¿MARCHA MUNDIAL POR LA PAZ?

Un católico que se precie de serlo se haría esa pregunta. Si bien esta disertación debí escribirla ayer, porque ayer comenzó ese evento pomposamente llamado "Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia". Pero lo hago hoy porque me hallaba escribiendo las hagiografías hasta el día 11, además de afrontar un parcial en la universidad. 

Al enterarme de ello y de revisar las efemérides de ayer, pensé: Voy a escrbir; pero por el mucho trabajo lo pospuse hasta la presente. Por eso voy a escribir.

Según se dice por mi cuadra, esa marcha se realiza en homenaje a Gandhi, en el 140 aniversario de su nacimiento, que fue en 1869. Y su objetivo es hacer desaparecer las guerras y erradicar la violencia. Pero yo afirmo, con la seguridad que me dan las Sagradas Escrituras, el Catecismo Mayor de San Pío X y las obras de Jacobo Benigno Bossuet y Tomás Hobbes, que la violencia es una condición inherente al ser humano y a su naturaleza pecaminosa; y que por tanto, es capaz de atentar contra su prójimo (estado de naturaleza lo llama Hobbes). De ahí que para erradicar la violencia, el hombre debe abrirse a la Gracia del Espíritu Santo y obedecer la Divina voluntad, como decía Luisa Picaretta.

Citando a Blas Piñar (de quien escribí en una oportunidad), guerra no hay una sola, sino muchas (civiles,  internacionales, justas, de agresión...). En consecuencia, es imposible acabar con todas las guerras. Y la paz en sí misma puede ser el Mal, y la guerra puede ser el Bien. Todo depende del sentido que ellos tengan.

Afirman los organizadores que los recursos que actualmente se gastan en armamento y defensa deben invertirse en solucionar los problemas básicos de la humanidad. Una linda intención, pero como dice el refrán: "de buenas intenciones está lleno el infierno". Además, ese dicurso meloso nos lo repiten hasta el cansancio los políticos en campaña, y cuando suben al poder, no hacen ABSOLUTAMENTE NADA. En pocas palabras, me genera desconfianza.

Mencionan entre sus planes que desean hablar con los líderes de las naciones todas (incluyendo a Israel). Para mí, con eso están firmando su propia sentencia de muerte, porque Israel es un Estado terrorista, y sus críticos son declarados "enemigos de los interes del pueblo", con las consecuencias conocidas: cárcel o ejecución.

Rafael de la Rubia, el organizador de la marcha, durante el discurso inaugural en las islas Chatman (Nueva Zelanda) dijo: ...Pero hoy ya llegan tiempos de renovación, en los que el ser humano vuelva a recorrer el planeta tierra. No para saciar su hambre, ni para esclavizar o robar al otro. Sino para tender la mano reconociendo al hermano, para reconciliarse, para colaborar, para construir las bases de una nueva cultura, de una nueva civilización como jamás antes hubo en la tierra. Para decididamente construir la nación humana universal...

Ese, ese es el estribillo de los movimientos New Age, un poco matizado, pero igualito en lo sustancial: una nueva sociedad, una nación humana universal. En una palabra, un Nuevo Orden Mundial.

¿Esa es la "Paz" por la que ellos se gastarán las patas hasta enero 2 del 2010? ¡¡¡Por favor!!! Para que haya paz sólo un factor es necesario: Cristo, ya que El nos dice en Su palabra: "La paz os dejo, mi paz os doy. No os la doy como la da el mundo". (San Juan XIV, 27).

Como conclusión: La paz que proviene del mundo no es buena. La verdadera Paz hay que buscarla contemplando a Aquél que murió clavado en la Cruz:

Rechacemos la paz sin Cristo que quiere imponer el mundo.

† Jorge de la Compasión

A 3 días de Octubre del Año del Señor 2009, XXX de la Santa Cruzada