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lunes, 2 de octubre de 2017

VICARIO OPUSDEÍSTA CENSURA A LOS FIRMANTES DE LA “Corréctio Filiális”

Mariano Fazio Fernández, la cuota bergogliana en La Obra
  
Fiel al estilo lambericas y acomodaticio del Opus Dei al poder de turno, el argentino Mariano Fazio Fernández, vicario general de la wannabe diócesis acusó en medio de una entrevista al no menos acomodaticio diario La Nación de “escandalizar a toda la Iglesia”, “estar equivocados”, “atacar al Papa” y “sembrar desunión” a unos integrantes de la Prelatura que firmaron la Corréctio filiális de hærésibus propagátis enviada a Antipapa Francisco Bergoglio por 62 académicos y prelados conciliares (y por Bernard Fellay también). Aquí unos apartes de la entrevista realizada en el cuartel general de Villa Tevere (Roma), donde además atenta justificar por qué Bergoglio no visita su país natal:
ELISABETTA PIQUÉ: Cambiando de tema y volviendo al Vaticano, este quinto año del Papa está siendo difícil: en los últimos días una minoría ultraconservadora pidió una “corrección filial” de su apertura a los divorciados vueltos a casar en la exhortación apostólica Amoris Lætitia (AL) y lo ha acusado de propagar herejías. ¿Qué opina de este nuevo ataque?
MARIANO FAZIO FERNÁNDEZ: Lamentablemente no es la primera vez en la historia de la Iglesia de los últimos años donde hay grupos de personas que atacan al Papa, algunos me imagino con buena intención. Me parece que por un lado es una manifestación de la libertad de opinión que hay en la Iglesia y que el Papa respeta. Por otro lado me parece que es un método totalmente equivocado porque si se trata de una relación filial, un hijo no “corrige” a su padre en público. Cualquier fiel, obispo, cardenal, laico tiene derecho a decirle al Papa lo que le parezca por el bien de la Iglesia, pero me parece que no tiene derecho a hacerlo públicamente y escandalizar a toda la Iglesia con estas manifestaciones de desunión.
E. P.: Entre los firmatarios de la carta que pide la “corrección filial” apareció el italiano Ettore Gotti Tedeschi, ex presidente del Instituo de Obras para la Religión (IOR, el banco del Vaticano), que es supernumerario del Opus Dei…
M. F. F.: Considero que él también se ha equivocado, como los demás que han firmado.
E. P.: Algunos se habían ilusionado con que terminarían las intrigas en el Vaticano con la llegada de Francisco, pero de nuevo hay venenos. Libero Milone, el ex auditor general denunció hace unos días haber sido echado por un “viejo grupo de poder” que se resiste a las reformas financieras… Y la Santa Sede lo acusó de haberse excedido de sus funciones y de haber espiado a miembros del Vaticano…
M. F. F.: No estoy metido en el fondo del tema. Conozco muchísimas personas de la curia romana y la inmensa mayoría de ellos trabaja silenciosamente, con gran espíritu de servicio, con deseo de servir a la Iglesia y ellos no son noticia. Los que son noticia son los que tienen actitudes un poco ambiguas que despiertan sospechas. Sé que el Santo Padre sufre con esta situación. No soy experto en temas económicos, pero me parece que se han dado paso significativos sobre la transparencia de las finanzas vaticanas, en particular en el IOR. Pero toda reforma, no sólo en la Iglesia, sino en cualquier sociedad, genera reacciones contrarias de personas que están acomodadas y que no quieren que cambie nada, que me parece que son reacciones bastante lógicas desde un punto de vista humano. Me gustaría que por parte de todos los miembros de la curia hubiera mayor espíritu de colaboración y servicio con la reforma que el Papa quiere llevar a cabo.
E. P.: ¿Ve mucha resistencia?
M. F. F.: Me parece que lo que sale en los medios de comunicación son el pequeño grupo que le resiste al Papa, porque no es noticia que un cardenal, obispo o un oficial de la curia vaticana obedezcan al Papa
E. P.: ¿Es una minoría ruidosa entonces?
M. F. F.: Me parece que sí.
E. P.: ¿Cómo ve el Opus Dei la apertura que hay en el capítulo ocho de AL a los divorciados vueltos a casar, que tánto revuelo ha generado en los sectores conservadores?
M. F. F.: El Opus Dei, como todos los católicos, siempre está con el Papa, es una tradición continua en la historia de la obra que lo hemos aprendido de San Josémaría Escrivá de Balaguer (sic), que decía que hay que estar con el Papa quien quiera que sea. Siempre estaremos con el Papa. En lo que se refiere a AL el prelado (monseñor Fernando Ocáriz) ha escrito: “Pensad también, con corazón grande, cómo ayudar a quienes se encuentran en las así llamadas “situaciones irregulares”. El Papa Francisco ha reafirmado que la doctrina no cambia, pero urge a mejorar la atención de estos hermanos y hermanas, a los que es preciso acompañar con una mirada más cercana, de acogida y discernimiento, que les facilite superar esas situaciones, con la gracia de Dios”.
E. P.: Algunos, en el Vaticano, dicen que el Opus Dei tiene una visión de Iglesia distinta a la del Papa
M. F. F.: Desde que el Papa ha sido elegido ha tenido muchas manifestaciones de cercanía y aprecio por el Opus Dei. En lo que a mí respecta tengo una amistad con él de la cual todavía estoy emocionado. Ha querido confirmar la elección del prelado el mismo día, una manifestación de grandísima confianza, ha manifestado en la primera entrevista del prelado un agradecimiento por lo que estamos haciendo al servicio de la Iglesia, ha estado muy cercano en torno a la muerte del prelado anterior, Javier Echevarría, ha beatificado al primer sucesor de San José María Escrivá de Balaguer (sic), Álvaro del Portillo, ha firmado tres documentos de virtudes heróicas de fieles de la obra, que están en proceso de beatificación, con lo cual no podemos no estar sino agradecidos por la cercanía que ha manifestado en estos años. En los continuos contactos que tenemos con el Papa siempre ha manifestado su apoyo, su impulso apostólico y en la primera audiencia con el prelado nos encargó directamente las periferias de las clases medias, del mundo del trabajo, diciéndonos algo así como que “ése es su carisma, adelante, siguiendo los pasos de san Josémaría”.
E. P.: Usted lo conoce a Jorge Bergoglio desde la Conferencia de Aparecida (2007) y estamos en el quinto año de pontificado: ¿cuáles fueron para usted los aportes del Papa a la Iglesia?
M. F. F.: Creo que el Papa desde un punto de vista de la fe siempre es el sucesor de Pedro y por lo tanto hay una gran continuidad con la tradición de la Iglesia. Desde un punto de vista humano, cada Papa es de un país determinado, de una cultura distinta y el Papa ha aportado une estilo nuevo que lo definiría cercano, auténtico, espontáneo, evangélico. Y eso ha hecho que mucha gente se acerque a Dios y a la Iglesia, que estaba muy alejada, al comprobar que es un líder que vive lo que dice. Los otros papas anteriores han sido buenísimos y de altísimo nivel, creo que este estilo es muy revolucionario. Se trata, como dice el Papa Francisco, de la revolución de la ternura, del amor, de la cercanía, de la preocupación por los demás. Esto es su gran aporte.
E. P.: ¿Cómo es la situación interna del Opus Dei con el nuevo prelado y usted como el número dos?
M. F.: Estamos viviendo un momento de gran unidad y manteniéndonos muy fieles al espíritu de la Obra, pero también estamos en un momento de fidelidad dinámica porque los tiempos cambian y el Opus Dei es un cuerpo vivo que cambia con los tiempos, manteniendo siempre la fidelidad al carisma fundacional. En ese sentido le estamos haciendo mucho eco a la idea de Iglesia en salida del Papa y queremos fomentar más iniciativas y que todos el mundo piense “yo, en mi circunstancia, qué puedo hacer para llevar el Evangelio a todas las periferias”. Periferias que son sociales, existenciales, pero también culturales.
  
Fazio, de quien se asegura tener algo que ver con el suicidio del presbítero opusdeísta boliviano-croata Danilo Eterović Garrett (acaecido el 5 de Marzo de 2014), desconoce arteramente que el Angélico Doctor Universális Santo Tomás de Aquino ya habló sobre la posibilidad de reprender a los superiores en su magna obra Suma Teológica, parte II-IIæ, cuestión 33 (La Corrección Fraterna), artículo 4 (¿Está alguien obligado a corregir a su prelado?):
Objeciones por las que parece que nadie está obligado a corregir a su prelado:
  1. En Ex. 19,13 se lee: La bestia que tocare el monte será apedreada, y en 2 Re. 6,6-7 se dice que Oza fue herido por el Señor por tocar el arca. Ahora bien, con el monte y el arca se significa el prelado. Luego éstos no deben ser corregidos por sus súbditos.
  2. La Glosa, interpretando el texto del Apóstol en Gál. 2,11: le echó en cara, añade como a igual. Por tanto, no siendo el súbdito igual al prelado, no le debe corregir.
  3. Escribe San Gregorio: Nadie intente corregir la vida de los santos, a no ser quien sienta mejor de sí. Mas nadie debe sentirse mejor que su prelado. Luego no deben ser corregidos los prelados.
Contra esto: está el testimonio de San Agustín en la Regla: No os compadezcáis sólo de vosotros mismos, sino también de él, que corre mayor peligro cuanto más alto puesto ocupa. Pero la corrección fraterna es obra de misericordia. Luego también los superiores deben ser corregidos.
 
Respondo: La corrección que es acto de justicia por coacción penal, no incumbe al súbdito respecto de su prelado. Pero la corrección que es acto de caridad atañe a cada cual en relación con las personas a las que debe amar si ve en ellas algo reprensible. En efecto, el acto que procede de un hábito o potencia se extiende a cuanto comprende el objeto de esa potencia o hábito, lo mismo que la visión abarca todo cuanto esté bajo su objeto. Pero dado que el acto virtuoso debe estar regulado por las debidas circunstancias, en la corrección del súbdito hacia su superior debe guardarse la debida moderación, o sea, no debe hacerlo ni con protervia ni con dureza, sino con mansedumbre y respeto. Por eso en 1 Tim. 5,1 escribe el Apóstol: No increparás al anciano, sino exhórtale como a padre. Por eso mismo también reprocha Dionisio al monje Demófilo por haber corregido de manera irreverente a un sacerdote golpeándole y echándolo de la iglesia.
 
A las objeciones:
  1. Se puede decir que se trata inadecuadamente al prelado cuando se le apabulla o cuando se le infama. Es lo que se significa en esos pasajes con el contacto de la montaña o del arca prohibidos por Dios.
  2. Reprender a la cara y en público (Gál 2,11) rebasa a la moderación de la corrección fraterna. Y San Pablo no habría reprendido de esa manera a San Pedro si no hubiera sido de alguna manera su igual en la defensa de la fe. Mas amonestar oculta y severamente puede hacerlo incluso quien no sea igual. Por eso, escribiendo a los Colosenses 4,17 pide San Pablo reprender al superior, en estos términos: Decid a Arquipo: cumple tu ministerio.  
    Hay que tener en cuenta, no obstante, que en el caso de que amenazare un peligro para la fe, los superiores deberían ser reprendidos incluso públicamente por sus súbditos. Por eso San Pablo, siendo súbdito de San Pedro, le reprendió en público a causa del peligro inminente de escándalo en la fe. Y como dice la Glosa de San Agustín: Pedro mismo dio a los mayores ejemplo de que, en el caso de apartarse del camino recto, no desdeñen verse corregidos hasta por los inferiores.
  3. Creerse en todo mejor que su superior parece presuntuosa soberbia; pensar, en cambio, que es mejor en algo no tiene nada de presunción, ya que en esta vida no hay nadie sin defecto. Pero hay que tener en cuenta también que quien amonesta con caridad a su superior, no por eso se considera mejor, sino que va en auxilio de quien está en un peligro tanto mayor cuanto más alto puesto ocupa, como enseña San Agustín.
  
Por otra parte, fijaros en la entrevistadora: Elisabetta Piqué, corresponsal en Italia y el Vaticano para el diario argentino La Nación. Esta ítalo-argenta hija de catalanes se hizo famosa porque anticipó que Bergoglio saldría electo en el cónclave de Marzo de 2013, y es autora del libro Francisco: Vida y Revolución, presentándolo como un hombre providencial y renovador para una Iglesia “sitiada por elementos ultraconservadores”. Así, el diálogo Piqué-Fazio es inter pares en cuanto a papolatría concierne.

Elisabetta Piqué abrazando a su ídolo
  
Ahora, sobre la Corréctio Filiális, donde se acusa a Bergoglio de propugnar en Amóris Lætítia siete herejías específicas, a saber (en latín y español):
  1. “Homo justificátus iis caret víribus quibus, Dei grátia adjútus, mandáta objectíva legis divínæ ímpleat; quasi quídvis ex Dei mandátis sit justifcátis impossíbile; seu quasi Dei grátia, cum in hómine justificatiónem éfficit, non semper et sua natúra conversiónem effíciat ab omni peccáto gravi; seu quasi non sit súfficiens ut hóminem ab omni peccáto gravi convértat” [Una persona justificada no tiene la fuerza, con la gracia de Dios, para seguir las exigencias objetivas de la ley divina, como si cualquiera de los mandamientos de Dios fuera imposible para los justificados; o como significando que la gracia de Dios, cuando produce la justificación del individuo, no produce invariablemente, y de su propia naturaleza, la conversión de todo pecado grave, o no es suficiente para la conversión de todo pecado grave].
  2. Christifidélis qui, divórtium civíle a sponsa legítima consecútus, matrimónium civíle (sponsa vivénte) cum ália contráxit; quique cum ea more uxório vivit; quique cum plena intelligéntia natúræ actus sui et voluntátis própriæ pleno ad actum consénsu elígit in hoc rerum statu manére: non necessárie mortáliter peccáre dicéndus est, et grátiam sanctificántem accípere et in caritáte crescére potest” [Los católicos que han obtenido el divorcio civil del cónyuge con el cual están válidamente casados y han contraído un matrimonio civil con alguna otra persona durante la vida de su cónyuge, y que viven more uxório con su pareja civil, y que eligen permanecer en este estado con pleno conocimiento de la naturaleza de su acto y con pleno consentimiento de la voluntad del acto, no están necesariamente en un estado de pecado mortal, y pueden recibir la gracia santificante y crecer en la caridad].
  3. “Christifidelis qui alicújus mandáti divíni plenam sciéntiam possídet et deliberáta voluntáte in re gravi id violáre elígit, non semper per talem actum gráviter peccat” [Un creyente católico puede tener pleno conocimiento de una ley divina y elegir violarla voluntariamente en una materia grave, pero no estar en un estado de pecado mortal como resultado de este acto].
  4. “Homo potest, dum divínæ prohibitióni obtémperat, contra Deum ea ipsa obtemperatióne peccáre” [Una persona, mientras obedece una prohibición divina, puede pecar contra Dios por medio de este mismo acto de obediencia].
  5. “Consciéntia recte ac vere judicáre potest actus venéreos aliquándo probos et honéstos esse aut lícite rogári posse aut étiam a Deo mandári, inter eos qui matrimónium civíle contraxérunt quámquam sponsus cum ália in matrimónio sacramentáli jam conjúnctus est” [La conciencia puede juzgar verdadera y correctamente que los actos sexuales entre personas que han contraído un matrimonio civil entre sí, aunque uno, o ambos, esté sacramentalmente casado con otra persona, a veces pueden ser moralmente correctos o reclamados o incluso mandados por Dios].
  6. “Princípia morália et véritas morális quæ in divína revelatióne et in lege naturáli continéntur non comprehéndunt prohibitiónes quálibus génera quǽdam actiónis absolúte vetántur utpóte quæ propter objéctum suum semper gráviter illícita sint” [Los principios morales y las verdades morales contenidos en la revelación divina y en la ley natural no incluyen prohibiciones que condenan absolutamente ciertos tipos de actos, porque son siempre gravemente ilícitos a causa de su objeto].
  7. “Hæc est volúntas Dómini nostri Jesu Christi, ut Ecclésia disciplínam suam perantíquam abjíciat negándi Eucharistíam et Absolutiónem iis qui, divórtium civíle consecúti et matrimónium civíle ingréssi, contritiónem et propósitum firmum sese emendándi ab ea in qua vivunt vitæ conditióne noluérunt patefácere” [Nuestro Señor Jesucristo quiere que la Iglesia abandone su antiquísima disciplina de denegar la Eucaristía a los divorciados y nuevamente casados, y de denegar la absolución a los divorciados y nuevamente casados que no expresen ninguna contrición, ni el propósito firme de enmendarse de su actual estado de vida].
Decimos: Es, frente al veneno de la víbora, cual antídoto adulterado inyectado con una jeringa infectada, toda vez que contiene referencias del Concilio Vaticano II (tres de las cuales son de la Constitución Lumen Géntium). Y aparte, a las sesenta y dos sapiencias firmantes (que no sabemos dónde estaban desde el 11 de Octubre de 1962 y qué hacían hasta ahora), se les olvida que Amóris Lætítia es hija natural del Vaticano II. Y en serio, ¿solicitarle la bendición apostólica a Bergoglio, quien es un portador de maldición? 
  
Un verdadero Católico, consciente de la situación de Apostasía que representa el Vaticano II, no necesita tanta elucubración para decir: BERGOGLIO ES UN ANTIPAPA USURPADOR QUE NUNCA FUE CATÓLICO (COMO TAMPOCO LO FUERON SUS ANTECESORES DESDE RONCALLI).
  
Jorge Rondón Santos.
2 de Octubre de 2017 (Año Mariano).
Fiesta de los Santos Ángeles Custodios.

4 comentarios:

  1. http://www.ucsf.edu.ar/conmemoracion-de-los-500-anos-de-la-reforma/

    miren en lo que andan estos
    dignos hijos de jotapedos..jajaj
    aunque es para llorar.

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  2. por 62 académicos .......

    "académicos" ....jajaja
    babosos hijos de wochtila debería decir.

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  3. El Padre Danilo era un sacerdote santo. Respetuoso del tradicionalismo, estudioso de las profecías esjatológicas, admirador de Romano Amerio, ajenos a eclecticismos y de una gran humildad. Un verdadero sabio. Que además dedicó buena parte de sus tiempo a la atención de pobres y vagabundos. A mí me reconoció un día que había "ambigüedades" en Vaticano II. Y además de todo esto, era exorcista. Por lo mismo dudo mucho de su supuesto suicidio y pienso más en una típica acción del Demonio, por lo demás conocida entre quienes saben de estas cosas. Simpatizo con el carlismo, pero no comparto lo crítica que hacen del Opus Dei, aunque sí reconozco errores de hecho, como la tolerancia con el liberalismo y la socialdemocracia y, al menos antes, la manipulación de las conciencias y el voluntarismo espiritual (que no son errores del carisma fundacional, sino desviaciones del mismo). Ahora se le suma una papolatría asombrosa, que por cierto San Josemaría no tenía. Fui numerario casi 17 años en la Argentina (entre los 15 y los 31 años), y sigo siendo cooperador de la Prelatura. Conozco el Opus Dei desde adentro, y no sólo en mi patria, sino también en Uruguay, Paraguay, Perú y España. Además tuve acceso a toda la tradición oral acerca de la vida de Escrivá, leí la mayoría de sus textos publicados e inéditos, casi todas las biografías, y también estoy al tanto de las críticas más habituales de ex- miembros, algunos con cierto peso en la Obra en su momento. Sufrí de esa manipulación de las conciencias y hasta llegué a enfermarme, pero siempre pude percibir en la mayoría de las personas del Opus Dei una gran honestidad de fondo, una caridad fina y una piedad sincera. Los que no aguantaban esa exigencia, se marchaban. Yo lo hice por motivos vocacionales, pero no por miedo a esas exigencias. Conozco mucha gente a la cual el Opus Dei le ha hecho un gran bien, aunque a varios les convendría saber la verdad de lo que San Josemaría dijo acerca de la crisis de la Iglesia en el posconcilio. No es cierto que fuera liberal y menos aún progresista. Era ortodoxo, en una línea similar a la del Cardenal Newman, sin ceder a tentaciones integristas ni progresistas. También reconozco el mal que la mencionada heteropraxis ha causado en muchas otras personas, sobre todo numerarios y agregados. Entiendo que la Obra debe hacer aún un "mea culpa", reparar a las víctimas y realizar una verdadera renovación interna. Lo que no implica plegarse a los errores bergoglianos (ni a las ambigüedades de cierto magisterio conciliar y post-conciliar) como tampoco mirar para otro lado como si no pasara nada. Sé que muchos no compartirán lo que digo, pero es un deber de conciencia manifestarles lo que pienso. Rezo siempre para que se solucione la situación de la FSSPX, amo y difundo la Misa Tradicional (que aprendí a venerar en el Opus Dei) y ruego, como nos pedía San Josemaría, que rezáramos y nos mortificáramos mucho para que acabe este tiempo de prueba de la Iglesia. Aunque no me extrañaría que, en realidad, estemos "ad portas" de los Últimos Tiempos, como sostenía mi compatriota, el cura Castellani. Y sobre todo, espero que en el Opus Dei deje de ignorarse de hecho, el enorme mal que le hace al mundo la acción de protestantes, masones y judíos anticatólicos, al manejar las principales agencias de noticias (como denunciaba Escrivá, que no era precisamente "conspiranoico" ni antisemita) lo mismo que el daño causado en la Iglesia por el modernismo y el progresismo.
    Cordiales saludos

    Xavier De Bouillon

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  4. Algo más: Esta percepción ortodoxa acerca del Opus Dei es la que supongo acercó a la Obra o al menos a "simpatizar" con Escrivá a españoles, hispanoamericanos y anglosajones insignes como Vicente Marrero, Álvaro D´Ors, Florentino Pérez Embid, Don Federico Suárez, Eugenio Montes, José María Pemán, Don José Miguel Ibáñez Langlois, Bernardino Bravo Lira, el Padre Juan Claudio Sanahuja, Jorge Scala, Juan Luis Gallardo, Santiago de Estrada, Don Manolo García Verde, Scott Hahn, Carlos Cardona, Cornelio Fabro, Zafra Valverde, entre otros tradicionalistas (carlistas o alfonsinos), conservadores o falangistas católicos.
    Cordiales saludos

    Xavier De Bouillon

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