San Pedro Canisio predicando
Cuando hay que dar sermón en medio de la Misa, el Sacerdote Católico tradicional se quita el manípulo y la casulla (usualmente el manípulo solamente por razones de conveniencia). La razón por la que se quita tales ornamentos es porque son precisamente ornamentos de Misa, y el sermón no es parte de la Misa, sino una interrupción de ésta. Por eso no hay rúbricas en el Missále Románum para esto, porque el Sacerdote celebrante abandona el altar (donde actúa in persóna Christi) para dar el sermón a los fieles (normalmente en lengua vernácula en vez del Latín, la lengua litúrgica), actuando aquí in própria persóna Sacérdos.
Un tratadista escribe al respecto:
“DE CONCIÓNE. Si ipse Célebrans sit concionatúrus in cáthedra, semper casúlam et manípulum depónit vel in sacristía, vel pótius in plano ad cornu Epístolæ, et minus congrue in Altári ad cornu Epístolæ. (...) Si Celébrans concionétur ad Altáre, vel retínet casúlam et manípulum, vel illa depónit super Altáre in cornu Epístolæ, et pótius in plano ad cornu Epístolæ” [DE LA CONCIÓN. Si el mismo celebrante da el sermón en la cátedra, siempre se depondrá la casulla y el manípulo en la sacristía, o mejor en el suelo del lado de la Epístola, y muy significativamente en el Altar del lado de la Epístola. (...) Si el celebrante predica en el Altar, o retiene la casulla y el manípulo, o los depone sobre el Altar en el lado de la Epístola, y mejor en el suelo del lado de la Epístola]. (PADRE JUAN BAUTISTA DE HERDT, Sacræ Litúrgiæ Praxis juxta Ritum Románum, I Edición Española. Imprenta de los herederos de Pablo Riera, Barcelona 1865).
No
es apropiado, por tanto, que durante el sermón vista la casulla y el
manípulo, por ser ornamentos específicos para la Misa. Cosa distinta
sucede con el amito, alba, cíngulo y estola, que no son ornamentos
exclusivos para la Misa.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)