Noticia tomada de GLORIA NEWS.
Después de un año de cierre de la Iglesia, la vida parroquial en los Países Bajos se está paralizando.
21 sacerdotes de las siete diócesis neerlandesas declararon en el sitio web Katholiek Nieuwsblad que los “muy [pocos] fieles asistentes a la iglesia” han permanecido a pesar de los confinamientos, pero los que tienen menos vínculo con la Iglesia se han ido. “Lo mismo ocurre con las familias y los niños”.
Un sacerdote de la diócesis de Groninga-Leuvarda dijo que en su parroquia ha cesado casi toda la actividad catequética, como las clases de preparación para la Primera Comunión o la Confirmación.
Algunos sacerdotes explicaron que la gente se salta más fácilmente la Misa exequial y lleva a sus difuntos directamente a un crematorio, donde se les permite reunirse para tomar un café después de la “ceremonia”.
Un sacerdote resumió: “Las personas que antes venían a la iglesia ahora no lo hace”. Una gran parte de los católicos de los Países Bajos son extranjeros.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)