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miércoles, 22 de enero de 2020

EMANUELE SEVERINO: LA MUERTE DE UN FILÓSOFO “ANTIMETAFÍSICO, ANTICRISTIANO, AMORAL Y ATEO” QUE ENSEÑÓ EN UNA UNIVERSIDAD “CATÓLICA”

Traducción del artículo publicado en RADIO SPADA.

Finis venit, venit finis (Ezequiel 2,7).
 

El 17 de enero falleció el filósofo italiano Emanuele Severino, a los 90 años de edad. Aunque era profesor de Filosofía en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, se mostró en su pensamiento grandemente lontano lejano de la doctrina de la Iglesia. Tal distancia fue oficialmente certificada y definida en 1969 por una declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe (pobre subrogado del más glorioso Santo Oficio) fundamentada sobre un estudio conducido por el filósofo y teólogo Cornelio Fabro, sacerdote estigmatino y tomista. Precisamente con una cortante cita de Fabro, tomada de L’alienazione dell’Occidente. Osservazioni sul pensiero di Emanuele Severino (Génova, 1981), libro que contiene tres artículos dirigidos a Severino en 1980 para responder a la demanda de éste de discutir filosóficamente el estudio presentado a la CDF, que el mismo Severino definió como «[la] comprensión más penetrante e più “concreta”» de su trabajo. Radio Spada, reitera también su fidelidad sustancial al tomismo más intransigente y riguroso (codificado por las 24 tesis neotomistas aprobadas por el Papa Benedicto XV), única verdadera balsa de salvamento de la filosofía perenne en el gran mar de la nada contemporáneo.
«Puedo repetir, a distancia de casi tres lustros y después de dopo casi redoblada producción severiniana que ha pasado desde la tibia producción milanesa encasa de la Universidad Católica a la explosión atea veneciana […], que el fondo de su pensamiento no ha cambiado porque el fundamento ha permanecido el mismo: antimetafísico bajo el aspecto teórico, anticristiano y amoral y ateo (como ya había indicado en 1969) bajo el aspecto ético-religioso. […] Una vez que se reconozca como se debe, y también Severino lo reconoce a su manera, la desviación existencialista en la cual es acanada no sólo la metafísica occidental sino también ma misma filosofía moderna de la inmanencia, la tarea del pensamiento en el futuro debe ser la de penetrar la exigencia auténtica de la proclamada inmanencia llevándola al problema esencial del pensamiento, que es la fundación del ente en el acto de ser (esse, actus esséndi) y de lo finito en en Infinito: aclarando así los principios de la «metafísica del acto», no como una figura cultural aislada, sino como la sustancia perenne del humano filosofar en que se desaparecen los defectos y las desviaciones de los sistemas».

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)