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lunes, 30 de noviembre de 2015

¿EL USO DE "Corpus Christi" POR LA NEO-FSSPX ES UNA PRÁCTICA DEL NOVUS ORDO?

Traducción de los Comentarios de los Padres de TRADITIO
 
Un lector nos reveló que en Australia, algunos de los sacerdotes-presbíteros de la Neo-FSSPX de Bernie Fellay están administrando la "Comunión" usando la fórmula del Novus Ordo.
Esta Fórmula, introducida por la iglesia deuterovaticana en 1964, fue modelada a partir de la práctica protestante donde el "Cuerpo de Cristo" refiere a la Congregación y no al Sacramento (que los protestantes no tienen).
  
Queridos Padres de TRADITIO:
En un lugar aquí en Australia, los sacerdotes-presbíteros de la Neo-FSSPX de Bernard Fellay están distribuyendo la "Comunión" con la fórmula "Corpus Christi". ¿Esta es la fórmula del Novus Ordo, en vez de la fórmula Católica tradicional?
  
Los Padres de TRADITIO responden:
Esa es la fórmula del Novus Ordo, que fue uno de los primeros cambios introducidos en 1964, luego de que el Anticoncilio Vaticano II comenzara su labor despreciable. Entonces, se supone que el comulgante debe responder "Amen". Hasta el presente, esa fórmula decapitada es la empleada para dar la inválida galleta Novus Ordo en su inválido servicio Protestante-Masónico-Pagano del Nuevo Orden. La fórmula decapitada fue introducida para que ésta se convierta en algo vago, justo como Quién/quien o Qué/qué es el Cuerpo/cuerpo. Esta frase ahora descontextualizada puede referirse a la inválida galleta o a la congregación en sí misma, como es la usanza de los herejes protestantes.
 
La referencia de la fórmula tradicional para administrar la Santa Comunión es de cristalina claridad; y remite a la Presencia Sacramental de Cristo en la Sagrada Eucaristía: Corpus Dómini nostri Jesu Christi custódiat ánimam tuam in vitam ætérnam. Amen. [Que el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo guarde tu alma para la vida eterna. Amén]. Nota bien que EN LA FÓRMULA TRADICIONAL ES EL SACERDOTE, NO EL COMULGANTE, QUIEN DICE EL "Amen".
 
El Ritus servandus en el Misal Tradicional señala categóricamente que el Sacerdote dice "Amen" luego de pronunciar la Fórmula para administrar la Comunión. Lo mismo ocurre con el "Dómine, non sum dignus,..." antes de dar la Comunión.
  
De tu reporte se desprende que la Neo-FSSPX de Fellay está ya comenzando a introducir elementos del servicio montiniano en ciertos lugares donde la misma tiene su sede, para suavizar, si es posible, sus congregaciones para su eventual venta a fin de convertirlos en miembros en buenos términos de la secta anticatólica del Novus Ordo. Hemos recibido otros reportes de prácticas Novus Ordo, incluso de presbíteros del Novus Ordo, siendo introducidos en los servicios de la Neo-FSSPX.

domingo, 29 de noviembre de 2015

LA DESESPERACIÓN DEUTEROVATICANA PARA LEGITIMAR SU NOVUS ORDO MISSAE

Traducción de los Comentarios de los Padres de TRADITIO
 
La Neo-iglesia apela a falsos "milagros", en un esfuerzo para justificar su Protestante-Masónico-Pagana galleta y Kool-Aid
 
El servicio del Nuevo Orden NO ES MÁS CAPAZ de producir un "Milagro Eucarístico" que un servicio protestante Metodista o Luterano, pero un senil presbítero conciliar proclama un "Milagro Eucarístico" en la India.
Esos reclamos son risibles desde 1968-1969: La Iglesia Conciliar no tiene una "Eucaristía" válida, o incluso Sacerdotes Católicos válidamente ordenados, sino presbíteros-ministros meramente "instalados".
La Iglesia Católica enseña, basada en textos explícitos de la Sagrada Escritura, que satanás emplea a menudo falsos "milagros" para engañar.

¡Es un milagro! ¿En serio? Michael Martires, un presbítero conciliar de 81 años de edad, es el más reciente caso de alguien que hace una ridícula declaración de que fue sanado por un "milagro eucarístico" del Novus Ordo durante el servicio de clausura en el Congreso Eucarísitico (sic) Nacional en Bombay, India. El senil presbítero afirmó: "Sentí que Jesús me tocó y me sanó". Su afirmación, sin fundamento, se basa en el hecho de que él había estado "enfermo por un tiempo" aunque no lo suficiente para dejar de trabajar.
 
Dichos clamores son absurdos porque el servicio Protestante-Masónico-Pagano Novus Ordo no es Católico, no es válido, y no puede dar ningún resultado milagroso -al menos, uno legítimo-, más de lo que un servicio metodista pudiera hacer. La iglesia montiniana sólo tiene inválidas galletas y Kool-Aid "presididas" por presbíteros-ministros, no Sacerdotes Católicos. [Parte de la noticia para este Comentario proviene de Asia News].
  
Así las cosas, ¿cómo puede explicarse cualquiera de los alegados "milagros" que son atribuidos a la falsa Misa y a los fraudulentos presbíteros? ¡A quién, sino a satanás mismo! La Iglesia Católica enseña, sobre textos explícitos de la Biblia, que los falsos "milagros" son a menudo usados por satanás para engañar. De hecho, la perícopa del Evangelio leído o cantado para el Último Domingo después de Pentecostés cita a Cristo haciendo esta declaración explícita: "Porque surgirán seudocristos y seudoprofetas: y harán grandes milagros y prodigios, de tal modo que sean engañados (si fuese posible) los mismos elegidos" (San Mateo 24:24).
  
Súmese a lo anterior, la seudoiglesia usa abiertamente falsos "milagros" para justificar su canonización de "non sanctos". Tómanse por ejemplos la sincretista Teresa de Calcuta. Wojtyla Katz/Juan Pablo II, un "non sancto" en sí mismo, quiso tanto "santificarla" por su popularidad en la India, que la Neoiglesia le inventó un "milagro" para ella. El problema fue que los propios médicos de Teresa negaron públicamente que lo sucedido fuera un milagro, sino solamente la remisión normalmente esperada por la administración de un poderoso medicamento anticarcinogénico que se le había dado. Ella murió justo un año después. ¡Sus médicos quisieron ir a Roma para detener el wojtyliano fraude, pero se les dijo que no querían su testimonio!

sábado, 28 de noviembre de 2015

ABRIÓ LA BOCA BERGOGLIO, Y CONTRA EL VIA CRUCIS BLASFEMÓ

Desgraciadamente nos toca volver a hablar del anticristo Bergoglio, pero nos vemos obligados porque de lo contrario, Dios nos reprochará por haber sido unos perros mudos: 
  
Durante su viaje al África, Francisco I estuvo el pasado 27 de Noviembre en Nairobi, capital de Kenia, siendo recibido en el Estadio Kasarani de esa ciudad. Allí pronunció un discurso largo, tedioso (eran casi las 12:00h, y esa es una hora terrible en la zona ecuatorial) e indigesto (el que lo quiera leer, en VATICAN INSIDER está la transcripción) sobre el tribalismo, la corrupción y el sufrimiento, donde de nuevo blasfemó contra la Cruz de Cristo y una de las devociones más caras al Catolicismo tradicional: El Vía Crucis. Esto fue lo que dijo:
Tu pregunta, Manuel, es de un profesor de teología: "¿Cómo entender que Dios es nuestro Padre, cómo ver la mano de Dios en las tragedias de la vida, cómo encontrar la paz de Dios?" Esta pregunta me la hacen los hombres y mujeres de todo el mundo de una u otra manera. Y no encuentran explicación. Más aún, hay preguntas que por más que te rompas la cabeza, no vas a encontrar explicación. "¿Cómo puedo ver la mano de Dios en una tragedia de la vida?" Hay una sola, iba a decir una sola respuesta, no. No, no es respuesta. Hay un solo camino: mirar al Hijo de Dios. Dios lo entregó para salvarnos a todos, Dios mismo se hizo tragedia, Dios mismo se dejó destruir en la Cruz. Y cuando estés que no entendía algo, cuando estés desesperado, cuando se te viene el mundo encima, mira a la Cruz. Ahí está el fracaso de Dios. Ahí está la destrucción de Dios. Pero también ahí está un desafío a nuestra fe. La esperanza, porque la historia no terminó en ese fracaso. Sino en la resurrección que nos renovó a todos. Les voy a contar una confidencia. Son las doce, ¿tienen hambre? ¿No? Les voy a contar una confidencia. Yo en el bolsillo llevo siempre dos cosas: un rosario para rezar y una cosa que parece extraña, que es esto (Bergoglio saca un Vía Crucis de bolsillo). Y esto es la historia del fracaso de Dios. Es un Vía Crucis, pequeño Vía Crucis. Es cómo Jesús fue sufriendo desde que lo condenaron a muerte hasta que fue sepultado. Con estas dos cosas, me arreglo como puedo. Pero gracias a estas dos cosas no pierdo la esperanza.
    
https://www.youtube.com/watch?v=lcopWNUVHxA
Vídeo de Rome Reports donde se capta el momento de la blasfemia. (Clic a la imagen para ver el vídeo)

Un antiguo Vía Crucis de bolsillo.
   
Bergoglio habla de la Cruz de Cristo con saña y odio, sólo parangonable al que los judíos le profesan a Jesucristo. ¿SERÁ QUE TAMBIÉN ÉL ES JUDÍO?
 
ACTUALIZACIÓN: Según INFOVATICANA, el Vía Crucis de bolsillo que lleva Bergoglio fue un regalo que antes de morir le hiciera Rogelio Livieres Plano, "obispo" de Ciudad del Este (Paraguay), al cual Bergoglio despojara de su diócesis el año anterior.

sábado, 21 de noviembre de 2015

EL PADRE CALVO, SOBRE LOS ATENTADOS EN PARÍS: “SON UNA RAZA SATÁNICA E IDEOLOGIZADA PARA EL FANATISMO”

Tomado de ALERTA DIGITAL
 
El párroco Jesús Calvo, sentado en el despacho de su casa, en Villamuñio. A su izquierda, un busto de Beethoven.
   
Jesús Calvo, sacerdote y colaborador del programa “La Ratonera”, ha señalado hoy que la presencia de al menos un “refugiado” sirio entre los autores de la matanza islamista de París viene a certificar la validez de sus denuncias en el citado espacio de Alerta Digital TV y que fueron muy criticadas en algunos sectores de la izquierda española. “Son invasores de largo plazo, bajo los planes ocultos de la masonería sionista”, señaló el Padre Calvo para referirse a los centenares de miles de inmigrantes de origen sirio que han llegado a Europa en los últimos meses.
 
Visiblemente indignado por la serie de acontecimientos luctuosos que han tenido como escenario la capital francesa, el Padre Calvo responsabilizó a los “dirigentes políticos europeos” de los atentados en la misma proporción que sus propios autores y expresó su convencimiento de que el terrorismo islámico no hará sino crecer en Europa. “Que no nos vengan ahora con cuentos. Los políticos llevan años facilitando la llegada de musulmanes a suelo europeo, en contra de muchas advertencias. Lo de Francia demuestra lo falaces que son tanto la utopía democrática como el idealismo barato, el creer que todos son como nosotros, cuando se trata de una raza satánica e ideologizada para el fanatismo. Somos dos mundos opuestos. Por primera vez en la historia de nuestros pueblos europeos, sus dirigentes fomentan y subvencionan la llegada de personas que quieren acabar con nuestra civilización. El musulmán es un universo fanatizado y endogámico. Tratar de entender la mentalidad musulmana desde la lógica racionalista de Occidente es uno de los errores en los que se incurre. El islam es sobre todo un estado de sumisión mental absoluto, un complejo fenómeno de robotización colectiva frente al que pierden validez todas las fórmulas que han reglado la convivencia y el desarrollo de Occidente”, declaró el sacerdote leonés, párroco de Villamuñio.
  
Calvo se mostró también muy crítico con los papas Benedicto XVI y Francisco I, por sendas declaraciones sobre el islam. El actual pontífice definió la musulmana como “una religión de paz”, mientras que su predecesor al frente de la Iglesia católica manifestó que “musulmanes y cristianos adoramos al mismo Dios”. “Nuestro Dios es trino y el de ellos es un invento de un falso profeta, un inmoral violento que se impuso por la fuerza de las armas”, subrayó.
  
El Padre Calvo volvió a expresar su rechazo a la ONG católica Caritas por servir de de “efecto llamada a elementos indeseables y sin hacer distinción”. “Usa al hombre en cuanto que tiene estómago y nada más”, añadió.
 
Por último, Jesús Calvo pidió a los franceses que “no busquen a los responsables sólo en Oriente Medio” y señaló que, tras la derrota alemana en 1945, “Europa ha dejado de ser un espacio de seguridad para convertirse en una cloaca multicultural”.

domingo, 15 de noviembre de 2015

DEUS NON IRRÉDITUR: NEMO ILLUM IMPÚNE LACÉSSIT

De Dios nadie se burla: nadie Le ofende impunemente. Así intitulamos este análisis sobre los hechos acontecidos el 13 de Noviembre en París, más exactamente los atentados perpetrados por el autodenominado Estado Islámico en la capital francesa, que causaron más de 160 muertes. Uno de los sitios más afectados, si no el que más, por el accionar terrorista, fue el Bataclan, un bar muy frecuentado en la zona y vecino al semanario satírico Charlie Hebdo, donde esa noche tocaba la banda de rock estadounidense Eagles of Death Metal. Allí se encontraba una pareja de esposos, que relataron su testimonio al diario LE FIGARO. Esto contó el esposo (Traducción de CATÓLICOS ALERTA):
Llegamos al Bataclan a las 20:30. El concierto comenzó alrededor de las 21h. Nos encontrábamos cerca de la entrada, junto al bar. Estábamos de pie, el Bataclan estaba lleno de gente a reventar. Algunas personas se sentaron el balcón del primer piso. Es una banda de rock bastante divertida, la audiencia era de entre 20 y 50 años. Algunos padres habían ido con sus hijos adolescentes.
 
El ambiente era muy jovial, La banda tocó durante una hora aproximadamente. Acababan de decir «Te amamos París» y habían comenzado la canción Kiss the Devil con las palabras «Me encuentro con el diablo y esta es su canción», cuando escuchamos claramente las detonaciones detrás de la puerta de entrada.
  
La canción que estaban cantando dice (ADVERTENCIA: REZAR TRES AVEMARÍAS Y LA ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL ANTES DE LEERLA):
 
“KISS THE DEVIL
Autores: Josh Homme y Jessie Hughe (Eagles of Death Methal)
  
Who'll love the devil?...
Who'll song his song?...
Who will love the devil and his song?... 
I'll love the devil!...
I'll sing his song!...
I will love the devil and his song!...
Who'll love the devil?... 
Who'll kiss his tongue?...
Who will kiss the devil on his tongue?...
I'll love the devil!...
I'll kiss his tongue!...
I will kiss the devil on his tongue!...
Who'll love the devil?...
Who'll sing his song?...
I will love the devil and his song!...
Who'll love the devil?...
Who'll kiss his tongue?...
I will kiss the devil on his tongue!...
Who'll love the devil?...
Who'll sing his song?...
I WILL LOVE THE DEVIL AND SING HIS SONG!...
 
Es ley de la historia y disposición habitual de la Providencia que para castigar a los pueblos perversos, se sirve de otros más perversos (Cardenal Pie).

NOVENA EN HONOR DE SAN JUAN DE LA CRUZ, PRIMER CARMELITA DESCALZO

Novena escrita por un devoto de San Juan de la Cruz en Madrid, en el año 1849.
   
NOVENA EN HONOR DE SAN JUAN DE LA CRUZ, PRIMER CARMELITA DESCALZO DE LA REFORMA QUE FUNDÓ SANTA TERESA DE JESÚS
   
   
Antes de principiarla se procurará confesar y comulgar; después, puesto de rodillas ante alguna imagen del Santo, se persignará y dirá la Confesión general, y levantando el alma y corazon a Dios, le pedirá sea para mayor gloria suya y bien de su alma lo que desea alcanzar por medio de San Juan de la Cruz y su Novena; y con gran confianza de conseguirlo dirá las oraciones siguientes.
  
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
CONFESIÓN GENERAL 
Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la Bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y a todos los santos, que pequé gravemente de pensamiento, palabra y obra; por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa. Por eso, ruego a la Bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y a todos los santos, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor. Amén.
 
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.
Clementísimo Dios y Señor mio infinito, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y por su ejercicio alcanzase ser muy amado de Vos y de vuestra Santísima Madre, comunicándole muchas gracias y singulares favores; suplícoos humildemente por su intercesión y merecimientos, me concedais pureza de alma y cuerpo, con las demás virtudes teologales y cardinales que este Santo glorioso practicó toda su vida, para que imitándole en este ejercicio e inocencia de costumbres, merezca como él, ser amparado de Vos y de vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y despues gozaros para siempre en su compañía en la Gloria. Amén.
 
DÍA PRIMERO - 15 DE NOVIEMBRE
Glorioso Padre San Juan de la Cruz, que desde vuestra infancia fuiste tierno amante de María Santísima y de la Cruz de su Santísimo Hijo, mereciendo con este amor ser protector singular de las almas afligidas y desconsoladas; suplícote, Padre mio, interpongas tu ruego con Madre e Hijo para que me concedan fe viva, esperanza cierta, caridad ferviente y amor tierno a la Cruz de mi Señor, con cuyo ejercicio viva y muera amparado siempre de su gracia, y tambén consiga, si me conviene, lo que pido en esta Novena. Amén. Rezar nueve Ave Marías.
  
GOZOS A SAN JUAN DE LA CRUZ
 
Pues sois Padre generoso
Del reformado Carmelo,
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
  
Apenas naciste, Juan,
Cuando Jesús y María
Te dan la mano a porfía
Para ser su capellán;
Los dos de tu parte están
Para hacerte venturoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
  
De inocencia revestido
En el primer sacrificio,
De capellán el oficio
Hiciste bien, y cumplido;
Por ser más agradecido
Buscas siempre lo penoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
  
La cruz tomas por empresa
Del reformado Carmelo,
Y por subir más de vuelo
Te descalzas con Teresa;
Si esto a todos embelesa
A ti te hizo más dichoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
  
De la cumbre del Carmelo
Compasivo al valle vas,
Y a todo pobre le das
Por sustento el pan del Cielo;
Todos quedan con consuelo
De verte tan dadivoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
 
Los cojos y los quebrados,
Los mancos y los tullidos,
Los tristes más afligidos
Quedan por ti consolados;
En partos muy revesados
Socorres más generoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
     
Son de toda enfermedad
Tus reliquias medicina,
Y universal oficina
De perenne sanidad;
A todos con brevedad
Sanas siempre prodigioso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
 
Trabajos y oposición
En reformar padecéis,
Pero todo lo vencéis
Con paciencia y oración;
La mayor contradicción
Sufrís blando y cariñoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
  
En las alas del amor
Y espinas de penitencia
Subís, Juan, a la eminencia
De insigne reformador;
En este divino ardor
Seguiste a Elías celoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
          
De Jesús en el costado
Tuviste, Juan, la morada,
No buscando gusto en nada
Fuera de Jesús amado;
¡Oh Querubín abrasado
De todos modos dichoso!
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
  
A Jesucristo imitaste
Negándote a ti mismo,
Queriendo ser uno mismo
En la Cruz que tanto amaste;
En ella pues te quedaste
De más penas siempre ansioso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
   
Por tan crecidos fervores
Os llegó Cristo a ofrecer
Coronas al escoger;
Mas tú eliges los mayores
Desprecios y confusiones
Por Jesucristo amoroso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
   
Siguiendo Juan este plan
En Cristo Juan se ha trocado,
Y Cristo crucificado
Vive transformado en Juan;
Esta gracia fue el imán
Que os hizo, Juan, portentoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
   
Mil veces afortunados
Dicen, Juan, ser tus devotos,
Pues logran por ti sus votos
En favores duplicados;
Por eso experimentados
Te aclaman el poderoso.
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
  
Pues sois Padre generoso
Del reformado Carmelo,
Dadnos favor y consuelo,
San Juan de la Cruz glorioso.
 
V. Ruega por nosotros, bienaventurado padre San Juan de la Cruz.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
  
ORACIÓN
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan de la Cruz le concediste ser amante fervoroso de los trabajos, desprecios y Cruz de vuestro Santísimo Hijo, y una abnegacion perfecta de sus pasiones y apetitos; concédeme, Señor, por sus méritos y ruegos, que imitando yo aquí sus virtudes merezca en el Cielo ser compañero de su gloria por los siglos de los siglos. Amen.
 
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO - 16 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
Glorioso Santo y Padre mío San Juan de la Cruz, que siendo inocente en la vida, aún de pocos años, crucificaste tu cuerpo con muchos rigores y penitencias por asemejarte en lo posible al que por nuestro amor padeció en la Cruz; suplícote, Padre mio amantísimo, intercedas con nuestro Señor Jesucristo me dé afición a la penitencia, con que satisfaga mis muchas culpas, y gracia de padecer por su amor los trabajos y dolores que me enviare, para que satisfaciendo las innumerables ofensas que le tengo hechas, y purificada mi alma con tan saludable ejercicio, merezca llegar a gozarle por siempre en tu compañía en la Gloria, y también alcance lo que pido, si me conviene, en esta Novena. Amén.
  
Rezar nueve Ave Marías. Los gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA TERCERO - 17 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
Amantísimo Padre mío San Juan de la Cruz, que por tu continua oración mereciste renombre de Doctor extático, y luz especialísima para gobernar las almas y adelantarlas en la virtud; suplícote humildemente que como Padre y Director iluminado alumbres la mía con las luces de tu celestial doctrina, y la inclines al ejercicio santo de la oración, con el cual, despegada de todo lo terreno, llegue a amar a solo Dios y a solas las cosas del Cielo, y así alcance de su Majestad perseverancia en el bien obrar, y también si me conviene la gracia que le pido en esta Novena. Amén.
  
Rezar nueve Ave Marías. Los gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA CUARTO - 18 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
Oh Padre mío amantísimo San Juan de la Cruz, espejo de paciencia y fortaleza, que para gloria de Dios y por el bien de tu reforma sufriste innumerables trabajos y penalidades, gloriándote como otro Pablo en los oprobios y contradicciones; suplícote, Santo mio, me alcances de nuestro Señor que sufra yo con paciencia e igualdad de ánimo todo lo que me fuere adverso, para que padeciendo y amando por la gloria de mi Señor, se purifique mi alma de la escoria de sus culpas y se adelante en las virtudes, con cuyo ejercicio merezca alcanzar el premio prometido a los que padecen por Dios y su gloria con fortaleza, y también consiga, si me conviene, la gracia que pido en esta Novena. Amén.  
  
Los gozos, las Avemarías y la Oración se rezarán todos los días
  
DÍA QUINTO - 19 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
Glorioso Santo y Padre mío San Juan de la Cruz, a quien por el gran poder que os concedió nuestro Señor sobre los demonios, y por los muchos que expelisteis de las almas y cuerpos, os llamaban el milagroso; suplícoos humildemente que ejercitéis conmigo esta misma insigne caridad y compasión, alcanzándome de su Divina Majestad, que me conceda victoria cumplida de cuantas asechanzas y sugestiones me proponga el infernal enemigo, no sólo en la vida, sino mucho más en la hora de la muerte, para que viviendo y muriendo fortalecido con esta celestial gracia, llegue a lograr el premio que Dios tiene preparado a los justos en su santísimo reino, y tambien alcance el favor que suplico, si me conviene, en esta Novena. Amén.
  
Rezar nueve Ave Marías. Los gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA SEXTO - 20 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
Glorioso Santo y Padre mio San Juan de la Cruz, que por tu pura y casta vida mereciste que Dios y su Madre Santísima te concediesen la gracia de reprimir los movimientos y deseos impuros de los que te miraban, y que por este medio y tu grande espíritu hicieses en muchas almas singulares conversiones; suplícote, Padre mio, te duelas de mi flaqueza en esta materia, y me alcances de Dios por medio de su Santísima Madre, me conceda castidad perfecta, para que viviendo limpio en alma y cuerpo, les haga compañía por eternidades en la Gloria, y consiga, si me conviene, lo que pido en esta Novena. Amén.
 
Rezar nueve Ave Marías. Los gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA SÉPTIMO - 21 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
Bendito y glorioso Padre mío San Juan de la Cruz, que por tu insigne humildad mereciste ser llamado el “Mínimo grande”, y por tu excelsa sabiduría el “Doctor místico y querúbico”; suplícote, Padre amoroso, me alcances de Dios, sea yo humilde de corazón, para que conociendo mi bajeza y defectos me aparte de las vanidades y honras mundanas, y lleve resignado los desprecios que me hicieran; y así, caminando con la luz de tu doctrina por la senda de la nada, llegue a poseerlo todo en Dios mediante su divina gracia, y también lo que os suplico en esta Novena, si me conviene. Amén.
 
Rezar nueve Ave Marías. Los gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA OCTAVO - 22 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
¡Oh Santo y glorioso Padre mío San Juan de la Cruz! Con razón te llaman Padre de pobres, remedio de enfermos y consolador de afligidos, pues asi cuando vivías, como hoy por tus reliquias y estampas, obras en todos mil maravillas; suplícote pues, Padre mio amoroso, que condoliéndote de mis males y dolencias, uses conmigo de tus acostumbradas misericordias, y me alcances de Dios el remedio y consuelo que necesito, para que alabando a su Majestad por éste y los demás beneficios que me ha hecho, juntamente le dé gracias por el particular que te pido y espero me conceda, si me conviene; en esta Novena. Amén.
  
Rezar nueve Ave Marías. Los gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA NOVENO - 23 DE NOVIEMBRE
Por la señal...
Confesión general y Oración inicial...
     
Amable y excelso Padre mío San Juan de la Cruz, que por emular a nuestro dulce Redentor renunciaste hasta morir los alivios y consuelos aún celestiales, y te abrazaste con gusto con los trabajos y desprecios mayores, como se vió cuando el Señor te dijo: “Juan, ¿qué premios quieres por tus trabajos?”, que vos con generoso y soberano aliento le respondisteis: “Señor, padecer y ser menospreciado por ti”; cuyo deseo le fue tan agradable a su Majestad, que te concedió morir despreciado de las criaturas, y penando en la Cruz de cinco llagas, pero honrado con la presencia del mismo Criador; suplícote, Padre amantísimo, me alcances del mismo Señor, que imitándote yo en la vida y en la muerte, me aprovechen los méritos de su sagrada Pasión, por la cual me perdone todos mis pecados y me conceda perseverancia final en su gracia, mediante la cual pase a gozarle en vuestra compañía por eternidades en la Gloria, y también el favor que le suplico, si  me conviene, en esta Novena. Amén.
  
Rezar nueve Ave Marías. Los gozos y la Oración se rezarán todos los días.

sábado, 14 de noviembre de 2015

MONS. LEFEBVRE PROFETIZANDO SOBRE LA ISLAMIZACIÓN DE FRANCIA

  
Ayer, 13 de Noviembre de 2015, el Estado Islámico perpetró siete atentados terroristas en París, causando más de 160 muertos. No es de sorprender que eso pasara, toda vez que Francia es el país con mayor población musulmana en toda la Unión Europea (7,6 por 100 de la población, y un promedio de 3600 conversiones anuales). Lo que sí es sorprendente es que ¡ESO YA SE PRESENTÍA! Más aún, ¡Mons. Lefebvre lo advirtió, cuando la situación todavía era manejable!
  
  
El 14 de noviembre de 1989, durante una conferencia de prensa en París, Mons. Marcel Lefebvre (a quien le faltaban 15 días para que cumpliese 84 años de edad) lanzó una advertencia sobre el peligro que representa la migración masiva de musulmanes a Europa (lo sabe porque fue Arzobispo de Dakar y presenció las matanzas que los separatistas orquestaron contra los franceses en la guerra de Argelia), y que la única solución era que ellos deberían quedarse en sus países, porque de otro modo, llegaría el día en que los musulmanes empezarían a matar cristianos. Aquí una parte de la conferencia de prensa:
Mons. Marcel Lefebvre:Son vuestras mujeres, vuestras hijas, vuestros hijos, quienes serán secuestrados (por los moros) y metidos en guetos, como ocurre en Casablanca o en Mequínez (Marruecos), y un poco en todas partes, y vosotros no podréis rescatarles porque tendrán tantas morerías y mezquitas que ni siquiera los policías osarán poner los pies en esos sitios. De seguir así, ¿qué será de Francia? ¡Esto ya ocurre en algunas ciudades de Inglaterra!
  
Periodista: “¿Y qué podemos hacer, Monseñor?”
 
Mons. Marcel Lefebvre:¡Pidan al gobierno que detenga ese islam! ¡Hagamos lo que siempre hemos hecho! ¡Estas dos religiones no pueden convivir! ¡Es imposible! ¡Que se queden en sus países! Si cada año tenemos medio millón más de musulmanes en Francia, ¡ya veréis lo que pasará! Un día en una mezquita un jefe dirá: ‘¡Matemos a los cristianos!’ Ellos creen salvar su alma al matar cristianos, luego, ¿por qué no irían a hacerlo?
  
Al año siguiente, la Liga Internacional Contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA), un movimiento comunista financiado por la URSS durante todo el siglo XX para minar el sentimiento nacional y patriótico en Francia (hoy en día, el gobierno francés le gira 500.000 euros cada año), atacó a Mons. Lefebvre por su rechazo a que se erigieran mezquitas en el país con financiación del Estado “laico y aconfesional” francés (el mismo Estado que se niega a financiar a la Iglesia Católica por la supuesta “igualdad de las religiones” ante el Estado), citándolo ante los tribunales. El 12 de Mayo de ese año, él denunció este hecho, que demuestra una vez más que los “Derechos Humanos” y “Libertades civiles” son de aplicación selectiva: 
El Corán, que es la ley del Islam, provoca la discriminación, el odio y la violencia. No me atribuyo esto que denuncio. Las pruebas de este odio y de esta violencia son legiones en el pasado y en el presente. En tanto que los musulmanes son una minoría insignificante en un país cristiano, ellos pueden vivir amigablemente porque ellos acceptan las leyes y las costumbres del país que les recibe. Pero tan pronto son reconocidos y organizados, se tornan agresivos y quieren imponer sus leys hostiles a la civilización europea. Los ejemplos son abundantes.
 
Mañana serán los alcaldes de nuestras ciudades y transformarán nuestras iglesias en mezquitas […] Me condenan como racista porque yo elegí proteger a mi patria amenazada en su existencia y sus tradiciones cristianas, se quieren servir de la justicia para la injusticia, la justicia estará al servicio de los verdugos contra las víctimas que tienen el justo derecho de morir en su silencio. Sería el colmo de la injusticia”.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

LOS SIETE SALMOS PENITENCIALES Y LA LETANÍA DE LOS SANTOS, EN ESPAÑOL

En el artículo Los Siete Salmos Penitenciales, alguien nos comentó:
"Quisiera saber como encontrar los siete salmos penitenciales y las letanías de los santos con sus oraciones traducidas al español en la web. Pese que he buscado no logro dar con la traducción. Saludos".
  
Nos pareció ante esta petición que, si bien cuando publicamos algunas devociones lo hacemos en Latín (dado que, en primera instancia, es el idioma de la Iglesia Católica de siempre; y en segunda, NUESTRA ESPIRITUALIDAD NO ES APTA PARA DEUTEROVATICANOS), también es cierto que muchos de nuestros lectores son hispanoparlantes, y por ello, mal haríamos en no darles a conocer (en tanto la posibilidad y la licitud nos permitan) esas devociones en su idioma, exponiéndolos de este modo a devociones falsas y engaños. Ítem lo anterior, como diría San Pablo, "Orar con el corazón, pero también con el entendimiento". 
   
A raíz de esta reflexión, presentamos los Siete Salmos Penitenciales en Español (empleando la traducción de la Biblia realizada por Mons. Félix Torres Amat), que como se expusiera en su momento, son "los salmos 6, 31, 37, 50, 101, 129 y 142. Todos estos salmos fueron escritos por el Rey David expresando la contrición que sentía por los pecados cometidos y suplicando a Dios el perdón de sus culpas".
  
A esos salmos, el Ritual Romano les añade laudablemente las Letanías de los Santos, con lo cual, al mismo tiempo que expiamos, hacemos impetración a Dios por intercesión de la Santísima Virgen, los Ángeles y los Santos del Cielo, para que imitando su ejemplo e implorando su mediación, obtengamos su protección durante nuestra vida mortal y nos presenten benignos ante Cristo Rey en el Cielo. (La traducción proviene del Eucologio Romano)
  
LOS SIETE SALMOS PENITENCIALES
   
  
Antífona: No renueves, oh Señor, la memoria de nuestros delitos, ni los de nuestros padres; ni tomes venganza de nuestros pecados.
  
Salmo 6
Señor, no me reprendas en medio de tu saña, ni me castigues en la fuerza de tu enojo.
Ten, Señor, misericordia de mí, que estoy sin fuerzas; sáname, oh Señor, porque hasta mis huesos se han estremecido.
Y está mi alma sumamente perturbada: pero tú, Señor, ¿hasta cuándo harás durar mi tribulación?
Vuélvete a mí, Señor, y libra mi alma: sálvame por tu misericordia.
Porque muriendo, ya no hay quien se acuerde de ti; y en el infierno ¿quién te tributará alabanzas?
Me he consumido a fuerza de tanto gemir: todas las noches baño mi lecho con mis lágrimas: inundo con ellas el lugar de mi descanso acordándome de mis pecados.
Por causa de la indignación se han oscurecido mis ojos: he envejecido y quedado endeble en medio de todos mis enemigos.
Apartaos lejos de mí todos los que obráis la iniquidad: porque ha oído el Señor benignamente la voz de mi llanto.
Ha otorgado el Señor mi súplica: ha aceptado mi oración.
Avergüéncense, y queden llenos de la mayor turbación todos mis enemigos: retírense, y váyanse al momento cubiertos de ignominia. 
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
  
Salmo 31
Felices aquellos a quienes se han perdonado sus iniquidades, y se han borrado sus pecados.
Dichoso el hombre a quien el Señor no arguye de pecado; y cuya alma se halla exenta de dolo.
Por haber yo callado, y dejado de confesar mi pecado, se consumieron mis huesos, dando alaridos todo el día.
Porque de día y de noche me hiciste sentir tu pesada mano. Revolcábame en mi miseria, mientras tenía clavada la espina.
Te manifesté mi delito, y dejé de ocultar mi injusticia. Confesaré, dije yo, contra mí mismo al Señor la injusticia mía; y tú perdonaste la malicia de mi pecado.
En vista de esto, orará a ti todo hombre santo, en el tiempo oportuno. Y ciertamente que en la inundación de copiosas aguas no llegarán estas a su persona.
Tú eres mi asilo en la tribulación que me tiene cercado: tú, oh alegría mía, líbrame de los que me tienen rodeado.
Yo te daré, dijiste, inteligencia, y te enseñaré el camino que debes seguir; tendré fijos sobre ti mis ojos.
Guardaos de ser semejantes al caballo y al mulo, los cuales no tienen entendimiento. Sujeta, oh Señor, con cabestro y freno las quijadas de los que se retiran de ti o rehúsan obedecerte.
Muchos dolores le esperan al pecador: mas al que tiene puesta en el Señor su esperanza, la misericordia le servirá de muralla.
Alegraos, oh justos, y regocijaos en el Señor, y gloriaos en él vosotros todos los de recto corazón.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
  
Salmo 38
Oh Señor, no me reprendas en medio de tu saña; ni en medio de tu cólera me castigues:
Porque se me han enclavado tus saetas, y has cargado sobre mí tu mano.
No hay parte sana en todo mi cuerpo, a causa de tu indignación: se me estremecen los huesos cuando considero mis pecados.
Porque mis maldades sobrepujan por encima de mi cabeza; y como una carga pesada me tienen agobiado.
Se enconaron, y corrompiéronse mis llagas, a causa de mi necedad.
Estoy hecho una miseria, y encorvado hasta el suelo: ando todo el día cubierto de tristeza.
Porque mis entrañas están llenas de ilusiones, o ardores vehementes, y no hay en mi cuerpo parte sana.
Afligido estoy y abatido en extremo: la fuerza de los gemidos de mi corazón me hace prorrumpir en alaridos.
Oh Señor, bien ves todos mis deseos, y no se te ocultan mis gemidos.
Mi corazón está conturbado: he perdido mis fuerzas; y hasta la misma luz de mis ojos me ha faltado ya, casi he cegado a fuerza de tanto llorar.
Mis amigos y mis deudos arrimáronse y apostáronse contra mí; y mis allegados se pararon a lo lejos.
Entretanto aquellos que procuraban mi muerte, hacían todos sus esfuerzos; y los que anhelaban el dañarme, hablaban mil sandeces; y estaban todo el día maquinando engaños.
Pero yo, como si fuera sordo, no los escuchaba: y estaba como mudo, sin abrir la boca.
Y me hice como quien nada oye, ni tiene palabras con que replicar.
Porque en ti tengo puesta, Señor, mi esperanza: tú me oirás, oh Señor Dios mío.
Pues yo dije: No triunfen de mí mis enemigos; los cuales cuando ven vacilantes mis pies, se vanaglorian contra mí.
Verdad es que yo estoy resignado para el castigo; y siempre tengo presente mi dolor.
Yo mismo confesaré mi iniquidad, y andaré siempre pensativo por causa de mi pecado.
Entretanto mis enemigos viven, y se han hecho más fuertes que yo; y se han multiplicado los que me aborrecen injustamente.
Los que vuelven mal por bien, murmuraban de mí, porque seguía la virtud.
¡Ah! No me desampares, Señor Dios mío; no te apartes de mí:
Acude prontamente a socorrerme, oh Señor Dios, salvador mío.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
  
Salmo 50
Ten piedad de mí, oh Dios, según la grandeza de tu misericordia: y según la muchedumbre de tus piedades, borra mi iniquidad.
Lávame todavía más de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado;
Porque yo reconozco mi maldad, y delante de mí tengo siempre mi pecado:
Contra ti solo he pecado; y he cometido la maldad delante de tus ojos, a fin de que perdonándome, aparezcas justo en cuanto hables, y quedes victorioso en los juicios que de ti se formen.
Mira pues que fui concebido en iniquidad, y que mi madre me concibió en pecado.
Y mira que tú amas la verdad: tú me revelaste los secretos y recónditos misterios de tu sabiduría.
Me rociarás, Señor, con el hisopo, y seré purificado: me lavarás, y quedaré más blanco que la nieve.
Infundirás en mi oído palabras de gozo, y de alegría; con lo que, viéndome perdonado, se recrearán mis huesos quebrantados o mis ya abatidas fuerzas.
Aparta tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades.
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, y renueva en mis entrañas el espíritu de rectitud.
No me arrojes de tu presencia, y no retires de mí tu santo espíritu.
Restitúyeme la alegría de tu Salvador; y fortaléceme con un espíritu de príncipe.
Yo enseñaré tus caminos a los malos, y se convertirán a ti los impíos.
Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios salvador mío, y ensalzará mi lengua tu justicia.
¡Oh Señor!, tú abrirás mis labios; y publicará mi boca tus alabanzas.
Que si tú quisieras sacrificios, ciertamente te los ofreciera: mas tú no te complaces con solos holocaustos o actos de religión meramente exteriores.
El espíritu compungido es el sacrificio más grato para Dios: no despreciarás, oh Dios mío, el corazón contrito y humillado.
Señor, por tu buena voluntad seas benigno para con Sion, a fin de que estén firmes los muros de Jerusalén.
Entonces aceptarás el sacrificio de justicia, las ofrendas, y los holocaustos: entonces serán colocados sobre tu altar becerros para el sacrificio.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
  
Salmo 101
Escucha, oh Señor, benignamente mis ruegos; y lleguen hasta ti mis clamores.
No apartes de mí tu rostro: en cualquier ocasión en que me halle atribulado, dígnate de oírme. Acude luego a mí, siempre que te invocare;
Porque como humo han desaparecido mis días, y áridos están mis huesos como leña seca.
Estoy marchito como el heno, árido está mi corazón; pues hasta de comer mi pan me he olvidado.
De puro gritar y gemir me he quedado con sola la piel pegada a los huesos.
Me he vuelto semejante al pelícano, que habita en la soledad: parézcome al búho en su triste albergue.
Paso insomnes las noches, y vivo cual pájaro que se está solitario sobre los tejados.
Me zahieren todo el día mis enemigos, y aquellos que me alababan, se han conjurado contra mí.
Porque el alimento que tomo, va mezclado con la ceniza; y mis lágrimas se mezclan con mi bebida,
A vista de tu ira e indignación; pues me levantaste en alto para estrellarme.
Como sombra han pasado mis días, y heme secado como el heno.
Pero tú, Señor, permaneces para siempre, y tu memoria pasará de generación en generación.
Tú te levantarás, y tendrás lástima de Sion; porque tiempo es de apiadarte de ella, llegó ya el plazo.
Y porque hasta sus mismas ruinas son amadas de tus siervos, y miran estos con afición aun al polvo de aquella tierra.
Entonces, oh Señor, las naciones temerán tu santo Nombre, y todos los reyes de la tierra respetarán tu gloria.
Porque el Señor reedificará a Sion, en donde se dejará ver con toda majestad.
Él atendió a la oración de los humildes, y no despreció sus plegarias.
Escríbanse estas cosas para la generación venidera; y el pueblo que será creado, glorificará al Señor;
Porque desde su excelso Santuario inclinó los ojos hacia nosotros. Se puso el Señor desde el cielo a mirar la tierra,
Para escuchar los gemidos de los que estaban entre cadenas, para libertar a los sentenciados o destinados a muerte,
A fin de que prediquen en Sion el nombre del Señor, y sus alabanzas en Jerusalén:
Entonces que los pueblos y reyes se reunirán para servir juntos al Señor.
Dijo el justo en medio de su florida edad: Manifiéstame, oh Señor, el corto número de mis días.
No me llames a la mitad de mi vida: eternos son tus años.
Oh Señor, tú eres el que al principio creaste la tierra: los cielos obra son de tus manos.
Estos perecerán; pero tú eres inmutable. Vendrán a gastarse como un vestido. Y los mudarás como quien muda una capa, y mudados quedarán.
Mas tú eres siempre el mismo; y tus años no tendrán fin.
Los hijos de tus siervos habitarán tranquilos en Jerusalén, y su descendencia quedará arraigada por los siglos de los siglos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
  
Salmo 129
Desde lo más profundo clamé a ti, oh Señor.
Oye, Señor, benignamente mi voz. Estén atentos tus oídos á la voz de mis plegarias.
Si te pones a examinar, Señor, nuestras maldades, y ¿quién podrá subsistir, oh Señor, en tu presencia?
Mas en ti se halla como de asiento la clemencia: y en vista de tu Ley he confiado en ti, oh Señor. En la promesa del Señor se ha apoyado mi alma:
En el Señor ha puesto su esperanza.
Desde el amanecer basta la noche espere Israel en el Señor.
Porque en el Señor está la misericordia, y en su mano tiene una redención abundantísima.
Y él es el que redimirá a Israel de todas sus iniquidades.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
  
Salmo 142
Oh Señor, escucha benigno mi oración; presta oídos a mi súplica, según la verdad de tus promesas: óyeme por tu misericordia.
Mas no quieras entrar en juicio con tu siervo; porque ningún viviente puede aparecer justo en tu
Presencia, no quedará justificado ante tus ojos ninguno de los mortales.
Ya ves cómo el enemigo ha perseguido mi alma: abatida tiene hasta el suelo la vida mía.
Me ha confinado en lugares tenebrosos, como á los que murieron hace ya un siglo:
Mi espíritu padece terribles angustias; está mi corazón en continua zozobra.
Mas me acordé luego de los días antiguos: púseme a meditar todas tus obras; ponderaba los efectos maravillosos de tu poder.
Levanté mis manos hacia ti: como tierra falta de agua, así está por ti suspirando el alma mía.
Óyeme luego, oh Señor: mi espíritu ha desfallecido. No retires de mí tu rostro; para que no haya de contarme ya entre los muertos.
Hazme sentir cuanto antes tu misericordia, pues en ti he puesto mi esperanza. Muéstrame el camino que debo seguir, ya que hacia ti he levantado mi corazón.
Líbrame, oh Señor, de mis enemigos, a ti me acojo.
Enséñame a cumplir tu voluntad, pues tú eres mi Dios. Entonces tu espíritu, que es infinitamente bueno, me conducirá a la tierra de la rectitud y santidad.
Por amor de tu nombre, oh Señor, me darás la vida, según la justicia de tus promesas. A mi alma la sacarás de la tribulación;
Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos. Y perderás a todos los que afligen el alma mía, puesto que siervo tuyo soy.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
    
Antífona: No refresques, oh Señor, la memoria de nuestros delitos, ni los de nuestros padres; ni tomes venganza de nuestros pecados. 
  
LETANÍA DE LOS SANTOS
 
     
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
V. Cristo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, ten piedad de nosotros. 
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
   
V. Cristo, óyenos.
R. Cristo, óyenos.
V. Cristo, escúchanos.
R. Cristo, escúchanos.
    
V. Dios, Padre Celestial.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Dios Hijo, Redentor del mundo.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Dios Espíritu Santo.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Santa Trinidad, que sois un sólo Dios.
R. Ten piedad de nosotros.
   
V. Santa María.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Madre de Dios.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Virgen de vírgenes.
R. Ruega por nosotros.
   
V. San Miguel.
R. Ruega por nosotros.
V. San Gabriel.
R. Ruega por nosotros.
V. San Rafael.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Ángeles y Arcángeles.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados.
R. Rogad por nosotros.
    
V. San Juan Bautista.
R. Ruega por nosotros.
V. San José.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Patriarcas y Profetas.
R. Rogad por nosotros.
    
V. San Pedro.
R. Ruega por nosotros.
V. San Pablo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Andrés.
R. Ruega por nosotros.
V. San Santiago [el Mayor].
R. Ruega por nosotros.
V. San Juan.
R. Ruega por nosotros.
V. Santo Tomás.
R. Ruega por nosotros.
V. San Santiago [el Menor].
R. Ruega por nosotros.
V. San Felipe.
R. Ruega por nosotros.
V. San Bartolomé.
R. Ruega por nosotros.
V. San Mateo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Simón.
R. Ruega por nosotros.
V. San Judas Tadeo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Matías.
R. Ruega por nosotros.
V. San Bernabé.
R. Ruega por nosotros.
V. San Lucas.
R. Ruega por nosotros.
V. San Marcos.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Apóstoles y Evangelistas.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Discípulos del Señor.
R. Rogad por nosotros.
   
V. Todos los santos Inocentes.
R. Rogad por nosotros.
V. San Esteban.
R. Ruega por nosotros.
V. San Lorenzo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Vicente.
R. Ruega por nosotros.
V. Santos Fabián y Sebastián.
R. Rogad por nosotros.
V. Santos Juan y Pablo.
R. Rogad por nosotros.
V. Santos Cosme y Damián.
R. Rogad por nosotros.
V. Santos Gervasio y Protasio.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Mártires.
R. Rogad por nosotros.
    
V. San Silvestre.
R. Ruega por nosotros.
V. San Gregorio.
R. Ruega por nosotros.
V. San Ambrosio.
R. Ruega por nosotros.
V. San Agustín.
R. Ruega por nosotros.
V. San Jerónimo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Martín.
R. Ruega por nosotros.
V. San Nicolás.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Pontífices y Confesores.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Doctores.
R. Rogad por nosotros.
   
V. San Antonio Abad.
R. Ruega por nosotros.
V. San Benito.
R. Ruega por nosotros.
V. San Bernardo.
R. Ruega por nosotros.
V. Santo Domingo.
R. Ruega por nosotros.
V. San Francisco.
R. Ruega por nosotros.
V. Todos los santos Sacerdotes y Levitas.
R. Rogad por nosotros.
V. Todos los santos Monjes y Eremitas.
R. Rogad por nosotros.
    
V. Santa María Magdaléna.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Ágata.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Lucía.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Inés.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Cecilia.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Catalina de Alejandría.
R. Ruega por nosotros.
V. Santa Anastasia.
R. Ruega por nosotros.
V. Todas las santas Vírgenes y Viudas.
R. Rogad por nosotros.
  
V. Todos los Santos y Santas de Dios.
R. Interceded por nosotros.
   
V. Sénos propicio.
R. Perdónanos, Señor.
V. Sénos propicio.
R. Escúchanos, Señor.
      
V. De todo mal.
R. Líbranos, Señor.
V. De todo pecado.
R. Líbranos, Señor.
V. De tu ira.
R. Líbranos, Señor.
V. De súbita e imprevista murte.
R. Líbranos, Señor.
V. De las acechanzas del diablo.
R. Líbranos, Señor.
V. De toda ira, odio y mala voluntad.
R. Líbranos, Señor.
V. Del espíritu de fornicación.
R. Líbranos, Señor.
V. De relámpagos y tempestades.
R. Líbranos, Señor.
V. Del flagelo de los terremotos.
R. Líbranos, Señor.
V. De la peste, el hambre y de la guerra.
R. Líbranos, Señor.
V. De la muerte eterna.
R. Líbranos, Señor.
V. Por el misterio de tu santa Encarnación.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Advenimiento.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Natividad.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Bautismo y tu santo Ayuno.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Cruz y Pasión.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu Muerte y Sepultura.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu santa Resurrección.
R. Líbranos, Señor.
V. Por tu admirable Ascensión.
R. Líbranos, Señor.
V. Por el descendimiento del Espíritu Santo Paráclito.
R. Líbranos, Señor.
V. En el día del Juicio.
R. Líbranos, Señor.
    
V. Nosotros, pecadores.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que nos perdones.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que concedas tu indulgencia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conducirnos a la verdadera penitencia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes regir y conservar a tu Santa Iglesia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conservar en la santa Religión a todos los órdenes eclesiásticos. (1)
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes humillar a los enemigos de la Santa Iglesia.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder la paz y la verdadera concordia entre los reyes y los príncipes cristianos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder la paz y la unidad a todo el pueblo cristiano.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes llamar a la unidad de la Iglesia a los que están en el error, y conducir a todos los infieles hacia la luz del Evangelio.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes confortarnos y conservarnos en tu santo servicio.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes elevar nuestro espíritu hacia los deseos celestiales.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder a nuestros bienhechores la recompensa de los bienes eternos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes librar de la muerte eterna nuestras almas, y las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes darnos y conservar los frutos de la tierra.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes conceder el descanso eterno a todos los Fieles difuntos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Para que te dignes escucharnos.
R. Te rogamos, óyenos.
V. Hijo de Dios.
R. Te rogamos, óyenos.
   
V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Perdónanos, Señor.
V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Escúchanos, Señor.
V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
R. Ten piedad de nosotros, Señor.
   
V. Cristo, óyenos.
R. Cristo, óyenos.
V. Cristo, escúchanos.
R. Cristo, escúchanos.
   
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
V. Cristo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, ten piedad de nosotros. 
V. Señor, ten piedad de nosotros.
R. Señor, ten piedad de nosotros.
      
Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea el tu Nombre. Venga a nos el tu Reino. Hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
   
Salmo 69
Oh Dios, atiende a mi socorro: acude, Señor, luego a ayudarme. 
Corridos y avergonzados queden los que me persiguen de muerte. 
Arrédrense, y confúndanse los que se complacen en mis males. Sean puestos en vergonzosa fuga aquellos que me dicen insultándome: Bueno, bueno. 
Regocíjense, y alégrense en tí todos los que te buscan, y digan sin cesar los que aman á su Salvador: Engrandecido sea el Señor. 
Yo por mí soy un menesteroso y pobre: ayúdame, oh Dios. Amparo mío y mi libertador eres tú: oh Señor, no te tardes.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espirítu Santo.
R. Como era en el princípio, y ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
    
V. Salva a tus siervos.
R. Que esperan en ti, Dios mío. 
  
V. Sé para nosotros, oh Señor, una torre de fortaleza.
R. Ante los enemigos.
  
V. Que nuestros enemigos no prevalezcan sobre nosotros.
R. Y que el hijo de la iniquidad no tenga poder para dañarnos.
  
V. No nos trates, Señor, como lo merecemos por los pecados que hemos cometido.
R. Ni nos castigues con arreglo a nuestras iniquidades.
  
V. Oremos por nuestro Pontífice N.
R. El Señor lo conserve, lo llene de vida, lo haga feliz en la tierra y no lo entregue en manos de sus enemigos. (1)
   
V. Oremos por nuestros bienhechores.
R. Dígnate Señor, por el honor de tu Nombre, remunerar con la vida eterna a todos nuestros bienhechores. Amén.
  
V. Oremos por los Fieles difuntos.
R. Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua.
  
V. Descansen en paz.
R. Amen.
  
V. Por nuestros hermanos ausentes.
R. Salva a tus siervos, Dios mío, que esperan en ti. 
  
V. Envíales tu auxilio, Señor, desde tu Santuario.
R. Y protégelos desde Sión.
  
V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor. 
   
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
  
Oremos. 
 
ORACIÓN
Oración penitencial.
Oh Dios, de quien es propio usar siempre de misericordia y de perdón; recibid nuestra súplica, para que a nosotros, y a todos vuestros siervos que se hallan aprisionados con la cadena de sus delitos, los liberte vuestra misericordia, usando con ellos y con nosotros de piedad.
  
Absolución de penitentes.
Os suplicamos, Señor, deis oídos a nuestras humildes súplicas, y que perdonéis los pecados de los que confiesan vuestro Nombre, para que igualmente nos concedáis con benignidad el perdón y la paz.
  
Por remisión de pecados.
Manifestadnos, Señor, con clemencia vuestra inefable misericordia: para que borréis todos nuestros pecados, y nos libertéis de las penas que por ellos merecemos. 
   
De San Gregorio Magno para el Jueves después de Ceniza.
Oh Dios, a quien ofende la culpa, y aplaca la penitencia; atended favorablemente a las súplicas de vuestro pueblo, y apartad de nosotros el azote de vuestra ira, que tan merecido tenemos por nuestros pecados.
  
Por el Papa. (omítese en Sede Vacante)
Dios omnipotente y eterno, tened piedad de vuestro siervo, nuestro Pontífice N., y según vuestra clemencia, dirigidle por el camino de la salud eterna; para que, asistido de vuestra gracia, ame todo lo que sea de vuestro agrado, y con toda perfección lo practique.
  
Por la Paz.
Oh Dios, que inspiráis los deseos santos, los consejos rectos y las obras justas; conceded a vuestros siervos aquella paz que no puede darles el mundo; para que, ocupados nuestros corazones en el cumplimiento de vuestros Mandamientos, y ahuyentado el temor de los enemigos, sean nuestros tiempos tranquilos por vuestra protección.
   
Para pedir continencia y castidad.
Arrasad, Señor, con el fuego del Espíritu Santo, nuestras entrañas y nuestro corazón; para que con un cuerpo casto os sirvamos, y con un corazón puro os agrademos.
    
Por los fieles difuntos.
Oh Dios, Creador y Redentor de todos los hombres, conceded a las almas de vuestros servidores y servidoras, la remisión de todos sus pecados, a fin de que obtengan por nuestras humildísimas oraciones el perdón que ellas siempre han deseado.
   
Ofrecimiento de oraciones y obras durante el día.
Os suplicamos, Señor, que con santas inspiraciones prevengáis nuestras acciones, y con vuestros auxilios las continuéis; para que todas nuestras oraciones y operaciones reciban siempre de Vos su principio, y se encaminen a Vos como su fin.
  
Por los vivos y difuntos.
Omnipotente y sempiterno Dios, que sois el Señor supremo de vivos y muertos, y que usáis de misericordia con todos los que por su fe y por sus obras conocéis que han de ser vuestros escogidos: humildemente os suplicamos, que por la intercesión de todos los Santos concedáis con piedad el perdon de todos sus pecados a todos aquellos por quienes hemos determinado pediros; ya vivan en este mundo vestidos todavía de nuestra carne, o ya desnudos de ella, hayan pasado al siglo futuro. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que con Vos vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. 
  
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
 
V. Óiganos benignamente el omnipotente y misericordioso Señor.
R. Amén.   
   
V. Y que las almas de los Fieles difuntos descansen en paz, por la misericordia de Dios.
R. Amén.
  
(1) La invocación Para que te dignes conservar en la santa Religión a la Casa Apostólica y a todos los órdenes eclesiásticos es remplazada por Para que te dignes conservar en la santa Religión a todos los órdenes eclesiásticos, por razón de hallarse vacante la Sede Apostólica. Por esa misma razón, debe omtirse también el verso por el Papa y la oración correspondiente.