Queridos hermanos, en Nombre de Cristo Rey y María Inmaculada os saludo con motivo de llegar al Año del Señor 2010.
En el país donde paso mi exilio hay una canción que dice "Yo no olvido el año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas." Para mí, una de los hechos que más recuerdo es comenzar este ministerio y obtener el apoyo sincero de muchas personas y organizaciones cuyo interés radica en la restauración de la Fé Católica y de España.
Además, doy gracias a Dios por aquellos que se dispusieron a destruir la Obra y deshonrar al Apóstol, porque sus planes (los de los enemigos) fracasaron.
Este año, al que Dios me ha permitido llegar, tendrá grandes sorpresas, pues luego de unos días de retiro, volveré con toda la artillería pesada contra la satánica Revolución y la iglesia conciliar.
Sin embargo, es innegable que cada año estamos más cerca del fin de los tiempos, y por ello Cristo nos dice: "Convertíos ahora, o arderéis en las cábilas del infierno." María nos recuerda: "Preparad Hoy el camino a la Nueva Jerusalén, y la Santísima Parusía Apocalíptica, la Segunda Venida de mi Hijo en Gloria." Aún tenemos oportunidad de expiar nuestras culpas y buscar la salvación en la Santa Iglesia Católica y Apostólica (porque Extra Ecclessia nulla sallus).
Benedicamus Domine in Christo Jesu et Maria Immaculata,
+Jorge de la Compasión
Año del Señor 2010, a 1 de Enero, XXXI de la Santa Cruzada.
¡Feliz Año Nuevo!.
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