El padre Peter Josef Kentenich, fundador del Movimiento Apostólico
Schönstatt, había sido investigado canónicamente en 1951 por Mons.
Sebastiaan Tromp SJ, profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana y
consultor del Santo Oficio, y el 30 de Septiembre de ese año fue
extrañado de Europa y enviado a una casa de la Sociedad del Apostolado
Católico (Padres Palotinos) en Milwaukee, Estados Unidos el 21 de Junio
de 1952, apartado de cualquier autoridad y comunicación con el
movimiento.
Los
directivos de Schönstatt (que en 1975 incoaron el proceso diocesano en
Tréveris para la “beatificación” de Kentenich, fallecido el 15 de
Septiembre de 1968) y el postulador Eduardo Aguirre Cancino I. Sch.
alegan que el conflicto de Kentenich se basaba en que Roma no aceptaba
su espiritualidad y pedagogía, y que en Diciembre de 1965, Montini lo
“rehabilitó” tras una audiencia, regresando así a Alemania. Incluso,
hasta hace poco, la página en Wikipedia del aludido parecía mismamente
una apología.
Nada
más lejos de la realidad. Alexandra von Teuffenbach, ex-profesora de
Teología e Historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad
Lateranense y en el Ateneo “Regína Apostolórum”, investigando en los
archivos recientemente desclasificados de Pío XII, encontró los informes
del padre Tromp de la visita apostólica en 1951, donde dan cuenta de
graves acusaciones de abuso sexual y de poder por parte de Peter Josef
Kentenich contra el Instituto Secular Hermanas de María de Schönstatt,
que fueron las causas de su extrañamiento. Cabe resaltar, por una parte,
la celeridad pretérita de la Iglesia en los procesos contra los
abusadores clericales (nada que ver con los encubrimientos a Marcial Maciel Degollado LC, Luis Fernando Figari Rodrigo SCV, Germán Doig Klinge SCV –cuyo proceso de “beatificación” fue cancelado en 2010 por esa causa–, Brendan Smyth O. Præm., Efraín Rozo Rincón, Gustavo Elíecer García y García “Elíecer Sálesman” SDB, Germán
Pinilla Monroy, Francisco José Cox Huneeus, Fernando Karadima Fariña,
Bernardino Piñera Carvallo –tío del presidente Sebastián Piñera y el más
alto prelado chileno fallecido por el coronavirus–, Carlos Urrutigoity
–por cuya causa fuera retirado Rogelio Livieres de la diócesis de Ciudad
del Este–, Roger Joseph Vangheluwe, Edgardo Gabriel Storni Cordín, Renato
Poblete Barth SJ, Juan José Pineda Fasquelle, Sor María Paula de la
Santísima Trinidad –Isabel Margarita Lagos Droguett– OSU, Nicolás
Aguilar Rivera, Bernard Preynat –por cuya causa renunció Philippe
Barbarin a la Archidiócesis de Lyon–, Anthony Sablan Apuron, Theodore
Edgar McCarrick, Gustavo Óscar Zanchetta –a quien Bergoglio conserva en
el Vaticano–, y tantos otros); por la otra, las consecuencias del abuso
reiterado (las religiosas seguían manteniendo comunicación con
Kentenich, denigrando de las autoridades eclesiásticas y los
denunciantes).
Von
Teuffenbach rescató recientemente una carta de Joseph Ratzinger, a la
sazón Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al padre
Ludwig Münz SAC, rector general de los Palotinos, con fecha 2 de Abril
de 1982, donde niega el reclamo de Schöntatt. La carta había sido
publicada originalmente en las Acta Societátis Apostolátus Cathólici, vol. X, Roma 1982, pág. 601. (Traducción omada de SETTIMO CIELO):
SACRA CONGREGATIO PRO DOCTRINA FIDEI00193 RomaPiazza del S. Uffizio, 112 abril de 1982Prot. N. 217/50(In responsione fiat mentio huius numeri)Rev.mo P. Ludwig Münz, SACRector GeneralPlaza S. Vincenzo Pallotti, 20400186 RomaRev.mo Padre General,después de nuestro encuentro personal del 26 de marzo, en el que hablamos del caso del ex palotino P. Kentenich, así como también de la relación de este caso con el anterior Santo Oficio y con la actual Congregación para la Doctrina de la Fe, nuestro dicasterio, siguiendo nuestras afirmaciones en la carta del 25-5-1981, quiere establecer explícitamente los siguientes puntos para aclarar eventuales inexactitudes históricas:
- La Congregación no es de la opinión que las contestaciones que el visitador hizo entonces a la doctrina y a la actividad del padre Kentenich, han sido un desagradable error y se han basado en informaciones erróneas.
- En la sesión del Santo Oficio del 29 de octubre de 1965 no se anuló ninguna de las anteriores decisiones del Santo Oficio que se referían a la doctrina, la actividad y la persona del padre Kentenich; simplemente no se insistió para que el padre Kentenich, al haber regresado a Roma desde Estados Unidos sin el permiso de la Congregación, sino sólo sobre la base de un telegrama interpretado en forma errónea, tuviera que retornar.
- La Congregación dio su permiso cuando la Congregación de los Religiosos dispensó al padre Kentenich de sus promesas hechas en la Sociedad de Vida Apostólica de los palotinos y le dio el permiso de incardinarse en la diócesis de Münster, pero con la condición de que el padre Kentenich no ingresara al instituto secular de los sacerdotes de Schönstatt y no asumiera la dirección de la obra de Schönstatt.
Con estas aclaraciones, que gustosamente ponemos a disposición, esperamos servir al juicio objetivo de la verdad histórica.Con cordiales saludos permanezco suyo en Cristo(Fdo.) Joseph Card. Ratzinger
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)