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viernes, 21 de agosto de 2009

CONNOTACIONES SATÁNICAS DE LA MÚSICA ROCK

¿Están muchos compositores de música rock predicando consciente o inconscientemente una religión satánica? Parece que la Historia humana hubiera vuelto sus páginas atrás, a las brujas de Salem, para buscar y encontrar seres entregados a malévolos cultos diabólicos.
  
Quien se podría llamar el "buscador del diablo" en la música rock es un joven llamado Paul Crouch, hijo de un famoso televangelista creador de la cadena religiosa Trinity Broadcasting Network.
  
El joven Crouch se ha especializado en descifrar la letra de las canciones rock, sus mensajes sublímales, los simbolismos de las fundas de las grabaciones y, sobre todo, unos extraños juegos de palabras que se forman invirtiendo el giro de los discos.
  
Lo que ha descubierto es escalofriante para mucha gente, y las cadenas comerciales, enemigas acérrimas de las religiosas, invitan ya a este investigador del diablo a exponer sus descubrimientos.
   
Esta semana, por ejemplo, Paul Crouch fue la estrella del superfamoso Mery Griffin Show.
  
Porque es evidente que sus experimentos no tienen truco: buen número de grupos de música rock conocidos en todo el mundo están introduciendo a propósito, o sin saberlo, mensajes que para las personas religiosas son llamamientos a cultos satánicos.
  
Conviene recordar, como ejemplo inicial, un caso que apasionó al mundo en los años 60, cuando los Beatles estaban en su apogeo. Hubo un momento en que se corrió la voz de que Paul McCartney había muerto. Nadie sabía si alguien que aparecía como un fantasma con el resto del grupo era él o un doble.
  
John Lennon compuso entonces una canción titulada "Revolución number 9" (Revolución Nº 9). Cualquiera que disponga del disco puede hacer el ensayo. No hay más que, con un buen magnetofón, grabar la canción y escucharla al revés. Y claramente se oirá una voz angustiada que grita: "Let me out; turn me on, dead man!" (¡Sacadme de aquí; levántame, hombre muerto!).
  
Lo asombroso del caso es que estas frases sólo aparecen cuando se oye al revés la canción. Los sonidos, así, son verdaderamente escalofriantes y el conjunto lo es más cuando se oyen esos gritos angustiados, perfectamente audibles. ¿Fue aquello un inteligente juego de los Beatles para aumentar la expectación sobre los rumores que daban a McCartney por muerto? La respuesta es probable que nunca se conozca: el compositor, John Lennon murió asesinado.
   
Pero el lector puede fijarse en las portadas o interiores de grupos
  
Más recientes. Fíjese bien en gente famosa, como Queen, Styx, AC/DC, Electric Light Orchestra, Led Zeppelin e incluso los dulces Eeagles, en­tre muchos otros.
  
Las carátulas están plagadas de misteriosos símbolos, que mezclan cruces cristianas con los tradicionales emblemas satánicos, con machos cabríos, con figuras infernales... Las carátulas en sí sólo llaman la atención por ser a cual más artística, mejor realizada- Pero lo importante está dentro y no precisamente en lo que se oye con el magnetofón o tocadiscos girando en su sentido normal, sino en el inverso.
  
Paul Crouch está haciendo demostraciones públicas de lo que así se oye. De lo que se oye claramente, perfectamente, cuando la música y la voz invertidas no deberían tener significados.
 
En la canción "Congratulations", del magnífico grupo Pink Floyd, se escucha, en inglés, "justo has descubierto el mensaje secreto del diablo; comunícate con el viejo...".

Electric Light Orchestra (sus siglas son ELO, antigua forma de evocar a Satán) es otro grupo famoso. Su canción "Fire on high", oída a la inversa, dice cosas como "la música es reversible, pero el tiempo no...: vuelve a Satán vuelve, vuelve".
  
En "Snow blind", del grupo Styx, y también al revés, se oye: "Muéstrate, Satán, manifiéstate en nuestras voces".
  
En la canción: "When the electricity came to Arkansas", de la banda Black Oak Arkansas, se escucha: "Satán, Satán, Satán, él es dios, él es dios, dios, dios", y luego una carcajada tremenda.
  
En "Stairway to heaven", de Led Zeppelin, de una melodía dulcísima, se escucha al revés: "Quiero ir al reino, quiero ir al infierno, al oeste de la tierra plana, canto porque vivo con Satán. Dios me ha abandonado. No hay escapatoria, canto para mi dulce Satán, todo el poder es de mi Satán, él nos dará el 666, tenéis que vivir para Satán" (El número mencionado se considera diabólico en el Apocalipsis).
  
¿Cómo se puede conseguir que una canción sea coherente en su giro normal y tenga tan tremendo mensaje también a la inversa? Para Paul Crouch y los que con él creen en la acción del diablo, la respuesta no es fácil. Para ellos el diablo tiene el poder de lograr estos casi milagros de invertir incluso largas frases y darles significado. Para otros puede ser una broma de los autores.
  
Pero, ¿para qué, si normalmente nadie se da cuenta, y el mensaje se limita al idioma inglés?
 
Quienes creen que Satán utiliza las bandas de rock para penetrar en las mentes y dicen que el subconsciente es un ordenador de capacidades aún desconocidas, quizá durante el sueño la gente descifra o asimila el mensaje.

El hecho es que quien conozca bien el inglés y disponga de los discos puede hacer sus pruebas: en la existencia de esos mensajes no hay truco. Las explicaciones serán de acuerdo a las creencias.
 
Fuente: Diario ABC. Madrid, 8-XII-1981. Tomado de Revista ROMA, Nº 75, Pág. 39

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)