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domingo, 31 de agosto de 2014

MONS. MARCEL LEFEBVRE Y EL SEDEVACANTISMO

  
Muchos círculos "tradicionalistas" cuestionan a Mons. Marcel Lefebvre el no haberse pronunciado contra los antipapas del Vaticano II, y aún afirman "Aprobó todas las reformas del conciliábulo; y hasta su muerte trató de negociar con Roma. Por tanto, el reconocía a los antipapas conciliares". Pero nada más lejos de la realidad. En 1980 las cosas no estaban tan claras como ahora, por ello no podemos juzgarlo como si viviera en este tiempo. Aunque hubo indicios, sí, y de ellos se puede inferir hechos.
  
MARCEL LEFEBVRE ERA SEDEVACANTISTA. Él aceptaba la hipótesis de la Sede Vacante como una posible respuesta frente a las innovaciones de la iglesia deuterovaticana y sus líderes, que se apartaban del Catolicismo. Constantemente hacía la diferencia entre la "Roma eterna y Católica" y la "Roma pagana y anticristo". Y al fundar la Fraternidad San Pío X, en 1970, las cosas en la Iglesia iban mal, aunque no tanto para que él mismo aceptase como conclusión la Vacancia de la Sede Apostólica por herejía de los pontífices.
   
Ya en los últimos años de su vida, sobre todo hacia 1988, cuando la Operación "Supervivencia de la Tradición" (la Consagración de los obispos), Lefebvre estuvo personalmente cercano a la conclusión teológica del Sedevacantismo. Aún, el mismo planteaba esta posibilidad en sus sermones y conferencias, dejando a cada quién tomar partido.
    
Si Mons. Lefebvre supo y denunció que las cosas andaban mal con Wojtyla, y señaló a Ratzinger como hereje pertinaz, ¿qué se dejaría a Bergoglio si él viviera hoy?
   
Si quieres saber sobre el Sedevacantismo, sus fundamentos y consecuencias, te recomendamos leer los artículos rotulado como SEDE VACANTE en MILES CHRSITI.

¿COREA DEL NORTE ES SEDEVACANTISTA? ¡PERO SI SON COMUNISTAS ATEOS!

Traducción del comentario de los Padres de TRADITIO
  
Pyongyang disparó varios misiles cuando Bergoglio/Francisco llegó a Corea del Sur.
Pyongyang se refirió a Bergoglio como el "auto-proclamado" Papa, causando la especulación sobre el Sedevacantismo entre los Norcoreanos.
Pyongyang también acusó a Bergoglio de actuar no como Sr. Humilde, sino como Don Eclipse. 
Corea del Norte es comunista, por supuesto, pero a Bergoglio le gustan los marxistas, y Pyongyang paarece estar viendo algo que otros no ven.
   
Corea del norte disparó un lote de misiles de corto alcance mientras Bergoglio/Francisco llegaba a Corea del Sur el 14 de Agosto de 2014. Respondiendo a los cargos de que ello era a causa de la visita de DecimeJorge, Pyongyang insistió que las pruebas fueron realizadas en el contexto de un aniversario más de la liberación coreana del Imperio japonés (15 de Agosto de 1945).
    
En ese punto, Pyongyang se refirió a Bergoglio como el "autoproclamado" papa, llevando  a la especulación sobre la existencia del sedevacantismo en el Norte. Un oficial norcoreano inmediatamente acusó a Bergoglio de hacer una escena. "Sólo tenemos la curiosidad de por qué el papa (sic), entre todos los días de este año, escogió el de nuestro lanzamiento de misiles (planeado desde tiempo atrás) para visitar el Sur", dijo el oficial. [Parte de la información de este Comentario proviene de la agencia Reuters.]
  
¿Francisco Bergoglio reprobó el examen de Papa verdadero? ¿Fracasó en la prueba de aparentar humildad, y por ello pretende eclipsarlo todo? Pyongyang, al menos, contestó afirmativamente estas preguntas.
   

DE LA TIARA PAPAL

Traducción del artículo publicado en TRADITIO - Vía MILES CHRISTI
   
La Tiara y las Llaves de San Pedro, los símbolos del Papado
   
La Tiara papal ("trirregno"), y sus tres coronas tradicionalmente representan varias cosas:
  
  • Los oficios y poderes sacerdotales del Papa: Enseñar, Decretar y Santificar (como Maestro, Legislador y Juez).
  • La autoridad papal sobre la Iglesa Militante, la Iglesia Purgante y la Iglesia Triunfante.
  • La autoridad del Papa como soberano: La primera corona, la primacía sobre los obispos (poder de ordenación); la segunda, su jurisdicción universal (poder espiritual); y la tercera, su derecho a gobernar el Patrimonio de San Pedro y los otros Estados de la Iglesia, y su derecho como Vicario de Cristo en relación con otros gobernantes y Estados (poder temporal).
  • La Santísima Trinidad
  
El rito de coronación del Papa, que se lleva a cabo precisamente por la imposición de la tiara de tres coronas, dice: "Recibe la tiara ornada de tres coronas y sabe que tú eres el padre de príncipes y reyes, el Vicario de Nuestro Salvador Jesucristo, al que se deben el honor y la gloria por los siglos de los siglos".
 
Coronación de Pío XII, el último Papa de la Iglesia Católica (12 de Marzo de 1939).
  
Al finalizar el deuterovaticano concilio, Pablo VI descendió las gradas del Trono papal en la Basílica de San Pedro y dejó la tiara sobre el altar, como "un signo de la renuncia a la gloria y el poder humano, concordante con el renovador espíritu del Vaticano II". Por ese acto, él manifestó rechazar el dogma Católico Romano sobre el Papado, como lo define el Concilio Vaticano en favor de alguna perspectiva no-católica de un "ecuménico y colegial" primus inter pares, como sucede en los cismáticos "ortodoxos".
       
El 13 de Noviembre de 1964, Pablo VI renunció a la Tiara, dando a entender su abdicación del Papado. (El Cardenal Ottaviani, contemplando todo con dolor e impotencia).
     
La tiara papal fue donada al Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washignton D.C., el 6 de Febrero de 1968, por el Delegado Apostólico y estuvo en la exhibición papal intitulada "Tesoros Vaticanos." Ésta se encuentra en exhibición permanente en el Salón Memorial con la estola que usara Juan XXIII para inaugurar el Vaticano II.

La tiara de Pablo VI y la estola de Juan XXIII se encuentran actualmente en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washignton D.C.
   
Pablo VI fue el último reclamante al Papado en ser coronado (y el último antipapa en serlo, puesto que el último Papa legítimo en ser coronado fue Pío XII, desde luego). Se piensa que por rehusarse a ser coronados, los antipapas rechazan implícitamente la enseñanza dogmática tradicional sobre el Papa. Cítese, por ejemplo, que Juan Pablo II lo manifiestase fuertemente en su encíclica "Ut Unum Sint" de 1995; o que no realizase el Juramento de Coronación Papal.
    
Durante una visita a las Naciones Unidas en Octubre de 1965, Pablo VI le dio al Secretario General U Thant, un budista, una cruz pectoral de diamantes y esmeraldas y un anillo episcopal de diamantes y rubíes, avaluados en 150,000 dólares de la época (1,9 millones de dólares actuales), y le pidió que los empleara para iniciar una campaña de lucha contra el hambre. Esos objetos sagrados fueron adquiridos en 1967 por el joyero Harry Levinson de Chicago en una subasta por 64,000 dólares.
     
Cruz pectoral y anillo episcopal de Pablo VI
   
Posteriormente, dichos ornamentos sagrados fueron a parar a una bailarina del programa televisivo "Late Night with Johnny Carson" y luego fueron dados en posesión al acróbata extremo Evel Knievel. Años después, una viuda de Carolina del Norte adquirió la posesión de ellos y contrató a Perry's Emporium para venderlos. El 12 de Abril de 2011, Alan Perry anunció que serían subastados en eBay con precio base de 800,000 y 900,000 dólares. Y la joyería MS Rau Antiqueti los ofrece en subasta por 1'250,000 y 650,000 dólares.

lunes, 25 de agosto de 2014

NOVENA A SAN PÍO X, DEFENSOR DE LA CATOLICIDAD TRADICIONAL


En las Oraciones para cada día de la Novena se glosan los principales documentos publicados durante el glorioso Pontificado de San Pío X.

Los hechos milagrosos que se relatan, constan probados en el expediente de canonización y son recogidos por sus más eminentes biógrafos.

 
NOVENA A SAN PÍO X
   
  
Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
ACTO DE CONTRICIÓN- PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Senor mio Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mio, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confio en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasion y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
      
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Eterno Dios, que por tu inagotable Providencia das a tu Iglesia en cada momento el Pastor más conveniente a sus supremos intereses, por la memoria del que fue Padre celosísimo y eficaz para la propagación de nuestra Fe y para el bien de toda la humanidad, San Pío X, te rogamos nos induzcas cada día más a tener fidelidad absoluta a las enseñanzas del Pontificado tradicional y legítimo; y, siguiendo la consigna del ilustre Santo, sea norma de nuestra vida instaurarlo todo en Cristo, para lograr así la paz del mundo y asegurar nuestra perseverancia final.
Te pedimos de un modo especial, ¡oh Dios misericordioso!, imprimas en nuestros corazones un profundo amor y devoción al Santísimo Sacramento del Altar, para que siendo fieles devotos de quien mereció ser designado como el Papa de la Eucaristía, no pase día sin que acompañemos a Jesús en la soledad de su Sagrario, para merecer recibirlo con la mayor frecuencia posible durante nuestra vida y especialmente, en la hora de nuestra muerte. Te suplicamos, además, nos alcances el favor que pedimos en esta Novena si ha de ser para tu mayor honra y gloria.
Interponemos como intercesores a nuestras súplicas, a tan Santo Pontífice, a todos nuestros Patrones y Abogados y de un modo especial, a la Virgen Santísima, cuya protección, por medio del Santo Rosario, quiso San Pío X fuera la que asegurara la salvación del mundo.
   
En honor del Santísimo Sacramento, del que tan ejemplar devoto fue San Pío X, rezaremos un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, rogando por las necesidades de la Iglesia, con el propósito de ganar las indulgencias concedidas.
      
DÍA PRIMERO - 25 DE AGOSTO
Glorioso San Pío X, que pusiste un empeño especial en mantener la fuerza de nuestra fe y la disciplina eclesiástica, condenando las innovaciones peligrosas en tu admirable encíclica “Pascéndi”, ruega a Dios para que nunca se perturbe ni altere la pureza de la fe y cada día seamos todos más sinceramente adictos y fieles a los principios inmutables de nuestra Religión. Haz, con tu intercesión, que nuestros sacerdotes sean para todos ejemplos vivientes por sus virtudes, su fidelidad a la Santa Iglesia y su encendida caridad, a fin de que siendo cada día más Santos, merezcan por su perfección santificarnos a todos y llevarnos al cumplimiento de todos nuestros deberes individuales y sociales, como prenda de nuestra perseverancia final. Amén.
   
EJEMPLO: San Pío X predice la curación de una niña
En Venecia, junto a la Iglesia de Santa María de los Milagros, el Siervo de Dios se encontró con una pobre mujer que llevaba en brazos a una niña moribunda.
«Eminencia, bendiga a esta niña que muere», suplicó la desventurada madre.
El Patriarca bendijo a la niña, y dirigiéndose a la pobre mujer la animó diciéndole: «Estáte tranquila, porque tu niña no muere».
Los hechos confirmaron estas palabras del Santo Patriarca de los venecianos.
        
Antífona: En la recepción de la Sagrada Comunión halló siempre el combustible que mantuvo ígneo el fuego de la caridad en su corazón, haciendo se despojara de todo, para entregarse a sus prójimos en una suprema superación de humildad y renunciamiento.
   
℣. Ruega por nosotros, San Pío X.
℟. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
  
ORACIÓN
Oh Dios, que para defender la fe católica y restaurar todas las cosas en Cristo has llenado al Sumo Pontífice San Pío X de celeste sabiduría y apostólica fortaleza; concede propicio que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, consigamos los premios eternos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO - 26 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
     
Glorioso San Pío X, que como dice uno de tus biógrafos, «fue como una necesidad para tu corazón hablar de María, predicar sobre María, promover en todos el amor y la devoción a María», ruega a Dios nos infunda la confianza en tan eficaz mediadora, para que en todas nuestras necesidades, en nuestros pesares, en nuestros dolores, alcemos los ojos hacia su inagotable bondad, para encontrar el remedio necesario o la resignación imprescindible. Haz, por tu intercesión, que siempre vayamos a Dios por el amor a su Inmaculada Madre, para que siguiendo tu ejemplar e ilimitada confianza en su poderosa intercesión, merezcamos gozar de su constante protección en esta vida y su definitiva ayuda en la hora de nuestro tránsito. Amén.
    
EJEMPLO: San Pío X cura una paralítica
En 1913, una pobre madre suplicaba a Pío X curase a una hija suya, paralítica desde hacía muchos años.
– «No puedo –respondió el Pontífice–, solamente el Señor puede hacer milagros.
La mujer no se convenció y con acento de mayor fe replicó: «Sí. Vos podéis. Basta que queráis hacerlo».
– «No puedo… solamente el Señor puede hacer milagros», insistió el Papa.
– «Padre Santo, Vos representáis a Jesucristo en la tierra. Vos podéis hacer el milagro» –insistió la madre.
– «Tened confianza –dijo entonces el Papa–. El Señor sanará a vuestra hija».
En el mismo momento la hija sintió un estremecimiento, se irguió, y con gran admiración de los presentes, echó a andar.
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días
   
DÍA TERCERO - 27 DE AGOSTO 
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
         
Glorioso San Pío X, que supiste mantener durante tu ilustre Pontificado las prerrogativas de la Iglesia en sus relaciones con el Estado, protestando de manera eficaz contra las persecuciones de que fueron objeto las corporaciones religiosas por parte de los poderes laicos, manifestando cuánto apenaban tu corazón de Padre las vejaciones de que fueron objeto, intercede para que Dios conceda a todos los religiosos que cada día perseveren más en el espíritu de su orden, y cumplan la altísima misión que sus fundadores se impusieron. Haz, por tu intercesión, que todos los estados católicos mantengan relaciones de cordial colaboración, y los que no lo son de respetuosa tolerancia, con nuestra Santa Iglesia, y que cada día ésta aumente su influencia en la Sociedad, para llevar a mayor número de hombres al camino de la verdadera felicidad y la eterna salvación. Amén.
 
EJEMPLO: San Pío X cura a un ciego de nacimiento
Un señor alemán, ya de edad madura, ciego de nacimiento, asistía a una audiencia del Papa. Cuando éste se le acercó y se enteró de su desgracia, le recomendó tuviera confianza en Dios, y le puso las manos sobre los ojos.
Al contacto de las manos prodigiosas del Papa, el ciego recobró instantáneamente la vista.
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días
   
DÍA CUARTO - 28 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
           
Glorioso San Pío X, que en tus constantes desvelos por la organización y eficacia de la acción social católica, cuidaste de dar a esta obra toda la importancia que merece, fijando normas concretas y eficaces para que nunca perdiera su primitivo espíritu, asegura con tu intercesión la continuidad de su actuación y la fidelidad inmutable a los principios que motivaron su creación, apartándola de cualquier desviación y evitando pueda mover a ninguno de sus actuantes el menor interés material, y sí sólo los supremos que inspiraron su fundación. Ruega para que toda la actuación de las organizaciones de Acción Católica sea eficaz por la pureza de intención de sus militantes y por su inhibición de toda finalidad que no sea el bien de los humildes y la santificación del mundo. Amén.
    
EJEMPLO: San Pío X cura a una enferma de lepra
En el año 1914, un obispo del Brasil tenía a su madre enferma de lepra, y habiendo oído hablar de la fama de santidad de Pío X, se trasladó a Roma, para implorar del Siervo de Dios la curación de su madre.
Presentándose al Santo Pontífice, le rogó le alcanzase la gracia de su curación. El Papa le exhortó a encomendarse a la Virgen Santísima y a otros Santos.
El Obispo insistió y le dijo: «Por lo menos, Beatísimo Padre, dígnese repetir las palabras de Cristo: “Volo, mundáre” (Quiero; sé limpio)».
El Papa repitió: «Volo, mundáre». Cuando el Obispo regresó a su patria encontró a su madre completamente curada de la lepra.
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días
   
DÍA QUINTO - 29 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
       
Glorioso San Pío X, que manteniendo las genuinas tradiciones de la Iglesia, supiste modernizar en cuanto era preciso su consuetudinario derecho, infunde por tu intercesión a todos un profundo respeto y sumisión a todas sus disposiciones e intercede, para que en todo momento, la interpretación de sus preceptos sea la más conveniente a los intereses de la Cristiandad, a la pureza de costumbres y a la perseverancia de todos los fieles. Alcanza del Todopoderoso que los inmejorables principios del derecho canónico influyan en las legislaciones de todos los Estados, para que en todos ellos rijan las normas de estricta justicia y caridad que inspiraron siempre sus instituciones y que establecieron en el mundo el respeto que merece el hombre por ser hecho a imagen y semejanza de Dios, y a la Iglesia como supremo representante de Dios en la tierra y garante del orden moral. Amén.
   
EJEMPLO: San Pío X cura a una religiosa, enferma desde hacía quince años
La superiora de un colegio de la India inglesa, padecía una grave enfermedad de estómago, para cuya curación habían fracasado todos los remedios. Las niñas, el día de su Primera Comunión, en enero de 1914, se dirigieron al Santo Padre pidiendo la curación de su amada religiosa.
La enferma iba empeorando por falta de nutrición. Cayó pronto en un estado de postración tan extrema, que en la noche del 7 de febrero siguiente, ante el temor de que muriese, le fue administrada la Extremaunción.
Al día siguiente llegaba para las Hermanas de Belgaum el siguiente telegrama:
«Roma 7 de febrero de 1914. – Padre Santo concede con gusto bendición Apostólica solicitada – Cardenal Merry de Val».
Le mostraron el telegrama a la enferma. En aquel momento estaba sola. Las hermanas se hallaban en el refectorio. Lo leyó y llena de fe intentó levantarse; se vistió y se sentó en una silla.
Cuando las hermanas la vieron levantada no querían creer lo que veían sus ojos. Les dijo que quería comer y quedaron asombradas. Unas querían que comiese, otras se oponían diciendo que era mejor esperar unos días. La enferma cortó toda vacilación. Quería comer enseguida. Entre las dudas de unas y la fe de otras comió sopa, pan y carne. Desde aquel día volvió a ocupar su lugar en el refectorio. Llena de vigor y de vida, volvió a su trabajo.
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días
   
DÍA SEXTO - 30 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
         
Glorioso San Pío X, que hiciste norma de tu Pontificado “INSTAURÁRE ÓMNIA IN CHRISTO” restaurarlo todo en Cristo, intercede para que siguiendo tus enseñanzas y ejemplos, adaptemos nuestra vida a la estricta observancia de los Mandamientos, para que siendo fieles devotos de la Iglesia, seamos dignos de llamarnos hijos de Dios. Te rogamos de un modo especial, logres que Dios imprima en nuestros corazones todo el ardor de caridad que abrasaba el tuyo, para que por los frutos de esta excelsa virtud, seamos humildes en nuestras relaciones con los pobres, justos con los que de nosotros dependen, respetuosos con nuestros superiores e imitadores en toda nuestra vida pecadora de las excelsas virtudes en que brilló la tuya. Amén.
   
EJEMPLO: San Pío X profetiza
La visión profética que tuvo de todos los acontecimientos, le hacía exclamar frecuentemente: «Veo una gran guerra. Las cosas van mal», repetía con insistencia al Cardenal Secretario de Estado, que se maravillaba de la seguridad con que hablaba el Pontífice y creía se refería a la guerra de los Balcanes–. «No hablo de esta guerra –decía el Padre Santo en 1914, cuando la expedición italiana a Libia–. Todo esto es nada comparado con la gran guerra que vendrá».
Y si el Cardenal le observaba que no se vislumbraba guerra alguna, el Santo viejecito replicaba: «Eminencia, no pasaremos de 1914».
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días
   
DÍA SÉPTIMO - 31 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
        
Glorioso San Pío X, que para dar fuerza a nuestra naturaleza, nos invitaste con reiterada insistencia a recibir la Sagrada Comunión, impulsando a todos los cristianos a frecuentar lo más posible ese Sacramento de Amor, ruega por nosotros para que siguiendo tu voluntad inspirada por Dios, nos acerquemos asiduamente al Santo Sacrificio de la Misa y saquemos del celestial banquete todas las fuerzas necesarias para mantenernos fieles a las promesas del bautismo. Haz que Dios nos perdone cualquier negligencia o falta de devoción que hayamos tenido en nuestras Comuniones, y que cada día nos acerquemos con mejor preparación, mayor fuerza de alma y más encendido amor a recibir a Cristo en la Eucaristía. Amén.
  
EJEMPLO: San Pío X cura a un niño gravemente enfermo
A un niño de seis años, de la familia Conradi, a consecuencia de una caída se le había destrozado un riñón y lacerado la vejiga. El caso era desesperado y los médicos le concedían pocas horas de vida.
Se pidió al Padre Santo una bendición especial para aquella familia. El Santo Padre escuchó el relato y al terminar dijo: «Pobre madre: sí, les envío una bendición particular».
Al oír la noticia la madre, con toda su fe exclamó: «Pío X ha enviado su bendición; mi Jorge curará».
Y así fue; la vejiga, contra todos los diagnósticos de los médicos, se cicatrizó y el riñón destrozado volvió a su estado normal sin necesidad de intervención quirúrgica.
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días
   
DÍA OCTAVO - 1 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
          
Glorioso San Pío X, que con tu inagotable celo por el culto externo que debemos a Dios, dictaste normas acertadísimas para que en todo momento tenga nuestra liturgia la solemnidad y dignidad debidas y sean nuestros templos modelos de sobriedad y pureza artística, haz que Dios conceda a nuestra Iglesia, el sentido artístico más depurado para el acertado cumplimiento de aquellas normas y concede un verdadero espíritu artístico a todas las manifestaciones religiosas, para que mueva nuestras almas a la meditación y a la piedad. Ruega para que nuestras multitudes aprecien el valor inestimable de la oración y que la severidad de los cantos religiosos armonice en todo momento con la profundidad de todos nuestros ritos y con la solemnidad de nuestras ceremonias religiosas. Amén.
    
EJEMPLO: San Pío X cura el brazo a un impedido
A las audiencias públicas que celebraba el Padre Santo, acudían toda clase de personas, entre éstas algunos enfermos, confiando en lograr su curación por la intercesión del Pontífice. En una de aquellas audiencias, pasó Pío X junto a un infeliz que tenía un brazo inerte, quien mostrándoselo y en todo apremiante de súplica, le dijo: «Padre Santo, cúrame para que pueda ganar el sustento para los míos».
– «Sigue tu camino… y ten fe en el Señor», le dijo el Pontífice.
Y tocándole el brazo repitió: «Ten fe, el Señor te curará».
En el mismo instante, el brazo inerte recobró su fuerza y sus movimientos. Profundamente emocionado el hombre gritó: «¡Padre Santo! ¡Padre Santo!».
El Papa se detuvo y poniendo sus dedos sobre los labios le impuso silencio.
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días
   
DÍA NOVENO - 2 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial...
         
Glorioso San Pío X, que en tu admirable Encíclica “Summi Pontificátus”, afirmaste que la paz que todos los hombres dicen desear, únicamente puede lograrse con una absoluta sumisión del hombre a Dios, ruégale que infunda en los corazones de todos, y muy especialmente a los conductores de las naciones, un profundo respeto a las enseñanzas del Evangelio y sincero reconocimiento de la autoridad de la Iglesia, para que, bajo el manto protector de Cristo Nuestro Señor y de su Santísima Madre, todos se reconozcan vasallos de Dios. Haz por tu poderosa intercesión que el mundo recobre la paz, que las naciones apacigüen sus odios, que las razas se sientan igualadas ante Dios y que, como bendición del Cielo, seamos librados del terrible azote de una guerra que sería el fin de la civilización cristiana y posiblemente del mundo. Amén.
    
EJEMPLO: San Pío X prevé los estragos de la guerra
En 1912 se propuso al Santo Padre la compra, por un Instituto religioso, de una gran propiedad situada en Gradisca, donde existían espléndidos edificios.
– «No es posible –contestó el Padre Santo–, porque todos aquellos edificios serán destruidos».
Años después, en la guerra europea, todos aquellos edificios se convirtieron en un montón de ruinas.
      
La antífona y la oración se rezarán todos los días

viernes, 22 de agosto de 2014

CARTA APOSTÓLICA "Sacro Vergente Anno", CONSAGRANDO RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

"El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá y será concedido al mundo un tiempo de paz". (Nuestra Señora de Fátima)

Pío XII, obedeciendo el llamado que Nuestra Señora hiciera en Fátima, consagró Rusia al Inmaculado Corazón de María; y aunque, 62 años después, Rusia aún no se ha convertido a la Fe Católica (lo cual sucederá en la Parusía), ha pasado de una dictadura del comunismo ateo a ser una nación defensora de la Cristiandad; o dicho de otra forma, Rusia fue convertida a la paz.
  
SACRO VERGENTE ANNO
    
Carta Apostólica a los pueblos de Rusia: su consagración al Corazón Inmaculado de María
   
Pío XII
   
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
  
1. Súplicas de realizar la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María.
   
Cuando el Año Santo iba felizmente a terminar, después que por designios divinos, Nos fue dado el definir solemnemente el dogma de la Asunción en alma y cuerpo al Cielo de la gran Madre de Dios la Virgen María, fueron muchísimos los que, desde todas las partes del mundo Nos manifestaron su vivísima alegría; entre éstos no faltaron quienes al dirigirnos cartas de agradecimiento, suplicaran insistentemente que, en las tribulaciones del momento presente, consagráramos todo el pueblo de Rusia al Corazón Inmaculado de la misma Virgen María.
    
2. Agrado del Papa por ello y su benevolencia al pueblo ruso.
    
Tal súplica Nos fue sumamente grata, ya que si bien Nuestro afecto paternal abraza a todos los pueblos, se dirige en modo particular a los que, no obstante estar separados de esta Sede Apostólica en gran parte por vicisitudes históricas, conservan todavía el nombre cristiano, y se encuentran en condiciones tales que no sólo es dificilísimo el escuchar Nuestra voz y conocer las enseñanzas de la doctrina católica, sino que son inducidos con engañosas y perniciosas artes a rechazar hasta la fe y el nombre mismo de Dios.
   
Apenas fuimos elevados al Pontificado Supremo, Nuestro pensamiento voló hacia vosotros, que formáis un inmenso pueblo, insigne en la historia por sus gloriosas empresas, su amor patrio, su laboriosidad y sobriedad, su piedad, para con Dios y con la Virgen María.
     
3. Plegarias del Papa por Rusia.
     
No hemos cesado jamás de elevar Nuestras súplicas a Dios para que os asista siempre con su luz y con su ayuda divina y os conceda a todos poder alcanzar, junto con una justa prosperidad material, aquella libertad mediante la cual cada uno de vosotros pueda defender la propia dignidad humana, conocer las enseñanzas de la verdadera religión y dar a Dios el debido culto, no sólo en lo íntimo de la propia conciencia, sino incluso abiertamente, en las actividades de la vida pública y privada.
       
4. Benevolencia de los Predecesores.
   
Por lo demás, bien sabéis que Nuestros Predecesores, cada vez que les fue posible, no tuvieron más empeño que manifestaros su benevolencia y daros su ayuda. Sabéis que los Apóstoles de los eslavos occidentales, los santos Cirilo y Metodio, que junto con la religión cristiana llevaron a los antepasados de aquellos incluso la civilización, se dirigieron a esta ciudad para que la obra de su apostolado fuese avalada por la autoridad de los Romanos Pontífices. Y mientras ellos entran en Roma, Nuestro Predecesor Adriano II, de feliz memoria, sale a su encuentro tributándoles grandes honores, acompañado del clero y del pueblo[1]; y después de aprobada y alabada su labor, no sólo los eleva al Episcopado, sino que él mismo quiere consagrarlos Obispos con la solemne majestad de los ritos sagrados.
   
5. En el siglo X.
     
Por lo que toca a vuestros antepasados, los Romanos Pontífices buscaron, cada vez que las circunstancias lo permitieron, el modo de trabar y consolidar con ellos lazos de amistad. Así en el año 977 Nuestro Predecesor Benedicto VII, de feliz memoria, mandó sus legados al príncipe Jarpolk, hermano del célebre Wladimiro y Nuestros Predecesores Juan XV en el año 991 y Silvestre II en el 999 enviaron legaciones al mismo gran príncipe Wladimiro, bajo cuyos auspicios resplandecieron por vez primera entre vuestra gente el nombre y civilización cristiana; a lo que el mismo Wladimiro correspondió cortésmente mandando a su vez legados a dichos Romanos Pontífices. Es digno de notar que en el tiempo en que este príncipe llevó sus pueblos a la Religión de Jesucristo, la cristiandad oriental y occidental estaban unidas bajo la autoridad del Romano Pontífice, como Jefe supremo de toda la Iglesia.
   
6. En el siglo XI.
    
Más aún, no muchos años después, es decir en 1075, vuestro príncipe Isjaslav mandó al Sumo Pontífice Gregorio VII su propio hijo Jaropolk; y éste Predecesor Nuestro de inmortal memoria, escribió así a dicho príncipe y a su augusta consorte: Mientras, vuestro hijo visitaba los sagrados sepulcros de los Apóstoles, vino a vernos, y dado que quería obtener aquel reino de Nuestra mano como un don de San Pedro, habiendo hecho profesión de fidelidad a San Pedro, príncipe de los Apóstoles, lo pidió con devotas súplicas asegurando sin duda alguna que su petición sería ratificada y confirmada por vos en el caso que hubiera obtenido el favor y la protección de la autoridad apostólica. Como estos deseos y estas peticiones parecían legítimas, tanto por vuestro consentimiento como por la devoción del solicitante, Nos las hemos acogido finalmente, y le hemos entregado de parte de San Pedro el gobierno de vuestro reino, con esta intención y este vehemente deseo, que el bienaventurado Pedro, con su intercesión ante Dios guarde a vos, a vuestro reino y a todas vuestras cosas, y haga que poseáis dicho reino con toda paz e incluso con honor y gloria hasta el fin de vuestra vida[2].
   
7. En los siglos posteriores.
    
Del mismo modo se ha de notar y tener muy en cuenta que Isidoro, Metropolita de Kiev, en el Concilio Ecuménico de Florencia, firmó el decreto que sancionaba solemnemente la unión de la Iglesia Oriental y Occidental bajo la autoridad del Romano Pontífice; y esto valió para toda su Provincia Eclesiástica, es decir para el entero reino de Rusia; sanción de unidad a la que él, por su parte permaneció fiel hasta el fin de sus días.
   
Pero si entretanto y en lo sucesivo, por motivo de un conjunto de circunstancias adversas, se hicieron más difíciles las comunicaciones de una y otra parte, y por consiguiente más dificultosa también la unión de los espíritus —aunque hasta el 1448 no haya ningún documento público que declare a vuestra Iglesia como separada de la Sede Apostólica— ; sin embargo en líneas generales esto no se ha de atribuir al pueblo eslavo, ni ciertamente a Nuestros Predecesores, los cuales siempre trataron con paternal afecto a esos pueblos y, cuando les fue posible, se preocuparon de protegerlos y ayudarlos a toda costa.
        
8. La ayuda material en nuestros tiempos.
         
Dejando a un lado no pocos otros documentos históricos en los que aparece la benevolencia de Nuestros Predecesores hacia vuestra nación, no podemos menos de aludir brevemente a lo que hicieron los Sumos Pontífices Benedicto XV y Pío XI, cuando, después del conflicto europeo, ingentes multitudes de hombres, mujeres, inocentes niños y niñas, especialmente en las regiones meridionales de vuestra patria, se vieron azotados por una terrible carestía y sumidos en tremenda miseria. Ellos en efecto, movidos por afecto paterno hacia vuestros compatriotas, enviaron a esas poblaciones víveres, vestidos y gran cantidad de dinero recogido entre los católicos, para ir en ayuda de todos aquellos hambrientos e infelices y poder aliviar de algún modo sus calamidades.
       
9. Ayuda espiritual.
    
Pero Nuestros Predecesores, según sus posibilidades, no sólo remediaron las necesidades materiales, sino también las espirituales; en efecto, no contentándose con elevar oraciones al Padre de las misericordias y fuente de todo consuelo[3] por vuestra situación religiosa, tan agitada y perturbada, ya que los enemigos de Dios pretenden arrancar de las almas la fe y la noción misma de la Divinidad, quisieron además que se hiciesen oraciones públicas. Y así el Sumo Pontífice Pío XI, en el año 1930, mandó que en el día de san José Patrón de la Iglesia Universal fuesen elevadas a Dios oraciones públicas en la Basílica Vaticana por las desgraciadas condiciones de la Religión en Rusia[4] y él mismo quiso estar presente, rodeado por una numerosísima y piadosa multitud de pueblo. Además, en la solemne Alocución Consistorial exhortó a todos con estas palabras: Es necesario rogar a Cristo Redentor del género humano, para que se restituya la paz y la libertad de profesar la fe a los infelices hijos de Rusia: y queremos que por esta intención, es decir por Rusia, se recen las oraciones que Nuestro Predecesor León XIII, de feliz memoria, impuso a los sacerdotes para recitarlas con pueblo después de la Santa Misa: los obispos y el clero secular y regular pongan gran cuidado en inculcar esto a los fieles, o a los que asistan a la Misa y no dejen de recordárselo frecuentemente.[5]
      
10. La acción de Pío XII.
        
Nos de buen grado confirmamos y renovamos esta exhortación y esta orden, desde el momento que la situación religiosa actual entre vosotros no ha mejorado ciertamente, y porque Nos sentimos animados del mismo vivísimo afecto y de los mismos cuidados hacia esas gentes.
    
Cuando estalló el último tremendo y largo conflicto hicimos todo lo que estaba en Nuestras manos, con la palabra, con exhortaciones, con obras para que las discordias fuesen compuestas con una equitativa y justa paz, y para que todos los pueblos, sin diferencia de estirpes, se unieran amigable y fraternalmente, y colaborasen juntos por alcanzar una mayor prosperidad. Jamás, incluso en aquel tiempo, salió de Nuestra boca una palabra que pudiera parecer injusta o dura para ninguno de los beligerantes. Hemos reprobado ciertamente, como se debía hacer, cualquier injusticia o cualquier violación del derecho; pero esto lo hicimos de manera que evitásemos con toda diligencia cuanto podía convertirse, aunque injustamente, en motivo de aflicciones mayores para los pueblos oprimidos. Y cuando desde alguna parte se presionaba para que Nos de algún modo, o de palabra o por escrito, aprobásemos la guerra emprendida contra Rusia en el año 1941, jamás consentimos hacerlo, como claramente dijimos el 25 de febrero de 1946, en el discurso pronunciado delante del Sacro y de todas las misiones diplon acreditadas ante la Santa Sede.[6]
       
11. Respeto del Papa por todas las naciones
        
Cuando se trata de defender causa de la Religión, de la verdad, de la justicia y de la civilización cristiana, no podemos callar ciertamente; sin embargo Nuestros pensamientos y Nuestras intenciones están siempre dirigidos a este fin, a saber, que no con la violencia de las armas, sino con la majestad del derecho se gobierne a todos los pueblos, y que cada uno de ellos, poseyendo la libertad civil y religiosa dentro de los límites de la propia Patria, sea conducido hacia la concordia, la paz y la vida de trabajo, de la que cada uno de los ciudadanos pueda obtener cuando le es necesario para alimentación, la habitación, el sustentamiento y gobierno de la propia familia. Nuestras palabras y nuestras exhortaciones se refirieron y se refieren a todas las naciones, y por consiguiente también a vosotros, que siempre habéis estado presentes en Nuestro corazón y cuyas necesidades y calamidades deseamos aliviar según permitan Nuestras fuerzas.
    
12. Amor universal del Papa, pese a los ataques.
       
Los que no aman la mentira sino la verdad saben que durante todo el curso del reciente conflicto Nos hemos demostrado imparciales con todos los beligerantes, y de ello frecuentemente hemos dado pruebas con las palabras y con las obras, y hemos abarcado en Nuestra ferventísima caridad a todas las Naciones, aun a aquellas cuyos gobernantes se profesan enemigos de esta Sede Apostólica, y a aquellas también en las que los enemigos de Dios, combaten fieramente todo lo que tiene algo de cristiano y de divino, y buscan el borrarlo de las almas de los ciudadanos. En efecto, por mandato de Jesucristo, que encomendó la entera grey del pueblo cristiano a San Pedro, Príncipe de los Apóstoles[7], del cual somos indignos Sucesores, Nos amamos con intenso amor a todos los pueblos y deseamos buscar la prosperidad terrena y la salud eterna de cada uno. Todos, por lo tanto, bien estén en guerra con las armas, o en desacuerdo por graves disensiones, son considerados por Nos como hijos iguales queridísimos; y no deseamos otra cosa, no pedimos al Señor con la oración más que la mutua concordia, la justa y verdadera paz, y una prosperidad cada vez mayor.
      
Mas bien, si algunos, engañados por las mentiras y las calumnias, Nos profesan abierta hostilidad, Nos estamos animados hacia ellos de una mayor compasión y de un más ardiente afecto.
  
13. A pesar de las calumnias, ama a los que yerran y condena el error.
     
Hemos condenado sin duda y rechazado, como exige el deber de Nuestro oficio, los errores que los partidarios del comunismo ateo enseñan y se esfuerzan en propagar con sumo daño para los ciudadanos; pero a los errantes, en vez de rechazarlos, les deseamos que vuelvan a la verdad y sean conducidos de nuevo al camino recto. Hemos puesto de manifiesto y reprobado estas mentiras, que frecuentemente se presentaban bajo falsas apariencias de verdad, precisamente porque sentimos hacia vosotros afecto de padre y buscamos vuestro bien. Nos, en efecto, tenemos la firme certeza que de estos errores no pueden sobreveniros sino grandísimos daños, porque no sólo quitan de vuestras almas la luz sobrenatural y los supremos consuelos que provienen de la piedad y del culto a Dios, sino que incluso os despojan de la dignidad humana y de la libertad debida a los ciudadanos.
    
14. El pueblo ruso conserva la fe y su amor a María.
      
Sabemos que muchos de vosotros conservan la fe cristiana en el santuario íntimo de la propia conciencia, que en ninguna forma se dejan inducir a favorecer a los enemigos de la Religión, sino que antes bien desean ardientemente profesar las enseñanzas cristianas, únicos y seguros fundamentos de la sociedad civil, no solamente en privado, sino que, si fuera posible, incluso en público, como conviene a personas libres. Y sabemos aún, con suma esperanza Nuestra y grandísimo consuelo, que amáis y honráis a la Virgen María Madre de Dios con ferventísimo afecto y que veneráis sus sagradas imágenes. Sabemos que en el Kremlin mismo se construyó un templo, hoy desgraciadamente cerrado al culto divino, dedicado a la Asunción de María Santísima a los Cielos; lo que es una prueba clarísima del amor que vuestros antepasados y vosotros tenéis a la Gran Madre de Dios.
      
15. La salvación por María.
       
Ahora bien, Nos sabemos que no puede faltar la esperanza de salvación allí donde las almas se dirigen con sincera y ferviente piedad a la Santísima Madre de Dios. De hecho, por mucho que se esfuercen los hombres, por impíos y poderosos que sean, en extirpar de los corazones de los ciudadanos la santa Religión y la virtud cristiana, por más que Satanás mismo busque el fomentar con toda clase de medios esta lucha sacrílega, según la sentencia del Apóstol de las Gentes: ...no tenemos que combatir contra la carne y la sangre, sino contra los príncipes y las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos...[8]; sin embargo, si María interpone su poderoso patrocinio, las puertas del infierno no podrán prevalecer[9]. Ella, en efecto, es la afabilísima y poderosísima Madre de Dios y de todos nosotros, y jamás se ha oído en el mundo que alguien haya recurrido suplicante a Ella y no haya probado su poderosísima intercesión. Continuad, por tanto, como estáis acostumbrados, a venerarla con ferviente piedad, a amarla ardientemente y a invocarla con estas palabras, que os son familiares: A tí únicamente ha sido concedido, Santísima y Purísima Madre de Dios, de ser siempre escuchada[10].
      
16. Plegaria para que se restaure en Rusia la fe y el bienestar.
     
Nos también junto con vosotros elevamos a Ella Nuestras oraciones suplicantes para que la verdad cristiana, decoro y sostén de la convivencia humana se refuerce y vigorice entre los pueblos de Rusia, y todos los engaños de los enemigos de la Religión, todos sus errores y falaces artes sean rechazados y alejados de vosotros; para que las costumbres públicas y privadas vuelvan a estar conformes con las normas evangélicas; para que especialmente aquellos que de entre vosotros se profesan católicos, aunque privados de sus Pastores, resistan con intrépida fortaleza a los asaltos de la impiedad, si es necesario, hasta llegar a morir; para que la justa libertad que conviene a la persona humana, a los ciudadanos y a los cristianos les sea restituida a todos, como a ello tienen derecho, y en primer lugar les sea devuelta la Iglesia que tiene el mandato divino de instruir a los hombres en las verdades religiosas y en la virtud; y finalmente para que la verdadera paz resplandezca vuestra queridísima Nación y en toda la humanidad y que esta paz, fundada en la justicia y alimentada por la caridad, dirija a todas las gentes a aquella prosperidad común de individuos y pueblos que proviene de la concordia de los espíritus.
     
17. Por la intercesión de María.
      
Dígnese Nuestra amorosísima Madre mirar también con ojos benignos a aquellos que organizan las formaciones de ateos militantes y dan todo género de ayuda a sus iniciativas. Quiera Ella iluminar sus mentes con la luz que viene de lo alto y dirigir con la gracia divina sus corazones hacia la salvación.
   
18. Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María.
     
Nos, por tanto, para que Nuestras oraciones y las vuestras sean escuchadas más fácilmente y para daros una prueba especial de Nuestra particular benevolencia, lo mismo que hace pocos años consagramos todo el mundo al Corazón Inmaculado de la Virgen Madre de Dios, así ahora, de manera especialísima, consagramos todos los pueblos de Rusia al mismo Corazón Inmaculado, en la firme confianza de que con el poderosísimo patrocinio de la Virgen María se realizarán cuanto antes los votos que Nos, vosotros, y todos los buenos formulan por una verdadera paz, por una concordia fraternal y por la debida libertad para todos y en primer lugar para la Iglesia; de forma que, mediante la oración que Nos elevamos junto con vosotros y con todos los cristianos, el Reino salvador de Cristo, que es el Reino de verdad y de vida, Reino de santidad y de gracia, Reino de justicia, de amor y de paz[11] triunfe y se consolide establemente en todas las partes de la tierra.
   
19. Plegaria a la Virgen.
      
Con oración suplicante rogamos a la misma clementísima Madre que asista a cada uno de vosotros en las presentes calamidades y obtenga de su Divino Hijo para vuestras mentes la luz del Cielo e impetre para vuestras almas la virtud y la fortaleza, mediante las cuales, sostenidos por la gracia divina, podáis triunfar victoriosamente de la impiedad y del error.
  
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 7 de julio de 1952, fiesta de los Santos Cirilo y Metodio, año 14 de Nuestro Pontificado. Pío XII.
   
NOTAS
  
[1] Leon XIII, Encíclica "Grande Munus", 30-9-1880, Act. Leomis XIII, vol. II, p. 129; A. S. S.13, 145
[2] Registrum Gregorii VII 1, 2 n. 74. In. Monum. German Histor. Epistol. select. II, 1, pag.
[3] Véase II Corint. 1, 3
[4] Pío XI, Alocución Consistorial "Indictam ante catholico orbi'', 30-VI-1930, en la creación y publicación de los nuevos cardenales; A. A. S. 22 (1930) 300
[5] Pío XI, Alocución Consistorial véase nota (4); A. A. S. 22 (1930) 301.
[6] Pío XII, Alocución Respuesta al Embajador de Portugal, Antonio Carneiro-Pacheco en presencia del Sacro Colegio de Cardenales; "L'élévation des pensées" 25-11-1946; A. A. S. 38 (1946).
[7] Véase San Juan 21, 15-17.
[8] Efes. 6, 12.
[9] San Mateo 16, 18.
[10] Akathistos de la fiesta de Patrocinio de la Santísima Madre de Dios, Kontakion 3, "Akathistos" es un himno mariano alfabético de gran valor poético, en la Liturgia de la Iglesia griega del día sábado antes del 5º Domingo Cuaresmal. El autor es, probablemente, el patriarca Sergio, quien lo compuso en acción de gracias por la salvación de los bárbaros Avaros (año 636)
[11] Prefacio de la fiesta de Cristo Rey

lunes, 11 de agosto de 2014

SANTA FILOMENA, VIRGEN Y MÁRTIR

"Has de saber, hija mía, que mis caudales y tesoros están cercados de espinas, basta determinarse a soportar las primeras punzadas, para que todo se trueque en dulzuras". (Santa Brígida)
    
Santa Filomena
   
Poco se sabe históricamente de Santa Filomena. Su historia real comienza cuando sus santos restos mortales fueron encontrados en la oscuridad de las Catacumbas de Santa Priscila en las que descansaron hace unos mil setecientos años.
  
Pero Dios es maravilloso en sus santos, y Santa Filomena de modo impresionante ejemplifica esta frecuente y repetida verdad. Después de permitir que su nombre y su memoria fueran sepultados por siglos junto a sus restos mortales, Él atrajo la atención de la Humanidad hacia esta pequeña doncella mártir, y ahora obra asombrosos prodigios en nombre de ella, como si deseara mostrar de esta manera, que Él quiere recompensar el largo tiempo que permitió que ella permaneciera en la oscuridad.
  
Las reliquias de Santa Filomena fueron desenterradas a principios de siglo XIX, el 24 de Mayo de 1802. El emblema del lirio y la palma estaba grabado en el sepulcro de la santa para indicar su virginidad y su martirio. También había un ancla, un látigo, y tres flechas, dos apuntando en dirección opuesta, y una con la línea curvada en ella, significando fuego e intentando simbolizar los diferentes tormentos que la mártir sufrió en testimonio de su fe y amor a Jesucristo.
   
Santa Filomena fue formalmente elevada a los altares por Su Santidad el Papa Gregorio XVI en una infalible declaración hecha pública en nombre de la Santa Madre Iglesia para edificación de todos los fieles y para Gloria de Dios en el tiempo y en la Eternidad.
   
El mismo Papa fue testigo de la curación milagrosa de Paulina Jaricot, fundadora del Rosario Viviente, en el Santuario de Santa Filomena en Mugnano, Italia.
    
La historia de la vida de Santa Filomena está basada en revelaciones privadas hechas por la santa en 1863 a tres personas diferentes, en respuesta a las oraciones de varios devotos de Santa Filomena, para permitirles que sepan saber quién era ella y como hizo frente al martirio.
    
Esas personas favorecidas eran un joven artista de buena moral y piadosa vida, un celoso sacerdote y una devota monja de Nápoles, la Venerable Madre María Luisa de Jesús. La Santa Sede no garantizó la autenticidad de las pretendidas revelaciones, el Santo Oficio dio su autorización para su difusión el 21 de Diciembre de 1883.
     
Nuestra bella Santa Filomena salió de los brazos de su madre para morir por Cristo, los lictores (Magistrados de Justicia de la antigua Roma) han cortado con el hacha el joven lirio y piadosas manos la han recogido para depositarla en el sepulcro. Esta verdadera heroína pisoteó toda la vanidad del mundo debajo sus pies y eligió los múltiples tormentos en lugar de renunciar a sus votos por Nuestro Salvador Crucificado. ¡Qué modelo de constancia y de toda virtud! Animémonos a ir a ella cuando seamos probados. ¡Permitámonos todos con ilimitada confianza implorar su intercesión!
   
ORACIÓN
Oh Dios que habéis adornado a la bienaventurada Filomena con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos honrar de tal modo su castidad y valor, que merezcamos por su constante protección vencer al mundo y obtener la corona eterna. Os lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

domingo, 10 de agosto de 2014

PRIMER MINISTRO ISRAELÍ: "TÍO SAM, ¡AYÚDAME POR FAVOR, QUE ISRAEL NO VAYA A LA JUSTICIA POR SUS CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD!"

Noticia tomada de RUSSIA TODAY
   
Benjamin Netanyahu, primer ministro de la Entidad Sionista
  
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha solicitado ayuda a EE.UU. para evitar enfrentarse a cargos de crímenes de guerra por ofensiva en la Franja de Gaza.
   
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha recurrido a la ayuda de EE.UU. en la batalla propagandística que libra contra la opinión pública internacional, que está convencida de que su campaña contra el movimiento islámico Hamás constituye un crimen de guerra por sus constantes bombardeos a Gaza.
   
Netanyahu había afirmado este lunes que Israel debe estar preparado para una operación militar "prolongada" en la Franja de Gaza y "actuará de forma agresiva y responsable" para cumplir su misión.
   
El primer ministro israelí se reunió con una delegación de legisladores estadounidenses, entre ellos el representante de Nueva York, Steve Israel, para pedirles ayuda con vistas a evitar acabar ante la Corte Penal Internacional (CPI), informa 'The New York Post'. Su petición se produce en un momento en que varios líderes palestinos se reúnen con funcionarios de la CPI para abordar la cuestión de la adhesión a la organización internacional.
   
"El primer ministro nos pidió trabajar juntos para impedir que esta estrategia de acudir a la CPI tenga éxito", afirmó un congresista estadounidense en una entrevista telefónica. "[Netanyahu] quiere que EE.UU. utilice todas las herramientas que tiene a su disposición en primer lugar para que el mundo se convenza de que los crímenes de guerra no los ha cometido Israel, sino Hamás", aseguró el legislador.
  
Según Netanyahu, el Ejército israelí recurre a "medidas extraordinarias" para tratar de evitar la muerte de civiles en la contienda que libra contra el grupo islamista, informa 'The New York Post'.
   
Las autoridades israelíes y la inteligencia occidental afirman que Hamás lanza sus misiles desde barrios poblados por civiles y almacena sus armas en escuelas e instalaciones médicas con objeto de poner a la población en primera línea de fuego y ganarse así la simpatía del mundo.

jueves, 7 de agosto de 2014

EL NOVUS ORDO Y LA MISA DE LUTERO Y CRANMER

Nos dirigimos a todos los fieles que asisten a la “nueva misa”. ¿Es ésta una Misa católica o una diabólica perversión? Muchos se escandalizarán y dirán que no puede ser una diabólica perversión de la Misa, pues la celebran en las iglesias a las que siempre asistieron, sacerdotes de la diócesis y que han estado en las parroquias muchos años. Pero recordemos que en tiempos pasados, la Misa fue pervertida y finalmente destruida por miembros de la jerarquía y del clero, quienes usaron edificios Católicos para hacerlo.
 
A principios del siglo XVI, los países europeos eran Católicos. No había más clero que el Católico. Y, sin embargo, antes de finalizar ese siglo, en algunos países Europeos el Santo Sacrificio de la Misa había sido destruido, principalmente en Alemania y en Inglaterra. Y los católicos asistían a los nuevos servicios religiosos en la misma iglesia a la que siempre habían asistido, y los servicios eran conducidos por los mismos obispos y sacerdotes que habían conocido siempre.
  
Las destrucciones de la Misa Católica fueron organizadas por clérigos y jerarcas que abusaron de su autoridad para sembrar la herejía; y aceptadas por los fieles bajo una falsa obediencia.
  
Demostraremos el paralelismo existente entre los eventos del siglo XVI y el período post-conciliar.
   
En Alemania, Martín Lutero, sacerdote católico, fue el primero en instigar la destrucción de la Misa. Veamos algunas de sus afirmaciones, tal y como se encuentran en sus escritos:
  
... “Cuando hayamos aniquilado la Misa, habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque es sobre la Misa, como sobre una Roca que el Papado se apoya con sus monasterios, sus obispados, sus colegios, sus altares, sus ministros y sus doctrinas. Todos estos caerán cuando su sacrílega y abominable Misa haya sido reducida a polvo... Sin embargo, para conseguir este fin con éxito y sin peligro, será necesario preservar algunas de las ceremonias de la misa antigua para los de mente débil, quienes se escandalizarían con un cambio muy rápido”. 

Lutero destruyó la Misa por consejo e instigación de satanás, pretendiendo acabar con la Iglesia Católica
   
Atendiendo al ruego ardiente de sus primeros discípulos, Lutero escribió su famosa “Formula Missae”. Con relación a ésta nos dice: “Debemos declarar en primer lugar que nuestra intención jamás ha sido abolir la adoración a Dios, sino únicamente purgar la forma que se usa de todas las adiciones que la han mancillado. Me refiero a ese abominable Canon que es una confluencia de lagunas repugnantes; han hecho de la Misa un Sacrificio, le han agregado ofertorios. La Misa no es un sacrificio, no es el acto de un sacerdote supremo ofreciendo un sacrificio. Considerémosla como un sacramento, o un testamento. Llamémosla una bendición, o eucaristía, o la Mesa del Señor, o el memorial del Señor. O démosle cualquier título que nos guste, con la condición de que no se mancille con el término de sacrificio o representación. Al descartar el Canon, descartemos todo lo que implica Oblación, y nos quedamos con lo que es puro y Santo”. (Recordemos que estas son las palabras de un sacerdote Católico legítimamente ordenado). 
    
La “Formula Missae” de Lutero (antecesora de la “Deutsche Messe” del mismo Lutero) comenzó el camino para convertir el Santo Sacrificio de la Misa Católica en una cena protestante (el Novus Ordo Missae).
   
Tengamos en la mente lo dicho por Lutero, y leamos ahora la declaración que apareció en L'Osservatore Romano (periódico del Vaticano) en octubre 13 de 1967: “La reforma litúrgica ha dado un notable paso al frente en la senda del ecumenismo. Se ha acercado más a las reformas litúrgicas de la Iglesia Luterana”. ¿No es esto escalofriante? La intención confesada de Lutero era la destrucción de la Misa y encontramos que el periódico del Vaticano se jacta de que hemos llegado muy cerca de la forma Luterana de dar culto a Dios.
    
Efectivamente Lutero consiguió destruir la Misa. Pero no pensemos que Lutero y sus discípulos simplemente anunciaron se estaban deshaciendo de la Misa. Si así hubiera sido, los católicos se hubieran opuesto. Al contrario, lenta y gradualmente cambiaron la Misa, explicando a la gente que sólo querían simplificar la liturgia para que les fuera más fácil comprenderla. El primer paso fue una nueva traducción de la Biblia, seguida por la traducción de la Misa del latín al alemán. Mas como Lutero no creía que la Misa es un sacrificio, ni creía en la Transubstanciación, es decir, que el pan y el vino se transforman en el Cuerpo y Sangre de Cristo, escribió su Formula Missae. En la nueva misa en vernáculo muchas partes de la Misa Tradicional fueron preservadas, pero se eliminó el Ofertorio y la Consagración. También se insertaron más lecturas de la Biblia. Luego, los altares fueron abolidos porque representan el carácter de sacrificio de la Misa y en su lugar se pusieron mesas, de manera que los sacerdotes estuvieran frente al pueblo. También se quitaron todos los crucifijos pues éstos recuerdan el Sacrificio del Calvario.
    
Una vez que Lutero hubo abierto las puertas e introducido los cambios, otros sacerdotes aparecieron en la escena con cambios más drásticos aún. Se deshicieron de sus vestimentas; permitieron a la gente que recibiera la Sagrada Comunión en la mano; descartaron el canto gregoriano y el uso del órgano. En su lugar promovieron el uso de música folklórica con platillos, trompetas e instrumentos de cuerdas. Estos sacerdotes y monjes católicos, infectados con un entusiasmo fiero por los cambios, destruyeron altares, quemaron imágenes, hicieron añicos las estatuas y descartaron sus hábitos.
       
Los sacerdotes y monjes que apostataron de la Fe para seguir la herejía protestante, quisieron destruir todo cuanto recordara la Iglesia Católica
   
La Misa era gradualmente transformada de la renovación del Sacrificio del Calvario a una reunión comunal del pueblo de Dios. Y esta profanación fue realizada por sacerdotes, usando templos católicos, monasterios y conventos católicos. La mayoría de la gente era católica en sus tradiciones e ideas, pero a medida que continuaron asistiendo a los servicios pervertidos en sus iglesias “católicas” perdieron la fe y cayeron en la apostasía. Y, por supuesto, sus hijos, expuestos a los nuevos servicios pervertidos desde temprana edad, crecieron sin un conocimiento real de la Una y Verdadera Iglesia, fundada por Cristo.
      
Son de lamentar las consecuencias tan tremendas, si recordamos que la Iglesia siempre ha enseñado: “FUERA DE LA IGLESIA CATÓLICA NO HAY SALVACIÓN”.
     
Las religiones Protestantes que vemos hoy, resultaron de los esfuerzos de unos sacerdotes católicos de “reformar” la Iglesia. Estas iglesias protestantes no ofrecen un sacrificio al Santo e Infinito Dios, no reconocen a María, la Inmaculada Madre de Dios, no tienen devoción a los Ángeles o a los Santos, no rezan por las almas de sus parientes y amigos fallecidos. Y todo esto es el resultado de la destrucción del Santo Sacrificio de la Misa por medio de sacerdotes que usaron los templos católicos para hacerlo.
     
Lutero dijo que era necesario conservar algunas de las ceremonias de la Misa Tradicional para no asustar a los débiles. ¿Somos nosotros de estas personas débiles que están siendo conducidas ciegamente a la apostasía? ¿O deseamos unirnos al pequeño grupo de católicos que desean conservarse fieles a Cristo, a su Cruz, a sus enseñanzas? Si deseamos mantenernos fieles, preparémonos para sufrir con Cristo en el Calvario, padeceremos soledad, ridículo y falta de comprensión de parte de los demás. Pero no estaremos solos.
      
Al principio del siglo XVI, Inglaterra era un país católico. La Fe estaba arraigada a través de siglos de catolicismo. Todas las iglesias, eran iglesias católicas: Westminster Abbey, Winchester, Coventry, Canterbury, eran algunas de las iglesias principales de esos días. Y Oxford y Cambridge eran centros de educación católica. Y aun así, al finalizar el siglo XVI, Inglaterra se había transformado en un país protestante, el clero y la jerarquía celebraban servicios protestantes en aquéllas que una vez fueron iglesias católicas. En nuestros días, Inglaterra es aún protestante y las famosas catedrales, como la abadía de Westminster, son centros de Protestantismo. ¿Cómo sucedió esto? ¿Sucedió de la noche a la mañana? Los que detentaban el Gobierno y comandaban la Iglesia ¿proclamaron que iban a abolir la Santa Misa? ¡Claro que no! Una acción repentina de esta naturaleza hubiera levantado tanta resistencia de parte del pueblo, que hubiera sido peligroso. Sin embargo, El Santo Sacrificio de la Misa fue esencialmente destruido en unos pocos años sin que la gran mayoría, de los católicos se dieran cuenta.
    
El principal responsable de la destrucción de la Misa fue Tomás Cranmer, Arzobispo católico de Canterbury. Este hombre poseía un odio apasionado por la teología católica de la Misa por virtud del sacerdocio sacrificador y la Víctima ofrecida en Sacrificio. Cranmer negaba la Doctrina de la Transubstanciación, es decir, que el pan y el vino se transforman, en la Consagración, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Sin embargo, mientras Enrique VIII vivía, hipócritamente continuó ofreciendo la Santa Misa y aún celebró la Misa en la coronación de Eduardo VI, sucesor de Enrique, en 1547. 
  
Tomás Cranmer, Primer "Arzobispo" anglicano de Canterbury, fue discípulo de Lutero, y como él, adulteró la Misa.
      
Pero antes de que terminara ese año, Cranmer había preparado un libro de sermones, y ordenó a los sacerdotes que los leyeran cada domingo en Misa. El fin de estos sermones era preparar a la gente a aceptar cambios más drásticos que iban a aparecer más tarde al presentar la idea de que la Biblia había sido reprimida por la Iglesia por largo tiempo, y que la Biblia era la única fuente de conocimiento verdadero de Dios. En las iglesias, los sacerdotes tuvieron que leer la nueva traducción de la Biblia. El siguiente paso fue cuidadosamente tomado en 1548. En este cambio se le agregó a la Comunión un prefacio con exhortaciones en inglés en las cuales la Presencia Real y Corporal fueron omitidas. Al año siguiente apareció un nuevo libro de oraciones: El primer Libro de Oraciones de Eduardo VI. El título decía: “La cena del Señor y Sagrada comunión, comúnmente llamada la Misa”. El orden del servicio era el mismo de la Misa, pero había algunas cosas en las cuales se manifestaban las innovaciones: la primera era el cambio en el lenguaje, la otra era el cambio por deducción indirecta de la doctrina. El cambio en el lenguaje era el desafío obvio presentado a los católicos comunes y corrientes, pero se les convenció diciéndoles: “el culto debe ser en un lenguaje que todos los hombres entiendan”... y la gente aceptó. Sin embargo, los cambios doctrinales resultaron mucho más importantes, aun cuando para el hombre común no significaba nada y casi no se daba cuenta de los mismos. Pero en este servicio en lengua vernácula, omitieron no sólo lo que pudiera enfatizar la Presencia Real, sino también el carácter de Sacrificio de la Santa Misa. La primera introducción del nuevo rito tuvo lugar en la Fiesta de Pentecostés en 1549. Mientras tanto, el Parlamento había decretado un estatuto ordenando que la Sagrada Comunión fuera administrada a los fieles bajo las dos especies.
    
El Rito de Cranmer entró en vigencia el día de Pentecostés de 1549 (coincidencialmente, el Novus Ordo Missae de Bugnini entró en vigencia el día de Pentecostés de 1969).
    
Al año siguiente el Parlamento abolió el rito antiguo de la ordenación de sacerdotes y de la consagración de obispos. El nuevo rito, compuesto principalmente por el Arzobispo Cranmer, eliminó toda frase o ceremonia que indicara que el propósito del rito era conferir el poder de ofrecer el Sacrificio. El único propósito del nuevo rito era dedicar al que lo recibía, para presidir la asamblea de Dios como miembro autorizado de la Iglesia, por medio de la predicación del Evangelio y administración de los Sacramentos. Y casi nadie se dio cuenta de este cambio. El servicio de la Comunión y el rito de la ordenación habían sido así desasociados de la idea del Sacerdocio con poder de ofrecer el Santo Sacrificio.
         
El orden sacerdotal y la consagración de obispos en el anglicanismo JAMÁS indica referencia al poder de ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa. Por ello, León XIII declaró inválidas, nulas y sin efecto las ordenaciones anglicanas.
  
Aún quedaba en las iglesias la piedra llamada Ara... Por eso, los Obispos ordenaron que se sacaran éstas y se destruyeran los altares. Cada parroquia debía ahora proporcionar una mesa de madera. La explicación oficial a estos cambios fue: “... la forma de mesa deberá cambiar la idea de la Misa papista al uso correcto de la Cena del Señor, en la mente de la gente sencilla. Porque el uso del Altar es para ofrecer sacrificio, el uso de la mesa es para servir a los hombres que coman sobre ella”.
       
 
La misa anglicana evoca una cena, no el Sacrificio. Por ello, se le llama “la Cena del Señor”, como también llaman al Novus Ordo.
    
Los obispos que se resistieron a seguir los cambios fueron despojados de sus diócesis. Así que de 23 Obispos en el país, sólo 4 defendieron la teología sacramental de la Iglesia y estos CUATRO fueron encarcelados.
      
En 1552, el Rey, como jefe de la Iglesia, impuso las Actas para la Uniformidad de la Oración Común y Administración de los Sacramentos. Estas Actas imponían graves castigos, no sólo para los que públicamente criticaban los nuevos servicios, sino también para el clero que usara cualquier otro servicio religioso
    
Entre tanto Cranmer y sus asociados ordenaron que todas las imágenes fueran sacadas de las iglesias, que se rompieran las vidrieras de colores, quitaron todos los vasos sagrados hechos de metales preciosos, predicaran en contra de la idea de la Cuaresma, del largo ejercicio penitencial en preparación de la fiesta de la Resurrección, ridiculizaran la creencia católica de que las almas de los fieles difuntos pueden ser socorridas por medio del Santo Sacrificio de la Misa.
    
“El que tenga oídos para oír, que oiga”. Este resumen de como un país que una vez fuera completamente católico, se hizo protestante en unos cuantos años, debería ser la voz de alarma para todos nosotros. Está sucediendo aquí, hoy, desde hace más de cincuenta años ¿Qué debemos hacer? Debemos mantenernos alejados de estos servicios religiosos pervertidos y no concurrir a las parroquias que los celebran, porque de hacerlo, estaríamos ayudando a traicionar a Cristo al contribuir a esta apostasía.
      
Hemos narrado brevemente fue destruida la Fe en Alemania e Inglaterra mediante la gradual profanación y destrucción de la Misa. Para examinar y condenar los errores de Lutero y los demás Reformadores, en el mismo siglo, el Papa Paulo III convocó el Concilio de Trento. Este Concilio decretó que el Papado debería producir y publicar un Misal para que los sacerdotes supieran qué oraciones, rituales y ceremonias se deberían usar a perpetuidad en la celebración del santo Sacrificio de la Misa. Hizo esto para salvaguardar a todas las generaciones de Católicos, de la tragedia que sobrevino a los Católicos en Alemania e Inglaterra.
      
El Papa Paulo III convocó el Concilio de Trento para contrarrestar la devastación que los malditos Lutero, Cranmer y demás herejes causaron en la Iglesia Católica.
   
Este trabajo fue terminado durante el reinado de San Pío V, y el Misal Romano fue instaurado como el Misal oficial de la Iglesia. El Papa publicó la Bula “QUO PRIMUM TEMPORE” sobre el Misal y desde entonces y hasta los cambios efectuados por la Comisión Litúrgica del Vaticano II, este decreto apareció en Latín al frente de todo Misal para uso de los Altares
   
San Pío V llevó a culminación plena las labores del Concilio de Trento, con la codificación del Ritual Romano de la Santa Misa (o Misa Tridentina), y con la bula “Quo Primum Tempore” le confirió perpetuidad irrevocable
   
Como podemos ver, el Papa, por virtud de su autoridad Apostólica, decretó que este Misal Romano debería ser usado en la Iglesia a perpetuidad, sin ningún cambio o alteración, y que ningún sacerdote podría jamás verse obligado a ofrecer la Santa Misa de manera diferente. Como dijimos antes, esto se hizo a fin de evitar que la Santa Misa fuera nuevamente destruida, como sucedió en Alemania e Inglaterra.
     
No permitamos que nadie venga con el cuento de que el Papa y el Concilio de Trento no tenían autoridad para establecer reglas y decretos a perpetuidad. No nos dejemos engañar por aquellos que dicen que otro Papa y otro Concilio pueden rechazar los decretos solemnes de un Papa o un Concilio anterior. Si esto fuese cierto, no habría Autoridad en la Iglesia y no podríamos creer la promesa de Cristo de que permanecería con la Iglesia hasta el fin de los siglos. Cualquier Papa o Concilio que intente revocar las enseñanzas solemnes de un Papa o Concilio anteriores está actuando en deliberado desafío y desobediencia a la autoridad de la Iglesia.
     
Observemos por un momento lo que ha pasado en la Iglesia desde 1953, cuando empezaron los cambios en la liturgia. La Misa se celebra hoy sólo en el idioma vernáculo. Mesas de madera han sustituido al Altar del Sacrificio. Han sacado los comulgatorios. En algunas diócesis, las estaciones del viacrucis, las imágenes, las pilas de agua bendita, los reclinatorios y los crucifijos se han eliminado en todas las parroquias. El canto Gregoriano, y el uso del órgano han desaparecido. En su lugar, tenemos "misas" folklóricas (la “misa criolla” en Argentina), panamericanas, y “rock”. Pero el cambio de mayor significado está en las oraciones del Canon. En el Canon nuevo, la mayoría de la doctrina y dogmas contenidos en el Misal Romano han sido totalmente SUPRIMIDOS o ELIMINADOS.
  
Las palabras de la Consagración han sido cambiadas de tal manera que el pan y el vino ya no se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Vemos, en consecuencia, que en nuestros días, la Santa Misa ha sido destruida tal como lo fuera en Alemania e Inglaterra hace 500 años, sin que los católicos se den cuenta. Esta iniquidad fue llevada a cabo por la jerarquía y el clero usando iglesias Católicas, monasterios y conventos católicos, exactamente en la misma forma en que se hizo durante la Pseudo-reforma.
   
Así como a los católicos de Alemania se les dio la “Formula Missae” de Martín Lutero y a los católicos de Inglaterra, el Primer Libro de Oraciones de Eduardo VI, que resultaron ser la completa eliminación del Santo Sacrificio de la Misa, a nosotros nos han dado el misal del “Novus Ordo”. Esta nueva misa se viene celebrando oficialmente en todo el mundo, desde 1969. Sin embargo, dos cardenales se armaron de valor, negándose a participar en esta destrucción de la Santa Misa, dejando oír su voz en abierta oposición. (Ver: CARTA DE LOS CARDENALES OTTAVIANI Y BACCI A PABLO VI y: BREVE EXAMEN CRÍTICO DEL NUEVO ORDO DE LA MISA
   
El “Novus Ordo Missae” es simple y llanamente la misma liturgia protestante
    
Luego, de algunas partes de Europa llegaron voces de fieles y grupos valientes, negándose a celebrar este rito que representa la perversión de nuestra Fe Católica.
      
Católicos Tradicionalistas de Alemania dicen: "Este ‘Ordo Missae’ aniquila el Ofertorio (recuerden la palabras de Lutero). Estos son los ritos paganos de Ceres y Baco. Esta no puede ser la verdadera Misa Católica".
 
El Novus Ordo Missae, en su ofertorio, se refiere al trabajo del hombre y los frutos de la tierra como ofrenda presentada ante Dios (como Caín al ofrecer en sacrificio las primicias de sus cosechas).
      
Monseñor Domenico Celada, en Italia, dijo: “El nuevo Misal contiene varios errores manifiestos, explícitamente condenados por Papas en tiempos anteriores. Por lo mismo, cualquiera que use esta misa se excomulga a sí mismo”.
      
En Inglaterra, Abbé Bryan Houghton de Suffolk ha preferido renunciar públicamente a usar la nueva liturgia, diciendo que, si llegara a cumplir con las instrucciones oficiales de los obispos y de Roma, no podría seguir celebrando la Santa Misa de acuerdo con el rito para el cual había sido ordenado.
      
Ya no es necesario que el sacerdote celebre en un altar, el Ara no es necesaria. El sacerdote es el “presidente de la asamblea del pueblo de Dios”. “Peor aún, a ningún sacerdote se le permite celebrar la Misa Latina de San Pío V, en público. HA SIDO PROHIBIDA”.
      
¿Qué debemos hacer? Si deseamos seguir siendo católicos verdaderos, no debemos asistir a ninguno de estos servicios. Ni tampoco contribuir económicamente, porque de hacerlo, estaríamos ayudando a mantener una iglesia que ha apostatado, que se ha separado de la verdadera Iglesia. Nos damos cuenta del terrible sacrificio que esto significa. Unámonos en oración a la Santísima Virgen María a quien Dios ha dado el poder de aplastar todas las herejías, y un día la Verdadera Iglesia resurgirá de las catacumbas, cuando Cristo Rey vuelva.
    
La gran mayoría de los católicos asisten a estos actos pervertidos que se llevan a cabo en sus parroquias, pero recordemos las preguntas y respuestas del Catecismo Ripalda (o Baltimore, en Estados Unidos) de “Primeras Nociones”:
   
¿Qué es la santa Misa? La santa Misa es el sacrificio de Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, ofrecido en nuestros altares en memoria del Sacrificio de la Cruz.
     
¿Es la Misa el mismo Sacrificio que el de la Cruz? Sí, la Misa es el mismo Sacrificio que el de la Cruz, porque en él se ofrece y sacrifica el mismo Jesucristo, aunque de un modo incruento, es decir, sin padecer o morir como en la Cruz.
     
¿La ceremonia que se celebra hoy en prácticamente todas las iglesias, es el reverenciado Sacrificio de la Cruz -el Sacrificio del Calvario-? Meditemos unos minutos sobre un aspecto de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor. Como sabemos por las Sagradas Escrituras, en el Calvario, al pie de la Cruz, había tres grupos de personas, reaccionando en distintas maneras. Primero, estaban los Fariseos y los Sacerdotes jefes de los judíos. Estos estaban al pie de la Cruz y se mofaban de Nuestro Señor. Recordemos que estos hombres eran los dirigentes religiosos, hombres que se habían dedicado a estudiar las Sagradas Escrituras; estaban encargados de interpretarles y de explicarlas a la gente. Estos hombres eran responsables del culto y del servicio de Dios. En otras palabras, eran la jerarquía y el clero de la Raza Escogida. Como los ungidos y expertos en las Sagradas Escrituras y las Profecías, deberían haber sido los primeros en reconocer y aceptar a Cristo como al Mesías prometido y en haber conducido al pueblo a Él. Sin embargo, fueron los que lo odiaron y tramaron su Muerte.
    
Los sacerdotes judíos, quienes guardaban la Escritura y realizaban los sacrificios, fueron los que por odio a Jesús ordenaro su muerte.
   
El domingo de Ramos el pueblo judío, que amaba a Jesús y lo había seguido y escuchado y que había presenciado sus milagros durante tres años, lo aclamó como a su Rey, exclamando: “Hosanna al Hijo de David”. Y sin embargo, antes de finalizar la semana, ese mismo pueblo se unió al grito de “¡Crucifícale!”. Esta gente común había amado a Jesús, no tramaron nada en su contra. No deseaban su muerte. Pero, se dejaron guiar ciegamente hasta demandar su Crucifixión ¿Por quién? POR SUS DIRIGENTES RELIGIOSOS. POR LA JERARQUÍA. Mucha de esta gente se alineó al lado del Calvario a ver pasar a Cristo cargado con su pesada cruz y no le ofrecieron ayuda. En la cima del Calvario, cuando Cristo había sido clavado en la Cruz, los dirigentes religiosos de la gente judía, se dedicaron a mofarse de Cristo. Y esta gente regresó a sus hogares sin darse cuenta de que había presenciado la muerte del Mesías Prometido, al cual habían estado esperando. De todos los dirigentes religiosos, sólo uno creía en Jesús, Nicodemo, pero tenía miedo de reconocerlo públicamente. Fue a buscar a Cristo por la noche. Los Evangelios no mencionan que estuviera presente en el Calvario como amigo de Cristo.
     
Hoy, entre los escogidos de Dios (los católicos) la situación es muy parecida. La gente común y corriente amaba a la Iglesia, sus Sacramentos, sus Enseñanzas y siempre creyó que Cristo aún vivía entre nosotros en el Santísimo Sacramento del Altar y en el Tabernáculo. Nosotros no hemos tramado nada en contra de la Iglesia. Nunca hemos deseado la muerte del Santo Sacrificio de la Misa. No hemos pedido los cambios. Y, aun así, seguimos ciegamente a nuestros dirigentes religiosos a la Corte del Moderno Pilatos y ayudamos a destruir la Santa Misa. Nos hemos alineado en el camino al Calvario, observando la destrucción de la Santa Misa, sin hacer nada para evitarlo.
     
Nuestros obispos han permanecido en la cima del Calvario, mofándose de Nuestro Señor al cambiar la Misa, y hemos regresado a nuestros hogares indiferentes, sin importarnos. Así como en el tiempo de Cristo había un Nicodemo, nosotros también tenemos a un Nicodemo por ahí, pero no tiene el valor de reconocer abiertamente el verdadero y Santo Sacrificio.
     
El segundo grupo en el Calvario lo formaban los soldados romanos, quienes no conocían realmente a Cristo, ni la promesa de Dios de enviar un redentor. Eran paganos que adoraban muchos dioses falsos. Se les asignó, como parte de su deber, el crucificar a Cristo. Clavaron las Sagradas Manos y Pies de Jesús y levantaron la Cruz en alto. Luego se felicitaron y se sentaron a contar cuentos, a reírse y a jugar dados. Se divertían porque no comprendían lo que estaba sucediendo. ¿No nos recuerda esto lo que está pasando en nuestras iglesias? Las jovencitas con sus minifaldas se agrupan en el santuario tocando sus guitarras, la gente se amontona alrededor de la mesa abrazándose, besándose, o dándose la mano, y nos preguntamos, ¿cuánta de esta gente está pensando en la Cruz, en el Calvario o en el Sacrificio?
 
La mayoría (si no son todos) los que asisten al Novus Ordo, no les interesa el Sacrificio de la Cruz (que de todos modos, no está presente en él)  
    
El tercer grupo en el Calvario era muy pequeño y silencioso. Se componía de María, la Inmaculada Madre de Dios, San Juan, el único apóstol que tuvo el valor de seguir a Cristo hasta el fin; Santa María Magdalena, pecadora arrepentida quien se arrodilló llena de dolor al pie de la Cruz; y unas pocas mujeres santas que habían seguido a Jesús y creyeron en Él hasta el final. En ninguna parte de las Sagradas Escrituras dice que esta gente platicó, o se rio, o se divirtió en forma alguna en el Calvario. Permanecieron en doloroso silencio ante el Santo e Infinito Misterio que tuvieron el privilegio de presenciar.
 
Sólo María Santísima, San Juan y la Magdalena reconocían el sentido de la Crucifixión
       
¿Dónde están hoy sus imitadores? No los encontraremos en las parroquias. ¡No existe lugar ahí para el silencio! Es sólo una reunión alegre de la gente de la comunidad, que se han reunido para cantar, darse la mano y comer juntos. Y esto es lo que miles de Católicos están haciendo hoy.
      
Así como los judíos de entonces regresaron a sus hogares sin darse cuenta quién era el que había muerto en la Cruz, así también, los católicos de hoy han visto la muerte del Santo Sacrifico de la Misa y regresaron a sus hogares sin saberlo. ¿Esta alegre reunión de la comunidad, es el Santo Sacrificio del Calvario? Cuando se entran a una iglesia, ¿puede aún percibirse la presencia de Dios? ¿Se siente aún el callado gozo y la santidad de antes? O, ¿están todos tan ocupados cantando y saludando al vecino para pensar acerca del Calvario y el Sacrificio de Cristo y su Madre Dolorosa?
        
Sin embargo, insisten en seguir asistiendo a esas iglesias, semana tras semana. ¿Por qué?
    
Algunos se preocupan por lo que su familia o sus amigos dirán si no van a su iglesia. Los tildarán de fanáticos, o de locos, anticuados, retrógrados, que no se han modernizado. ¿No es Cristo más importante que lo que piense la gente? ¿No es más importante salvar nuestras almas, que complacer a los demás?
  
El miedo de no poder casarse, o ser enterrados o bautizar a sus hijos en una de estas iglesias los paraliza. Sin embargo, si no hay VERDADERA MISA, CRISTO NO ESTÁ PRESENTE ALLÍ. Y si Cristo no está presente ¿por qué quieren casarse, o que los entierren, o bautizar allí a sus hijos?
   
Dicen: sé que no está bien, pero ¿qué puedo hacer? Si en su lugar de residencia, no hay ninguna capilla en donde se celebre la verdadera Misa (en muchos lugares las hay), pueden hacer lo mismo que hicieron los católicos leales de Inglaterra y Alemania en tiempos de la Reforma. Se quedaron en casa y desde ahí dijeron sus oraciones. Pueden hacer lo mismo que los católicos irlandeses durante siglos de persecución. Reunían a sus familias cada noche y rezaban el Rosario. Pueden hacer lo mismo que los fieles católicos en Polonia, Hungría y las demás naciones tras la Cortina de Hierro. Se mantenían lejos de las iglesias, en donde los sacerdotes, colaborando con los comunistas, celebraban sus “misas”, mientras ellos rezaban el Rosario en sus hogares. Todos ellos siguen siendo verdaderos católicos, manteniéndose lejos de las misas pervertidas y arrodillándose en oración ante la Madre Dolorosa, que fue la única que entendió el misterio del Calvario. Los que continúan asistiendo a las iglesias en donde Cristo está siendo burlado, al final perderán la Fe.
 
Los católicos que no puedan asistir a la verdadera Misa (porque no hay capilla o por no haber sacerdotes válidos), pueden y deben reunirse en sus casas para rezar el Santo Rosario.
   
Cristo dijo que no podemos servir a dos señores. “Aquel que no está Conmigo, está contra Mí”. Tenemos la responsabilidad de escoger. Y de esta elección depende nuestra salvación o nuestra condenación eterna.
   
Anónimo, en nombre del Grupo de Laicos pro-Misa Tridentina