Reflexión publicada por el Lic. Héctor Rosales, historiador.
CUANDO UN SIONISTA SE INFILTRA EN LA OPOSICIÓN ANTICOMUNISTA, ES PRECISAMENTE PARA SALVAR EL COMUNISMO...
Caso de Aleksandr Kérenski (en realidad Adler; su madre, Nadezhda Adler, era judía-comunista).
Rusia
no fue tomada por los criminales Lenin, Trotsky, Stalin, Kaganovich,
Svedlov, Yagoda, Litvinov, y todos esos hebreos comunistas, sino que
recibieron Rusia, de las manos de un agente encubierto, Alexander
Kerensky, segundo y último primer ministro del Gobierno provisional
instaurado tras la Revolución de Febrero.
Él
entregó el poder a Lenin, sin ninguna necesidad de hacerlo. Luego se
pusó al frente de la OPOSICIÓN ANTICOMUNISTA PARA HACERLOS FRACASAR.
Luego fingió huir del palacio de Tsárskoye Seló “ayudado”
por el judeo-comunista Abraham Gotzy y Nikolái Avkséntiev, disfrazado
de marino (31 de octubre / 13 de noviembre -greg.) Un automóvil lo
trasladó en dirección a Luga, lejos de la capital.
Se encargó PRIMERO: De asesinar a la Oposición Real -Los Rusos Blancos-, a los que calificaba de reaccionarios.
SEGUNDO: Fingía “críticar a los bolcheviques”,
pero les ENTREGABA TODA LA INFORMACIÓN SOBRE LAS ACTIVIDADES
ANTI-COMUNISTAS EN RUSIA APOYADAS POR LOS ANTICOMUNISTAS EXTRANJEROS.
La
Iglesia Ortodoxa Rusa local en Nueva York rechazó llevar a cabo el
entierro de Kérenski (Adler), porque sabían que era uno de los
principales judeo-comunistas y masones responsables de la caída de Rusia
frente al comunismo.
Una
Iglesia Ortodoxa Serbia tampoco accedió a enterrar al farsante. El
cuerpo de Kérenski fue entonces trasladado a Londres donde sería
enterrado en un cementerio aconfesional (ATEO), Putney Vale Cemetery and
Crematorium (inicialmente protestante, pero LLENO DE COMUNISTAS,
MASONES, JUDÍOS ATEOS, ANARQUISTAS, COMUNISTAS, AGNÓSTICOS, SATANISTAS,
ETC.), el segundo cementerio más diabolico despues del Cementerio de
Highgate, donde se guardan los restos del satanista Karl Marx (Kissel
Mordekay), conocido como CEMENTERIO DEL VAMPIRO, por una leyenda.
Gracias por el artículo.
ResponderEliminarAsi la historia encaja.
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