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viernes, 11 de febrero de 2022

CANTO “Ave María de Lourdes”



Del cielo ha bajado
La Madre de Dios,
Cantemos el AVE
A su Concepción.
Ave, ave, ave María (bis).
 
En Lourdes de Francia
Su trono fijó,
Y a Chile sus ojos
Propicios volvió.
Ave, ave, ave María (bis). 

Son siempre los niños
Imán de su amor,
Y allí a Bernardita
Su gloria mostró.
Ave, ave, ave María (bis). 
   
De luz rodeada
Y eterno esplendo,
La Reina del cielo
Así apareció.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Un traje vestía
De blanco color
Que al talle ajustaba
Azul ceñidor.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Por detrás, su cuerpo
Todo alrededor
Gracioso envolvía
Un largo mantón.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Sus pies virginales
Desnudos dejó,
Y en ellos dos rosas
De eterno candor.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Un largo rosario,
Que el cielo labró,
Sostiene en sus manos
Más puras que el sol.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Su rara hermosura
Profunda emoción,
Causó en Bernardita
Que absorta quedó.
Ave, ave, ave María (bis).
 
La Virgen entonces
Afable sonrió,
E infunde a la niña
Aliento y valor.
Ave, ave, ave María (bis).
 
La niña exclamó:
“¡Oh hermosa Señora!
¿Qué objeto os trae?
Decídmelo Vos”.
Ave, ave, ave María (bis).
 
“Vendrás quince días
Te pido en favor,
Y yo te prometo
La eterna mansión”.
Ave, ave, ave María (bis).
 
En esta quincena
La amable Visión
Descubre a la niña
Misterios de Amor.
Ave, ave, ave María (bis).
 
“Yo quiero, le dice,
Por siempre desde hoy
Hacer de esta Gruta
Lugar de oración.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Yo quiero que un Templo
Se eleve en mi honor,
Y vengan mis hijos
Aquí en procesión.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Quiero penitencia
Y ardiente oración, 
Por los desgraciados
Que ofenden a Dios.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Y en prenda, hija mía,
De mi protección,
Ve y bebe de la fuente
Porque ella es mi don”.
Ave, ave, ave María (bis).
 
La niña al arroyo
Los ojos volvió,
Pues no hay fuente alguna
En su rededor.
Ave, ave, ave María (bis).
 
“No, insiste la Virgen:
No, al arroyo no;
Aquí, aquí mismo”,
Y el sitio indicó.
Ave, ave, ave María (bis).
 
La niña obediente
La tierra escarbó,
Y en la tierra seca
La fuente brotó.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Sus aguas benditas
Medicina son
Que al cuerpo y al alma
Dan la curación.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Allí los enfermos
Encuentran vigor;
Allí luz y vida
Halla el pecador.
Ave, ave, ave María (bis).
 
“No ocultes tu nombre,
Celeste Visión”,
La niña replica,
“Decidme, ¿quién sois?”.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Por una y dos veces
La Virgen sonrió,
Y al fin la tercera
Así contestó:
Ave, ave, ave María (bis).
 
“Yo soy la hermosura
Que a Dios cautivó:
Yo soy toda pura
En mi Concepción”.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Dijo... y del Empíreo
El vuelo tomó
La Reina del Cielo,
La Madre de Dios.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Entonces la Iglesia
Tomó posesión
De aquellas montañas
Y el Templo elevó.
Ave, ave, ave María (bis).
 
Y allá el mundo entero
Corre en procesión,
Y canta el Ave
A su Concepción.
Ave, ave, ave María (bis). 

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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)