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viernes, 25 de marzo de 2022

DIECIOCHO DÍAS A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

Ejercicio dispuesto por la Bienaventurada Sor María Encarnación Rosal, y publicado en San Juan de Pasto (Colombia), con aprobación de Mons. José de Jesús Pimiento Rodríguez, Obispo titular de Apolonis y Vicario General del Obispado de San Juan de Pasto, de fecha 17 de Mayo de 1958.
  
PRÓLOGO  
Este piadoso ejercicio, cuyas sencillas páginas envuelven en si todo un poema de amor y de ternura a María Inmaculada, fue compuesto por la Venerable Madre Encarnación, reformadora de la Congregación de Religiosas Bethlemitas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, muerta en olor de santidad en Tulcán, Ecuador, el 24 de agosto de 1886. El cuerpo de la Madre se conserva incorrupto en la ciudad de Pasto, Colombia, en la capilla del colegio que allí tiene la Congregación.

Suplicamos a la Santísima Virgen de Lourdes, nos conceda ver bien pronto elevada al honor de los altares a la Madre Encarnación, que con tanto amor compuso y practicó este hermoso ejercicio de los dieciocho días.
   
DIECIOCHO DIAS EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
   
  
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh Dios misericordioso y Padre Clementísimo, que lleno de piedad para con tus criaturas, les das por medio de tu Inmaculada Madre, la siempre Virgen María, el remedio a sus males y miserias, pues en este siglo de errores y de males, aparece como arco iris de clemencia para consolar con su presencia a los que gime bajo el peso de las penalidades que los oprimen: no te acuerdes ya de nuestras ingratitudes y por tu amantísima Madre, levanta el peso de tu justicia que enormemente hemos provocado con nuestros pecados, humildemente pedimos perdón, poniendo por intercesora a la Santísima Virgen, y proponiendo con tu divina gracia no pecar más, no nos castigues Señor, retirando de nuestros pueblos y lugares la luz de la fe. ¡Ah no, Padre de bondad, la muerte primero que perderte! Enciende en nuestros corazones la llama de la caridad, para que, amándote con verdad, te sirvamos como hijos agradecidos y gocemos de ti por toda la eternidad. Amén.
   
Se rezan tres Aves Marías.
  
DÍA PRIMERO
ORACIÓN
Milagrosísima Virgen María, Inmaculada Madre de Dios, que, en medio de una luz deslumbradora y esplendorosa como el sol, pero dulce y apacible, te apareciste con tu hermoso y blanco velo, con un semblante de inefable hermosura, paz y bondad, con que manifestabas la misericordia que ibas a derramar sobre tus pobrecitos hijos, los delincuentes pecadores. ¡Oh Señora, tu presencia encantó el corazón de la dichosa Bernardita, y la llenó de fé, fortaleza y esperanza, llena pues, nuestras almas de estas tres virtudes, para defendernos de los enemigos visibles e invisibles, que por todas partes nos cercan, a fin de que, libres de ellos y limpios de pecado, te alabemos sin cesar por toda la eternidad! Amén. – Se hace la petición.
  
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Virgen Inmaculada, Madre de Gracia, salud de los enfermos, refugio de los pecadores y consuelo de los afligidos! Tú conoces nuestras necesidades, penas y sufrimientos: dígnate pues, mirarnos con ojos de misericordia. Al aparecer en la gruta de Lourdes, quisiste convertirla en lugar privilegiado en donde pudieses dispensarnos gracias celestiales y ya muchos desgraciados han encontrado allí el remedio del cuerpo y del alma. Así, nosotros venimos llenos de confianza a implorar tu maternal bondad. Escucha ¡Oh tierna María! Nuestra humilde plegaria, para que con tus bendiciones podamos imitar tus virtudes, a fin de participar un día de tu santa gloria. Amén.
      
JACULATORIA: Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros y despacha nuestras peticiones.
  
℣. Cuando en las breñas de Lourdes
Apareces toda hermosa,
Con blanquísimo vestido
Y en tus plantas frescas rosas,
Se enajena Bernardita,
Y en tu presencia se goza.
℟. Fija en nosotros tus ojos
Que te aclamamos piadosa.
  
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

DÍA SEGUNDO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Fresco ciprés del Monte Sión, donde se refugian las sencillas aves, que persigue el infernal milano ¡Oh María Inmaculada! Con tu fortaleza invencible, retira los grandes males y peligros que nos cercan, haz que el mundo y el infierno sientan el poder que Dios te comunicó en tu Inmaculada Concepción, para que, a tu voz majestuosa, florezca la paz y la iglesia triunfe de sus enemigos. Amén.
   
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA TERCERO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Inmaculada Reina de los Ángeles y Madre tiernísima de los pecadores ¿a quién recurriremos en nuestras necesidades sino a Ti, Virgen Clemente, que con ese corazón lleno de misericordia nos has llamado aun cuando nos hacíamos sordos tu dulcísima voz? Ahora, cuando conocemos el errado camino que llevamos, volvemos a Ti pidiendo tu protección, no nos castigues dilatando tu mirada de paz que da vida y alieno al pobre pecador, pues con ella nos reconcilias con Dios, nuestro Padre, porque tus ojos deshacen el enojo del Señor. Amén.
   
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA CUARTO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Oh Purísima Virgen de Lourdes, aurora hermosa que destierras las sombras del pecado, pues tu devoción es ya un anuncio del día claro de la gracia, porque Cristo, el Sol de Justicia, se apresura por tu intercesión a socorrer a tus devotos, dándoles luz para que salgan del oscuro abismo a donde los había conducido el error y la mentira. Fortalece, dulce Madre, nuestras almas, para que no nos apartemos jamás de tu devoción. Amén.
      
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA QUINTO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Nuestra Señora de Lourdes, que, en tiempo más necesitado, cuando la Francia Católica gemía al ver los errores de la impiedad, haciendo estragos en su reino, te apareciste como nave a los náufragos, dando voces, convidando a la salvación al que quisiera salvarse, y ofreciéndole refugio. ¿Quién no se arrojará a ti, confiado y seguro de tu clemencia? Danos la mano de tu protección para salir del lago inmundo del pecado y seguir la senda de la justicia. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA SEXTO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Tiernísima y Piadosa Madre de los infelices desterrados, bien conoces nuestras necesidades, parece que como mar nos rodea la amargura, más tu Señora, eres el mar de gracia, tu dulzura deshace las amargas aguas de los trabajos y desconsuelos en que nos vemos sumergidos, ya otras veces con tu poderoso brazo, de ellas has sacado a tus hijos cuando aún no conocían tu bella devoción. Y ahora, cuando invocamos sin cesar tu dulce nombre ¡Oh María Inmaculada! Nuestra alma se llena de esperanza, pues no hay quien a ti acuda que no salga consolado. Remedia nuestras penas, Madre bondadosa, si es la voluntad de tu Santísimo Hijo, que es la única que deseamos se cumpla en nosotros. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA SÉPTIMO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Dulcísima Virgen María, tan hermosa como santa, quien podrá encomiar tu belleza, cuando los ángeles, pasmados de asombro, dicen al ver tu hermosura: ¿Quién es esta que sube del desierto? Y el mismo Dios, complacido te dice: “Toda hermosa eres y mácula no hay en Ti” Vuelve, hermosísima María Inmaculada, ese tu semblante amable, y al ver en él un reflejo del cielo, nuestras almas serán colmadas de alegría. ¿Qué trabajos habrá que no la suframos por ti? Dichosos de nosotros si tuviéramos la felicidad de servirte y amarte. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA OCTAVO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Quien pudiera, oh bondadosa Madre, publicar tus maravillas, y hacer que todo el mundo te conociera, te amara y te sirviera como lo hacen los ángeles que te bendicen constantemente, porque eres su Reina, porque eres la Madre de Dios! Y nosotros tus hijos ¿Qué hacemos? ¿solo el hombre se ha de mostrar indiferente? ¡Ah desgracia inmensa la que nos ha traído el pecado! Pero tú, Reina y Madre nuestra, puedes romper la cadena que nos detiene el paso para recorrer en tu seguimiento: rómpela Señora, y correremos en pos de tus aromas. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA NOVENO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¿Qué afligido hubo jamás que en ti no hallara consuelo y misericordia? Madre de los desamparados y afligidos, míranos en la lucha de tantas pasiones, y tu vista sosegará nuestras almas, acuérdate que con tu hermosa plata quebrantaste la cerviz soberbia del infernal dragón, de tu vista huya y quedaremos en paz, favorecidos con la luz de tus ojos, viviremos seguros bajo tu manto. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DÉCIMO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Madre del amor hermosos y de la santa esperanza! Quien en ti espera, vive tranquilo, porque solo tu Señora, después de Dios, sosiegas las tormentas y tribulaciones de este destierro. Da fuerzas y aliento a nuestros corazones atribulados por los males que amenazan a la Iglesia, mira a tus hijos cercados por el león rugiente que procura devorarlos, no permitáis Señora, que este maligno espíritu se apodere de sus almas. Manda, como Soberana, que se retire de los pueblos y familias, para que así te alabemos y demos gracias a tu poder Inmaculado. Amén.
     
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA UNDÉCIMO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Santísima Virgen María, amparo y protección de los que en ti confían! Con esta esperanza imploramos tu auxilio, vuelve a nosotros esas miradas de amor y compasión, no atiendas, Madre, al miserable estado de imperfección en que nos encontramos, ejercita en nosotros tu clemencia, que siempre confesaremos tu misericordia, publicando en todas partes tus admirables portentos. Amén.
     
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DUODÉCIMO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Oh María Inmaculada! Dispensadora de celestiales dones, tesorera del Eterno y Omnipotente Dios, ya que todas las gracias nos vienen abundantemente por tus benditas manos, extiéndelas Madre, en favor de estas almas pecadoras que se acogen a tu misericordia, y esperan confiadas tu amparo y protección. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DECIMOTERCERO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Quien pudiera, Reina y Madre, publicar en toda la tierra, las grandes misericordias que sin cesar haces a tus hijos, desterrados en este valle de miserias, apenas te invocan, te inclinas a mirarlos compasiva. Ya que día y noche imploramos tu favor, no desprecies nuestras súplicas y haz que no nos apartemos jamás de ti, que amemos con amor siempre creciente, y agradecidos, te sirvamos. Amén.
     
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DECIMOCUARTO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Oh Puerta del cielo! Por ti entran los pecadores en la mansión eterna, pues tus poderosos ruegos les alcanzan el perdón del Padre Celestial ¿Quién no confiaría en ti Señora, pues eres madre de clemencia y no desprecias al que recurre a ti, contrito y humillado? Míranos aquí postrados a tus pies, implorando tu auxilio, socorre benigna nuestras necesidades y salva nuestras almas. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DECIMOQUINTO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Oh Reina de los Ángeles, que sentada sobre un trono de gloria, no te desdeñas en mirar desde tu solio a los míseros hijos de Adán, rescatados por Jesucristo de la tiranía y poder del demonio! Acógenos, piadosa Madre, y no permitas que volvamos a pertenecer por el pecado al enemigo cruel de nuestras almas. Amén.
     
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DECIMOSEXTO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Oh María, consuelo de afligidos, alegría de los tristes, salud de los enfermos! Tu Señora, eres la medicina de nuestros males, el bálsamo que cura nuestras heridas, y la salud de nuestras almas, pero tu bondad se extiende a curar también los cuerpos atacados por la enfermedad, dígalo la gruta de Lourdes, donde se ven recuerdos de estos prodigiosos milagros, allí han recobrado la vista los ciegos, y nosotros ¿no recobraremos la vista del alma? Si, Madre querida, nos has de dar ojos y oídos para escuchar la voz de Jesucristo que es la luz, el camino y la verdad, para seguir con valor la senda de la virtud. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DECIMOSÉPTIMO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
Los ángeles y los hombres reconocen el poder que Dios te ha dado y así llenos de gozo te decimos: ¡Oh María, alegría del mundo, encanto del cielo y delicia de la Beatísima Trinidad! Intercede por nosotros, pues tienes tanto poder para alcanzar de Dios todo lo que te pidamos. Que por tu mediación obtengamos el vivir solo por Él y morir en su santo amor, para que así logremos la vida que durará eternamente. Amén.
     
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.
  
DÍA DECIMOCTAVO
Por la señal…
Acto de contrición y tres Aves Marías.
  
ORACIÓN
¡Dios te salve, Soberana Reina! Llegó el día último de nuestra petición, y si, en el transcurso de estos dieciocho días no hemos alcanzado el favor que deseábamos, conservamos sin embargo la esperanza de que no pasará esta semana sin haberlo conseguido, si fuere del agrado del Señor y del tuyo Madre bondadosa, pues solo deseamos complacerte haciendo en todo, la voluntad de Dios, nuestro alimento, nuestro tesoro en esta vida y nuestro gozo en la eternidad. Llenos de fervor te hicimos este ejercicio para honrar tus visitas a la tierra cuando te manifestaste a Bernardita, regalando su espíritu con tu presencia y con tus dulces palabras. Aunque indignos, habla también ahora a los que piadosamente hemos celebrado con regocijo el privilegio de tu Inmaculada Concepción. Tu Señora, no te desdeñas de tratar almas pecadoras. Danos un corazón sencillo y aumenta nuestra confianza en tu poder y misericordia. Amén.
    
Se hace la petición. La Oración, la Jaculatoria y el responso se dirán todos los días.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)