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jueves, 14 de octubre de 2021

ORDENACIONES CLANDESTINAS, PUNIBLES “Secúndum quid”


Peter Kwasniewski, escritor neoconservador, publicó en OnePeterFive que en plena “Ostpolitik” de Agostino Casaroli Parelli, el entonces cardenal Karol Wojtyła y su obispo auxiliar Julian Jan Groblicki ordenaron clandestinamente sacerdotes para Checoslovaquia, cuando el Vaticano había prohibido a los obispos de ese país conferir las órdenes sagradas, congraciándose con el régimen comunista.
   
Wojtyła no solo ordenaba en su capilla privada del arzobispado de Cracovia sacerdotes para Checoslovaquia, sino también para las vecinas Ucrania, Lituania y Bielorrusia, países que en ese entonces bajo el yugo de la Unión Soviética y que tenían cerrados sus seminarios. La naturaleza de la operación (no así los detalles) era conocida al arzobispo de Gniezno‐Varsovia Stefan Wyszyński.
   
Asimismo, reseñó que el 2 de Abril de 1977 el cardenal Jósyf Slipyj Dychkovski (en curso de “canonización”), jerarca de la Iglesia Grecocatólica Ucraniana, temiendo que esta se extinguiese por falta de obispos (él tenía más de 80 años), y ante las dilaciones de Pablo VI Montini, con la asistencia de los exarcas apostólicos Iván Prasko e Isidore Borecky, consagró obispos a Iván Choma, Stepán Czmil Szydlowski SDB (también en proceso de “canonización”) y Lubomyr Husar Demchuk MSU en la capilla del Palacio Apostólico de Castelgandolfo sin mandato de Roma, bajo el estado de necesidad. Montini supo de este acto con ínfulas patriarcales, pero no le sancionó canónicamente (entonces, el Código Pío-Benedictino en su canon 2370 sancionaba las consagraciones episcopales sin mandato con suspensión ipso jure) a pesar de las molestias de la Curia Romana (Slipyj decía que en Roma –donde fue exiliado desde 1963, por gestiones realizadas por el Vaticano y los Estados Unidos– lo trataron peor que en los gulags donde estuvo prisionero).
   
Lo paradójico es que años después, el mismo Wojtyła (devenido Juan Pablo II) aplicó a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre las mismas maniobras dilatorias de Montini para nombrar obispos, y cuando este hizo las consagraciones de Écône, los “excomulgó” a él y a los cuatro obispos que consagró, cuando las circunstancias de peligro eran EXACTAMENTE LAS MISMAS, si no peores, porque Lefebvre estaba lidiando con la “Ostpolitik con Modernidad” que Wojtyła encarnaba. Y Wojtyła nombró en 1996 (cuando él se enteró de las consagraciones clandestinas de Slipyj) a Ivan Choma como obispo titular de Patara y procurador del jefe de la Iglesia Grecocatólica Ucraniana ante la Santa Sede, y a Lubomyr Husar lo nombró arzobispo mayor de Leópolis y cardenal-presbítero de Santa Sofía en la Vía Boccea en 2001.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)