vinum non habent. Et dicit ei Jesus: Quid mihi et tibi est, mulier? nondum venit hora mea. Dicit Mater ejus minístris: Quodcúmque díxerit vobis, fácite. Erant autem ibi lapídeæ hýdriæ sex pósitæ secúndum purificatiónem Judæórum, capiéntes síngulæ metrétas binas vel ternas. Dicit eis Jesus: Implete hýdrias aqua. Et implevérunt eas usque ad summum. Et dicit eis Jesus: Hauríte nunc, et ferte architriclíno. Et tulérunt. Ut autem gustávit architriclínus aquam vinum fáctam, et non sciébat unde esset, minístri autem sciébant, qui háuserant aquam: vocat sponsum architriclínus, et dicit ei: Omnis homo primum bonum vinum ponit: et cum inebriáti fúerint, tunc id, quod detérius est. Tu autem servásti bonum vinum usque adhuc. Hoc fecit inítium signórum Jesus in Cana Galilǽæ: et manifestávit glóriam suam, et credidérunt in eum discípuli ejus.
 
Credo.
 
Offertorium. Jerem. 18, 20. Recordáre, Virgo Mater Dei, dum stéteris in conspéctu Dómini, ut loquáris pro nobis bona. (T. P. Allelúja.)
  
SECRETA
Intercéssio, quǽsumus, Dómine, beátæ Maríæ semper Vírginis múnera nostra comméndet: nosque in ejus veneratióne sacratíssimo unigéniti Fílii tui Cordi reddat accéptos: Qui tecum vivit.
 
Præfatio de Beatæ Mariæ Virginis Et te in Festivitáte.
Vere dignum et justum est, ǽquum et salutáre, nos tibi semper et ubique grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: Et te in Festivitáte beátæ Maríæ semper Vírginis collaudáre, benedícere et prædicáre. Quæ et Unigénitum tuum Sancti Spíritus obumbratióne concépit: et, virginitátis glória permanénte, lumen ætérnum mundo effúdit, Jesum Christum, Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Ángeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cœli cœlorúmque Virtútes ac beáta Séraphim sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces ut admitti jubeas, deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
 
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
 
Communio.
Eccli. 24, 25. In me grátia omnis viæ et veritátis, in me omnis spes vitæ et virtútis. (T. P. Allelúja.)

POSTCOMMUNIO
Cognóscimus, Dómine Jesu, tuæ circa nos cleméntiæ largitátem: et ídeo, beáta María Vírgine apud Cor tuum intercedénte, fiduciálius exorámus; ut, quos páscere non désinis imméritos, et digne tibi servíre perfícias et donis uberióribus prosequáris: Qui vivis.

viernes, 29 de mayo de 2020

EL CISMA GRIEGO Y LA CAÍDA DE CONSTANTINOPLA

Traducción del artículo publicado por Giuliano Zoroddu para RADIO SPADA.
    
   
[Los] Griegos se parecen mayormente a los hijos de Israel y a los hebreos. Por ochocientos años Dios los amenaza, los golpea, los corrige con la espada de los mismos mahometanos para hacerlos volver de la herejía y del cisma a la unidad de la fe y de la Iglesia. Como los hijos de Israel, ellos vuelven de cuando en cuando, pero en modo poco sincero y poco duradero. Sus distintas reuniones con el centro de la unidad, con la Iglesia Romana, comprendida la reunión de Florencia, aprovechan a algunos individuos: mas el cuerpo de la nación va siempre más pervirtiéndose en el mal, hasta que Dios se cansa, como se cansó de los hijos de Israel, y lanza los últimos golpes, como ahora veremos. […] Mehmed (II), el cual había jurado paz a Constantino, erigió incontinente una fortaleza a dos leguas de Constantinopla, como para comenzar casi desde entonces el asedio de la nueva Roma. En tal condición, el emperador Constantino XI Dragases mandaba al papa Nicolás V pidiéndole ayuda contra el peligro externo que amenazaba el imperio griego. El papa le enviaba como Legado al Cardenal Isidoro, metropólita de Rusia, con una carta similar a las respuestas que el profeta Jeremías hacía a las consultas del rey Sedecías, mientras Nabucodonosor estaba al punto de asediar o de tomar a la infiel Jerusalén. Él hablaba primeramente de la negligencia de Juan VIII Paleólogo en publicar y consumar la unión conseguida en Florencia, y decía deber el nuevo emperador guardarse de caer en la misma culpa, no debiendo la pena ser menor:  
«Se trata de un artículo principal del símbolo, la unidad de la Iglesia. Ahora, la Iglesia no es una si no tiene un solo jefe visible, sosteniendo las veces del Pontífice eterno, y al cual todos los cristianos deben obedecer. El imperio no sería uno si él tuviese dos jefes. Fuera de esta unidad de la Iglesia no hay salvación; quien no estaba en el arca de Noé pereció en el diluvio, y los cismas son castigados más severamente que los otros pecados. Coré, Datán y Abirón, que han pretendido suscitar un cisma en el pueblo de Dios, ahora los vemos castigados en forma más terrible que aquellos que eran culpables de idolatría. El imperio griego es en eso mismo una prueba. Nunca se halló en una condición tan deplorable, nunca se halló en situación de correr un grande e inminente peligro de ser presa de los turcos. ¿Cuál pudo ser la razón? Por el pecado de idolatría, el pueblo de Israel y de Judá padecieron una cautividad de setenta años en Babilonia. Por haber llevado a la muerte al Hijo de Dios hecho hombre, ahora vemos a los hebreos condenados a tener hasta el día de hoy al universo como su exilio. Ahora, como los Griegos han abrazado la fe católica, nosotros no creemos que hayan adorado ídolos, ni cometido el deicidio de los hebreos, para merecer caer en la cautividad y servidumbre de los Turcos. Se necesita pues que haya otra culpa, la cual no puede ser otra que el cisma: cisma comenzado por Focio y que dura casi cinco siglos. Cosa dolorosa de decir es esta, y nosotros quisiéramos sepultarla en eterno silencio; pero si esperáis algún remedio del médico, es obvio que mostreis la llaga. He aquí, hacen cinco siglos que satanás, príncipe y autor de todos los pecados, pero principalmente el del cisma y de la discordia, ha separado la iglesia de Constantinopla de la obediencia del Pontífice Romano, que es el sucesor de San Pedro y el vicario de nuestro señor Jesucristo. Se han intervenido infinitos tratados, se han celebrado muchos concilios, muchísimos legados han sido enviados para sanar esta llaga cruel en la Iglesia de Dios. Por último finalmente, por la providencia divina, en el concilio de Ferrara y de Florencia, el emperador Juan Paleólogo y el patriarca José de Constantinopla, acompañados por numeroso grupo de prelados y de señores, habiéndose reunido con el papa Eugenio IV, con los Cardinales de la Santa Iglesia Romana y con una gran cantidad de prelados occidentales, pusieron todo su cuidado para extirpar este cisma inveterado: y finalmente, la gran merced de Dios, superadas todas las dificultades, se disponen a publicar de buen acuerdo el decreto de esta unión. Estas cosas fueron hechas bajo los ojos del universo, y el decreto de esta unión, compilado en letras griegas y latinas, con la suscripción manual de todos los asistentes, fue mandado por toda la tierra. Lo testimonia la España con sus cuatro reinos cristianos de Castilla, Aragón, Portugal y Navarra; testimonia la Gran Bretaña, sujeta al cetro del rey de los Ingleses; lo testifican la Hibernia (Irlanda) y Escocia, puestas en la extremidad del mundo; testimonio da Alemania, habitada por pueblos sin número y que se extiende sobre un inmenso territorio; testimonio de Dinamarca, Noruega y la Suecia, en la extremidad del septentrión; testimonia el reino ilustre de Polonia; testimonian la Hungría y la Panonia, testifican toda la Glaria, que se extiende del mar occidental hasta el Mediterráneo, y que puesta entre los alemanes y los españoles, se pone de acuerdo en esto con los españoles y alemanes. Todo este universo tiene ejemplares del decreto en que este cisma inveterado es abolido, según el testimonio del emperador Juan Paleólogo, del patriarca José y de todos los otros que de la Grecia vinieron a Florencia, y cuyas suscripciones se encuentran ampliamente repetidas. Nosotros olvidamos recordar a Italia, que no la cede a alguna de las provincias, y cuyas ciudades todavía conservan ejemplares del decreto. Y no menos, por tantos años, este decreto de unión ha pasado bajo silencio entre los Griegos; no se ve alguna disposición en los ánimos para abrazar esta unión, refiriéndose a abrazar esta unión, se difiere de un día a otro, se repiten siempre las mismas excusas. Los Griegos no se dan a creer sin embargo que el Romano Pontífice y la Iglesia Occidental están ciegos por no ver y comprender a qué miran estas excusas y estas dilaciones. Ellos comprenden, pero llevan paciencia, dirigiendo el tercer año sus miradas sobre el Señor Jesucristo, el Pontífice eterno, el cual ordenó conservar hasta el tercer año el higo infructuoso que el patrón del campo quería talar en razón de su esterilidad».
   
Estas palabras del papa Nicolás V contenían una predicción terrible. Pronunciadas y escritas en el 1451, ellas se vieron verificadas tres años después, en el 1453, con la toma de Constantinopla y la ruina del Imperio Griego, visto entre los imperios y las naciones como un higo estéril:
«Vuestra Serenidad sabrá pues –continúa el papa en su letra– que también nosotros disimularemos hasta que vos hayais en cualquier modo respondido a estas letras. Si, tomando el partido màs sabio, junto con vuestros grandes y con el pueblo de Constantinopla, abrazáis el decreto de unión, os encontraréis en uno con nuestros hermanos los Cardenales y con toda la Iglesia Occidental, siempre entendidas en el honor vuestro y en vuestro bienestar. Si, por el contrario, rechazáis jutno con el pueblo en recibir el decreto de unión, os obligaréis a proveer lo que quieran vuestra salud y nuestro honor».
  
Finalmente el papa exigía como preliminares que el emperador volviese a llamar al patriarca de Constantinopla [Gregorio III Mammas, en exilio en Roma, N. de R.], que el nombre del Papa fuese puesto en los dípticos y recitado en todas las iglesias griegas; que si hubiese algo que necesitara explicación, se enviara a Roma, donde se procedería con premura a aclarar sus dudas y tratarles honorablemente. La carta es del 11 de octubre de 1451.
   
En cuanto a las consecuencias de esta negociación, he aquí cómo nos habla el griego Miguel Ducas: «El emperador había enviado a Roma para pedir socorro, confirmar la unión hecha en Florencia, recitar el nombre del papa en los dípticos de la iglesia mayor y reclamar al patriarca Gregorio para su sede. Él preparaba al mismo tiempo mandar legados para aquietar las enemistades implacables nacidas del cisma. El papa envió al Cardenal de Polonia, Isidoro, arzobispo de Rusia, griego de patria, hombre sabio y prudente, bien instruido en los dogmas ortodoxos y que había asistido al concilio de Florencia. El emperador lo acogió con los respetos y el honor convenientes. Cuando se llegó a hablar de la unión, el emperador y algunos de los particulares consintieron; pero la mayor parte de los eclesiásticos, de los monjes y de las religiosas no consintieron en nada […] los cismáticos corrieron al monasterio del Pantocrátor y, volviéndose a Genadio, que se llamaba entonces Jorge Escolario, le dijeron: “¿Qué haremos nosotros?”. Como él estaba encerrado en su celda, pidió un folio de papel y le escribió su parecer en estos términos: “Miserables Romanos [autónimo que se daban los bizantinos, en cuanto continuidad del antiguo Imperio Romano, N. del T.], ¿por qué os corrompéis y poneis vuestra esperanza en los Francos [exónimo despectivo que daban los bizantinos a los occidentales, N. del T.] en vez de ponerla en Dios? Perdiendo la fe, perderéis vuestra ciudad. ¡Tened piedad de mí, Señor!, yo juro en vuestra presencia que soy inocente de este delito. Miserables ciudadanos, considerad lo que hacéis. En cuanto renunciéis a la religión de vuestros mayores y abracéis la impiedad, os pondréis al yugo de la esclavitud. ¡Ay de vosotros cuando seáis juzgados!”. Escrito que hubo estas y otras cosas, la puso en la puerta de su celda y se encerró. Los religiosos que parecían superar a los otros por la santidad de la vida y la pureza de la fe, según el parecer de Genadio y de sus directores espirituales, junto con los sacerdotes y los laicos de su facción, condenaron el decreto de la unión y pronunciaron anatema contra aquellos que lo habían aprobado o que lo aprobasen. La pacotilla del pueblo, saliendo del monasterio, entró en las tabernas, y allá, teniendo en las manos copas llenas de vino, condenaban aquellos que consentían la unión, y bebiendo en honor de una imagen de la Madre de Dios, la suplicaban que pusiera en su protección la ciudad y la defendiera contra Mehmed, como en el pasado la había defendido contra Cosroes y contra el Jan. Nosotros no sabemos qué hacer, agregaban ellos, del socorro y de la unión de los latinos. ¡Lejos de nosotros el culto de los acimitas [nombre despectivo que los griegos dan desde el siglo XI a los latinos, y también a armenios y maronitas, por usar pan sin levadura en la Misa, N. del T.]!”. Pero los cristianos que estaban reunidos en la iglesia mayor, después de hacer sus oraciones y oir un discurso del cardenal, consintieron a la unión, con la condición sin embargo, de que cuando a Dios le plugiese traerles la paz y liberarlos del peligro que los amenazaba, el decreto sería examinado por personas capaces y enmendado, si hubiese lugar. Después que convinieron que se celebrase en la iglesia mayor una misa común a los Italianos y a los Griegos, en la cual se haría mención del papa Nicolás y del patriarca Gregorio, que estaba entonces en el exilio: y fue escogido para esta ceremonia el 12 de diciembre del año 6961 (1452 de la era vulgar). Algunos se abstuvieron de recibir los dones consagrados, considerándolos como un sacrificio impuro, con motivo que era ofrecido en la solemnidad de la reunión. Pero el Cardenal, que exploraba todos los corazones y los designios de los Griegos, veía claras las astucias y los engaños de ellos; no menos, siendo de la misma nación, hacía esfuerzos, aunque demasiado débiles para procurar socorro en la ciudad. Respecto al Papa, lo que ha sucedido lo justifica bastante; el remanente fue atribuido a la voluntad de Dios, que dispone todas las cosas para el mayor bien. Pero el pueblo […] no hacía caso alguno de todo lo que estaba haciéndose. Aquellos mismos que habían consentido a la unión decían a los cismáticos: “Esperad que veamos si Dios destruirá este gran dragón que quiere engullir nuestra ciudad, y entonces veréis si estamos unidos con los acimitas”».
    
«Así hablando –observa Miguel Ducas– estos miserables no recordaban los tantos juramentos hechos por la paz y la concordia de los cristianos y de las iglesias, en el concilio de Lión bajo el primero de los Paleólogos, y en el concilio de Florencia bajo el último de ellos, y de fresco en medio en la santa liturgia; ellos no pensaban que los juramentos tantas veces repetidos (y tantas veces violados), traen consigo excomuniones terribles en nombre de la Trinidad Santa, su memoria y la de su ciudad será en breve borrada de la tierra. ¡Miserables que sois! ¿Por qué meditais vanos proyectos en vuestros corazones? He aquí que vuestros sacerdotes, vuestros clérigos, vuestros monjes, vuestras religiosas que no han querido recibir el Cuerpo y la Sangre del Salvador de manos de los sacerdotes griegos celebrantes bajo el rito de la Iglesia Oriental, so pretexto que sus sacrificios eran profanados y no más cristianos, al punto de llamar a sus iglesias altares paganos; he aquí que mañana serán entregados en manos de los bárbaros, porque están contaminados y profanados ellos mismos en su cuerpo y en su alma […]».
   
Aquí el griego Miguel Ducas nos hace conocer las disposiciones de los Griegos de Constantinopla en torno a la reunión con la Iglesia Romana, mientras Mehmed II se aparejaba para tomar la ciudad y arruinar su imperio. Para encontrar algún ejemplo similar, se quiere resaltar el asedio de Jerusalén hecho en tiempo de Vespasiano y a aquel realizado por Nabucodonosor. En el uno, los hebreos rechazaron las advertencias de Jeremías; en el otro las advertencias de Cristo mismo, para seguir las señales de su propio corazón y las visiones de sus falsos profetas. En Constantinopla se rechazan las advertencias del vicario de Jesucristo, se rechaza su paz para escuchar a los visionarios. En los primeros meses de 1453, los turcos se apoderan de diversas plazas en torno a Constantinopla; eran los preludios de su final desolación. «En medio de esta especie de escaramuzas –dice Miguel Ducas– se ve insensiblemente llegar la primavera y la cuaresma, pero no se ve el final de las controversias de la Iglesia […]».
   
Finalmente, en los primeros días de abril de 1453, Mehmed II aparece ante Constantinopla con un ejército de trescientos mil hombres, seguido por una flota de cuatrocientas naves. Constantino Dragases no tenía más que una guarnición de ocho a nueve mil combatientes, con dos mil genoveses capitaneados por el prode Juan Giustiniani Longo. La población de la ciudad, en vez de unirse contra el enemigo de fuera, se dividía de sí misma, como del centro de la unidad católica.
   
[…] Genadio enseñaba y escribía continuamente contra la unión y hacía silogismos contra el doctísimo y santo Tomás de Aquino y contra Demetrio Cidonio, a quien acusaba de estar en el error. Él tenía como compañero y aprobador al primero del senado, el megaduque [Lucas Notaras, N. del R.], el cual llevó su impudicia a tal punto contra los Latinos o más que todo contra la ciudad, que dijo cuando apareció el numeroso y formidable ejército de los turcos: “Prefiero más ver en medio de la ciudad el turbante de los Turcos que la tiara de los latinos”.
   
[…] Después de varios combates, en los cuales los Turcos no siempre salían vencedores, Mehmed anunció un asalto general para el 27 de mayo, encendiendo hogueras por todo su campo. El emperador Constantino Dragases, después de haber reunido a sus pocas gentes, entra por la última vez en Santa Sofía, donde recibe la última comunión, luego entra por última vez a su palacio, saluda por última vez a su familia, pide perdón a todos, y posteriormente corre sobre los muros para sostener su última batalla. El asalto comenzó en la noche y duró sin pausa hasta que aclaró el día: entonces Mehmed combatió un poco flacamente hasta las nueve horas. Al caer el sol, el asalto comienza otra vez con nuevo ensañamiento. Los asediados hacen una valerosa defensa: los Turcos en varios lugares vuelven las espaldas, pero retornan siempre más numerosos. Finalmente el genovés Giustiniani, principal esperanza de los Griegos, recibe una herida grave y se retrae. El emperador continúa combatiendo; pero los Turcos penetran por una puerta vecina y lo rodean por la espalda. El megaduque Notaras abandona su puesto y se retira en su propia casa. Asaltado así por todas partes, Constantino Dragases exclama: “¿No habrá cristiano alguno que quiera levantarme la cabeza?”. Apenas pronunciadas estas palabras, un Turco le da un golpe en el rostro, y otro turco, con otro mandoble lo arroja muerto a tierra, no sabiendo que fuese el emperador. Los Turcos entraron así en Constantinopla una hora después de la medianoche del 29 de mayo de 1453.
   
[…] «Miserables griegos –agrega el griego Miguel Ducas– […] si en medio de tantos desastres que os rodean, descendiese del cielo un ángel y os dijese: “¡Consentid en la unión de la Iglesia, y yo reduciré a exterminio a vuestros enemigos!”, ¿vosotros rehusaríais sus ofertas o las aceptaríais de buena fe? Aquellos que decían, pocos días ha, que era mejor caer en las manos de los Turcos que en las de los Latinos saben bien que lo que digo es verdad». Y las circunstancias referidas por Miguel Ducas y las reflexiones con las cuales las acompaña son infinitamente notables.
   
[…] He aquí de cuál modo se cumplieron las predicciones del papa Nicolás V sobre los Griegos obstinados en el cisma. Pero, como los reprobaba casi desde entonces su patriarca Gregorio o Genadio, ellos no prestaron mente. Y hoy día, después de cuatro siglos de humillaciones y de penas, los Griegos no ponen mayor atención. Este pueblo, como el hebreo, tiene ojos para no ver, orejas para no escuchar, tienen una memoria que no les recuerda nada y una inteligencia para no comprender la lección formidable que Dios les inflige por casi cuatro siglos a causa de su obstinación en el cisma, en la rebelión contra el vicario de Cristo y en la antipatía contra los Cristianos de Occidente. Después de castigarlos por cuatro siglos bajo la dura señoría de los sectarios de Mahoma, la providencia suscita entre los Griegos un reino libre, y eso por la generosa conmiseración de los Occidentales. Era razonable creer que si no fuese por el reconocimiento y el ajuste político, cesaría la antigua antipatía contra los Cristianos de Occidente; pero no fue nada. Corriendo el año 1844, los diputados de la Grecia libre extienden una constitución política del reino. Y una de sus primeras preocupaciones es la de decretar que el reino griego pertenece a la religión y a la iglesia ortodoxa oriental, y que no está permitido intentar que un griego abraze la religión y la iglesia ortodoxa occidental; o más claramente, que los griegos pertenecen al cisma moscovita, y que no está permitido reconducirlos a la unidad católica de la Iglesia Romana. Él está siempre como en la toma de Constantinopla; ¡mejor la cimitarra de Mahoma o el knut del zar que el bastón pastoral de San Pedro!
   
P. RENÉ FRANÇOIS ROHRBACHER, Storia universale della chiesa cattolica dal principio del mondo sino ai di’nostri-Historia universal de la Iglesia Católica desde el principio del mundo hasta nuestros días, Vol. XI, Turín, 1861, págs. 583-605.

jueves, 28 de mayo de 2020

EXPULSAN A ENZO BIANCHI DE SU COMUNIDAD ECUMENISTA

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   
Francisco Bergoglio removió a Enzo Bianchi, de 77 años de edad y considerado por muchos como “el cardenal laico”, de su comunidad ecuménica en Bose, un semillero del modernismo en Italia.
  
Francisco Bergoglio recibiendo a Enzo Bianchi el 12 de enero de 2019.
   
La decisión se tomó después de las tensiones que surgieron entre Bianchi, quien se había retirado como superior en enero de 2017, y el nuevo superior Luciano Manicardi, por las cuales se ordenó una inspección realizada entre el 6 de diciembre de 2019 y el 6 de enero de 2020 por el abad benedictino Guillermo León Arboleda Tamayo, el padre Amedeo Cencini, consultor de la Congregación para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y la abadesa trapense Anne-Emmanuelle Devêche de Blauvac.
   
Un decreto del 13 de mayo firmado por el secretario de Estado, Pietro Parolin, y explícitamente confirmado por Francisco, también expulsa del grupo a Goffredo Boselli (responssble de la liturgia), Lino Breda (secretario general) y Antonella Casiraghi (responsable general de las hermanas de Bose).
   
Hoy la comunidad está compuesta por alrededor de noventa hermanos y hermanas, de seis nacionalidades, casi todas ellas personas laicas. Bianchi fue hasta ahora un seguidor incondicional de Francisco Bergoglio.
  
COMENTARIO: Leyendo el comunicado de prensa de la Comunidad “monástica” de Bose, titulado “Esperanza en la prueba”, cuyo tenor literal dice:
«Como lo anunciamos en su momento, a raíz de las graves preocupaciones que han llegado de diferentes partes de la Santa Sede, que indicaban una situación tensa y problemática en nuestra Comunidad en relación con el ejercicio de la autoridad del fundador, la gestión del gobierno y el clima fraterno, el Santo Padre Francisco ha dispuesto una Visita Apostólica, confiada al Rev. P. Abad Guillermo León Arboleda Tamayo, OSB, al Rev. P. Amedeo Cencini, FDCC y a la Rev. M. Anne-Emmanuelle Devéche, OCSO, Abadesa de Blauvac.
   
Teniendo en cuenta la importancia eclesial y ecuménica de la Comunidad de Bose, tanto a nivel nacional como internacional, y la importancia de que esta siga desempeñando el papel que se le reconoce, superando graves dificultades y malentendidos que podrían debilitarla o incluso anularla, con la Visita Apostólica el Santo Padre se propuso ofrecer a la misma Comunidad una ayuda en forma de un tiempo de escucha por parte de algunas personas de probada confianza y sabiduría.
  
La Visita Apostólica tuvo lugar del 6 de diciembre de 2019 al 6 de enero de 2020 y, los Visitadores presentaron a la Santa Sede su informe, elaborado sobre la base de la contribución de los testimonios libremente dados por cada miembro de la Comunidad. Después de un prolongado y cuidadoso discernimiento y oración la Santa Sede ha llegado a conclusiones en forma de un decreto singular del 13 de mayo de 2020, firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad y aprobado en forma específica por el Papa que fueron comunicadas a los interesados hace algunos días por el Rev. P. Amedeo Cencini, nombrado Delegado Pontificio ad nutum Sanctæ Sedis, con plenos poderes, acompañado por S. E. Mons. José Rodriguez Carballo, OFM, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y por S. E. Mons. Marco Arnolfo, Arzobispo Metropolitano de Vercelli.
   
Tal comunicación tuvo lugar con el mayor respeto posible al derecho a la confidencialidad de los interesados. Sin embargo, a partir de la notificación del decreto, el rechazo anunciado de las medidas por parte de algunos de los destinatarios ha provocado una situación de mayor confusión e incomodidad, por lo que se considera necesario precisar que las providencias anteriores conciernen al Hno. Enzo Bianchi, al Hno. Goffredo Boselli, al Hno. Lino Breda y a la Hna. Antonella Casiraghi, los cuales deberán separarse de la Comunidad Monástica de Bose y trasladarse a otro lugar, renunciando a todos los cargos que ocupan actualmente.
   
Además, con carta del Secretario de Estado al Prior y a la Comunidad, la Santa Sede ha trazado un camino de futuro y esperanza, indicando las líneas principales de un proceso de renovación, que confiamos dará un nuevo impulso a nuestra vida monástica y ecuménica.
   
En este tiempo que nos prepara para Pentecostés invocamos una renovada efusión del Espíritu sobre cada corazón, para que doble lo que es rígido, caliente lo está helado, levante lo que está desviado y ayude a todos a hacer prevalecer la caridad que nunca viene a menos».
Cabe preguntarse:
  • ¿Cómo las presuntas escaramuzas causadas por Bianchi, Bozelli, Breda y Casiraghi contra Manicardi «podrían debilitar e incluso anular» la «importancia eclesial y ecuménica» de Bose?
  • Enzo Bianchi renunció al “Priorato” el 26 de diciembre de 2016, haciendo efecto en enero de 2017, ¿entonces cómo se llegó en dos años a la Visita Apostólica, y en tres años y medio a extrañarlo de su comunidad?
  • Vista la autoproclamada «importancia eclesial y ecuménica de la Comunidad de Bose», ¿en qué consisten las «graves dificultades y malentendidos» de los que hablan?
  • ¿De qué depende el «el rechazo anunciado de las medidas por parte de algunos de los destinatarios», al punto para determinar «una situación de mayor confusión e incomodidad»?
Preguntas legítimas porque emergen no de cotilleos, sino del comunicado oficial, que fue contestado por Enzo Bianchi con una nota de prensa:
«Yo, fray Enzo Bianchi, el fundador, sor Antonella Casiraghi, responsable general de las hermanas, fray Lino Breda, secretario de la comunidad, y fray Goffredo Boselli, responsable de la liturgia, hemos sido invitados a dejar temporaneamente la comunidad y a ir a vivir a otra parte.
   
La visita apostólica conducida por tres visitadores ha llegado en los días pasados a su fin y a sus conclusiones. En vano hemos pedido a quien nos ha dado el decreto que se nos permita conocer las pruebas de nuestras faltas y podernos defender de las falsas acusaciones.
   
En estos dos últimos años, durante los cuales voluntariamente estuve más ausente que presente en la comunidad, sobre todo viviendo en mi eremitorio, he sufrido el no poder dar mi legítima contribución como fundador. En cuanto fundador, hace más de dos años que presenté libremente mi dimisión como prior, pero comprendo que mi presencia pueda ser un problema. Pero nunca he contestado con palabras y hechos la autoridad del legítimo prior Luciano Manicardi, mi estrecho colaborador por más de veinte años, como maestro de novicios y viceprior de la comunidad, que ha compartido conmigo en plena comunión decisiones y responsabilidades.
  
En esta situación, muy dolorosa para mí y para todos, pido que la Santa Sede nos ayude y, si hemos hecho algo que contrasta la comunión, que nos venga dicho. Por parte nuestra, en el arrepentimiento estamos dispuestos a pedir y a dar misericordia. En el sufrimiento y en la prueba habíamos además pedido y pedíamos que la comunidad sea ayudada en un camino de reconciliación.
   
En la tristeza más profunda, siempre obediente, en la justicia y en la verdad, en la voluntad del Papa Francisco, por el cual nutro amor y devoción filial, agradezco de todo corazón a los tantos hermanos y hermanas de Bose que en estas horas de grande dolor me sostienen y las tantas personas que nos han expresado su cercanía humana y su afecto sincero».
  
Finalmente, todo se reduce a bagatelas y peleas intestinas nacidas precisamente del modernismo y el ecumenismo condenados por la Iglesia Católica de siempre, pero acogidos por el Conciliábulo Deuterovaticano y que Bergoglio está llevando a niveles inauditos. Pero bueno, esto significa un “fresquito” para la corriente tradicionalista y/o neoconservadora del Novus Ordo, que ha recibido la “misericordina” particularmente en los Franciscanos de la Inmaculada, el Instituto del Verbo Encarnado, Família Christi, Soberana Orden de Malta, Heraldos del Evangelio (“Caballeros de la Virgen”) y tantos otros.

CATÓLICOS: ¡ABANDONAD VUESTRAS CASAS, SALID A LA CALLE, PERDED EL MIEDO!

Reflexión de Eulogio López para HISPANIDAD.
  
En la Nueva normalidad post-coronavirus da la impresión de que muchos católicos han olvidado cómo tratar a Dios: no saben amar.
  
No es un ningún secreto que la solidaridad es una degeneración del amor. El amor es recio, exige coraje porque exige la entrega de uno mismo, mientras la solidaridad no deja de ser un sucedáneo cursi de la donación, heredera directa del “le acompaño en lo sentimiento”, de funerales y exequias, que no sirve de nada y acompaña poco.
  
Lo progre es hoy la solidaridad y aún más la fraternidad un invento masónico que olvida la verdad palmaria de que no hay hermano sin padre.
  
Y el amor más recio de todos es el amor del cristiano a Cristo. Ahí no valen horteradas ni cursilerías. Ahora bien me temo que los hombres en esta etapa postcoronavirus, donde hemos querido afrontar la muerte sin fe, por tanto sin esperanza, nos hayamos vuelto aún más progres y aún más cursis. En otras palabras, temo que muchos hayan olvidado cómo tratar a Dios.
   
Así que tras el Covid-19, bueno será recomenzar de nuevo. Católicos: ¡Abandonad vuestras casas, salid a la calle, perded el miedo!
   
Porque el peligro es que nos hayamos vuelto progres… ergo cursis.
    

PASÓ LA SEMANA, VENDRÁ EL “AÑO Laudato sii”

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
  
CON SU FORJADO “AÑO Laudato sii” Y LAS  “LITURGIAS ECOLÓGICAS”, FRANCISCO BERGOGLIO PROMUEVE ABIERTAMENTE EL PAGANISMO, NO LA RELIGIÓN
  
La tochada de Francisco Bergoglio Laudato si’, presentada como una Carta Encíclica Novus Ordo, no tiene nada que ver con la Religión, menos con la Religión Católica.
Ahora él ha lanzado un plan septenal para forzar a sus decadentes diócesis, órdenes y escuelas conciliares a ajustarse, como se juzga con sus “parámetros” dictados, completamente con una “Liturgia ecológica”.
   
Claramente Francisco Bergoglio ya no dirige una organización religiosa, sino una organización política secular con una apariencia pseudocatólica para engañar a sus feligreses. Francisco Bergoglio está muy orgulloso de Laudato si’: De Commúni Domo Colénda, una tochada política izquierdista que él presentara como Carta Encíclica novusordiana el 24 de Mayo de 2015. Esta no tiene nada que ver con cualquier religión, menos con la Religión Católica. En cambio, Bergoglio el político secular izquierdista ataca en 246 párrafos en latín con 172 notas al pie contra los consumidores y desarrolladores de tierra, abrazando al mismo tiempo al Dios del Ambientalismo y del Calentamiento Global. Bergoglio incluso concluye su ladrillo con dos mediocres poemas latinos de su propia composición.
  
El 17 de Mayo de 2020, Bergoglio anunció una semana Laudato si’ como campaña contra los combustibles orgánicos (basados en carbono) y por la “sostenibilidad”, esa palabra tan mezclada que tanto aman los radicales. Él está forzando a sus decadentes diócesis, órdenes y escuelas deuterovaticanas a convertirse, no a Nuestro Señor Jesucristo, sino a «un viaje de siete años hacia la conversión ecológica y la sostenibilidad total». Inclusive, Bergoglio ha dictado, junto con burócratas de las Naciones Unidas, parámetros contra los cuales serán juzgados sus secuaces. Él dedicaría tal frenesí para lavar a su clero pedófilo que aún domina su iglesia, y limpiar a los mafiosos y lavadores de dinero de sus instituciones financieras. [Parte de la información para este Comentario proviene de National Catholic Register]
   
Verdaderos Católicos, si no pensábais que la Nueva Misa era lo suficientemente loca, ahora Bergoglio está comisionando “Liturgias ecológicas”, tal vez incluyendo la estatua de la diosa Pachamama que instaló en la Basílica de San Pedro. Él también planea construir una Capilla viviente Laudato si’ en la cual simular estas “Liturgias ecológicas” construida con metal descartado de los vehículos y barriles de petróleo. Verdaderamente Bergoglio se volvió loco. Ahora su megalomanía narcisista no tiene conexión con la religión. Él está promoviendo abiertamente el paganismo, y sus adoradores están despistados ante el hecho que está desviando sus donaciones a la caridad para construir su fantasmagoría.

ONCE REGLAS PARA DISCERNIR CUESTIONES MÍSTICAS

Antonio Vivarini, San Pedro Mártir exorciza al demonio enmascarado por una imagen sagrada, c. 1450.
  
El Padre Ludovic Marie Barrielle (1897-1983), otrora predicador de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey en Francia, y primer director espiritual del Seminario San Pío X de Ecône, donde predicaba los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, presenta estas reglas para discernir si en materia espiritual hay actuar de Dios o del demonio.
  1. Cuando la persona que recibe las revelaciones prueba, tanto en el período de los favores como después, el desprecio de sí misma y el conocimiento de sus propias culpas; cuando se reconoce más débil y miserable que los demás, esto significa que la revelación procede de Dios.
       
    Este signo está siempre presente en los siervos del Señor, mientras que falta en los mistificadores engañados por el demonio. Por una parte humildad y amor, por la otra orgullo y turbamiento. Ver a la Virgen y Santa Isabel (la Anunciación y la Visitación).
  2. Si la persona, una vez recibida la revelación, es llevada al recogimiento y al desprendimiento de todo; si huye del mundo, no le habla ni le estima, tiende a olvidarlo y a despreciarlo, esto es un signo evidente de la proveniencia divina de la revelación. Si en cambio suscita el espíritu de rebelión, el deseo de ser vista y admirada, de mostrar que se reciben favores de Dios, allí no hay sino el engaño.
       
    El amor, el espíritu de Dios y la humidad huuen todo esto y buscan el desprecio del mundo. «Mi secreto es para mí», decía el profeta Isaías.
  3. Observar si la persona es dedicada o no a la oración; si, en las relaciones con el prójimo, se nota un amor de Dios no sólo aparente. Quien persevera en la oración no será nunca engañado por el demonio que, al contrario, empuja a abandonar esta práctica.
  4. Observar si la persona se preocupa de consultar a cualquier experto en la materia, y sobre todo si no esconde nada al confesor. Si sigue sus consejos, es cierto que no estamos frente a un engaño: Dios no abandona a quien está animado por rectas intenciones. Abrirse es un acto de humildad. Al contrario, si rechaza hablar con los competentes que no están dispuestos a aprobar todo, y no se preocupa mucho de buscar la verdad, es de creer que hay una ilusión del demonio.
  5. Atenerse a la opinión de quien conoce hechos milagrosos y de los confesores con quienes acostumbramos abrir la conciencia. Cuando falta la experiencia, y los confesores consultados no están de acuerdo, no basta la ayuda de la sola teología.
  6. Observar si la persona enfrenta oposiciones y contradicciones, sin haber hecho nada para atraerlas. Si después las oposiciones vienen de personas buenas y llenas de celo, y a pesar de ello se mantiene en la paciencia, es signo que Dios vive y habita en su corazón. El demonio no puede engañarla. Ver el caso de Job…
  7. Otra prueba, que solo los confesores o directores espirituales pueden acertar, es la pureza de alma y la altura de la virtud. Esta prueba es segura y eficaz, porque Dios concede sus favores solo a las almas puras y libres de pecado. ¡Beáti mundo corde, «Bienaventurados los de puro corazón»!
  8. Observar el provecho obtenido por aquellos que mantienen estrechas relaciones con esta persona: de hecho, las gracias «gratis datæ» son concedidas para el bien del prójimo. Ver si estos tienen el espíritu de Dios o, al contrario, se resulta la independencia, el orgullo, la búsqueda de ganancias; en este caso la visione no viene de Dios, sino del demonio transformado en «ángel de luz».
  9. Considerar lo que es dicho y revelado. Si tiende a esconder alguna cosa, a huir o despreciar a las personas competentes tratándolas de ignorantes, si relata cosas inútiles o de escasa edificación, es precisamente un engaño del maligno. Pero si se abre con sencillez a aquellos que pueden entender o juzgar, si no esconde nada y todo lo que dice es prudente y conforme a la enseñanza de la Iglesia, es signo que viene del Cielo.
  10. Cuando, observando atentamente, se halla irreprensible su compañía y rica de profunda virtud su conversación, es una razón evidente que esto es verdad. Cuando todos, y especialmente los hombres de doctrina, aprueban a una persona, significa que los hechos que la rodean vienen de Dios.
  11. Darse cuenta del comportamiento del demonio con esta persona. Si le aprueba y manifiesta satisfacción, es mala señal; si la persigue, es buen signo. El demonio se muestra feroz con los buenos; en cambio se muestra calmo con los amigos por él engañados.

miércoles, 27 de mayo de 2020

DOS DE UNA IGLESIA FEMINISTA

«Las mujeres que la nueva liturgia induce a violar la prohibición paulina, siempre hablan en la iglesia con voz gangosa o chillona». (NICOLÁS GÓMEZ DÁVILA).
  
Fuertes palabras, pero que se ajustan a dos situaciones que se dan en Alemania y Francia, según veremos a continuación:
  
1º ALEMANIA: JORNADA DE MUJERES PREDICADORAS (Fuente: FRATERNIDAD SACERDOTAL SAN PÍO X - DISTRITO DE ITALIA).
 
   
El sábado 17 y el domingo 18 de Mayo, la Asociación de Mujeres Católicas Alemanas –Katholische Frauengemeinschaft Deutschlands (kfd)– lanzó su I Jornada nacional de predicación de la Iglesia Católica en Alemania, iniciativa nacida sobre el surco del progresista Camino Sinodal, consistente en doce prédicas impartidas por doce mujeres en otros tantos lugares distintos: Aquisgrán (Monika Heidenfels), Berlín (Angelika Plümpe), Colonia (Nawal Obst), Essen (Ulrike Fendrich), Magdeburgo (Rebekka Gewandt), Maguncia (Renate Flath), Múnich-Frisinga (Elisabeth Maria Rappl y Ulrike Göken-Huismann), Münster (Ute Albrecht), Osnabrück (Gisela Püttker), Paderborn (Mechthild Wohter) y Tréveris (Klara Johanns-Mahlert).
  
Algunas incluso han predicado durante una celebración eucarística, unsando como justificación el que supuestamente la exégesis moderna (particularmente la teóloga conciliar estadounidense Bernadette Joan Brooten) descubrió en 1978 que “Junia” (Ἰουνιᾶν) del que habla el Apóstol en su Carta a los Romanos, cap. XVI, 7 («Saludad a Andrónico y a Junia, mis parientes y comprisioneros, que son ilustres entre los apóstoles, y los cuales creyeron en Cristo antes que yo») era una mujer, concluyendo que al menos había una mujer apóstol…

La tradición ha sabido unánime que stricto sensu, el término Apóstol se aplica a cada uno de los Doce discípulos escogidos por Nuestro Señor, y apóstol, en sentido amplísimo, se da a las personas activas en la difusión del Evangelios. Es así que la tradición habla de Santa María Magdalena como “Apostolórum apóstola”, la que anunció a los Apóstoles la resurrección de Cristo. No por ello se debe colegir que hay bases para la fantasía moderna de querer buscar una apóstola.

No nos engañemos, la FKD reivindica la igualdad de género en la Iglesia, aunque eso signifique empadronarse, si es menester, y dicen: «Cuánto más rico sería nuestro anuncio si hombres y mujeres predicasen regularmente», basándose en que las Reglas del Servicio de predicación de los laicos, publicada en 1988 por la Conferencia de Obispos Católicos de Alemania, prevé que los laicos pueden predicar en el “servicio de la palabra”, aunque reserva la homilía al sacerdote o al diácono. Esto no impidió a algunas predicadoras hablar durante el servicio. Una de ellas dijo sin tapujos: «Estoy a favor de la definitiva abolición de la prohibición de predicar durante la Santa Misa para las personas no ordenadas. Excluye de hecho a las mujeres: falta pues algo en el cometido central de la predicación”, mientras que otra consideró la Jornada de mujeres predicadoras como una contribución al Synodale weg, porque la abolición de tal prohibición «sería un pequeño, pero importante paso, pues concierne a la necesaria renovación de la Iglesia».
  
El hecho que la disciplina eclesiástica se funde en la Revelación irreformable no hace ninguna mella en estas “viragos”, porque San Pablo dice claramente: «las mujeres callen en las asambleas, porque no les está permitido hablar» (1 Cor XIV, 34), pero para los modernistas la tradición es reformable (Evolucionismo dogmático). La pequeña bicicleta está lejos de frenar, sobre todo en sus cabezas.
  
2º FRANCIA: MUJER SE POSTULA COMO CANDIDATA A ARZOBISPO DE LYON (Elementos tomados de LA REPUBBLICA y RIFORMA).
  
 
La biblista Anne Soupa, de 73 años, es candidata al rol de obispo de Lyon, tras la renuncia del cardenal Philippe Barbarin luego de ser acusado de encubrir al presbítero abusador Bernard Preynat. Así informa La Croix en la edición digital del 25 de Mayo y profundiza Settimana News.

«Sé bien que esto no se hace, quisiera hacer posible imaginar que una mujer pueda ser arzobispo sin reducir la cuestión a un battuta di spirito», dice Soupa, fundadora en el 2008 del “Comité de la Falda”, que denuncia “la invisibilidad en que son tenidas las mujeres en la Iglesia”. «Algunos dirán que estoy loca para proponerme. De acuerdo, pero quisiera preguntarles, más allá de la primera reacción inmediata, qué piensan verdaderamente. Y que se pueda decir: ¿por qué no un laico/a a la cabeza de una diócesis?».
   
La teóloga ha concluido revelando que en los próximos días enviará al Nuncio Apostólico de París Luigi Ventura una profesión de fe, un programa para la Archidiócesis de Lyon, una biografía y un comunicado de prensa. La batalla de Soupa no se circunscribe al tema femenino, sino que se extiende también a la participación de los laicos, otro tema debatido por ejemplo en el reciente Sínodo amazónico, sin pasos sustanciales adelante. 
   
«En un momento en el cual la Iglesia atraviesa una crisis muy profunda, debemos probar a imaginar otro modelo».
  
Algo similar está sucediendo desde algunos años en Alemania, con el movimiento María 2.0, comprometido con sustancialmente las mismas pretensiones.