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jueves, 4 de febrero de 2021

GANDHI CONTRA LOS MISIONEROS (O POR QUÉ BERGOGLIO QUIERE ACTIVISTAS SOCIALES Y NO MISIONEROS)

En la última pseudoencíclica “Fratelli Tutti”, Bergoglio escribió:
«En este espacio de reflexión sobre la fraternidad universal, me sentí motivado especialmente por san Francisco de Asís, y también por otros hermanos que no son católicos: Martin Luther King, Desmond Tutu, el Mahatma Mohandas Gandhi y muchos más» (ANTIPAPA FRANCISCO BERGOLGIO, “Fratelli Tutti”, 3 de Octubre de 2020, #268).
La razón de por qué Bergoglio halla inspirador a ese cabronazo de mierda (como todos los progres) al que Occidente (Madre Teresa Calcutense incluida) idolatra tanto lo podemos hallar en este artículo de L’Osservatore Romano della Domenica del 29 de Diciembre de 1935, pág. 5, cuya traducción traemos a continuación:
RESPUESTAS AL Mahatma
   
Respondiendo a una solicitud de A. A. Paul, de la «International fellowship fede­ration», Gandhi ha atacado nuevamente la actividad de misioneros cristianos en la India.
  
«Se forma en mí cada día más firme la convicción —ha dicho— que las grandes y ricas misiones cristianas prestarían un verdadero servicio a la India, si se persuadiesen a limitar sus actividades a un servicio humanitario, sin un segundo fin de convertir a la India, o al menos la población sencilla de sus aldeas, al Cristianismo destruyendo su superestructura social, la cual, a pesar de sus muchos defectos, ha resistido por tiempo inmemorial a las agresiones internas y externas».
    
Expresiones chismosas
S. E. Mons. Mathias S.C., nuevo Arzobispo de Madrás, en respuesta a estas afirmaciones de Gandhi, ha declarado que en este su nuevo ataque, el Mahatma porta afortunadamente sus visiones personales, mientras que los Misioneros, siguiendo el mandamiento de Cristo, no pueden considerar las órdenes de Dios como simples opiniones.
   
«La predicación del Evangelio —declaró Su Excelencia— es un deber impuesto a nosotros por el divino fundador del Cristianismo. Faltaríamos a este deber si no lo cumpliésemos con todas nuestras fuerzas y capacidades. No tenemos fe en conversiones obtenidas con el engaño, o por medio de atractivos materiales, los cuales, sin embargo muchos hindúes consideran ser el secreto de nuestro éxito.
   
La declaración del señor Gandhi, que todas las grandes religiones del mundo son verdaderas, no es más que una expresión desgraciada y chismosa del espíritu de aquel espantoso indiferentismo tan vastamente prevalente en nuestros días. Un poco de razonamiento persuadirá a cualquier indagador imparcial y sincero, que todas las religiones no son igualmente verdaderas. La verdad es una e indivisible. Puesto que las distintas religiones difieren, se sigue naturalmente que donde se encuentran en conflicto, si una posee la verdad, las otras deben estar en el error».
     
Continuando, el Arzobispo dice: «El Mahatma querría confinarnos a prestar servicios humanitarios, sin mirar a la conversión de la India. Nosotros no hacemos ningún secreto del hecho que nuestro primer y principal motivo es el de conquistar la India para Cristo; no sólo las sencillas poblaciones de las aldeas, sino a todos los hombres de buena voluntad. El máximo objetivo de las Misiones Cristianas es el de conducir las almas a Dios, y mostrar a ellas el camino de lavida eterna. No podemos limitar nuestra obra —concluía Su Excelencia— a un simple servicio social sin ser culpables de una grave falta a nuestro deber».
    
El compromiso esencial
También el Arzobispo de Verapoly, S. E. Mons. Attipetty, en un discurso pronunciado el 27 de Octubre pasado ante la «Ca­tholic Truth Association» del Colegio de San José, ha dicho: «La Iglesia no podría escuchar el consejo que ahora se le da, de limitarse a una acción social y filantrópica; cualquiera que sepa qué es la Iglesia no ignora que su compromiso esencial es la conversión de las almas; no tiene vida sino para esto; traer las almas de las tinieblas a las regiones de la verdadera luz y al reino de Dios es su obra de gran filantropía. Tal trabajo apostólico será su incesante preocupación y se aprestará siempre para realizarlo, no con el constreñimiento o el interés, sino con la persuasión razonable o profunda. Dando a los hombres a Cristo, ella se esfuerza de dar también a todos los otros dones que pueden mejorar las suertes humanas, y lo mismo su bienestar material, pero tales ventajas no son sino efectos secundarios de su caridad; no pueden constituirse en medios exclusivos o fines del apostolado».
    
El interés de la autoridad
El señor Rajendra Presad, presidente del Congreso Nacional de la India, la institución política que goza de la mayor autoridad, ha asegurado al Arzobispo de Madrás que el artículo de Gandhi es la expresión de una opinión puramente personal y privada, y que sus palabras no constituyen, para el Congreso, una norma de conducta que pudiera indicar una actitud de hostilidad frente al proselitismo.
    
El Presidente del Congreso también se ha puesto en contacto con los principales educadores de Trichinopoly, y el rector del Colegio San José ha aprovechado para poner la cuestión en claro, mostrando cómo no se debe confundir la conversión de un país con su desnacionalización: el Catolicismo no mira a destruir las costumbres indias; el Papa, también para evitar cualquier equívoco en tal sentido, insiste en la formación de un clero y de un episcopado indígena, que sabrá dar perfectamente a Cristo a su propio pueblo, aunque ayudándolo a conservar intacta su sociedad.
   
La profundidad y la claridad de la posición tomada por los católicos parece haya interesado vivamente a este alto representante de la vida política india.

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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)