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miércoles, 31 de enero de 2018

CONCILIARES: O CRUZ O CARAMELOS

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
 
En 2018, los feligreses conciliares serán REALMENTE puestos a prueba.
Sabemos que ellos no son más Católicos, pero ellos tratarán de persuadirse de que lo son.
Supuestamente deben guardar ayuno y abstinencia el Miércoles de Ceniza, pero ese día cae en el secular “Día de los enamorados” en 2018.
San Valentín fue suprimido del Calendario conciliar en 1969, junto con otros 200 Santos venerados desde los primeros tiempos de la Iglesia Católica.
  
El 14 de Febrero del año 2018 tendrá lugar una situación insólita: la fiesta de San Valentín cae en Miércoles de Ceniza, primer día de la temporada penitencial de Cuaresma, día de estricto ayuno y abstinencia. Puesto que el Miércoles de Ceniza rota anualmente, entre el 4 de Febrero y el 10 de Marzo, en función de la fecha de la Pascua, y porque el 14 de Febrero cae en Miércoles una vez cada siete años, es raro que la fiesta de San Valentín caiga el Miércoles de Ceniza.
 
Pero si los conciliares van a escoger entre el Miércoles de Ceniza o San Valentín, según su propio calendario fabricado deberían escoger los caramelos porque el Sacerdote y Mártir San Valentín no es realmente un santo para ellos; el 14 de Febrero es meramente el secular “Día de los Enamorados”. En su “Matanza del día de San Valentín”, el antipapa Montini Alghisi/Pablo VI impuso el 14 de Febrero de 1969 a la iglesia conciliar un nuevo calendario anticatólico que vaya conforme a su anticatólica e inválida “Nueva Misa”. Los Catorce Santos Auxiliadores, incluidos San Cristóbal, San Blas, San Jorge, Santa Bárbara y Santa Catalina de Alejandría, tan altamente venerados desde los primeros tiempos de la Iglesia Católica por su asistencia a todos cuantos les rezaban, fueron eliminados del Novus Ordo Kalendárii, junto con Santa Filomena, San Valentín, y otros 200 Santos.
 
San Valentín no es ninguna ridícula fantasía acaramelada. Él fue un sacerdote y mártir de los primeros tiempos de la Iglesia Católica, que padeció durante una gran persecución por el gobierno romano. San Valentín fue también un médico y fue golpeado con garrotes y finalmente decapitado por ayudar a los Cristianos en Roma. Lejos de representar simple sentimentalismo, el color rojo y los corazones tan prevalentes en este día recuerdan el hecho de que San Valentín dió su rubro corazón y su sangre como Mártir de su fe Católica. Los deuterovaticanos, si fueran Católicos, se arrodillarían pidiendo la intercesión de este Sacerdote Mártir.
  
Así que ahora los fieles deuterovaticanos están en un dilema. Como los Protestantes que son, no observan más las leyes cuaresmales sobre el Ayuno y la Abstinencia -excepto, supuestamente, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo-. Hubo un año en el cual la apertura de la temporada de béisbol en Estados Unidos cayó en Viernes Santo, y los fieles conciliares tuvieron la temeridad de pedir una “dispensa”, para poder embutir sus caras con hot dogs y cacahuates en lugar de reconocer el día en que Cristo murió para salvarlos de sus pecados. Irónico, pero así de corruptos se han convertido los deuterovaticanícolas. Ellos y su secta ciertamente NO SON CATÓLICOS.

“COLECTIVOS” VENEZOLANOS CONFIESAN: “MADURO NOS FINANCIA”

Elementos tomados de ALETEIA y LA PATILLA.
  
  
El narco-régimen dictatorial de Maduro “exporta” paramilitares hacia los países vecinos. Se trata de exintegrantes de estos grupos violentos que han cruzado la frontera -hacia Colombia y demás territorios vecinos- como tantos otros venezolanos que diariamente lo hacen para escapar de las duras condiciones de vida imperantes en el país y que el presidente del episcopado venezolano ha calificado de “cuadro dantesco”. Mons. José Luis Azuaje, obispo de Barinas, denunció que “para los ciudadanos, el poder adquisitivo es casi igual a cero. Hay tanta desesperación que las personas se ven empujadas a cometer saqueos y violencia todos los días, porque no hay alimentos en los supermercados. Sin mencionar las medicinas”.
   
El caso es que la cadena radial colombiana Caracol logró entrevistar en Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela, a ciudadanos migrantes que pertenecieron a estos grupos armados, mejor conocidos como “colectivos chavistas”… y confesaron que el trato con el régimen era amedrentar y asesinar personas.
   
El gobierno de Aragua nos contrataba a un grupo de motorizados para que les cometiéramos caos en el centro de la ciudad, para que culparan a los que de verdad estaban haciendo sus marchas pacíficas (la oposición), y a nosotros nos pagaban por cargar armamento, granadas, y cometer caos en esta ciudad…”, narró uno de los ex colectivos armados quien por seguridad pidió reserva de su identidad.
      
El periodista quedó estupefacto al constatar que corroboraba lo que era un secreto a voces: el régimen de Hugo Chávez -hoy representado por Nicolás Maduro- les pagaba. Faltaba conocer los montos y esto también salió a relucir: desde 5.000 bolívares (US$ 500 hace dos años) y los beneficiaban con bonos especiales.
  
“Igualmente, cuando estaban haciendo la gran caminata a Caracas, que venían por la autopista Francisco Fajardo, nos pagaron también. El mismo Gobernador nos mandó a nosotros para trancar las autopistas y generar desórdenes. Muchos de mis compañeros asesinaron a varias personas… el dueño de la Goodyear en Aragua fue asesinado en medio de esos disturbios”, revelaron.
  
Tareck El Aissami, actual Vicepresidente de la República, gobernó el mencionado estado en el período 2012-2016. Según The Wall Street Journal, El Aissami está siendo investigado por el gobierno de los Estados Unidos por sus presuntas actividades de narcotráfico desde 2015. Rafael Isea, anterior gobernador de Aragua y supuestamente testigo protegido de la DEA, declaró que El Aissami habría recibido, por medio de su hermano Firaz, pagos de  US$ 100.000 de parte del capo de la droga Walid Makled para permitir la entrada de cargamentos de droga a Venezuela.
   
Tan solo en el estado de Aragua operan al menos 300 motorizados que actuaban como colectivos chavistas, entrenados por Cuba y las FARC para garantizar el sustento armado de Maduro en el poder. Son las fuerzas de choque oficialistas que han agredido tanto a políticos del país suramericano como a periodistas en función, han asesinado a manifestantes, y la mayoría de sus crímenes ha quedado impune.
   
En Venezuela -y a estas alturas, en el mundo- se conoce el alcance que tienen estos paramilitares dispuestos a todo. Pero la crisis no respeta ni distingue: “Venezuela no se soporta ya –dicen-, nuestros hijos se están muriendo de hambre, lo que constantemente hacen es amenazarnos”. Expresaron su temor de regresar al país, pues aseguran que, por ser tildados de “desertores”, son víctimas de amenazas por parte de las autoridades venezolanas, o valiéndose de los presidiarios: “En el estado de Aragua, lo que viene siendo con los penitenciarios que llaman El Tren de Aragua (banda criminal que opera desde la cárcel de Tocorón), ellos son los que si nosotros cometemos errores, atentan con nuestra vida si nos metemos con la gente del PSUV”.
   
Quienes conocen de cerca cómo operan estos grupos han explicado: “Ellos hacen el trabajo sucio, La policía no es la que se encarga de disparar con balas porque eso traería consecuencias legales; en cambio los colectivos armados tienen la libertad de disparar y matar sin ser sancionados (…) Por el malestar que hay ante la escasez, el hambre, y la corrupción –continúa- , eso generaría en cualquier país del mundo que los ciudadanos salieran a las calles a protestar de manera masiva. El régimen necesita mantener controlada a la población, y estos colectivos o grupos armados son el instrumento, y muy eficaz, por cierto”.
   
La pregunta es obligada: ¿cómo hacen efectivo el pago? Y para eso también hay respuesta: “Ellos están en las nóminas de las alcaldías chavistas –precisa la fuente-, en las nóminas de los ministerios, de las gobernaciones y desde el mismo gobierno los contratan como guardaespaldas y funcionarios de seguridad”.
   
El asunto es claro: ya ni para ellos, los viles esbirros del castro-chávez-madurismo, es manejable la situación en Venezuela, razón por la cual emigran. En Venezuela hay una grave crisis económica, sanitaria y humanitaria que avienta a estos personajes, y esas naciones vecinas están recibiendo a estos colectivos, que son “civiles” pero delincuentes, aunque se hagan llamar Colectivos de Paz. Un peligroso producto de exportación, ya que son ellos quienes ahora, como atracadores y sicarios, quienes contribuyen a la inseguridad en las ciudades de Colombia.

martes, 30 de enero de 2018

ESTADOS UNIDOS TAMBIÉN PUDO EJERCER SU INFLUENCIA EN EL CÓNCLAVE DE 1958

No es un misterio que 1958 fue el año de quiebre para la Iglesia Católica en su aspecto institucional, ya que significó la muerte de Pío XII y el inicio de la Sede Vacante que hoy existe, y que durará hasta la Parusía. Y que el Cónclave de ese año arrojó un resultado a todas luces viciado por injerencias externas (en términos canónicos, ejercer Jus Exclusívæ, prohibido y eliminado por la Constitución Commíssum nobis de San Pío X) y acuerdos secretos de los cardenales modernistas y perjuros, por ende, fue una elección nula a la luz de la Constitución Vacántis Apostólicæ Sedis de Pío XII, que en su artículo 93 prohíbe realizar pactos electorales, y en los artículos 95 y 96 prohíbe y declara írrito cualquier pactos y juramentos obligando a votar o abstenerse de votar por un candidato, so pena de excomunión.
  
Todos miran hacia la Unión Soviética como el poder externo detrás de la elección de Roncalli para ser Juan XXIII bis (ya hubo un antipapa Juan XXIII, Baltasar Cossa). Pero lo que muchos desconocen es que Estados Unidos también tuvo su parte de responsabilidad, como se deduce del documento que veremos a continuación.
  
Apenas en la mañana encontramos en el blog RADTRAD THOMIST, administrado por Peter Chojnowski PhD, un telegrama enviado a John Foster Dulles, Secretario de Estado norteamericano, por el embajador en Italia James David Zellerbach Baruh (judío), el cual comenta que una fuente interna del Vaticano le describía el ambiente en torno a aquellos fatídicos días de 1958.
  
Hay quien pretenda ver ante esto una prueba de que Giuseppe Siri era el verdadero electo, pero que fue obligado a renunciar y que de ahí salió Roncalli. A cuantos consideren así, es de recordarles que ante las actuaciones durante y posterior al Vaticano II, Siri no actuó de otra manera que reconociendo y acatando las órdenes de los usurpadores y del conciliábulo (cosa que no se espera de un gobernante derrocado).
  
Nos decidimos a traducirlo al español, y dejamos al lector la tarea de sacar sus conclusiones.
  
Advéniat regnum tuum, Jesu: advéniat per Maríam.
   
JORGE RONDÓN SANTOS
30 de Enero de 2018
Martes de Septuagésima, y fiesta de Santa Martina virgen y mártir.
  
DESCLASIFICADO: ¡DOCUMENTO DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO REVELA PLAN DEL GOBIERNO ESTADOUNIDENSE PARA DETENER ELECCIÓN DE UN PAPA TRADICIONALISTA EN EL CÓNCLAVE DE 1958!
 
He aquí el texto de un documento desclasificado del Departamento de Estado norteamericano proveniente de Roma concerniente al Cónclave de Octubre de 1958 -el mes más crítico de la historia de la Iglesia Católica desde la Crucifixión, Resurrección y Pentecostés-.
  
Primero transcribiré el documento mismo. Después de todo, es el escaneo de la copia, que tengo, del documento desclasificado del Departamento de Estado. Al amigo que dio con esto, muchas gracias por ayudar a aclarar la situación eclesiástica que existió en 1958.
  
TELEGRAMA ENTRANTE       DEPARTAMENTO DE ESTADO
  
Clasificación: Secreta
   
Control: 7008
Recibido: 11 de Octubre, 1958
11:39 AM
 
De: Roma
Para: Secretario de Estado
No: 1166, 11 de Octubre, 2PM
 
DISTRIBUCIÓN LIMITADA.
  
Durante conversación con un Oficial de Embajada, una fuente del Vaticano expresó su opinión personal de que el próximo Papa será “electo” fuera del Cónclave por acuerdo entre cardenales. La fuente dijo que Pío XII fue elegido de esta manera, y recordó que cuando los cardenales fueron entrando al Cónclave de 1939 el cardenal [Giuseppe] Pizzardo le llamó aparte y pidió preparar borrador biográfico de Pacelli. Agregó que consultó con Mons. Montini y ambos decidieron por obvias razones no seguir adelante con la demanda de Pizzardo.
 
Escpeculando sobre el sucesor de Pío XII, la fuente dijo que el Colegio podría perfectamente escoger un cardenal anciano cuyo breve pontificado podría ser dedicado enteramente a la reorganización de la Curia romana dejada por el papa fallecido en “deplorable estado”. La fuente indicó que la elección de [Giuseppe] Siri, [Ernesto] Ruffini o [Alfredo] Ottaviani sería “desafortunada para la Iglesia” puesto que estos tres cardenales tienen un enfoque poco realista a los grandes problemas que enfrenta el mundo de hoy. La fuente dijo que la elección de cualquiera de los tres dependería de la influencia de los cardenales estadounidenses, y voluntariamente sugirió a las autoridades estadounidenses que sería bueno ejercer subrepticiamente “su propia influencia sobre ciertos cardenales estadounidenses”.
 
[JAMES DAVID] ZELLERBACH                   
  
Archivado: 5 de Noviembre de 1958
Desclasificado: 26 de Marzo de 1990

lunes, 29 de enero de 2018

MISA DE SAN FRANCISCO DE SALES

Del Misal Romano de San Pío V. La Misa Votiva, que cuenta con Prefacio propio, es del Propio de la Diócesis de Annecy y la Orden de la Visitación.
  
Die 29 Januarii
Sancte Francisci Salesii, Episcopi, Confessori et Ecclesiæ Doctoris.
Duplex
  
Introitus. Eccli. 15, 5. In médio Ecclésiæ apéruit os ejus: et implévit eum Dóminus spíritu sapiéntiæ et intelléctus: stolam glóriæ índuit eum. (T. P. Allelúja, allelúja.) Ps. 91, 2. Bonum est confitéri Dómino: et psállere nómini tuo, Altíssime. ℣. Glória Patri.
 
ORATIO
Deus, qui ad animárum salútem beátum Francíscum Confessórem tuum atque Pontíficem ómnibus ómnium factum esse voluísti: concéde propítius; ut, caritátis tuæ dulcédine perfúsi, ejus dirigéntibus mónitis ac suffragántibus méritis, ætérna gáudia consequámur. Per Dóminum nostrum.
  
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Timotheum.
2. Tim. 4, 1-8.
  
Caríssime: Testíficor coram Deo, et Jesu Christo, qui judicatúrus est vi vos et mórtuos, per advéntum ipsíus et regnum ejus: prǽdica verbum, insta opportúne, importune: árgue, óbsecra, íncrepa in omni patiéntia, et doctrína. Erit enim tempus, cum sanam doctrínam non sustinébunt, sed ad sua desidéria, coacervábunt sibi magistros, pruriéntes áuribus, et a veritáte quidem audítum avértent, ad fábulas autem converténtur. Tu vero vígila, in ómnibus labóra, opus fac Evangelístæ, ministérium tuum ímpie. Sóbrius esto. Ego enim jam delíbor, et tempus resolutiónis meæ instat. Bonum certámen certávi, cursum consummávi, fidem servávi. In réliquo repósita est mihi coróna justítiæ, quam reddet mihi Dóminus in illa die, justus judex: non solum autem mihi, sed et iis, qui díligunt advéntum ejus.
 
Graduale. Ps. 36, 30-31. Os justi meditábitur sapiéntiam, et lingua ejus loquétur judícium.
℣. Lex Dei ejus in corde ipsíus: et non supplantabúntur gressus ejus.
 
Allelúja, allelúja. ℣. Eccli. 45, 9. Amávit eum Dóminus, et ornávit eum: stolam glóriæ índuit eum. Allelúja.
 
Post Septuagesimam, omissis Allelúja et Versu sequenti, dicitur:
Tractus. Ps. 111, 1-3.
Beátus vir, qui timet Dóminum: in mandátis ejus cupit nimis.
℣. Potens in terra erit semen ejus: generátio rectórum benedicétur.
℣. Glória et divítiæ in domo ejus: et justítia ejus manet in sǽculum sǽculi.
   
Tempore autem Pascháli omittitur Graduale, et ejus loco dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Eccli. 45, 9. Amávit eum Dóminus, et ornávit eum: stolam glóriæ índuit eum. Allelúja.
℣. Osee 14, 6. Justus germinábit sicut lílium: et florébit in ætérnum ante Dóminum. Allelúja.
 
✠ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum.
Matth. 5, 13-19.
   
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Vos estis sal terræ. Quod si sal evanúerit, in quo saliétur? Ad níhilum valet ultra, nisi ut mittátur foras, et conculcétur ab homínibus. Vos estis lux mundi. Non potest cívitas abscóndi supra montem pósita. Neque accéndunt lucérnam, et ponunt eam sub módio, sed super candelábrum, ut lúceat ómnibus qui in domo sunt. Sic lúceat lux vestra coram homínibus, ut vídeant ópera vestra bona, et gloríficent Patrem vestrum, qui in cœlis est. Nolíte putáre, quóniam veni sólvere legem aut prophétas: non veni sólvere, sed adimplére. Amen, quippe dico vobis, donec tránseat cœlum et terra, jota unum aut unus apex non præteríbit a lege, donec ómnia fiant. Qui ergo solvent unum de mandátis istis mínimis, et docúerit sic hómines, mínimus vocábitur in regno cœlórum: qui autem fécerit et docúerit, hic magnus vocábitur in regno cœlórum. Credo.
 
Offertorium. Ps. 91, 13. Justus ut palma florébit: sicut cedrus, quæ in Líbano est multiplicábitur. (T. P. Allelúja.)
  
SECRETA
Sancti Francísci Pontíficis tui atque Doctóris nobis, Dómine, pia non desit orátio: quæ et múnera nostra concíliet; et tuam nobis indulgéntiam semper obtíneat. Per Dóminum.
  
Communio. Luc. 12, 42. Fidélis servus et prudens, quem constítuit dóminus super famíliam suam: ut det illis in témpore trítici mensúram. (T. P. Allelúja.)
 
POSTCOMMUNIO
Ut nobis, Dómine, tua sacrifícia dent salútem: beátus Francíscus Póntifex tuus et Doctor egrégius, quǽsumus, precátor accédat. Per Dóminum nostrum.
  
Infrascriptæ Missæ de Sancti Francisci Salesii, ex Proprium Diœcesis Anneciensis et Ordo Visitationis Beatissimæ Mariæ Virginis, dici possunt ut festivæ ubicumque, ad libitum sacerdotis, juxta rubricas. Similiter hujusmodi Missæ dici possunt etiam ut votivæ, nisi aliqua expresse excipiatur:
  
Die 29 Januarii
S. Francisci Salesii, Episcopi, Confessori et Ecclesiæ Doctoris.
Altera Missa
 
Introitus. Eccli. 45, 8-9. Státuit ei testaméntum ætérnum, et dedit illi sacerdótium gentis: beatificávit illum in glória, et coronávit eum in vasis virtútis. (T. P. Allelúja, allelúja.) Ps. 118, 103. Quam dúlcia fáucibus meis elóquia tua, super mel ori meo! ℣. Glória Patri.
 
ORATIO
Deus, qui ad animárum salútem beátum Francíscum Confessórem tuum atque Pontíficem ómnibus ómnium factum esse voluísti: concéde propítius; ut, caritátis tuæ dulcédine perfúsi, ejus dirigéntibus mónitis ac suffragántibus méritis, ætérna gáudia consequámur. Per Dóminum nostrum.
  
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Ephésios.
Ephes. 3, 7-21.
  
Fratres: Factus sum miníster, secúndum donum grátiæ Dei, quæ data est mihi secúndum operatiónem virtútis ejus. Mihi ómnium sanctórum mínimo data est grátía hæc, in géntibus evangelizáre investigábiles divítias Christi: et illumináre omnes, quæ sit dispensátio sacraménti abscónditi a sǽculis in Deo qui ómnia creávit: ut innotéscat principátibus et potestátibus in cœléstibus per Ecclésiam multifórmis sapiéntia Dei: secúndum præfinitíónem sæculórum quam fecit in Christo Jesu Dómino nostro, in quo habémus fidúciam et accéssum in confidéntia per fidem ejus. Propter quod peto ne deficiátis in tribulatiónibus meis pro vobis, quæ est glória vestra. Hujus rei grátia flecto génua mea ad Patrem Dómini nostri Jesu Christi, ex quo omnis patérnitas in cœlis et in terra nominátur: ut det vobis secúndum divítias glóriæ suæ, virtúte corroborári per Spíritum ejus in interiórem hóminem: Christum habitáre per fidem in córdibus vestris: in caritáte radicáti et fundáti: ut possítis comprehéndere, cum ómnibus sanctis, quæ sit latitúdo, et longitúdo, et sublímitas, et profúndum: scire étiam supereminéntem sciéntiæ caritátem Christi, ut impleámini in omnem plenitúdinem Dei. Si autem qui potens est ómnia fácere superabundánter quam pétimus aut intellégimus, secúndum virtútem quæ operátur in nobis, ipsi glória in Ecclésia, et in Christo Jesu, in omnes generatiónes sǽculi sæculórum. Amen.
 
Graduale. Eccli. 33, 18-19. Respícite quóniam non mihi soli laborávi, sed ómnibus exquiréntibus disciplínam.
℣. Audíte me, magnátes, et omnes pópuli, et rectóres ecclésiæ, áuribus percípite.
 
Allelúja, allelúja. ℣. Ps. 32, 18. Ecce óculi Dómini super metuéntes eum: et in eis qui sperant super misericórdia ejus. Allelúja.
 
Post Septuagesimam, omissis Allelúja et Versu sequenti, dicitur:
Tractus. Ps. 33, 9.
Gustáte, et videte quóniam suávis est Dóminus: beátus vir, qui sperat in eo.
℣. Prov. 16, 23. Cor sapiéntis erúdiet os ejus: et lábiis ejus addet grátiam.
℣. Ibid. 17, 27. Qui moderátur sermónes suos, doctus et prudens est: et pretiósi spíritus vir erudítus.
   
Tempore autem Pascháli omittitur Graduale, et ejus loco dicitur:
Allelúja, allelúja.
℣. Eccli. 45, 9. Amávit eum Dóminus, et ornávit eum: stolam glóriæ índuit eum. Allelúja.
℣. Osee 14, 6. Justus germinábit sicut lílium: et florébit in ætérnum ante Dóminum. Allelúja.
 
✠ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum.
Matth. 5, 13-19.
   
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Vos estis sal terræ. Quod si sal evanúerit, in quo saliétur? Ad níhilum valet ultra, nisi ut mittátur foras, et conculcétur ab homínibus. Vos estis lux mundi. Non potest cívitas abscóndi supra montem pósita. Neque accéndunt lucérnam, et ponunt eam sub módio, sed super candelábrum, ut lúceat ómnibus qui in domo sunt. Sic lúceat lux vestra coram homínibus, ut vídeant ópera vestra bona, et gloríficent Patrem vestrum, qui in cœlis est. Nolíte putáre, quóniam veni sólvere legem aut prophétas: non veni sólvere, sed adimplére. Amen, quippe dico vobis, donec tránseat cœlum et terra, jota unum aut unus apex non præteríbit a lege, donec ómnia fiant. Qui ergo solvent unum de mandátis istis mínimis, et docúerit sic hómines, mínimus vocábitur in regno cœlórum: qui autem fécerit et docúerit, hic magnus vocábitur in regno cœlórum.
Credo.
 
Offertorium. Apoc. 2, 19. Novi ópera tua, et fidem, et caritátem tuam, et ministérium, et patiéntiam tuam, et ópera tua novíssima plura príóribus. (T. P. Allelúja.)
  
SECRETA
Per hanc salutárem hóstiam, quam offérimus tibi, Dómine, divíno illo Sancti Spíritus igne cor nostrum accénde, quo mitíssimum beáti Francísci ánimum mirabíliter inflammásti. Per Dóminum.
 
Præfatio de Sancto Francisco Salesio
Vere dignum et justum est, ǽquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: per Christum Dóminum nostrum. Qui Ecclésiæ suæ beátum Francíscum Pastórem juxta cor suum suscitávit, ut scriptis, sermónibus et exémplis pietátem corroboráret, et áspera converéteret in vias planas. Quique illum suæ lenitátis spíritu tam mirabíliter adimplévit, ut non solum induráta peccatórum corda ad pœniténtiam flécteret, sed et rebéllis tot hæreticórum mentes ad Fídei Cathólicæ unitátem revocáret. Et ídeo cum Ángelís et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cœléstis exércitus, hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
  
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt cœli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
   
Communio. 1. Cor. 9, 22. Factus sum infírmis infírmus, ut infírmos lucrifácerem: ómnibus ómnia factus sum, ut omnes fácerem salvos. (T. P. Allelúja.)
 
POSTCOMMUNIO
Concéde, quǽsumus, omnípotens Deus: ut, per sacraménta quæ súmpsimus, beáti Francísci caritátem et mansuetúdinem imitántes in terris, glóriam quoque consequámur in cœlis. Per Dóminum.

domingo, 28 de enero de 2018

ORACIÓN AL BIENAVENTURADO CARLOMAGNO

  
¡Salve, oh Carlomagno, bienamado de Dios, Apóstol de Cristo, defensor de su Iglesia, protector de la justicia, guardián de las buenas costumbres, terror de los enemigos del nombre Cristiano! La diadema contaminada por los Césares, mas purificada por las manos del Papa León, corona vuestra frente augusta; el orbe imperial reposa en vuestra vigorosa mano; la siempre victoriosa espada combatiente del Señor pende a vuestro flanco; y la unción imperial vino a unirse a la unción real de la mano del Pontífice que ya había consagrado vuestro brazo poderoso. Devenido en la imagen de Cristo en su realeza temporal, vos quisisteis que Él reinara en vos y por vos. Ahora Él os recompensa por el amor que le tuvisteis, por el celo que mostrasteis por su gloria, por el respeto y la confianza que vos mostrasteis a su Esposa. Por una realeza de la tierra, caduca y perecedera, vos recibisteis una realeza inmortal, en medio de la cual millones de almas, arrancadas por vos de la idolatría, os honran como el instrumento de su salvación.
  
En estos días en que celebramos el nacimiento de nuestro Señor por medio de la Virgen, vos le presentáis el hermoso y magnífico templo que vos elevásteis en su honor (la basílica de Aquisgrán), que aún hoy es nuestra admiración en la tierra. Es en este santo lugar que vuestras piadosas manos pusieron los envoltorios de su divino Hijo, y en retorno, el Emmanuel quiso que vuestros huesos sagrados reposaran con gloria, a fin de recibir los testimonios de la veneración de los pueblos. Glorioso heredero de la fe de los tres Reyes Magos del Oriente, presentadnos a Aquél que se dignó recibir estas humildes prendas. Impetrad para nosotros una parte de esta humildad con la cual vos pos postrasteis ante el Pesebre, de esta piadosa alegría que gozó vuestro corazón en las solemnidades que celebramos, de ese celo ardiente que os hizo emprender tantos trabajos para la gloria del Hijo de Dios, de esta fuerza que nunca os abandonó jamás en la conquista de su Reino.
   
Poderoso Emperador, que desde antiguo fuisteis el árbitro de la familia europea reunida por entero bajo vuestro cetro, tened compasión de esta sociedad que hoy en día se está destruyendo en todas partes. Luego de mil años, el Imperio que la Iglesia había confiado a vuestras manos ha caído: tal ha sido el castigo de su infidelidad hacia la Iglesia que lo fundó. Pero las naciones han permanecido, y se agitan en la inquietud. La Iglesia sola puede retornarle la vida por la fe; solamente ella ha permanecido como depositaria de las nociones del derecho público; solo ella puede gobernar a los poderosos y consagrar la obediencia. Haced que llegue el día bienaventurado en que la sociedad, restablecida en sus fundamentos, cese de demandar el orden y la libertad por medio de las revoluciones. Proteged con amor especial a la Francia, el florón más rico de vuestra espléndida corona. Mostrad que vos siempre sois su Rey y su Padre. Detened los progresos de los falsos imperios que se levantaron en el Norte bajo el cisma y la herejía, y no permitáis que los pueblos del Sacro Imperio Romano sean prisioneros de ellos. Amén.
 
DOM PRÓSPER GUERANGER OSB. El Año Litúrgico (edición francesa), tomo III. Tipografía Oudin, Poitiers 1911, págs. 531-533. Traducción nuestra.

sábado, 27 de enero de 2018

SOBRE EL CAMBIO BERGOGLIANO DEL PADRENUESTRO

El pasado 3 de Diciembre, se hizo oficial para uso litúrgico de la iglesia conciliar francófona una nueva versión de la Oración Dominical en la cual se cambió la sexta petición a «Et ne nous laisse pas entrer en tentation» (No nos dejes entrar). Por supuesto, la nueva versión (ni tan nueva, ya que la versión francesa de la Biblia de Jerusalén desde el año 2000 la incluye) fue aprobada en el 2013 en las versiones bíblicas francesas. Y el día 12 del mismo mes, Bergoglio en su programa (irónicamente llamado “Padre Nostro”) en la cadena televisiva TV2000 (propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana), sugirió idéntica alteración para la traducción al italiano: sustituir “non ci indurre in tentazione”, a “non abbandonarci alla tentazione”.
  
Al igual que hicieron en 1966, cuando los obispos franceses cambiaron la traducción a Ne nous soumets pas à la tentation (No nos sometas), no se limitaron a cambiar una palabra: ¡SE FUERON A POR TODA LA INVOCACIÓN, y con la venia de los protestantes! Porque hay que reseñar que la nueva versión adoptada por la deuterovaticanidad gabacha surgió de la traducción ecuménica de 1965, que también cambió la quinta petición remplazando la palabra deudas a ofensas (como sucedió también en la traducción española desde el 27 de Noviembre de 1988).
   
A Dios gracias, no pueden meterse con los idiomas originales en que se escribiera la Biblia, ni mucho menos con el latín, el idioma oficial de la Iglesia Católica tradicional. Veréis, en la Vulgáta de San Jerónimo, que fue una traducción casi literal desde los idiomas originales, el pasaje de Mateo 6, 13, que en griego dice καὶ μὴ εἰσενέγκῃς ἡμᾶς εἰς πειρασμόν, fue traducido por San Jerónimo como «Et ne nos indúcas in tentatiónem». Pero, desde luego, Nuestro Señor no predicaba en griego, sino en arameo (siríaco), y en ese idioma fue escrito originalmente el Evangelio según San Mateo (los demás libros del Nuevo Testamento todos fueron escritos en griego). Aprovechamos pues, para presentar cómo era en el idioma original y su transliteración (leer de derecha a izquierda):
ܐܰܒ݂ܽܘܢ ܕ݁ܒ݂ܰܫܡܰܝܳܐ (Abuna di bishemaya),
ܢܶܬ݂ܩܰܕ݁ܰܫ ܫܡܳܟ݂ (Itqaddash shemak),
ܬ݁ܺܐܬ݂ܶܐ ܡܰܠܟ݁ܽܘܬ݂ܳܟ݂ (Tete malkutak).
ܢܶܗܘܶܐ ܨܶܒ݂ܝܳܢܳܟ݂ ܐܰܝܟ݁ܰܢܳܐ ܕ݁ܒ݂ܰܫܡܰܝܳܐ ܐܳܦ݂ ܒ݁ܰܐܪܥܳܐ (Titabed reutak kedi bi shemaya kan baara).
ܗܰܒ݂ ܠܰܢ ܠܰܚܡܳܐ ܕ݁ܣܽܘܢܩܳܢܰܢ ܝܰܘܡܳܢܳܐ (Lajmana hab lana sekem yom beyoma).
ܘܰܫܒ݂ܽܘܩ ܠܰܢ ܚܰܘܒ݁ܰܝܢ ܐܰܝܟ݁ܰܢܳܐ ܕ݁ܳܐܦ݂ ܚܢܰܢ ܫܒ݂ܰܩܢ ܠܚܰܝܳܒ݂ܰܝܢ (Ushebok lana jobeina, kedi af anajna shebakna lejeibina).
ܘܠܳܐ ܬ݁ܰܥܠܰܢ ܠܢܶܣܝܽܘܢܳܐ (Weal taalna lenision).
ܐܶܠܳܐ ܦ݁ܰܨܳܢ ܡܶܢ ܒ݁ܺܝܫܳܐ (Ela peshina min bisha).
ܐܰܡܺܝܢ ܀ (Amen)
    
En el francés, las traducciones han sido varias por lo menos desde el siglo XII, pero una de las versiones más tradicionales es la del padre Augustin Crampon, que dice así:
Notre Père, qui êtes dans les cieux,
que votre nom soit sanctifié.
Que votre règne arrive;
que votre volonté soit faite sur la terre comme au ciel.
Donnez-nous aujourd'hui le pain nécessaire à notre subsistance.
Remettez-nous nos dettes, comme nous remettons les leurs à ceux qui nous doivent.
Et ne nous induisez point en tentation,
mais délivrez-nous du Malin.
Ainsi soit-il.
  
Y la española, que encontrábamos en los Catecismos y en las traducciones bíblicas de Mons. Felipe Scío de San Miguel y Mons. Félix Torres Amat:
Padre nuestro que estás en los Cielos,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy
y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores,
y no nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal.
Amén.
 
Los obispos conciliares aducen que la palabra griega εἰσενέγκῃς (vertida en latín como indúcas) se entiende como hacer entrar o conducir, y que por tanto la traducción antigua es teológicamente errónea porque Dios no tienta a nadie, sino el diablo, aferrándose a Santiago 1, 13-15. Ciertamente Dios no puede tentar a nadie, porque Él no inspira al mal; pero sí puede permitir que seamos probados (pero nunca por encima del límite de nuestras fuerzas). De ahí que el significado teológico de la oración en los idiomas originales (arameo y griego) y su traducción al Latin implica el reconocimiento de que nuestras solas fuerzas humanas no son suficientes para lidiar con las tentaciones (o pruebas) que afrontamos en la vida, y que por ello necesitamos el auxilio de la gracia divina para resistir y vencer. Pero la recensión oficializada actualmente en francés parece que disminuye el poder de Dios y refuerza el del hombre, como si éste pudiera resistir por sí solo o le bastase su propia determinación. Y esa actitud tiene un nombre: PELAGIANISMO.
     
Las críticas a la reforma del Padrenuestro por parte de Bergoglio no se han hecho esperar: El teólogo protestante estadounidense Richard Albert Mohler Jr., presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, se pronunció así en una entrevista telefónica al New York Times: “Estuve conmocionado y aterrado. Esta es la Oración del Señor. No es, y nunca ha sido la oración del papa, y tenemos las mismas palabras de Jesús en el Nuevo Testamento. Son esas palabras las que el papa propone cambiar. No sólo es algo profundamente problemático, es casi pasmoso”. Así mismo, Anthony Esolen, profesor de literatura clásica en el Colegio de Artes Liberales “Thomas More”, de Estados Unidos, señaló que el texto griego del Padre nuestro no es ambiguo, ya que dice “no nos induzcas a la tentación”, y que la nueva versión francesa representa también un problema gramatical: “no podemos ir de un verbo activo, que está en modo indicativo, en tiempo presente, en segunda persona del singular, con una objeto directo claro, a un verbo totalmente diferente -‘no permitir’- completado con un infinitivo que no está en ningún lugar del texto -‘caer’- sin pasar de la traducción a una exégesis teológica”, dijo.
  
Ciertamente a Bergoglio le parece que no existe realidad absoluta ni objetiva, y que es alérgico a toda definición. En pocas palabras, él es adepto del NOMINALISMO, que es una corriente filosófica que niega la existencia de los universales fuera de la mente del sujeto cognoscente (por lo que también se conoce a esta corriente como PARTICULARISMO),  y  que la relación significante-significado es arbitraria, una convención aceptada por una colectividad, y a veces incluso es el producto de una conspiración. Como consecuencia de ello, las personas comienzan a sospechar “que alguien, en algún lugar esta simplemente produciendo cosas e imponiendo su voluntad al resto de nosotros”.
  
Un elemento desconocido, y que empeora el problema frente a la nueva versión del Padre Nuestro: El marrano Yohanán Cohen (Juan Calvino) decía que la palabra griega εἰσενέγκης en esta petición significa lo mismo que “impeler”, lo que equivale a inculpar a Dios, Suma Bondad, de nuestra separación de y por Él si nos impeliese a la tentación. El trasfondo de esta afirmación es consistente con la doctrina calvinista de la doble predestinación (Dios hace a algunos hombres ser vasos de elección para manifestar sus misericordias y salvarlos, mientras que otros lo son de reprobación para manifestar su justicia, sin importar lo que hagan; y en todo caso, dicha predestinación se manifiesta en el plano terrenal), que ha sido consistentemente condenada por la Iglesia Católica.
 
Verdaderos Católicos: la iglesia deuterovaticana intenta nuevamente cambar el significado de la Sagrada Escritura, que -es cuestión dogmática- nadie en la Iglesia, ni siquiera un verdadero Papa, tiene el poder de cambiar. Tales desecraciones de la Sagrada Escritura son posibles no tanto porque las traducciones no pueden transmitir exactamente el sentido propio del texto en su idioma original, sino porque el Vaticano II introdujo las lenguas vernáculas en los servicios litúrgicos y permitió que las Conferencias Episcopales manejen al garete la liturgia y las traducciones bíblicas. Los Católicos Tradicionales han evitado tales desecraciones manteniendo el Latín como idioma litúrgico de la Iglesia y siguiendo el consejo de San Francisco de Asís y otros Santos: rezar en Latín las oraciones comunes de la Iglesia aun cuando las oraciones sean rezadas en un contexto privado.
   
JORGE RONDÓN SANTOS
27 de Enero de 2018.
Fiesta de San Juan Crisóstomo, Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia.

miércoles, 24 de enero de 2018

DE LA “OPCIÓN DE LOS RITOS ORIENTALES”

Traducción de la sección “¿Cómo explicas estas creencias católicas tradicionales?” de los Padres de TRADITIO.
   
   
Surge a menudo la pregunta de si el Rito Oriental ofrece una alternativa para los Católicos Romanos tradicionales frente al Novus Ordo. La respuesta a ella es NO. En primera instancia, generalmente a los Católicos se les prohíbe canónicamente el cambiar de ritos. Esto es particularmente cierto en el caso de los Católicos de Rito Romano (tradicional), que ya son miembros del rito precedente de la Iglesia. Por tanto, en los raros casos de que el cambio de rito es permitido, la transición es casi siempre desde el Oriental al Romano (de San Pedro).
  
En segunda instancia, los Ritos Orientales han abandonado, en muchos casos, su forma apostólica. En un tiempo, los Orientales tuvieron ritos apostólicos, pero muchos han desaparecido por las guerras constantes y las conquistas de invasores en el Este (de lo cual la Iglesia Occidental providencialmente ha sido salvada). El sacerdote Patrick Joseph Griffin, citando al P. Adrian Fortescue, escribió una vez:
La implacable destrucción de los ritos antiguos en favor de la uniformidad ha sido obra no de Roma, sino de los patriarcas cismáticos de Constantinopla. Desde el siglo XIII, Constantinopla, en su intento de hacerse el único centro de la Iglesia Ortodoxa, ha apartado las más venerables y antiguas Liturgias de Antioquía y Alejandría, y ha compelido a todos los ortodoxos a usar su propio rito derivado posteriormente. La Liturgia griega de San Marcos ya no existe; la de San Santiago [el Menor] ha sido revivida para uno o dos días en el año (23 de Octubre y primer Domingo después de Navidad), y solamente en Zante (Grecia) y Jerusalén. Los ortodoxos en todo el mundo deben seguir el Rito de Constantinopla. En esta injustificable centralización tenemos un desafío al antiguo principio de que Antioquía, Jerusalén, Alejandría y Chipre, en forma alguna pertenecen al Patriarcado Bizantino. Los que acusan al Papado de sacrificar todo en aras de la uniformidad, olvidan al verdadero ofensor, el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla” (PATRICK J. GRIFFIN, entrada “Rites”, en The Catholic Encyclopedia, tomo XIII. Nueva York, Robert Appleton Co., 1912. Imprimátur de John Card. Farley, Arzobispo de Nueva York -Traducción nuestra-)
    
Finalmente, desde el Vaticano II muchas de las Iglesias Orientales adoptaron un servicio de culto más vernacular y novusordianizado, especialmente en los Estados Unidos. Los Católicos de Rito Romano son fácilmente engañados por estos Ritos orientales modernizados porque son ignorantes del Rito Oriental y sus lenguas litúrgicas (Griego bíblico, Siríaco, etc.). Adviértase que los Ritos Orientales son practicados por los Ortodoxos Orientales, que son formalmente cismáticos respecto de la Iglesia Católica Romana, y por los Uniatos Orientales, que son parte de la Iglesia Católica Romana. Una forma particularmente virulenta del Cisma Oriental es el autodenominado rito “Ortodoxo occidental”, que es una farsa para engañar a los Católicos Romanos para que crucen la cerca hacia el Cisma Oriental. Y en los uniatos, el problema es la corrupción litúrgica por los neomodernistas que introdujeron o quitaron elementos a sus ritos luego del Vaticano II.
  
Por ejemplo, hace décadas el Vaticano II comenzó a invadir el Rito Maronita (de la familia litúrgica de Antioquía). El prólogo del Misal Maronita de 1969 (The Divine Liturgy according to the Maronite Antiochian Rite - La Divina Liturgia según el Rito Antioqueno Maronita, Oficina de la Cancillería Maronita, Detroit) dice:
“Es un pequeño paso hacia la revisión total de nuestra Liturgia, porque nuestro Misal Maronita debería afrontar cambios incluso más drásticos que los presentes. Estamos esperando ansiosamente las revisiones de la Comisión Litúrgica Patriarcal. Ellos han comenzado a trabajar en la revisión total de nuestro Misal, Ritual, Pontifical, Calendario, Breviario, y las oraciones públicas”.
  
El actual Misal Maronita (Qurbono: The Book of Offering, © 1994 por la Diócesis de Saint Maron, Brooklyn) declara en su prólogo que la nueva liturgia Maronita está basada en los decretos del Vaticano II.
   
Sí, hay una rara Iglesia de Rito Oriental con una liturgia en Rito Oriental que no ha sido corrompida por la historia o el Vaticano II, ¡pero esta iglesia es mucho más la proverbial aguja en el pajar que la Misa Latina Tradicional!
   
Un engaño similar salió recientemente con el servicio en el “Uso Anglicano” para los ordinariatos creados luego de Anglicanórum Cœ́tibus. Para ser exactos, está vestido en un Inglés más fino que el usual servicio Novus Ordo, que frecuentemente usa un Inglés casi vulgar. Pero es el mismo servicio de la Iglesia de Inglaterra que el Papa León XIII declaró inválido en Apostólicæ Curæ. Es completamente consonante con el Novus Ordo y por eso está “permitido” por las “autoridades” deuterovaticanas donde la verdadera Misa, la Misa Latina Tradicional, no lo es.

martes, 23 de enero de 2018

DESPOSORIOS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Y SAN JOSÉ

Desposorios de la Virgen Santísima y San José (Cristóbal de Villalpando)
  
Los evangelios hacen aparecer a María cuando narran la concepción de Jesús. Según lo que narran se puede ver que María en ese momento era prometida de José de Nazaret, quien era carpintero.
  
Los relatos evangélicos se inician después de los desposorios de María con San José. El evangelio según san Lucas dedica dos capítulos a la concepción e infancia de Jesús. Es en Lucas también donde es llamada “llena de gracia”, “bendita entre las mujeres”, “madre del Señor”…
  
La sentencia comúnmente aceptada por los teólogos es que María contrajo verdadero matrimonio con San José. Para algunos es incluso verdad de fe (como Virgilio Sedlmayr OSB), para otros próxima a la fe (Alejo María Card. Lepicier OSM). Según el Papa Benedicto XIV, la sentencia contraria (es decir, que no hubo matrimonio verdadero) es ‘temeraria’.
 
Los textos bíblicos siempre hablan de ‘desposorio’, ‘matrimonio’:
  • Lc 1,26-38: ‘una virgen desposada con un varón de nombre José’;
  • Lc 2,5: José fue a Belén, ‘con María su esposa’;
  • Mt 1,18-25: ‘Estando desposada María… con José…’; ‘…José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa…’; ‘recibiendo en su casa a su esposa’…
  
Estos textos indican claramente que en el momento de la Anunciación, María estaba ciertamente desposada con José. Era virgen (lo dice expresamente San Lucas). Tenía intención de permanecer virgen, aún estando, como ya estaba, desposada: lo expresa claramente su pregunta al ángel: “¿cómo podrá suceder esto, si no yo conozco varón?”; esta pregunta carece de todo sentido y es ininteligible en una mujer que está a punto de convivir con un hombre, pues en tal caso debería haber supuesto que concebiría del modo más natural del mundo, una vez que empezase a convivir con José. Distinto es el caso en que Ella tuviese intención, compartida con su esposo, de permanecer virgen; en este caso: o el ángel está hablando de un cambio de planes por parte de Dios…. o de un milagro inaudito.
  
La Encarnación del Verbo tuvo lugar antes de que María fuese llevada a casa de José. Revelado a José el misterio de la concepción virginal, José llevó a María a su casa, celebrándose las nupcias (Mt 2,24). El matrimonio se realizó según el ceremonial hebreo que incluía: primero los esponsales o promesa de unión (en este estado de vida estaba María en la Anunciación) y luego las nupcias o solemne introducción de la esposa en casa del marido.
 
Según la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se desposaban entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que las jóvenes mujeres a partir de los doce años eran consideradas doncellas (en hebreo נַעֲרָה, na’arah), y a partir de esa edad podían desposarse.
  
El matrimonio judío tenía dos momentos, desposorio y matrimonio propiamente dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y traía consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era preciso. Si la novia no había estado casada antes se esperaba un año después del desposorio para llegar a la segunda parte, el matrimonio propiamente dicho, donde el novio llevaba solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la de él.
  
Los desposorios entre los judíos equivalían a nuestra boda, aunque no eran nupcias definitivas. Si después de los desposorios ella era infiel a su marido se la consideraba adúltera, y si éste moría, a ella se la consideraba viuda.
  
Los desposorios judíos suponían un compromiso tan real que al prometido se llamaba “marido”. Aunque María no vivía todavía con San José, ya era su legítima esposa. Por eso el ángel llama a María con el apelativo de esposa: «José, no temas aceptar a María, tu esposa».
 
En cuanto a la naturaleza del matrimonio hay que decir que San José y la Virgen María contrajeron verdadero matrimonio en cuanto a su esencia (o como se dice en teología: en cuanto a su primera y esencial perfección) porque lo formal del matrimonio (lo que constituye propiamente a un hombre y una mujer en esposos) es el consentimiento para la unión conyugal, es decir en la unión indivisible de los ánimos.
  
En cuanto a la segunda perfección (que es el uso del matrimonio o unión carnal de los esposos) José y María renunciaron voluntariamente antes ya de que María fuese introducida en casa de José. ¿Esto implica imperfección del matrimonio? Hay que distinguir que en cuanto a la unión carnal, no fue matrimonio perfecto, pero sí fue perfecto en cuanto a la educación de la prole: el niño Jesús.
  
¿Cuáles fueron los motivos de conveniencia para que María se desposase con San José si no iban a tener vida matrimonial (en cuanto a la unión carnal)? Los motivos más importantes que señalan los santos Padres son:
  • Para que Jesús no fuera tenido por hijo ilegítimo por los impíos.
  • Para escribir su genealogía dentro del uso corriente, por medio del varón.
  • Para ocultar al diablo el parto de la Virgen.
  • Para que José tuviera el oficio de alimentarlo y protegerlo.
  • Para librar a la Virgen de toda infamia (calumnia).
  • Para que no fuera apedreada como adúltera por quienes no aceptasen el milagro de la Encarnación virginal.
  • Para que tuviese el auxilio de José a lo largo de su vida.
  • Para simbolizar a la Iglesia desposada con Jesucristo.
  • Para honrar a la virginidad y al matrimonio, y presentar tanto a las vírgenes como a las esposas un ejemplo vivo de virtud.
  
Aunque la idea de un Oficio y Misa propios surgió de Juan Gerson, quien a instancias de su amigo el canónigo Henri Chicoti compuso un Oficio para el cabildo catedralicio de Chartres, la primera noticia de una liturgia en honor del Desposorio de María data del 29 de Agosto de 1517, cuando el Papa León X le otorgó Misa y Oficio a las monjas de la Anunciación, fundadas por Santa Juana de Valois, conmemorándolo el 22 de Octubre. La Misa honraba solamente a la Santísima Virgen, con apenas mención de San José (contrario a la idea de Gerson, propagador de la devoción a San José).
 
El primer Oficio propio fue compuesto por fray Pedro Aurato (Pierre Doré) OP (c. 1500-1569), confesor de Claudio de Lorena, duque de Guisa, y conmemoraba tanto a San José como a la Virgen María. En 1546, Aurato, aunque consiguió la aprobación de la fiesta por el Papa Pablo III, no logró que se extendiera a toda la Iglesia. Esto, sin embargo, no impidió que fuese adoptada por varias iglesias locales y órdenes, siendo la diócesis de Arras la primera en celebrarlo desde 1556.
 
Actualmente, la casi totalidad de la Iglesia Latina guarda esta fiesta el 23 de Enero como Doble Mayor, mientras que en España se celebra el 26 de Noviembre (con las conmemoraciones de San Silvestre Abad y San Pedro Alejandrino), puesto que allá el 23 de Enero es fiesta de San Ildefonso de Toledo y de San Raimundo de Peñafort. Desde que San Pío V abolió el Oficio compuesto por Aurato, y presentado el Oficio moderno, nuevamente pasó a ser una fiesta de Santa María, por lo que la conmemoración de San José en la Misa, Vísperas y Laudes solamente podía hacerse por privilegio especial (Decreto de la S. C. de Ritos, 5 de Mayo de 1736). Tristemente, ésta fue una de las muchas fiestas por las cuales la guadaña del modernismo litúrgico pasó primero, puesto que fue eliminada del Misal Roncalliano por decreto de la Congregación de Ritos el 14 de Febrero de 1961.
  
ORACIÓN
Dignaos, Señor, conceder a vuestros servidores el don de la gracia celestial, a fin de que la solemnidad del Desposorio de la Virgen Bienaventurada, cuyo alumbramiento ha sido para nosotros el principio de la Salvación, nos obtenga un acrecentamiento de paz. Por J. C. N. S. Amén.

domingo, 21 de enero de 2018

BULAS APROBATORIAS DE LA ORDEN DE PREDICADORES

Honorio III aprobando la Orden de Predicadores (Leandro Bassano)
  
Nuestro Padre Santo Domingo de Guzmán, habiendo recibido del Obispo de la aprobación para la Orden de Predicadores, solicitó al Papa Honorio III la aprobación de su Orden, que había adoptado la regla de San Agustín. Dicha aprobación fue concedida mediante la Bula Vitam religiósam, el 22 de Diciembre de 1216.
  
BULA Vitam Religiósam, APROBATORIA DE LA ORDEN DE PREDICADORES
 
Honorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, a los amados hijos Domingo, prior de San Román de Tolosa, y a sus frailes tanto presentes como venideros, profesos en la vida regular, a perpetuidad.
 
Conviene que a los que han elegido la vida religiosa se les dé la protección y amparo apostólico, no sea que la incursión temeraria de algunos o los aparte de su propósito regular de portarse como religiosos o debilite, Dios no lo quiera, la ener­gía o vigor de la sagrada religión.
  
Atendiendo a esto, amados hijos en el Señor, Nos asen­timos con clemencia a vuestras justas súplicas y recibimos bajo la protección de San Pedro y nuestra la iglesia de San Román, en la que estáis entregados totalmente al servicio divino y lo corroboramos con el privilegio del presente escrito.
  
Y en primer lugar ciertamente establecemos que la Orden Canonical, que está allí instituida según Dios y según la Re­gla de San Agustín, se mantenga y guarde en el mismo lugar en todos los tiempos de manera inviolable.
  
Mandarnos, además, que se conserven firmes y en su inte­gridad en favor vuestro y de vuestros sucesores, todas las po­sesiones o cualquiera de los bienes que dicha iglesia posee en la actualidad justa y canónicamente, y del mismo modo los que en el futuro podáis recibir bien sea a través de conce­siones pontificias, bien sea de donaciones de los reyes o de los príncipes, o de las oblaciones de los fieles o de cualquier otro justo modo. Y entre ellos, Nos queremos hacer mención ex­presa: del lugar donde está asentada la susodicha iglesia con todas sus pertenencias, de la iglesia de Prulla con sus perte­nencias, de la villa de Casseneuil con todas sus pertenencias y de la iglesia de Santa María de Lescure, con todas su perte­nencias, del hospital llamado Arnaud‑Bernard, con sus perte­nencias, de la iglesia de la Santísima Trinidad de Loubens, con sus pertenencias, y los diezmos concedidos a vosotros piadosa y providamente, por el venerable hermano nuestro Fulco, obispo de Toulouse, con el consentimiento de su capítulo, conforme se contiene en sus letras de una manera plena.
  
Nadie presuma exigir de vosotros o quitar a la fuerza diezmos de los frutos nuevos de vuestros huertos, cultivados con vuestras propias manos y a vuestra costa, ni de los pastos de vuestros animales.
  
Os está permitido ciertamente recibir clérigos y laicos li­bres y sin obligación que, huyendo del mundo, desean ingre­sar en la vida religiosa y también retenerlos entre vosotros sin ninguna contradicción.
   
Prohibimos, además, que ninguno de vuestros frailes, hecha la profesión en vuestra iglesia, se atreva a dejar vuestro grupo sin licencia de su prior, a no ser que se trate de ingre­sar en una religión más austera. Nadie, sin embargo, se atreva a retener al que se separa de vosotros sin la previsión de vuestras letras dimisorias.

En las iglesias parroquiales que tenéis os está permitido elegir sacerdotes y presentarlos al obispo diocesano, y si son considerados idóneos el obispo les encomendará el cuidado de las almas, para que éstas respondan ante él de las cosas espirituales y ante vosotros de las temporales.
  
Establecemos además que nadie pueda imponer nuevas e injustas exacciones o contribuciones a vuestra iglesia o pro­mulgar sobre vosotros o la mencionada iglesia sentencias de excomunión o entredicho, a no ser que se dé una causa razonable y manifiesta. Cuando se diere un entredicho general, se os permite celebrar los divinos oficios a puerta cerrada, sin tocar las campanas y en voz baja, pero están excluidos los exco­mulgados y los sujetos al entredicho.
   
Pero el crisma, el óleo sagrado, la consagración de los al­tares o de las basílicas, las ordenaciones de los clérigos promovidos a las órdenes sagradas, los recibiréis del obispo dio­cesano, si éste fuere ciertamente católico y tuviere la comu­nión y gracia de la Sede Romana, y si quisiere ofrecérosla sin malicia alguna. De lo contrario, tenéis licencia para acudir cuando quisiereis a cualquier obispo católico que tenga la gracia y comunión de la Sede Apostólica y éste os dará lo que se le pide contando ya con nuestra autoridad.
  
Determinamos también que sea libre la sepultura en dicho lugar, a fin de que nadie ponga obstáculos a quienes hayan resuelto ser allí enterrados, movidos por devoción o lo haya expresado en su última voluntad. No se podrán enterrar allí los excomulgados o sujetos a entredicho.
   
A tu muerte, ahora prior de dicho lugar, o a la muerte de tus sucesores, nadie sea nombrado superior antepuesta cual­quier clase de astucia o violencia a no ser que sea la persona que los frailes, de común acuerdo o al menos con el consenti­miento de la mayoría o de la parte más sana, hayan elegido según Dios y según la Regla de San Agustín.
   
Confirmamos también las libertades e inmunidades antiguas y las costumbres razonables concedidas a vuestra iglesia y observadas hasta hoy; las tenemos como buenas y sancio­namos que deben observarse en su integridad en todos los tiempos.
  
Decretamos que nadie, sea la persona que fuere, se per­mita perturbar la susodicha iglesia de modo temerario o se atreva a usurpar sus posesiones o retener lo usurpado, a me­noscabarlas o a fatigarlas con cualquier clase de gravámenes o vejaciones. Se conservarán todas estas cosas en su integridad entre aquellos a quienes fueron concedidas para su gobierno o sustento y dadas para su uso, pero se tendrán en cuenta la autoridad apostólica o la justicia según el derecho canónico del obispo.
  
Si, pues, en lo venidero alguna persona, eclesiástica o se­glar teniendo conocimiento de esta página de nuestra consti­tución, atentara temerariamente contra la misma, amonestada segunda y tercera vez, a no ser que corrigiere su delito de manera satisfactoria, incurrirá en la pérdida de su potestad y de su honor, se reconocerá reo del juicio divino y se hará digno de ser privado del sacratísimo cuerpo y sangre de Dios y de nuestro Señor y Redentor Jesucristo, y estará sujeta al castigo en el último juicio.
  
La paz de nuestro Señor Jesucristo sea, pues, para todos los que guarden los derechos del susodicho lugar, y perciban ya en la tierra el fruto de la buena acción y ante el juez supremo hallen los premios de la paz eterna. Amén. Amén. Amén.
  
Mantened, Señor, mis pasos en tus caminos [Salmo 16,5].
  
(Lugar del sello). Yo Honorio, obispo de la Iglesia Católica, lo subscribo.
  • Yo Nicolás, obispo de Túsculo, lo subscribo.
  • Yo Guido, obispo de Palestrina, lo subscribo.
  • Yo Hugolino, obispo de Ostia y Velletri, lo subscribo.
  • Yo Pelagio, obispo de Albano, lo subscribo.
  • Yo Cintio, del título de San Lorenzo en Lucina, cardenal presbítero, lo subscribo.
  • Yo León, del título de la Santa Cruz en Jerusalén, cardenal presbítero, lo subscribo.
  • Yo Roberto, del título de San Esteban en Monte Celio, cardenal presbítero, lo subscribo.
  • Yo Esteban de la Basílica de los Doce Apóstoles, cardenal presbítero, lo subscribo.
  • Yo Gregorio, del título de Santa Anastasia, car­denal presbítero, lo subscribo.
  • Yo Pedro, del título de San Lorenzo en Dámaso, cardenal presbítero, lo subscribo.
  • Yo Tomás, del título de Santa Sabina, cardenal presbítero, lo subscribo.
  • Yo Guido, de San Nicolás en la cárcel Tulliana, cardenal diácono, lo subscribo.
  • Yo Octavio, de los santos Sergio y Baco, cardenal diácono, lo subscribo.
  • Yo Juan, de los santos Cosme y Damián, cardenal diácono, lo subscribo.
  • Yo Gregorio, de San Teodoro en el Palatino, cardenal diácono, lo subs­cribo.
  • Yo Rainiero, de Santa María en Cósmedin, cardenal diácono, lo subscribo.
  • Yo Román, de Sant Ángel en Pesquería, cardenal diácono, lo subscribo.
  • Yo Esteban, de San Adriano al Foro, cardenal diácono, lo subs­cribo.
  
Dado en Roma por mano de Rainiero, prior de San Frediano de Lucca, vicecanciller de la Santa Iglesia Romana, el día 22 de diciembre, en la indicción V, en el año de la Encar­nación del Señor 1216, año primero del pontificado del Señor Honorio Papa III.

***
  
Un mes después, el Papa le envía la carta Nos attendéntes a Santo Domingo, donde le exhorta a la Orden a perseverar en el apostolado como dignos luchadores de la Fe.
   
BULA Nos Attendéntes, EXHORTANDO A LA ORDEN DE PREDICADORES A PERSEVERAR EN SU APOSTOLADO
  
Honorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, a los amados hijos el prior y los frailes de San Román de la región de Tolosa, salud y bendición apostólica.
 
Damos dignas acciones de gracias al dispensador de todos los dones [1 Cor. I, 4] por la gracia que os ha sido otorgada por Dios, y en la que estáis y estaréis hasta el final como esperamos, porque inflamados interiormente con la llama de la caridad difundís en el exterior el perfume de la buena fama que deleita a las almas sanas y fortalece a las débiles. Con ello os mostráis como médicos diligentes que para que las mandrágoras espirituales no permanezcan estériles las fecundáis con la semilla de la Palabra de Dios con vuestra saludable elocuencia. Y así como siervos fieles repartiendo los talentos confiados a vosotros para que reporten su fruto al Señor (y como invictos atletas de Cristo armados con el escudo de la fe y el yelmo de la salvación) [cf. 1 Tes. V, 8], sin temer a los que pueden matar el cuerpo, salid al encuentro del enemigo de la fe con generosidad proclamando la Palabra de Dios, que es más tajante que una espada de doble filo [Heb. IV, 12], pues así despreciando vuestras almas en este mundo, las guardáis para la vida eterna.
  
Por lo demás, ya que el fin no corona el combate y solamente la perseverancia de los que corren en el estadio con todas sus fuerzas consiguen el premio reservado, Nos rogamos y exhortamos a vuestra caridad atentamente, mandándoos por los escritos apostólicos, y adjuntando la remisión de vuestros pecados, que cuanto más y más os entreguéis, confortados en el Señor, a la predicación de la Palabra de Dios, insistiendo a tiempo y a destiempo [2 Tim. IV, 2]. Y así cumpliréis laudablemente la tarea de evangelista. Si a causa de esto padeciereis algunas tribulaciones, no solamente las toleraréis con ecuanimidad, sino que os gloriaréis con el apóstol, contentos por ser considerados dignos de padecer ultrajes por el nombre de Jesús [Act. V, 41]. Pues esta momentánea y ligera tribulación prepara un peso eterno de gloria [2 Cor. IV, 17], y en su comparación los padecimientos del tiempo presente no son nada [Rom. VIII, 18].
  
Nos, mirándoos como hijos muy especiales de la Iglesia, así lo favorecemos y os pedimos que ofrezcáis al Señor el sacrificio de vuestros labios por nosotros, y así, si acaso lo que no conseguimos por nuestros propios merecimientos, lo consigamos con vuestros sufragios.
    
Dado en Letrán, en el día 21 de enero de 1217, año primero de nuestro pontificado. HONORIO PP. III.

sábado, 20 de enero de 2018

ACTOS DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD, EN LATÍN Y ESPAÑOL

Las Virtudes Teologales (Vidriera de la iglesia de St. Andrew's en Greystoke, condado de Cumbria, Inglaterra)
   
ACTUS FÍDEI
Dómine Deus, firma fide credo et confíteor ómnia et síngula quæ sancta Ecclésia Cathólica propónit, quia tu, Deus, ea ómnia revelásti, qui es ætérna véritas et sapiéntia quæ nec fállere nec falli potest. In hac fíde vívere et mori státuo. Amen. (Dios mío, con fe firme creo y confieso todas y cada una de las verdades que propone la santa Iglesia Católica, porque tú, oh Dios, que eres la verdad y la sabiduría eterna que no engaña ni puede ser engañada, se las has revelado completamente. En esta fe deseo vivir y morir. Amen).
  
ACTUS SPEI
Dómine Deus, spero per grátiam tuam remissiónem ómnium peccatórum, et post hanc vitam ætérnam felicitátem me esse consecutúrum: quia tu promisísti, qui es infiníte potens, fidélis, benígnus, et miséricors. In hac spe vívere et mori státuo. Amen. (Dios mío, espero por tu gracia la remisión de todos mis pecados, y conseguir luego de esta vida la felicidad eterna que has prometido, pues tú eres infinitamente poderoso, fiel, benigno y misericordioso. En esta esperanza deseo vivir y morir. Amén).
   
ACTUS CARITÁTIS
Dómine Deus, amo te super ómnia et próximum meum propter te, quia tu es summum, infinítum, et perfectíssimum bonum, omni dilectióne dignum. In hac caritáte vívere et mori státuo. Amen. (Dios mío, te amo sobre todas las cosas, y a mi prójimo por ti, que eres el bien sumo, infinito y perfectísimo, digno de toda dilección. En esta caridad deseo vivir y morir. Amén).
  
El Papa Benedicto XIV, considerando cuán útil, o mejor, cuán indispensablemente necesario es para la salvación eterna de los Cristianos que hagan frecuente uso de los actos de Fe, Esperanza y Caridad, en orden a motivarles a un ejercicio más frecuente de los referidos actos, mientras confirmaba las indulgencias ya otorgadas a este efecto por el Papa Benedicto XIII el 15 de Enero de 1728, concedió mediante decreto de la Sagrada Congregación de Indulgencias, fechado a 28 de Enero de 1756:
  1. Indulgencia plenaria una vez al mes a cuantos diariamente reciten devotamente los dichos actos, y al mismo tiempo los hagan con sus corazones. Indulgencia que puede ganarse cualquier día en que, verdaderamente arrepentidos de sus pecados, oren por las intenciones de la Iglesia después de confesarse y comulgar.
  2. Indulgencia plenaria in artículo mortis, y de siete años y siete cuarentenas cada vez que hagan con cordial devoción estos actos, y  los digan con sus labios.
 
Si bien existe la forma arriba indicada, Benedicto XIV, en su decreto, declaró que puede usarse cualquier forma de palabras o expresiones para ganar las indulgencias, siempre que “éstas expresen y expliquen los motivos particulares de cada una de las tres virtudes teologales”.

viernes, 19 de enero de 2018

“ACADÉMICOS” CONCILIARES: «LA EUCARISTÍA ES UN ACTO ERÓTICO»

Andrea Grillo, periodista afín a Bergoglio, de unos meses acá se ha dado ínfulas de “teologo” sólo para expresar su odio a lo sagrado (él, por ejemplo, anhela la creación de la Prelatura San Pío X para que la “Misa del Motu” se circunscriba únicamente en ella). Pero ahora en su blog Come se non no solamente publica sus propias sandeces: quiere publicar artículos de teología. Y qué mejor comienzo que un artículo del presbítero Manuel Belli, profesor de Teología Sacramental en el Seminario de Bérgamo, que lleva el título “Eucaristia: Corpo, pasto ed eros” (Eucaristía: Cuerpo, cena y eros). Con el título se puede deducir, sin necesidad de leerlo (cosa que aconsejamos NO HACER), el programa de sendos autoproclamados “teologos”.
  
Don Manuel Belli (foto tomada de su perfil de Twitter) 
 
Tras un exordio en el cual hace un recorrido por la teología sacramental desde el Concilio de Trento hasta el Movement liturgique que inspiró la demolición deuterovaticana, dice el energúmeno Belli acerca del Cuerpo de Cristo:
«no es difícil naufragar en consideraciones semi-mágicas: “El sacerdote dice esto es mi cuerpo; yo no veo ni toco ningún cuerpo, sino solamente el pan y el vino; ¡admitámoslo!”. No debemos esconderlo: a menudo en la tradición hemos corrido el riesgo de poner específicamente tanto énfasis en la idea de que el pan y el vino no son más sino el cuerpo y la sangre de Jesús, y sobre el hecho de que los sentidos no deben engañarnos aunque se vean solamente el pan y el vino, que nos hemos arriesgado a pensar en un modo un poco mágico la realidad de la presencia del cuerpo de Cristo. La doctrina clásica distinguía “sustancia” y “accidentes”, exaltando la primera y poniendo un poco en sordina a los segundos. Pero estamos tan seguros que una rehabilitación de los “accidentes” eucarísticos deba necesariamente deshonrar la doctrina eucarística. […] Es todo lo que tenemos del cuerpo de Jesús, y no es poco. Solo un vacío intelectualismo podría pensar que un símbolo es solamente una realidad de serie B. Nosotros vivimos de símbolos. Y el cuerpo de Jesús no es distinto a un buen pan partido. Es difícil imaginar lo que veremos cuando podamos verdaderamente contemplar el cuerpo del Señor, pero quizás no veremos algo muy diferente a un pan partido y a un buen cáliz de vino».
  
Tal afirmación es APOSTASÍA pura y dura. No cabe otro calificativo. ¿Creer en la Presencia Real y Sustancial de Nuestro Señor en las especies eucarísticas es hacer magia? ¿Cómo está eso de que el Cuerpo de Cristo no es distinto a cualquier pan, cuando precisamente el primer requisito para acceder al Sacramento es saber distinguir entre uno y otro? Pero claro, estamos frente a la iglesia deuterovaticana y su Novus Ordo Missæ, un rito inválido en el cual la Transubstanciación NO EXISTE porque adulteraron las palabras consecratorias (de ahí que sólo reciban y adoren un pan común y corriente, como en las sectas protestantes), una iglesia que no tiene sacerdotes sacrificantes sino laicos que presiden una cena comunal. Con razón es que van hacia la “Missa Œcuménica”, donde no tendrán que preocuparse por si se improvisa o no en la Consagración ¡PORQUE NO HABRÁN LAS PALABRAS CONSECRATORIAS! 
  
Eso es sólo el comienzo de horrores. Leed lo referente a la “cena”:
«La misa es una cena ritualizada […] Pero no podemos olvidar que en la Misa nos sentamos a la mesa con otros. También la dimensión comunitaria no es poca cosa. Lo primero que sucede participando en la eucaristía es que nos encontramos: la celebración inicia propiamente con el acto de reunirse. ¡Y no es una cosa tan simple! Una de las más grandes dificultades de los celebrantes es la de presidir una misa cuando los fieles se sientan de a uno por banca, ocupando tendenciosamente las bancas al fondo de la iglesia, exponiendo en la dislocación una gran dificultad al encontrarse, al ser cercanos. […] No es fácil la proximidad física. Pero, ¿no es más hermoso estar rodeados de hermanos y hermanas que aventurarse entre enemigos? La eucaristía como mesa nos pide también el verificarnos sobre la calidad de nuestras relaciones como Iglesia».
  
El Santo Sacrificio de Cristo reducido a una “cena ritualizada”. Afirmaciones que no llevarían menos ni a un manicomio. No señor, están completamente imbuidas del protestantismo continental (luteranismo, calvinismo y anglicanismo), que no conciben el culto sin presencia de más personas diferentes al celebrante y sus ministros. ¡Y eso es EXACTAMENTE LO QUE ENSEÑAN EN LOS SEMINARIOS NOVUSORDIANOS! Claro, habida cuenta que el Novus Ordo fue confeccionado por seis pastores protestantes, y en él las “Misas privadas” (sin pueblo) son punto menos que prohibidas.
  
PERO LO QUE SIGUE AL FINAL ES LO MÁS GRAVE Y DIABÓLICO:
«“Tomad, esto es mi cuerpo” es una frase que sin ningua dificultad puede ser contextualizada en lo que un hombre le dice a su mujer o viceversa. Escribe Timothy Radcliffe: “Quisiera hablar de la última cena y de la sexualidad. Puede parecer un poco extraño, pero pensemos un momento. Las palabras centrales de la Última Cena fueron: “Esto es mi cuerpo, entregado por vosotros”. La eucaristía, como el sexo, está centrada sobre la donación del cuerpo […] Comprendamos la eucaristía a la luz de la sexualidad y la sexualidad a la luz de la eucaristía”.
 
Hay, por tanto, un componente erótico de la eucaristía que no debe ser omitido. Entre dos amantes hay una entrega del cuerpo que excede el orden de las palabras».
  
Es tanto el asco, que no quisimos continuar leyendo el artículo, y nos compelió a terminar aquí nuestra indignada exposición. ¿¿¿Erotismo, sexo, amantes??? Vincular la Eucaristía a lo anterior señalado, BLASPHÉMIA EST! ¿Por qué cosa toman los conciliares a Jesucristo, principio y medio de toda virtud? Un lenguaje tan PERVERTIDO sólo tiene un autor: ¡SATANÁS EL MALDITO, instigador de toda lascivia e impuridad! Y esta “teología” (o mejor, PORNOTEOLOGÍA) es lo que enseñan hoy en día en los seminarios del Nuevo Orden. Ex abundántia cordis, os lóquitur (Mateo 6, 34). Así las cosas, se entiende por qué tienen en su seno tan escasas vocaciones, tantos presbíteros pedófilos y sodomitas, y que a la Iglesia Conciliar del Vaticano II le queda el apelativo de LA GRAN FORNEGUERA.
  
JORGE RONDÓN SANTOS
19 de Enero de 2018
Fiesta de los Santos Mario, Marta, Audifax y Abaco, Mártires.

jueves, 18 de enero de 2018

“LA OBRA” TIENE PRELADO, PERO ESE PRELADO AÚN NO ES “OBISPO”

Noticia publicada por Gabriel Ariza en INFOVATICANA
  
FERNANDO OCÁRIZ CUMPLE UN AÑO AL FRENTE DEL OPUS DEI SIN HABER SIDO CONSAGRADO OBISPO
El silencio del Vaticano sobre su elevación a la dignidad episcopal genera incertidumbre en la Obra, que ha tenido que recurrir a otros obispos para ordenar a sus presbíteros. En el Opus Dei se considera “conveniente” que el prelado sea elevado a la dignidad episcopal.
   
Fernando Ocáriz Braña, III sucesor de José María Escriba y Albás en el mando de “La Obra”
  
El prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, cumple el próximo lunes un año al frente de la Prelatura, pero nada se sabe sobre su consagración episcopal. InfoVaticana ha tratado de obtener una explicación de la Santa Sede pero los responsables de la Oficina de Prensa han optado por el silencio sobre si se prevé, en el corto plazo, que el Papa consagre obispo a Fernando Ocáriz como hizo San Juan Pablo II con sus dos predecesores -el Beato Álvaro del Portillo fue nombrado obispo de la diócesis de Vita y Javier Echevarría, fallecido el 12 de diciembre de 2016, obispo de Cilibia [Ambas son sedes titulares -geográficamente inexistentes en la actualidad- en África Proconsular, la actual Túnez, N. del E.] pocos meses después de haber sido elegido prelado- y como se esperaba hiciera Francisco a lo largo de 2017.
  
El Opus Dei afirma ahora que su prelado no necesita en absoluto ser consagrado obispo para tener las facultades plenas de su cargo al frente de una asociación de fieles con una personalidad canónica hasta ahora única. Sin embargo, tal nombramiento sería plenamente congruente y no solo por el hecho de que los anteriores dos prelados formales de la institución lo han sido, sino por lo que explica la propia prelatura y puede leerse aún en su página web:
“Que el prelado reciba la plenitud del sacerdocio ministerial no sólo es congruente, sino que también es conveniente porque introduce sacramentaliter al titular de un oficio de gobierno, con función y potestad vere episcopales y ejercitadas ad instar Episcopi, en el órgano específico de la communio hierarchica de los pastores de la Iglesia, es decir, el Colegio de los Obispos; y porque el obispo prelado se sitúa en relación sacramental de communio con los obispos diocesanos de las iglesias locales en las que la prelatura desarrolla la propia misión pastoral”.
   
El propio Fernando Ocáriz, por su parte, escribía hace años un artículo en la revista Palabra en el que comentaba la ordenación episcopal de Álvaro del Portillo y, citando la nota de prensa de la Prelatura, afirmaba que “la consagración de Mons. Del Portillo pone en evidencia de modo más claro aún la naturaleza jurídica de la Prelatura” y añadía que “el Prelado ha sido ordenado Obispo porque el episcopado es conveniente a su función eclesial en cuanto Prelado”.
  
Sin embargo, el silencio del Vaticano sobre su ordenación trae a la memoria la vieja disputa teológica sobre la naturaleza -carismática vs. jerárquica- de las prelaturas personales, disputa en la que se encontraron hace años el propio Ocáriz y el actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria. Un Ladaria sobre cuya obra Teología del pecado original y de la gracia advertía la propia Prelatura por contener, doctrinalmente, “elementos discutibles importantes”.
  
Mientras tanto, para las ordenaciones sacerdotales, la Obra ha tenido que recurrir al auxilio de algún obispo o cardenal, como Jaume Pujol o Giuseppe Bertello.