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viernes, 13 de junio de 2025

LOS MALOS EJEMPLOS QUE PROPONE PRÉVOST A SU CLERO ROMANO


En su discurso a los clérigos de la Diócesis de Roma, León XIV Riggitano-Prévost elogió a tres sacerdotes-presbíteros italianos del siglo XX:
«En tiempos recientes hemos tenido el ejemplo de santos sacerdotes que supieron conjugar la pasión por la historia con el anuncio del Evangelio, como don Primo Mazzolari y don Lorenzo Milani, profetas de paz y justicia. Y aquí en Roma hemos tenido a don Luigi Di Liegro que, ante tanta pobreza, dio su vida para buscar caminos de justicia y promoción humana. Bebamos de la fuerza de estos ejemplos para seguir sembrando semillas de santidad en nuestra ciudad».

Primo Mazzollari Bolli (1890-1959; ordenado sacerdote el 24 de Agosto de 1912) fue párroco de un Bozzolo infectado del socialismo, y sus obras fueron puestas en el Índice de Libros Prohibidos por su contenido heterodoxo y contra la Doctrina Social de la Iglesia. Ítem, fue precursor del Vaticano II y de Francisco Bergoglio (fue él quien el Jueves Santo de 1958 exculpó por primera vez a Judas Iscariote de su traición e insinuó que se salvó, contrariando la Escritura y la Doctrina Católica). El 5 de Febrero de 1959, Juan XXIII bis Roncalli lo llamó «La trompeta del Espíritu Santo en el bajo Po». Ponele.


Lorenzo Carlo Domenico Milani-Comparetti Weiss (1923-1967; ordenado sacerdote el 13 de Julio de 1947), hijo de judíos y anticlericales, se hizo conocido como “el cura rojo” por sus simpatías al comunismo al que hizo revestir como cura en Calenzano primero y en Barbiana después de una apariencia de cristianismo; y fue con su “Carta a una profesora” del 11 de Junio de 1967 el responsable de la inveterada crisis educativa de Occidente que se iniciaría once meses después. Además, según confesara en su carta del 10 de Noviembre de 1959 al periodista Giorgio Pecorini de “L’Europeo”, tenía inclinaciones pedófilas.


Luigi di Liegro Catanzano (1928-1999; ordenado sacerdote el 4 de Abril de 1953) fue el primer jefe de la “Oficina pastoral para la animación de la comunidad cristiana y los servicios sociocaritativos” del Vicariato de Roma y primer director de la Cáritas diocesana (para cuyo semanario contrató en 1990 a un Renato Curcio, fundador de las Brigadas Rojas, todavía en prisión). Fue un férreo defensor del inmigracionismo (y en ello influenció tanto su viaje a Bélgica para un encuentro de la Juventud Obrera Cristiana y con los mineros italianos, como la historia de su padre Cosmo, quien fue deportado varias veces de Estados Unidos), llegando incluso en 1990 en erigir una mezquita temporal para varios inmigrantes okupas de la antigua fábrica de pastas Pantanella. Juan Pablo II lo elogió en su visita a la Colina de Opio diciendo: «Los que te critican son los mismos que también me critican a mí».

En una palabra, lo que Riggitano-Prévost propone a sus agentes de base es el modelo de tres buscadores de añadiduras y con ideología izquierdista (y uno de ellos, un confeso depravado), y lo hace siguiendo a su antecesor Bergoglio, que hizo cuanto estuvo en su mano para allanarle el camino. Y si ellos, así y todo, son “santos sacerdotes”, ¿qué no serán los demás en la Alma Urbe y el resto del Orbe?

¡VENGA, NEOCONES, PSEUDOTRADIS Y DESERTORES, HE AHÍ VUESTRO LEÓN FRANCISCO II!

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)