CADA VEZ MENOS, Y DE PEOR CALIDAD: LOS CATÓLICOS EN BRASIL

El viernes 6 de Junio, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) dio a conocer los datos del CENSO de 2022 (CENSO, no ENCUESTA), presentándose estas conclusiones (ADVERTENCIA: la traducción es siguiendo el texto original portugués, así que cualquier reclamo o lección sobre racismo hacérselos a ellos o al Gallo de Morón):

• De 2010 a 2022, según datos del Censo Demográfico, se observó una reducción en el porcentaje de católicos (representan el 56,7% en 2022, 100,2 millones) y un aumento de evangélicos (44,7 millones, un 26,9% –sin distinguir denominaciones–) y personas sin religión (9,3%). En 2010, los católicos representaban el 65,1% de la población de 10 años o más (105,4 millones), los evangélicos el 21,6% (35 millones), mientras que las personas sin religión representaban el 7,9% de los declarantes.
• Entre los católicos, la disminución fue de 8,4% respecto a 2010. La proporción de evangélicos y de aquellos sin religión en el país creció, respectivamente, 5,2% y 1,4%.
• En 2022, el catolicismo predominó en todas las categorías raciales, llegando a 60,2% entre los blancos. Los indígenas presentaron una mayor proporción de evangélicos (32,2%). Las mayores proporciones de espiritistas (3,2%), otras religiosidades (13,6%) y sin religión (16,2%) se encontraron entre personas de origen asiático.
• Por su parte, en la distribución de las religiones por raza, el espiritismo era mayoría entre blancos (63,8%) y pardos (26,3%). Entre los evangélicos, la mayoría era de raza parda (49,1%) y apenas el 0,2% eran asiáticos. Entre los umbandistas y candomblecistas, los mayores porcentajes eran de blancos (42,7%) y pardos (26,3%). Entre la población de tradiciones indígenas, el 74,5% eran de raza indígena. Entre los sin religión, los mayores porcentajes estuvieron entre pardos (45,1%) y blancos (39,2%).
• Las tradiciones indígenas (24,6%) y los católicos (7,8%) fueron los grupos religiosos que presentaron las mayores tasas de analfabetismo en personas mayores de 15 años. Los que presentaron menores tasas de analfabetismo fueron los que se declararon espiritistas (1,0%) y los umbandistas/candomblecistas (2,4%).

Brasil es, con diferencia, el caso más sintomático de la Teología de la Liberación (que, aunque moribunda, ha jurado morir matando y llevándose al Infierno los más que pueda como vaciador de iglesias (incluso Clodovis Boff, el hermano de Leonardo, lo reconoce), hasta el punto que allá se hizo moda la frase «la ‘Iglesia’ optó por los pobres, y los pobres por los evangélicos» (incluso más que en Centroamérica, que ya es decir). Razón no les faltaba, a juzgar por la encuesta (ahora sí) del Centro Pew de Investigación del año 2014, que inter ália, muestra que si bien los católicos se preocuparon más por la caridad que la evangelización a los pobres, los evangélicos no las veían como mutuamente excluyentes:

  

Tú, modernista que (por equivocación, curiosidad, buscar la verdad o para mentarnos los muertos, da igual) lees este artículo, quizá te veas tentado a apelar a ese cajón de «menos pero más auténticos», recuerda que todas esas almas se pierden por culpa del Vaticano II y tus Juan Pablo y Francisco, porque los jerarcas se han hecho caja de resonancia del comunismo y porque las Charo y Lola del coro parroquial de San Típico toman prestado para el culto el himnario del templo protestante. Y con ellos, HASTA DONDE LLOVIÓ HUBO BARRO.