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miércoles, 8 de julio de 2020

NOVENA EN HONOR A SAN ALEJO

BREVE HISTORIA DE SAN ALEJO
El “Hombre de Dios” de Edesa (identificado como San Alejo) era natural de Roma.

La leyenda griega, que es anterior al siglo IX, dice que Alejo era hijo de un romano destacado llamado Eufemiano y su esposa Áglae. La noche de su boda abandonó en secreto la casa de su padre y viajó a Edesa, en el Oriente sirio, donde, y durante años llevó una vida de piedad ascética. Allí vivió durante el episcopado del obispo Rábula (412-435) como un pordiosero, y que pedía limosnas a la puerta de la iglesia.
Después de reservarse apenas lo suficiente para sus necesidades vitales, entregaba el resto de las limosnas a los pobres.
Al aumentar la fama de su santidad, dejó Edesa y volvió a Roma, donde, durante diecisiete años, moró como un mendigo bajo las escaleras del palacio de su padre, sin que su padre o su mujer lo supieran.
Tras su muerte, fijada en el año 417, se encontró un documento en su cuerpo, en el que revelaba su identidad. En el acto fue honrado como santo y la casa de su padre se convirtió en una iglesia colocada bajo el patronato de San Alejo.
Después de muerto empezó a conseguir muchos milagros a favor de los que se encomendaban a él. En Roma le edificaron un templo y en la Iglesia de Oriente, especialmente en Siria, le tuvieron mucha devoción.
La enseñanza de la vida de San Alejo es que para obtener la humildad se necesitan las humillaciones. La soberbia es un pecado muy propio de las almas espirituales, y se le aleja aceptando que nos humillen. Aún las gentes que más se dedican a buenas obras tienen que luchar contra la soberbia porque si la dejan crecer les arruinará su santidad.
La soberbia se esconde aún entre las mejores acciones que hacemos, y si no estamos alerta esterizada nuestro apostolado. Un gran santo reprochaba un vez a un discípulo por ser muy orgulloso, y este le dijo: “Padre, yo no soy orgulloso”. El santo le respondió: “Ese es tu peor peligro, que eres orgulloso, y no te das cuenta de que eres orgulloso”.
La vida de San Alejo sea para nosotros una invitación a tratar de pasar por esta tierra sin buscar honores ni alabanzas vanas, y entonces se cumplirá en cada uno aquello que Cristo prometió: “El que se humilla, será enaltecido”.
   
ORACIÓN
¡Oh gloria de la nobleza romana y verdadero amador de la pobreza e ignominia de Cristo! ¡Oh Alejo bendito! Que en la flor de tu juventud, por obedecer a la inspiración del Señor, dejaste a tu esposa y saliste como otro Abraham de la casa de tus padres, y habiendo repartido lo que llevabas con los pobres, viviste como pobre y mendigo tantos años desconocido y menospreciado entre los hombres. Tú fuiste muy regalado y favorecido de la Virgen María nuestra Reina y señora, y huyendo de las alabanzas de los hombres, volviste por instinto de Dios a la casa de tus padres que por tu voluntad habías dejado, para darnos ejemplo de humildad, de paciencia, de sufrimiento y constancia, y para triunfar de ti y del mundo con un género de victoria tan nuevo y tan glorioso.
Pues, ¡oh santo bienaventurado! Rico y pobre, noble y humilde, casado y puro, llorado de tus padres, denostado de tus criados, desestimado de los hombres y honrado de los ángeles, abatido en el suelo y sublimado en el cielo, yo te suplico, Alejo dulcísimo, que por tus merecimientos y oraciones yo alcance del Señor la virtud de la perfecta castidad, de obediencia, de menosprecio de todas las cosas transitorias, y gracia para vivir como hombre peregrino de su patria, y desconocido y muerto al mundo. Amén.

NOVENA EN HONOR AL GLORIOSO SAN ALEJO
 
 
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, a mí me pesa de todo corazón de haberos ofendido, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, y propongo de nunca más pecar, y de confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos; ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados: y confío en vuestra bondad y misericordia infinita, me los perdonaréis por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y muerte. Amén Jesús.
  
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dios Omnipotente, Trinidad Sacrosanta, ante vuestra soberana presencia hacemos esta novena en honor de vuestro amado siervo San Alejo: haced, Dios y Señor mío, que practiquemos este ejercicio con espíritu de verdadera devoción, y así podamos alcanzar de vuestra Divina Majestad la gracia que solicitamos por intercesión del glorioso San Alejo; pero si es de vuestro beneplácito no concedernos la gracia que imploramos, nos conformaremos enteramente con vuestra Santa Voluntad. Amén.
  
DÍA PRIMERO - 8 DE JULIO
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, a los ilustres padres de San Alejo, que debieron su hijo a las más fervientes oraciones, porque después de muchos años de matrimonio Dios no les había querido conceder ningún hijo, para que fuese el heredero de su noble nombre y de su fortuna. El Señor oyó por fin sus oraciones y les concedió un hijo, a quien dieron el nombre de Alejo.

Aquel niño vino a ser la alegría y esperanza del hogar, y desde sus primeros años se advirtieron en él las más extraordinarias virtudes, dejando los juegos infantiles para extasiarse en la más ferviente contemplación.
  
ORACIÓN
Gloriosísimo San Alejo, que desde los primeros años anduviste por la hermosa senda de la virtud, persuadido de que ella es la única que conduce a Dios; haz que yo, pobre pecador, a imitación tuya, abandonando las sendas tortuosas del pecado, camine siempre por la vía de las virtudes cristianas, y por esa pureza de corazón que siempre te acompañó, alcanzadme del Señor la gracia que solicito.
  
Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.
  
GOZOS EN HONOR AL GLORIOSO SAN ALEJO
   
Alejo, insigne varón,
Santo, virgen y casado,
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
    
En la gran Roma nacisteis,
De padres nobles y ricos,
Santos, virtuosos, no inicuos:
La madre estéril tuvisteis;
Con lágrimas y oración
Fuisteis de Dios alcanzado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Llegado a bastante edad,
Os escogieron esposa,
Rica, muy bella y virtuosa,
Igual en la calidad;
Por divina inspiración
A ella no habéis llegado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Padres y esposa dejasteis
La noche del desposorio:
Luego que les fue notorio,
Que de ellos os apartasteis,
Con lágrimas y aflicción
Fuisteis por todos buscado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Lugares Santos y píos
Peregrino visitasteis,
Todo a pobres lo entregasteis,
Como hacen al mar los ríos:
Habiendo con tanto don
Pobre mendigo quedado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Que sois venerable santo
Fue en Edesa revelado;
Viéndoos con tal honrado,
Huís de la honra y su encanto:
Por divina permisión
A vuestra casa habéis llegado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
En ella sois acogido
Como pobre mendigante;
Padres y esposa delante
Tenéis sin ser conocido;
De criados sin razón,
Como loco sois tratado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Diez y siete años vivisteis
Debajo de una escalera,
Y mucho mejor dijera
Que otros tantos moristeis,
Venciendo la tentación
Como valiente soldado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Ya pudiera Dios premiar
Al que ha merecido tanto,
El cielo os proponga Santo,
Y de Roma tutelar:
De ángeles en procesión
A los cielos sois llevado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Cubierto con vuestra capa
Ven vuestro cuerpo dichoso,
Resplandeciente y hermoso,
Al emperador y el Papa:
De todos sin excepción
Por Santo sois venerado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
De vuestra mano un papel,
Que a vuestros padres negasteis,
Ni al Pontífice soltasteis,
Sino a vuestra esposa fiel:
Pasmados de admiración
Los presentes han quedado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Del modo que os invoca patrón
Y de todos abogado;
Pues sois de Dios tan amado,
Alcanzadnos el perdón.
   
Sálvame, ¡oh Dios!, por tu Nombre, y defiéndeme con tu poder. Escucha, ¡oh Dios!, mi oración; presta oídos a las palabras de mi boca. Porque gentes extrañas han alzado bandera contra mí, y poderosos atentan contra mi vida, sin mirar a Dios. Pero ya Dios me socorre, y el Señor toma por su cuenta la defensa de mi vida. Haz, ¡oh Dios mío!, recaer los males sobre mis enemigos; y en honor de tu verdad extermínalos. Yo te ofreceré un sacrificio voluntario; y alabaré, ¡oh Señor!, tu Nombre, que tan lleno está de bondad. Puesto que me has librado de todas las tribulaciones, y ya mis ojos miran con desprecio a mis enemigos.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, y en los siglos de los siglos. Amén.
  
℣. Ruega por nosotros, bienaventurado San Alejo.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN
Oh Dios, que hiciste a tu confesor el bienaventurado San Alejo admirable despreciador del mundo, te suplicamos nos concedas que por el auxilio de su intercesión, tus fieles desprecien lo terreno, y siempre aspiren a lo celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
DÍA SEGUNDO - 9 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
  
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, que siendo Alejo ya hombre, sus padres pensaron en casarlo y al efecto le buscaron para esposa una joven de noble alcurnia, modelo de virtud y de belleza. Alejo obedeció ciegamente a sus padres, pero en el mismo día de sus desposorios Dios le hablo secretamente a su corazón y le hizo comprender lo que debía hacer para agradarle. Entonces Alejo, tomando un precioso anillo y envolviéndolo en un velo rojo, lo entregó a su esposa diciéndole: “guarda este anillo hasta mi regreso”.

Hecho esto, salió furtivamente de su casa y después de un largo y penoso viaje, llegó a la ciudad de Edesa, en Mesopotamia, donde se venera un lienzo con el rostro de Cristo.

ORACIÓN
Oh Gloriosísimo San Alejo, que después de obedecer a tus padres siguiendo la inspiración Divina, los abandonaste lo mismo que a tu esposa, y todo el esplendor de tu noble casa, y sufriendo mil trabajos, huiste a la ciudad de Edesa, en busca de padecimientos que anhelabas sufrir por amor a Jesucristo; concédenos, que a imitación tuya abandonemos los falsos oropeles de este mundo, convencidos de que todo es vanidad de vanidades, y haz que sólo busquemos aquellos que retirándonos del mundo, nos acerquen más a Dios Nuestro Divino Redentor, alcanzándonos del Señor lo que con mayor instancia te pedimos en esta novena, si es para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.

Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.

DÍA TERCERO - 10 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
  
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, cómo nuestro santo, después de llegar a Edesa, quitándose sus vestiduras se cubrió de harapos como el último de los mendigos, y vivía de la limosna que imploraba por el amor de Dios, no tomando sino aquello muy necesario para no morir de hambre, y el resto lo repartían entre los ancianos pobres. Su habitación durante 17 años que estuvo en Edesa, fue el portal de una iglesia consagrada a la Virgen Maria, de quien fue muy devoto el santo.

ORACIÓN
Oh Gloriosísimo y humilde San Alejo protector mío; que sabiendo que en este mundo no hay mayor dicha que padecer por Jesús, tomando el traje del más miserable mendigo, vivías de la caridad publica, siendo tan grande la tuya, que las pequeñas limosnas que recibías, las repartías con los pobres ancianos, y llevando tu austeridad hasta vivir muchos años en el portal de un templo consagrado a Nuestra Señora. Haz, Santo glorioso, que a imitación tuya, reine en nuestro corazón la caridad, para hacer el bien a nuestro prójimo, que seamos devotos de Maria Inmaculada a quien tanto amaste, que buscaste por morada el desabrigado portal de un templo suyo; allí por amor a tan buena Madre sufriste por espacio de 17 años todos los rigores de la intemperie; alcánzanos de tan benigna Señora la gracia de su Divino Hijo y provecho de nuestras almas. Amén.

Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.
  
DÍA CUARTO - 11 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
  
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, que la virtud por más que se oculte es tan bella que siempre despide rayos de hermosa luz, y he aquí que el sacristán de aquel templo, que era un hombre temeroso de Dios, tuvo revelación del Cielo, en la cual se le hizo saber que el mendigo del portal era un gran Santo.

Pronto divúlgase por la cuidad aquella revelación, y las gentes acudían al sitio donde estaba nuestro Santo penitente, y él entonces, huyendo de aquello que hería su grandísima humildad, desapareció de la ciudad.

ORACIÓN
Humildísimo San Alejo, que después de 17 años de rigurosa penitencia, habiendo el Cielo revelado a la tierra tu santidad y virtud, y viendo tú que las gentes iban a admirarte, sufriste una mortificación tan espantosa, que te obligó a huir de la ciudad precipitadamente; concédenos, humildísimo San Alejo, que a imitación tuya huyamos de los honores mundanales que siempre nos arrastran a pecados de soberbia. Haz que jamás prestemos oídos a los silbidos engañosos de la serpiente infernal, y que al oírlos corramos a refugiarnos en el Sagrado Corazón de Jesús, seguro asilo de nuestras almas; alcánzanos de ese Corazón manso y humilde la gracia que solicitamos en esta novena.

Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.

DÍA QUINTO - 12 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, que habiéndose embarcado nuestro Santo, una violenta tempestad hizo arribar la nave a las costas de Italia, su amada patria y por esta causa viendo en ello una disposición de Dios, se dirigió a Roma. Al entrar a la Ciudad eterna, aquel pobre mendigo cubierto de harapos, crecidos los cabellos, la barba en desorden, que más que hombre parecía un cadáver ambulante, tropezó con su amado padre, que con un lujoso séquito se dirigía a su palacio.

Entonces Alejo, sin darse a conocer se arrojó a sus pies y le clamó así: “Noble señor, sé que es tan grande tu caridad que alojas en tu propia casa hasta los mendigos, concédeme a mi este favor, y dame un rincón donde guarecerme”.

Eufemiano, que así se llamaba el padre de Alejo, movido a compasión, le dio alojamiento en su propia casa, determinándole para habitación un estrecho y oscuro cuartucho debajo de la escalera.

ORACIÓN
¡Oh mortificadísimo San Alejo!, que desconocido de todos, aun de tu mismo padre, buscaste asilo en tu propia casa, en donde se te dio por albergue un pobre y miserable cuartucho; haz que a imitación tuya, negándome a mí mismo, tome alegre y gustoso la Cruz del Redentor para satisfacer así el deseo de su Corazón, pues Él dijo: “Aquel que me ame, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”, y alcánzame del Divino Nazareno la gracia que humildemente solicito en esta novena, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
   
Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.
  
DÍA SEXTO - 13 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, cuánto sufría nuestro Santo estando en su propia casa, pues los criados se burlaban de él a cada momento; cuando le llevaban el alimento se lo tiraban como a un perro, y aquello que sobraba lo arrojaban a la cara del Santo; y no paraba en esto su crueldad, sino que le mesaban los cabellos y le tiraban la barba; pero todo aquello lo sufría el pacientísimo Alejo con gran alegría, pues recordaba que mucho más había sufrido el inocente Jesús por nuestros pecados en su horrorosa y cruel flagelación.

ORACIÓN
¡Oh gloriosísimo Alejo!, modelo de penitencia, que en tu propia casa y de tus propios criados sufriste durante muchos años tantos vejámenes y martirios por el amor a Jesucristo; haz que a imitación tuya, mortifiquemos nuestra carne y odiemos el pecado. Amén.

Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.

DÍA SÉPTIMO - 14 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, el horrible martirio y la terrible tentación que nuestro Santo tuvo que vencer ayudado de la gracia divina, para reprimirse y no declarar quién era, cuando llegaban a sus oídos las tristes voces de su desolada madre que decía, anegada en lagrimas: “Oh Dios mío, ¿qué será de mi querido e inolvidable Alejo? ¿Qué hará? ¿Dónde estará? ¿Por qué huyó de esta casa donde llora su ausencia su pobre madre?”.

Otras veces llegaban a sus oídos las tristes lamentaciones de su inconsolable esposa, que decía: “¡Ay de mí, cuánto sufro! ¿Qué será de mi amado esposo Alejo, a quien espero hace ya tantos años? ¿Qué será de él? ¿Habrá muerto? ¿Estará sufriendo y yo no sé dónde está para prodigarle mis cuidados? ¿Por qué me abandonaste, esposo mío? ¿En qué te ofendí? ¡Yo muero de dolor!”.

ORACIÓN
Oh glorioso San Alejo, que con tu admirable paciencia y entereza de ánimo sufriste por muchos años este nuevo y espantoso martirio, siendo aquellos gemidos otras tantas espadas que atravesaban tu tierno corazón, concédeme que a imitación tuya, no me deje arrastrar por los afectos del mundo, y que sólo aspire a los bienes eternos amando al prójimo en Dios y por Dios, y alcánzame de la Santísima Virgen de los Dolores, cuyo tierno y amante Corazón fue traspasado por la espada del más terrible dolor, LA GRACIA QUE POR TU INTERCESIÓN SOLICITO EN ESTA NOVENA. Amén.
  
Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.

DÍA OCTAVO - 15 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, que en medio de tantas penas y martirios nuestro Santo se veía sostenido milagrosamente por el Pan de los fuertes, la Sagrada Eucaristía. Todos los días, aquel esqueleto con vida recibía en su corazón a su Dios, y este Pan de los ángeles le comunicaba cada día más paciencia y fortaleza.
  
ORACIÓN
Oh glorioso San Alejo, que a pesar de todas las penas y martirios tenias la dicha inmensa de ir todos los domingos a recibir la Sagrada Comunión en una iglesia que allí cerca se levantaba, siendo esta unión con tu Dios de tan inmensa dicha, que hacía que tus penas fueran rosas y perlas, concédeme que a imitación tuya, reciba en mi corazón con la mayor frecuencia a Jesús hasta, que desde el tabernáculo nos está llamando a cada instante, con tan amorosas voces; haz que no sea por más tiempo ingrato con Jesús Sacramentado, que hallando sus delicias entre los hijos de los hombres, quiso permanecer con ellos hasta el fin del mundo; Y ALCÁNZAME DE ESTE DIVINO PRISIONERO, LA GRACIA QUE EN ESTA NOVENA SOLCITO, si no ha de ser obstáculo para mi salvación. Amén.
   
Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.
   
DÍA NOVENO - 16 DE JULIO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
CONSIDERACIÓN
Considera, alma devota, que habiendo Dios determinado sacar al bienaventurado Alejo de las penas de este mundo para llevarlo al gozo eterno, le reveló el día de su dichosa muerte, que acaeció el 17 de julio, en día que nuestra Santa Madre Iglesia celebra su fiesta. Estando el Papa Inocencio I celebrando el Santo Sacrificio de la Misa, delante del Emperador Honorio, óyese de repente una voz que dijo: “buscad al Santo que ha muerto en casa de Eufemiano”. Apenas concluyó el Santo Sacrificio se encaminó el Papa acompañado de Honorio y gran muchedumbre a la morada de Eufemiano, y allí, en un humilde cuartucho encontraron al mendigo muerto, su rostro circundado de extraño resplandor y sosteniendo en su mano derecha una carta con caracteres de oro en que probaba que él era Alejo, el hijo de Eufemiano. Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de San Bonifacio.

ORACIÓN
Oh bienaventurado y glorioso San Alejo, que después de 34 años de la más rigurosa penitencia, supiste por revelación del Cielo el día de tu dichosa muerte, y entonces oíste aquellas dulces palabras: “Siervo bueno y fiel, ven a entrar en el gozo de tu Señor”, haz que a imitación tuya mortifique todas mis pasiones y trate de imitar tus grandes y heroicas virtudes, para que de esa manera obtenga tu poderosa intercesión, y alcánzame de la Santísima Trinidad la gracia que durante esta novena te he pedido, si es para bien de mi alma. Amén.
  
Se hace la petición y enseguida se rezan tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria Patri, en memoria de las tres horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo pendiente en la Cruz.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)