Páginas

lunes, 22 de junio de 2009

EL ECUMENISMO ES MUERTE DE LA IGLESIA

Entre herejes y cismáticos, Juan Pablo II abre el Jubileo del año 2000. El Catolicismo está en peligro por culpa de las naciones.

Si están indignados como yo por causa del mal llamado "diálogo interreligioso" que ha impulsado la Iglesia desde la nefasta influencia del conciliábulo Vaticano II, pero no tienen fundamentos claros y sólidos, les dirijo estas líneas cargadas de sabias razones para oponerse a la influencia de la religión falsa.

Desde el conciliábulo Vaticano II, la Iglesia Católica ha dado muerte y sepultura a las palabras de los Papas Pío X y Pío XII, que pregonaban que no se acepta la unión si los perjudicados son los valores fundamentales. Además, la Iglesia se arrodilló a la influencia de herejes (protestantes), cismáticos (ortodoxos) y a la sinagoga de Satanás (judíos).

La Misa del Nuevo Orden que elimina el concepto de la Misa como Sacrificio reemplazó el gran Sacrificio del Calvario que se renovaba cada día en la Misa Tridentina Latina tradicional. El altar se convirtió en una mesa parecido a los servicios religiosos protestantes, y el sacerdote estaba de pie con su espalda al Sacramento. Eso por influencia herética.

Además, se dieron cosas nefastas para la Iglesia Católica, como que el papa Juan Pablo II pidió perdón por lo que sufrieron los judíos a lo largo de su historia. Una franca muestra de debilidad y de rebelión contra Dios, porque los judíos fueron los que dieron muerte a Nuestro Señor Jesucristo y declararon "Su sangre caiga sobre nosotros y nuestros hijos". Por esta razón, todo lo que padecieron los judíos era un castigo merecido por su rebeldía y pecado, no crímenes de la Iglesia.

De ahí que pedir perdón por crímenes que uno no ha cometido es muestra de debilidad y de masoquismo.

También indigna que el Santo Sacrificio de la Misa Tridentina fuera remplazado por una imitación barata del culto protestante, y que el Altar haya desaparecido como tal.

Lo peor del cuento es que los judíos en el Talmud hablan mal de Nuestro Señor y de su Santísima Madre, porque dice ahí que Jesús era un hechicero y que su Madre cometió adulterio con un soldado romano. ¡¿No es eso reprochable?!

En conclusión, reitero que NO SE PUEDE tolerar a otro cuando hablan mal de uno y de lo que uno cree.

¡Católicos del mundo, únanse contra el demonio! ¡Muerte a la sinagoga de Satanás! ¡Que arda el Talmud en el infierno! ¡Cero tolerancia! ¡Muerte a la herejía! ¡Profanen la tumba de Lutero! ¡Dios lo quiere! ¡Viva el Papa!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.

Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.

+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)