En ocasión del flamante Motu próprio bergogliano “Traditiónis Custódes” (que ya cobró sus dos primeras víctimas en Glastonbury, Inglaterra, porque Declan Ronan Lang, obispón de Clifton, revocó el permiso que otorgara dos años atrás a los benedictinos Dom Anselm Redman y Dom Bede Rowe del santuario diocesano de Nuestra Señora), un presbítero publicó lo siguiente en su muro personal de Facebook:
«#TraditionisCustodes Conocí la misa Tridentina en el año 2005 en California. Fue una experiencia ambivalente.
La primera misa Tridentina que asistí me pareció hermosa y me cautivó su sobriedad, silencio y solemnidad. Me fascinó.
Al igual que el rito bizantino, que conocí casi en los mismos tiempos, y que después pude conocer en su espiritualidad con abuna Charles Brown.
Sin embargo, la segunda experiencia que tuve con la misa Tridentina fue muy lamentable.
Resulta que yo era un “peregrino errante” que caminé entonces 1300 km orando por el fin del aborto y anunciando el Evangelio por las calles. Nos invitaron a la misa Tridentina en una “capilla privada” de un personaje muy famoso. Pero al llegar, un persona vestida de traje nos echó fuera por que no le gustó nuestro aspecto. Y eso que nos habíamos vestido lo mejor que podíamos… pero para entonces llevamos más de 700 km andados. Fue una experiencia decepcionante. La persona que nos echó fuera nos cuestionó nuestra fe y parecía un culto “puritano”. Sólo para los puros. Lamentablemente fue la segunda, de muchas más.
En el año 2007 me alegré con el motu proprio Summorum Pontificum y como era natural traté de entenderlo desde su espíritu e intención. Y una de las cosas que decía era que la forma extraordinaria podía enriquecer a la forma ordinaria. Así que la estudié. Solo. La aprendí. Y siendo sacerdote celebre varias veces con el rito romano en su forma extraordinaria. Fue una experiencia hermosa aunque complicada.
Sin embargo, nunca quise convocar a los fieles porque varias veces tuve experiencias desagradables con los grupos tradicionalistas…
El papa Francisco tiene razón. Muchos de estos grupos viven de sembrar división y sospecha contra el Concilio Vaticano II y tienen una actitud de superioridad y puritanismo terriblemente anti-católica. Y no estoy hablando de los abiertamente lefebvristas, sino de los otros. De gente de estos grupos recibí amenazas, insultos que me da pena mencionar y las peores ofensas que ni siquiera en la calle los anticatólicos me han dicho. Créanme, no se los dice un sacerdote que sea ignorante de la misa Tridentina o que sea liberal, se los dice un sacerdote que ha recibido mucho de Summorum Pontificum y que está muy lejos de esos extremos que señala el Papa.
Aún así, me siento triste porque se que muchos buenos católicos se sienten heridos por esta decisión. Se que esos abusos no representan a todos. Pero insisto. Nuestro Papa tiene razón al señalar que la misa Tridentina se ha llegado a instrumentalizar para promover división, discordia y oposición a la sede apostólica. Esto no está bien. Tenemos que promover la comunión, la unidad, entre nosotros, con el Papa y bajo su autoridad, con nuestros Obispos y sacerdotes, con humildad y caridad.
Oremos por nuestro Papa y por la unidad en nuestra amada Iglesia. Recordemos que Cristo es el mismo ayer, hoy y para siempre, y él dirige nuestra Historia, muchas veces por caminos insospechados.
Al Papa Francisco nuestra devoción, cariño, respeto y sincero afecto.
P. Andrés».
Andrés Esteban López Ruiz (fuente: YouTube)
Entrando al terreno de la experiencia personal que él vivió en California (y que por su relato y el contexto espacio-temporal creemos saber quién era ese “personaje muy famoso”), debió tener claro en su momento una cuestión llamada “código de vestimenta”, la cual exige que para entrar en una iglesia hay que ir con una presentación acorde, no en fachas de excursionista, como pudo ser su caso. Eso en primera; en segunda, si aquella persona que lo echó de la capilla le “cuestionó su fe” (o católicamente, “le argumentó la diferencia entre el Catolicismo y la Deuterovaticanidad”), fue porque López le plantó discusión, y a su interlocutor le correspondió hacer apologética (quizá no tanto con los términos de la filosofía en que él es titulado y doctorado, sino con el conocimiento de la Doctrina Católica y la asistencia del Divino Espíritu Santo que hace irrebatible a sus Apóstoles frente a los enemigos).
Acerca del dicho «la forma extraordinaria podía enriquecer a la forma ordinaria», si tanto estudió la “Misa Tridentina” (que ni es tal, ni a ella aludía el derogado Motu ratzingeriano), debió darse cuenta que el Novus Ordo Missæ y el Rito Romano Tradicional son INCOMPATIBLES entre sí (tan incompatibles como el Vaticano II y el Magisterio Católico Infalible anterior a este), y el tal “enriquecimiento” entre ambos es tan imposible como la cuadratura del círculo (¿por qué cree, señor López, que las palabras “Novedad”, “Modernismo” y “Aggiornamento”, por nombrar algunas, están asociadas al Vaticano II? ¿Cómo explicar el desprecio que desde entonces se tiene a la Tradición si no es por esas palabras?).
En línea con lo anterior, y a su apunte de «Muchos de estos grupos viven de sembrar división y sospecha contra el Concilio Vaticano II […] la misa Tridentina se ha llegado a instrumentalizar para promover división, discordia y oposición a la sede apostólica», es inevitable recordar lo que San Elías Profeta dijo al rey Acab «No he alborotado yo a Israel; sino tú y la casa de tu padre, que habéis despreciado los mandamientos del Señor, y seguido a los Baales o falsos dioses» (III Reyes XVIII, 18 / Versión de Mons. Félix Torres Amat), y con Mons. Marcel Lefebvre: «Soy yo, el acusado, quien tendría que juzgaros», porque más división e instrumentalización han causado el Vaticano II, los encuentros ecuménicos de Asís, y ahora su querido Francisco Bergoglio con “Amóris Lætítia” (que López pretendía en su momento le dieran asentimiento voluntario, a pesar de calificarla “magisterio no infalible”), “Laudato sii”, el apoyo a los comunistas, homosexuales, pederastas y mafiosos, el “Camino Sinodal” alemán, et cœ́tera. Por otra parte, entre oposición y oposición hay diferencia, porque no es lo mismo el sedevacantismo (que es la ÚNICA explicación teológica correcta a la situación actual) que la postura de “Reconocer y Resistir” (caso FSSPX o la “disidencia controlada” –FSSP, IBP, Atanasio Schneider, Robert Sarah, Paul Kramer y otros muchos–). En una palabra, los culpables de esa división que Bergoglio y López deploran son los modernistas, que son la aplastante mayoría en la Iglesia Conciliar (término acuñado por Giovanni Benelli Simoni, secretario privado de Pablo VI Montini).
En vez de entristecerse porque “Traditiónis Custódes” pueda “herir” a los buenos católicos (a quienes ni les inmuta la sola existencia de Bergoglio, que NO ES NADIE para ellos), López debe recordar que si lo reconoce, debe obedecerlo como suprema autoridad en la liturgia (como está escrito en Auctórem Fídei y Mediátor Dei) y se alegre que el experimento de su antecesor llamado “Summórum Pontíficum” fue un fracaso miserable, y que en nada se diferenciaba de “Quáttuor Abhinc Annos” o “Ecclésia Dei Afflícta”, porque todo eso no afecta a la Misa Romana Tradicional, sino al sucedáneo “rito roncalliano” de 1962.
Unas palabras finales a los “tradicionalistas” dentro del Vaticano II: Es hora que reflexionéis, que os apercibáis de la realidad que el problema no es el de un Papa que dé órdenes injustas, sino de un usurpador (si fuera uno solo, porque ya han habido seis) que hacía tiempo ha renegado de la Fe y por ello no tiene ninguna autoridad. En términos sencillos, realizad que la lucha no es solo por la Misa, sino por la Fe, y que la Sede Apostólica está VACANTE desde el 9 de Octubre de 1958, y que quienes se han pretendido el Papado desde entonces no lo son, y que el Vaticano II es el punto inicial de la Gran Apostasía. Mas no por ello significa que la verdadera Iglesia Católica ha sido abandonada o que ha defeccionado, porque Nuestro Señor Jesucristo es su Cabeza y Señor, y está para regresar; y que el hecho de existir el Remanente es prueba de que, como Él prometió, «PORTÆ ÍNFERI NON PRÆVALÉBUNT ADVÉRSUS EAM» (Las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella).
JORGE RONDÓN SANTOS
19 de Julio de 2021 (Año Mariano “Espada de Lepanto”)
Día IV infraoctava de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Fiesta de San Vicente de Paúl, Sacerdote y Confesor; de San Epafras de Colosas, Obispo y Mártir de la Fe; de San Símaco, Papa y Confesor; de Santa Áurea de Córdoba, Virgen y Mártir de la Fe, Virgen; y de las Santas Justa y Rufina de Sevilla, Vírgenes y Mártires de la Fe. Fusilamiento de Agustín Itúrbide, Emperador de México. Inicio del “Gran Incendio” de Roma por Nerón; Derrota de Don Rodrigo en la Batalla de Guadalete; Victoria de Ramiro II de León en la Batalla de Simancas; Bombardeo de Roma por la Fuerza Aérea Estadounidense.
https://gloria.tv/post/8jpWuh12ZRwYBdFf1DdqCW7F4
ResponderEliminarMi traducción (que pueden publicar en el blog si les parece bien).
ESTO ES BRILLANTE ��
Por Christopher Schaefer
«¿¿¿La publicación de esta directiva (Traditiónis Custódes) es meramente un rumor??? En su deseo de presionar más por la búsqueda constante por la comunión eclesial, la siguiente movida del Papa Francisco es requerir a todos los Católicos de Rito Oriental adoptar el ‘Novus Ordo’ romano de 1969, puesto que es la única expresión de la ‘lex orándi’ de la fe católica. Porque el camino de la Iglesia debe ser visto dentro de la dinámica de la Tradición, los sacerdotes católicos orientales que deseen celebrar la Divina Liturgia Bizantina deberán apelar directamente a Roma, y los seminarios católicos orientales deberán entrenar nuevos sacerdotes exclusivamente en la Misa Romana de 1969. Cualquiera que desee celebrar con devoción siguiendo los ritos litúrgicos orientales puede encontrar en el Misal Romano de 1969 todos los elementos de las liturgias orientales, aunque levemente modificados. Porque las liturgias tradicionales solo llaman a ancianos, la única excepción a esta rehla será en las capillas de los ancianatos, y luego solo con una gran insistencia en la participación plena, consciente y activa de los residentes de tales ancianatos. La Iglesia, “sacramento de unidad”, es tal porque es el Pueblo santo reunido y gobernado bajo el yugo del autoritarismo, bajo el cual existe la Una y Única Iglesia Católica. Es hora que los obispos de Rito Romano procedan en forma tal que se regrese a una forma única de celebración. Por tanto, en adelante OCP Publications (Prensa Católica de Oregón) tendrán el derecho exclusivo de publicar toda música litúrgica católica y otros subsidios para el culto público, asegurándose así que se celebre con decoro, sin las excentricidades que pueden fácilmente degenerarse en abuses. Los obispos del Rito Romano deben ser fuertes y firmes en su servicio al Pueblo de Dios, para asegurar vigilantemente la comunión aun en la unidad del Uno y Único Rito».
***
No sé si sea verdad, o es humor negro. Lo que sí veo es que, si le han hecho eso a los Latinos, ¿qué no le harán a los Uniatos? Sobre todo sabiendo que Francisco era, anejo al arzobispado de Bs. As., Ordinario para los fieles de Rito oriental en la Argentina.