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jueves, 23 de febrero de 2023

SOBRE EL BAUTISMO ADMINISTRADO POR HEREJES

La regla general es que mientras se administre el Sacramento del Bautismo observando la materia, forma e intención, es válido:
I Concilio de Arlés (año 314), Canon 8. Acerca de los africanos que usan de su propia ley de rebautizar, plugo que si alguno pasare de la herejía a la Iglesia, se le pregunte el símbolo, y si vieren claramente que está bautizado en el Padre y en el Hijo y en el Espíritu Santo, impóngasele sólo la mano, a fin de que reciba el Espíritu Santo. Y si preguntado no diere razón de esta Trinidad, sea bautizado.
San Siricio, Carta “Dirécta ad decessórem”, a Himerio obispo de Tarragona (10 de febrero del 385): Has señalado que muchísimos de los bautizados por los impíos arrianos se apresuran a volver a la fe Católica y que algunos de nuestros hermanos quieren bautizarlos nuevamente: lo cual no es lícito, como quiera que el Apóstol veda que se haga (cf. Eph. 4, 5; Heb. 6, 4 ss) y lo contradicen los cánones y lo prohiben los decretos generales enviados a las provincias por mi predecesor de venerable memoria Liberio (1), después de anular el Concilio de Rímini. A éstos, juntamente con los novacianos y otros herejes, nosotros los asociamos a la comunidad de los católicos, como está establecido en el Concilio, con sola la invocación del Espíritu septiforme, por medio de la imposición de la mano episcopal, lo cual guarda también todo el Oriente y Occidente. Conviene que en adelante tampoco vosotros os desviéis en modo alguno de esta senda, si no os queréis separar de nuestra unión por sentencia sinodal.
Pelagio I, Carta Admonémus ut, a Gaudencio obispo de Volterra (hacia el 560) Si, realmente, los herejes que se dice moran en los lugares vecinos a tu dilección, confiesan tal vez que han sido bautizados sólo en el nombre del Señor, cuando vuelvan a la fe católica, los bautizarás sin vacilación alguna en el nombre de la santa Trinidad. Si, empero, por manifiesta confesión apareciera claro que han sido bautizados en nombre de la Trinidad, después de dispensarles la sola gracia de la reconciliación, te apresurarás a unirlos a la fe católica, a fin de que no parezca se hace de otro modo que como manda la autoridad del Evangelio.
San Gregorio Magno, Carta Quia Charitati, a los obispos de Iberia (Georgia) (22 de Junio de 601): De la antigua tradición de los Padres hemos aprendido que quienes en la herejía son bautizados en el nombre de la Trinidad, cuando vuelven a la Santa Iglesia, son reducidos al seno de la Santa madre Iglesia o por la unción del crisma, o por la imposición de las manos, o por la sola profesión de la fe... porque el santo bautismo que recibieron entre los, herejes, entonces alcanza en ellos la fuerza de purificación, cuando se han unido a la fe santa y a las entrañas de la Iglesia universal. Aquellos herejes, empero, que en modo alguno se bautizan en el nombre de la Trinidad, son bautizados cuando vienen a la Santa Iglesia, pues no fué bautismo el que no recibieron en el nombre de la Trinidad, mientras estaban en el error. Tampoco puede decirse que este bautismo sea repetido, pues, como queda dicho, no fué dado en nombre de la Trinidad. Así, [pues,] a cuantos vuelven del perverso error de Nestorio, recíbalos sin duda alguna vuestra santidad. en su grey, conservándoles sus propias órdenes, a fin dé que, no poniéndoles por vuestra mansedumbre contrariedad o dificultad alguna en cuanto a sus propias órdenes, los arrebatéis de las fauces del antiguo enemigo.
Gregorio II, Carta “Desiderábilem mihi” a San Bonifacio (22 de noviembre del 726): Has confesado que algunos han sido bautizados, sin preguntarles el símbolo, por presbíteros adúlteros e indignos. En esto guarde tu caridad la antigua costumbre de la Iglesia, a saber: que quienquiera ha sido bautizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, no es lícito en modo alguno rebautizarlo, pues no percibió el don de esta gracia en el bautizante, sino en el nombre de la Trínidad.
San Nicolas I (Concilio de Roma, año 682), Cap. IX: (4). Todos aquéllos que dicen que los que creyendo en el Padre y en el Hijo y en el Espíritu Santo renacen en la fuente del sacrosanto bautismo, no quedan igualmente lavados del pecado original, sean anatema.
San Nicolas I, Respuesta “Ad consúlta vestra”, a Boris, rey de los Búlgaros (13 de noviembre del 866), Cap. XV: Preguntáis si los que han recibido el bautismo de aquél  (seudopresbítero) son cristianos o tienen que ser nuevamente bautizados en el nombre de La Suma e indivisa Trinidad, son ciertamente cristianos y, sea quien fuere el cristiano que los hubiere bautizado, no conviene repetir el bautismo, porque el bautismo.. aunque administrado por un adúltero o un ladrón llega como don intacto al destinatario.
Concilio de Trento, sesión séptima (3 de marzo de 1547), Canon 4. Sobre el sacramento del Bautismo: Si alguno dijere que el bautismo que se da también a los herejes en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, con intención de hacer lo que hace la Iglesia, no es verdadero bautismo: sea anatema.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)