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lunes, 21 de diciembre de 2009

SANTO TOMÁS APÓSTOL

Tú has creído porque me has visto, Tomás:
bienaventurados aquellos que sin haber visto han creído.
(Juan 20, 28)


La duda de Tomás


Santo Tomás, oscuro galileo, siguió a Jesús desde el primer año de su ministerio público; pero huyó en el momento de su Pasión. No quiso creer que Jesús hubiese resucitado antes de verlo con sus propios ojos. Así uno de los hombres que debían anunciar al Salvador al universo defeccionó primero y, enseguida, fue difícil de convencer: fue preciso que el Salvador le hiciese meter la mano en sus adorables llagas. Dice la Tradición que después se trasladó a la India a predicar el Evangelio y recibió allí la corona del martirio en edad muy avanzada.

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SANTO TOMÁS

I. Primero Santo Tomás fue incrédulo: no quiso prestar fe a la resurrección a no ser viendo con sus propios ojos al Salvador. “Bienaventurados, le dijo Jesucristo, aquellos que sin haber visto han creído”. ¿Soy yo uno de éstos? ¡Ah! si creyese firmemente que Jesús ha muerto por mí, que existe un infierno y un cielo, ¿acaso no viviría más santamente? ¡Desventurados aquellos que esperan los castigos de Dios para creer! (San Eusebio). 

II. La fe de este santo Apóstol se despertó una vez que Jesús le hubo hablado y que tocó sus sagradas llagas. También tú en estas fuentes del Salvador debes, alma mía, refugiarte para reanimar tu fe, fortificar tu esperanza y aumentar tu caridad. ¿Estoy yo enteramente convencido de que Jesús ha sufrido por mí en todo su cuerpo? Si lo creo, ¿cómo puedo amar los placeres, sabiendo que Jesús no amó sino los sufrimientos?

III. Santo Tomás probó su fe mediante sus buenas obras. Llevó el Evangelio a los países más lejanos y selló con su propia sangre la verdad de su enseñanza. En vano tus palabras dan fe de que crees en Jesucristo, si tus acciones desmienten a tu lenguaje. ¿Estás pronto a morir por confirmar tu fe? Tú, que pierdes el cielo y la gracia de Dios antes que privarte de un ligero placer, ¿eres cristiano? Si ni siquiera puedo en ti reconocer a un hombre razonable, ¿cómo habría de darte el nombre de cristiano? (San Juan Crisóstomo).

La fe.
Orad por la India.

ORACIÓN

Señor, concedednos la gracia de celebrar con gozo la fiesta de vuestro apóstol Santo Tomás, a fin de que su protección nos ayude e imitemos su fe con una piedad digna de ella. Por J. C. N. S. Amén

1 comentario:

  1. Tomás representa a todos los hombres: necesitamos ver las cosas para creerlas.
    Por cierto, ¡Feliz Navidad!.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)