Captura de pantalla de CATHOLICVS (20-XI-2016, 20:49h)
Al bloguero español CATHOLICVS le cayó una persecución por parte del
Opus Dei. Sucede que el pasado 26 de Junio, publicaron un artículo sobre “Las tres campanadas”, unas cartas que José María Escriba y Albás (en
el opusdeísmo y la deuterovaticanidad “San Josemaría Escrivá de
Balaguer”) escribió entre 1973 y 1974 a sus discípulos sobre la crisis
devenida en los años inmediatamente posteriores al CV2. Pero acontece
que el Jueves pasado (17 de Noviembre), el abogado madrileño Javier
Domínguez Calatayud presentó ante Google reclamación contra el referido
blog por “derechos de autor” sobre los escritos de Escrivá, que
supuestamente pertenecen a la sociedad SCRIPTOR S.A.
José María Escriba y Albás había sido tan crítico del Vaticano II que
una vez acabado éste, viajó a Grecia con Álvaro del Portillo (que luego
será su sucesor) con el fin de intentar integrar el “Opus Dei” en la
Iglesia Ortodoxa (imaginamos que lo hubiesen llamado Ἔργον τοῦ Θεοῦ o
algo por el estilo), pero no cuajó porque les parecía “muy poco” lo que
le ofrecían. Al fallecer sin haber otorgado testamento
(cosa extraña, pues todos los numerarios y agregados de la Obra deben
hacer testamento antes de jurar fidelidad), su hermano Santiago, IV
Marqués de Peralta, fue reconocido judicialmente como heredero universal
en fecha anterior al 8 de Enero de 1977. Santiago luego vendió a SCRIPTOR S.A.
los derechos de propiedad intelectual sobre todas las obras de su
hermano por precio de dos millones de pesetas (en el supuesto que la
venta de los derechos haya tenido lugar en octubre de 1976 y que el IPC hasta el mismo período de 2016 fue de un 860,9 por 100, el negocio se hizo por 17’218.000 de pesetas actuales, unos 103.482,26 € al cambio).
SCRIPTOR S.A. es una sociedad mercantil de tipo CNAE 6399 (Otros
servicios de información no comprendidos en otras partes) con CIF (Cifra
de identificación fiscal) A28423473, domiciliada supuestamente en la
calle José Ortega y Gasset, 17C BJ IN, 28006 Madrid. SCRIPTOR SA fue
fundada hacia 1976, sin conocerse los socios fundadores ni su capital
inicial. A diferencia de otras sociedades, no se gobierna por un
administrador unipersonal, sino por un consejo de administración
conformado hasta hoy por los siguientes personajes (datos correctos
hasta la fecha de publicación, tomados de EMPRESIA):
- Antonio Hernández Deus (Consejero desde el 12 de Enero de 2010 y Presidente desde el 14 de Diciembre de 2012)
- Félix Postigo Solana Felix (Vicepresidente y Consejero desde el 21 de Agosto de 2012)
- Jesús María Minguez Fernández (Consejero desde el 10 de Enero de 2013 y Apoderado mancomunado desde el 25 de Marzo del mismo año; y secretario de la Fundación Stúdium)
- Rafael Anson Peironcely (Consejero y Secretario desde el 12 de Enero de 2010)
Grafo de las vinculaciones de los miembros de SCRIPTOR S.A. (Fuente: Empresia)
Rafael Anson Peironcely, además, es consejero y secretario del bufete
Mas y Calpet SLP desde el 25 de Julio de 2013, donde Javier Domínguez
Calatayud (abogado egresado de la Universidad de Navarra, para más inri)
funge como consejero desde esa misma fecha y es vicepresidente desde el
14 de Septiembre de 2015.
Javier Domínguez Calatayud, el abogado opusdeísta
¿Pero qué tienen que hacer SCRIPTOR SA, “Las campanadas” y la censura
opusdeísta contra CATHOLICVS? Todo, ABSOLUTAMENTE TODO. Durante años el
establecimiento opusdeísta ha negado la existencia de estas cartas...
hasta que salieron a la luz, y ahora recurren a la censura. CATHOLICVS
sólo publicó fragmentos que se referían a la Iglesia en su totalidad,
sin entrar en las recomendaciones internas de José María a miembros del
Opus Dei o a asuntos internos (aunque de todos modos es casi imposible
conseguir los documentos), ni tiene enemistad con el OD, ni mucho menos
obtiene un euro por sus publicaciones. El problema no estaría tanto en
el carácter “interno” o “no-interno” de los escritos de marras, sino en
que un José María crítico del V2 no les conviene para mantener su “camino seguro”, la Prelatura que compraron en 1982 y la papolatría que desde entonces manejan. ¿Qué tienen que
ocultar? ¿Que José María consideraba (o fingía considerar) que
- Montini era masón y que todos los que votaron por él en el cónclave de 1963 irían al Infierno?
- La maldad del mundo estaba afectando a la Iglesia, hasta el punto de exigir que ésta adapte su doctrina en favor de los caprichos del mundo?
- El alto clero alentara las asechanzas del demonio mediante la enseñanza de herejías, cuando no las enseñaban ellos mismos?
- La desbandada de los fieles se debe al Evangelio compota?
- La Misa Novus Ordo es impía, y que si no fuera porque de él dependían muchos sacerdotes y por un posible “escándalo” él se hubiese cambiado al rito bizantino? (son sus propias palabras, y hay testigos presenciales que le vieron y oyeron decir eso -de pronto explicarían el viaje a Grecia-)
- Resistir y denunciar eran las únicas opciones válidas de los Católicos frente a la Apostasía?
- El ecumenismo es la antesala del indiferentismo religioso?
- El aggiornamento roncalliano es el culpable de la crisis última, al imponer como dogma de fe el modernismo tantas veces condenado?
- En una palabra, el Vaticano II es la muerte de la Iglesia Católica como institución, y que si no era detenida la ola modernista, la única salvación del OD era la Ortodoxia Griega?
Ítem lo anterior, parécenos que el OD se ha modernizado nada más morir
su fundador. El OD, si bien acogió el Novus Ordo (aunque se comenta que José María lloraba cuando oficiaba en ese rito, tanto así que tuvieron que llevarlo al oftalmólogo por irritación ocular), conservó ciertos
elementos tradicionales además del latín, el uso de la mantilla, falda y mangas largas por las
mujeres, y el altar adosado a la pared (las seis velas encendidas sobre el altar, la entrada del sacerdote al altar con el cáliz en mano con su respectivo
cubrecáliz, las lecturas hechas solo por el sacerdote, la cucharilla para verter el agua en el Ofertorio, el uso de la vela palmatoria a la hora
de la consagración y comunión, la última campanada de la comunión del
sacerdote, la comunión de rodillas por el ministro y los fieles, purificar el cáliz con vino, la bendición al modo tradicional), elementos que fueron suprimidos por Álvaro del Portillo en 1991, posiblemente asesorado por José Antonio Abad Ibáñez –liturgista de la la Universidad de Navarra-.
Mas no conviene olvidar una cosa que decía Fray Eusebio de Lugo: Las
autoridades conciliares sabían perfectamente que en España, en los años
60-70, la FSSPX no suponía peligro alguno, tanto por su incoherencia
doctrinal (Reconocer pero resistir), como por el carácter francés que aún mantiene. Y para ello se
valió de falsas apariciones como las del Palmar o las del Escorial,
pero como no era suficiente, encargaron al Opus la gran misión de “recuperar para la iglesia conciliar esa gran masa de católicos todavía
sumida en la perplejidad y la inacción tanto por no comprender
claramente la situación, como por carecer, de momento, de jefe que
pudiera aglutinarlos”. Así que el Opus se embolsilló las campanadas y lo
demás, a cambio de reducir poco a poco esa masa inquieta a un rebaño
ignorante y sobre todo, muy obediente. Pero como hoy la Internet ha
permitido que muchos católicos vayan conociendo lo que se supone debían
ignorar, la estrategia que se decidió seguir es la censura y la persecución. No sorprende esta ola de censura so pretexto de copyright y de una supuesta “Edítio princeps” (que nunca llega) de todos los escritos de José María, pues ya
- A Opus Libros y Opus Info le ordenaron judicialmente retirar ciertas publicaciones consideradas “internas” de la Obra.
- Adelante la Fe, Infocatólica, Unción Católica y Profética y otros blogs fueron censurados o realizaron autocensura.
- Al administrador de Panorama Católico Internacional lo acusaron de robo (aunque como cosa irónica, el acusador de turno,cusaron de robo (aunque como cosa irónica, el acusador de turno, el presbítero Danilo Eterović Garrett se suicidó, y al OD ni le importó).
- A Rogelio Livieres Plano lo censuraron por criticar la orientación modernista del Sínodo de 2014, y murió solo en la Argentina.
Así que, para no alargaros el cuento, SCRIPTOR S.A. es ¡UNA EMPRESA PANTALLA! del Opus Dei para evitar cualquier lío in utróque juris.
Y el Opus Dei, con este acto, muestra a las claras ser una secta
ocultista que hoy es más modernista y lamberica que los jesuitas
arrupianos. De nuestra parte, sabed que NO LES TENEMOS MIEDO. Nosotros
ni somos conciliares ni somos opusdeístas. SOMOS CATÓLICOS
SEDEVACANTISTAS, y sabremos defendernos ante el que sea.
Jorge Rondón Santos
21 de Noviembre de 2016
Presentación de la Bienaventurada Virgen María, y Aniversario de la Declaración de Ecône
SAETA
Antes los obreros a la Reina pedían
“Prepáranos el camino seguro”,
Mas ahora que tiénenlo pedido
Tiran piedras a por conservarlo.
A estos años la muerte
Nada de miedo inspira,
Cual amiga querida es
De tanto toparla cada día.
Reconocer pero resistir puede que parezca una incoherencia doctrinal pero no en el contexto en que se dieron las cosas, antes los antipapas estaban por fuera pero ahora los okupas que usurparon LA AUTORIDAD hacen que las cosas tengan que ser vistas desde otro lugar. No quedaban muchas opciones a quien quisiere resistir.
ResponderEliminarEl fundamento juscanónico es Cum ex apostolátus de Pablo IV (JAMÁS DEROGADO), Maurice Pinay denunció la conspiración judaizante en el V2, el padre Joaquín Sáenz y Arriaga denunció la iglesia montiniana, Mons. Ngô-dinh-Thuc declaró la Sede Vacante, y Mons. Lefebvre consagró obispos convencido de que Roma se volvió protestante, ¿qué más quieres? A partir de ahí, "reconocer pero resistir" es incoherencia y herejía.
EliminarLAS COSAS DEL OPUS DEI, por Jordi Gracia (EL PAÍS, 06-VIII-2016)
ResponderEliminarAunque hace ya algunos años que murió Josep Cisquella, me sigo acordando de sus cuadros y de su humor, sobre todo durante los veranos. He dejado culpablemente de llamar a su mujer, no he ido a las últimas posibilidades de reencontrarla a ella y a los cuadros de él, y sin embargo sigo acordándome de las carpetas que diseñó para los estudiantes de la UPC y de la terraza de su casa en la plaza Tetuán, con vistas a la Monumental. Allí asistió durante años a la agonía de una fiesta que era un funeral en vivo, mientras se enterraba día a día una afición sin relevo generacional y que había ido quedando desplazada como mera etapa de operadores turísticos.
Pero los toros siguen gustando a mucha gente, incluida la periferia de los toros y los estomagantes sanfermines de Pamplona. Fernando Savater se extasía ensimismado pero irónico en sus memorias al fantasear con volver a aquel jolgorio feliz, y no he podido dejar de asociar ambas cosas con una mala película que es a la vez un viaje al pasado salvaje de este país católico. Jorge Grau dedica la mitad del metraje de su película La trastienda, rodada en 1975, a registrar en forma de documental las correrías de los animales y los tendidos de la plaza, las balconadas engalanadas, las monumentales borracheras colectivas y los rutinarios acosos de los mozos a las mozas. La película no sabe contar bien lo que a pesar de todo cuenta, es decir, que en la trastienda de esa fiesta religiosa y comunal está la doblez estructural de una comunidad católica protegida y legitimada bajo el protocolo de la fiesta, de los toros, del santo patrón y el resto de la panoplia: una metáfora diminuta pero ruidosa de la España católica y barroca.
(continúa)
LAS COSAS DEL OPUS DEI, por Jordi Gracia (sigue)
ResponderEliminarEl hermoso desnudo de la enferma protagonista, María José Cantudo, fue al parecer el primero integral en una pantalla de cine, pero desde luego es mucho más obsceno y directamente pornográfico otra cosa más, que no tiene que ver con la delicadeza de ella sino con la neurosis represiva de él. Porque el médico para el que ella trabaja en el hospital es un miembro activo del Opus Dei a quien le salta la sangre de la mano con que aprieta el pequeño crucifijo mientras resiste heroicamente la tentación erótica de la muchacha guapa, refrescante y enamorada. Como buen siervo de la secta, aguanta la mortificación hasta que un paseo casual descubre el embuste al espectador: ha cundido la sospecha pública de un enredo adúltero entre ambos aunque no existe y además da igual si existe o no; lo que importa aquí, en Pamplona y en España, sobre todo si eres católico y muy en particular si eres del Opus Dei, es que no lo parezca, tanto si lo has hecho como si no. Y en ese pacto de sangre de hipocresía social está el disparadero de la noche sanferminera que pasan juntos el médico del Opus y su enfermera, aunque solo sea una y sin pasar a mayores. Quien pasa a mayores es su mujer, como presunta víctima que decide sacrificar su plácida vida al deber del decoro social y se separa muy altiva y señora, a pesar de que es ella quien cumple a rajatabla con el adulterio católico acostándose cada vez que puede con el mejor amigo de su marido del Opus.
Es verdad que Camino fue hace pocos años una estupenda recreación de los índices de siniestralidad moral que alcanza una secta integrista. Pero no deja de asaltarme la certidumbre de que el poder del Opus Dei ha desaparecido de la vida pública, de los reportajes y las cosas consabidas, como si hubiese dejado de operar a la vista para operar en la sombra, escarmentado quizá, o mejor adaptado que otros al ejercicio del poder en la nueva sociedad: ¿dónde está hoy el poder del Opus, cómo lo ejerce, quiénes lo canalizan, en qué medios influye o dónde fructifica su presión, cómo regula los créditos y a quién los concede, si lo hace o puede hacerlo? ¿Cuál es la trastienda hoy del Opus Dei, más allá del jocoso viva Honduras de Federico Trillo o del imperturbable arte de la guerra sucia de Jorge Fernández Díaz? ¿Quién cuenta las correrías de ese toro, en Pamplona o fuera de Pamplona?