Novena compuesta por el Padre Pedro Sarmiento SJ, Rector del
Colegio de San Ignacio de Pátzcuaro, en 1742, y reimpresa en el Real
Colegio de San Ignacio de Puebla en 1767. Puede rezarse en cualquier
momento del año, especialmente en preparación al 8 de Diciembre (fiesta y
coronación litúrgica por Mons. José Ignacio Árciga y Ruiz de Chávez,
arzobispo de Morelia, en nombre de León XIII) y al 12 de Julio
(patronato sobre el estado de Michoacán).
ADVERTENCIA
La
primera diligencia para hacer con fruto esta novena, que tan agradable
es a Nuestra Señora de la Salud, será purificar el alma con una buena
confesión, comulgar a lo menos el primer y último día, si se puede, oír
misa y dar una limosna, o hacer alguna obra de misericordia corporal o
espiritual.
Lo segundo, concebir una gran
confianza en Nuestra Señora de la Salud, pues como dijo la misma
Santísima Señora a Dña. Josefa Antonis Gallegos y Díaz, a quien
repetidas veces le habló en su Santa Imagen, según consta en su vida:
“Jamás se le había pedido con fe una cosa conveniente en bien común o
particular, que no hubiese sido concedida, pero que no ocurriera con la
debida confianza en sus congojas”.
Con esta
confianza pues, te pondrás en presencia de Nuestra Señora, y con la
mayor atención, reverencia y humildad, haz el acto de contrición
siguiente:
NOVENA
EN OBSEQUIO DE LA GRAN MADRE DE DIOS Y REINA DE LOS ÁNGELES, NUESTRA
SEÑORA DE LA SALUD, QUE SE VENERA EN SU PRODIGIOSA IMAGEN EN LA CIUDAD
DE PÁTZCUARO, DEL OBISPADO DE MICHOACÁN
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del
Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Soberana
Emperatriz de los Ángeles, y Purísima Madre de la Salud, pues lo eres
de mi Señor Jesucristo, que quiso ser nuestra salud y vida, derramando
su preciosa sangre, más que a fuerza de tormentos, a impulso de mis
culpas, a mi me pesa de lo íntimo de mi corazón de haber despreciado con
mis ingratitudes la salud, que me ofreces en tu Santísimo Hijo, mi
Señor Jesucristo. Y propongo con todas las veras de mi corazón nunca más
pecar. Y humildísimamente te pido, por tu mismo Santísimo Hijo, y por
los gozos que tuviste cuando encarnó en tu Vientre Purísimo, me alcances
de su misericordia, con el perdón de mis pecados, la salud de mi alma.
Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Purísima
Virgen María, que con razón eres aclamada por Madre y Señora de la
Salud, pues no incurriste en la culpa de nuestro primer Padre, de que se
originaran las enfermedades de alma y cuerpo, antes bien, fuiste
concebida en los candores de la Divina Gracia, como Madre de Dios y
Co-Redentora de los hombres. Y pues es tu inmensa grandeza y dignidad,
tienes tan fuertes motivos para amar tiernamente a los pecadores, ¿cómo
no me ha de amparar tu poderosísimo patrocinio? ¿Y como podrá ser, que
teniendo yo en ti una Madre tan dulce, tan misericordiosa, no te
muestres mi Madre? Bien conozco, que no lo merezco, por haber sido tan
mal hijo tuyo, pero sabes también, Madre piadosísima, que no necesitan
de salud y necesitan de salud y remedio, sino los malos y miserables
como yo. Yo, que, en mis mismas miserias, te ofrezco ocasión de que
muestres tus misericordias, y te acredites más y más por Señora de la
Salud, alcanzándome por los méritos de tu Santísimo Hijo, la salud de
alma y cuerpo, y el favor que te pido en esta novena, si ha de ser para
mayor gloria de Dios. Amén.
DÍA PRIMERO – 29 DE NOVIEMBRE
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque fuiste concebida
no solo en gracia, más también en gloria, con la cual no se compadece
enfermedad alguna de alma ni de cuerpo, y te suplico humildemente, que
no permitas el que tu Hijo Santísimo, Salud y Vida nuestra, sea por más
tiempo menospreciado de los infieles, herejes y pecadores. Mira Señora,
como en oprobio del mismo Hijo tuyo, y alumbrados como Astro
benignísimo, para que conozcan y amen al que, derramando tan
liberalmente su Sangre, nos redimió con ella. Muévete Señora, por esta
misma Sangre y por la leche de tus virginales pechos, alcánzales perdón y
enmienda a los pecadores, perseverancia a los justos, descanso a las
almas del Purgatorio, y a ser nuestra salud, amparo y medianera en esta
vida, y especialmente en la hora de la muerte, para que, por tu medio,
consigamos todos la salud eterna. Amén.
Aquí se rezan siete Ave Marías, diciendo antes de cada una: “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y al final del último Ave María, se dice el Gloria Patri y luego se prosigue con esta:
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Emperatriz
excelsa del Universo, Purísima María, si por nombre de Salud se
entienden los bienes todos de gracia y naturaleza, espirituales y
corporales, justamente sois venerada por Madre y Señora de la Salud,
pues como Madre, Hija y Esposa del Altísimo, sois arbitra del Corazón
Divino, la Tesorera de sus riquezas, la Dispensadora de sus mercedes, y
el Instrumento universal por donde se comunica la Divina Misericordia. Y
así sería yo mi mayor enemigo, si no recurriera a Vos en todas mis
necesidades. Y más cuando vuestro Divino Hijo quiere que recurra a Vos
como a Madre y Tribunal de Misericordia. Con esta fe pues, y con la
confianza de que ninguno que ha recurrido a ti ha sido desamparado, a ti
me acojo ¡Oh Señora y Madre de la Salud!, de ti me amparo. ¡Oh Virgen,
consuelo de los afligidos!, ante ti me postro, ¡Oh Reina de los Ángeles!
Y pues eres Madre de Dios y nuestra Salud, bien y refugio de pecadores,
no desprecies mis súplicas, sino antes despáchalas benignamente por
Jesucristo tu Hijo. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 30 DE NOVIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque concebiste por
obra del Espíritu Santo al Hijo de Dios, y lo trajiste en tus virginales
entrañas por nueve meses, alimentándolo con tu sangre purísima. Por lo
mismo te pido humildísimamente, que no permitas que tu Hijo Santísimo,
Salud y Vida nuestra, sea por más tiempo menospreciado de los infieles,
herejes y pecadores. Mira Señora, como en oprobio del mismo Hijo tuyo,
se llenan de ellos los infiernos, y alúmbralos como Astro benignísimo,
para que conozcan y amen, al que derramando tan liberalmente su Sangre,
nos redimió con ella. Muévete Señora, por esta misma Sangre, y por los
virginales pechos, a alcanzarles el perdón y enmienda a los pecadores,
perseverancia a los justos, descanso a las Almas del Purgatorio, y a ser
nuestra Salud, Amparo y Medianera en esta vida, y especialmente en la
hora de la muerte, para que por tu medio consigamos la salud eterna.
Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
DÍA TERCERO – 1 DE DICIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque pariste al Hijo
de Dios y tuyo, para bien y salud de los hombres, lo viste celebrado por
los ángeles, y adorado por los pastores y reyes. Por lo mismo te pido
humildísimamente, que no permitas que tu Hijo Santísimo, Salud y Vida
nuestra, sea por más tiempo menospreciado de los infieles, herejes y
pecadores. Mira Señora, como en oprobio del mismo Hijo tuyo, se llenan
de ellos los infiernos, y alúmbralos como Astro benignísimo, para que
conozcan y amen, al que derramando tan liberalmente su Sangre, nos
redimió con ella. Muévete Señora, por esta misma Sangre, y por los
virginales pechos, a alcanzarles el perdón y enmienda a los pecadores,
perseverancia a los justos, descanso a las Almas del Purgatorio, y a ser
nuestra Salud, Amparo y Medianera en esta vida, y especialmente en la
hora de la muerte, para que por tu medio consigamos la salud eterna.
Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
DÍA CUARTO – 2 DE DICIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque ofreciste a tu
santísimo Hijo, a los ocho días de nacido, a los rigores de la
crucifixión, para que derramase las primicias de su Preciosa Sangre, en
beneficio y salud de los hombres. Por lo mismo te pido humildísimamente,
que no permitas que tu Hijo Santísimo, Salud y Vida nuestra, sea por
más tiempo menospreciado de los infieles, herejes y pecadores. Mira
Señora, como en oprobio del mismo Hijo tuyo, se llenan de ellos los
infiernos, y alúmbralos como Astro benignísimo, para que conozcan y
amen, al que derramando tan liberalmente su Sangre, nos redimió con
ella. Muévete Señora, por esta misma Sangre, y por los virginales
pechos, a alcanzarles el perdón y enmienda a los pecadores,
perseverancia a los justos, descanso a las Almas del Purgatorio, y a ser
nuestra Salud, Amparo y Medianera en esta vida, y especialmente en la
hora de la muerte, para que por tu medio consigamos la salud eterna.
Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
DÍA QUINTO – 3 DE DICIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, por que presentaste en
el Templo a tu Santísimo Hijo, como agradable sacrificio al Eterno
Padre, para remedio y salud de los hombres. Por lo mismo te pido
humildísimamente, que no permitas que tu Hijo Santísimo, Salud y Vida
nuestra, sea por más tiempo menospreciado de los infieles, herejes y
pecadores. Mira Señora, como en oprobio del mismo Hijo tuyo, se llenan
de ellos los infiernos, y alúmbralos como Astro benignísimo, para que
conozcan y amen, al que derramando tan liberalmente su Sangre, nos
redimió con ella. Muévete Señora, por esta misma Sangre, y por los
virginales pechos, a alcanzarles el perdón y enmienda a los pecadores,
perseverancia a los justos, descanso a las Almas del Purgatorio, y a ser
nuestra Salud, Amparo y Medianera en esta vida, y especialmente en la
hora de la muerte, para que por tu medio consigamos la salud eterna.
Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
DÍA SEXTO – 4 DE DICIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque con muchos
trabajos, pobrezas e incomodidades, llevaste ocultamente a Egipto a tu
Santísimo Hijo, por libertarlo del impío Herodes, y conservanos nuestra
salud. Por lo mismo te pido humildísimamente, que no permitas que tu
Hijo Santísimo, Salud y Vida nuestra, sea por más tiempo menospreciado
de los infieles, herejes y pecadores. Mira Señora, como en oprobio del
mismo Hijo tuyo, se llenan de ellos los infiernos, y alúmbralos como
Astro benignísimo, para que conozcan y amen, al que derramando tan
liberalmente su Sangre, nos redimió con ella. Muévete Señora, por esta
misma Sangre, y por los virginales pechos, a alcanzarles el perdón y
enmienda a los pecadores, perseverancia a los justos, descanso a las
Almas del Purgatorio, y a ser nuestra Salud, Amparo y Medianera en esta
vida, y especialmente en la hora de la muerte, para que por tu medio
consigamos la salud eterna. Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 5 DE DICIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque habiendo perdido
a tu dulcísimo Jesús, lo buscaste con el mayor dolor y vigilancia,
enseñándonos el esmero con que debemos solicitar y guardar la salud del
alma, que hemos perdido tantas veces con nuestras culpas. Por este dolor
te pido humildísimamente, que no permitas que tu Hijo Santísimo, Salud y
Vida nuestra, sea por más tiempo menospreciado de los infieles, herejes
y pecadores. Mira Señora, como en oprobio del mismo Hijo tuyo, se
llenan de ellos los infiernos, y alúmbralos como Astro benignísimo, para
que conozcan y amen, al que derramando tan liberalmente su Sangre, nos
redimió con ella. Muévete Señora, por esta misma Sangre, y por los
virginales pechos, a alcanzarles el perdón y enmienda a los pecadores,
perseverancia a los justos, descanso a las Almas del Purgatorio, y a ser
nuestra Salud, Amparo y Medianera en esta vida, y especialmente en la
hora de la muerte, para que por tu medio consigamos la salud eterna.
Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
DÍA OCTAVO – 6 DE DICIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque a tu Hijo
Santísimo, Jesús, sentenciado y condenado a muerte por amor y salud de
los hombres, lo asiste al pie de la Cruz con fortaleza, y animo
invencible en todos sus tormentos, Pasión y Muerte. Por estos dolores
agudísimos, te pido humildísimamente, que no permitas que tu Hijo
Santísimo, Salud y Vida nuestra, sea por más tiempo menospreciado de los
infieles, herejes y pecadores. Mira Señora, como en oprobio del mismo
Hijo tuyo, se llenan de ellos los infiernos, y alúmbralos como Astro
benignísimo, para que conozcan y amen, al que derramando tan
liberalmente su Sangre, nos redimió con ella. Muévete Señora, por esta
misma Sangre, y por los virginales pechos, a alcanzarles el perdón y
enmienda a los pecadores, perseverancia a los justos, descanso a las
Almas del Purgatorio, y a ser nuestra Salud, Amparo y Medianera en esta
vida, y especialmente en la hora de la muerte, para que por tu medio
consigamos la salud eterna. Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
DÍA NOVENO – 7 DE DICIEMBRE
Por la Señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Amabilísima
Reina de los Ángeles, Santísima María, yo te venero y reverencio con
toda mi alma, como a Madre y Señora de la Salud, porque después de haber
obrado nuestra salud tu Santísimo Hijo, con su afrentosa muerte,
recibiste en tus tiernos brazos su destrozado cuerpo, recostándolo
amorosísimamente en tu seno materno, mirando con inmenso dolor sus
llagas, herida y cardenales que dividían tu santísima Alma. Por este
dolor, y por el que sentiste cuando te lo arrancaron de tus brazos
santísimos para sepultarlo, te pido humildísimamente, que no permitas
que tu Hijo Santísimo, Salud y Vida nuestra, sea por más tiempo
menospreciado de los infieles, herejes y pecadores. Mira Señora, como en
oprobio del mismo Hijo tuyo, se llenan de ellos los infiernos, y
alúmbralos como Astro benignísimo, para que conozcan y amen, al que
derramando tan liberalmente su Sangre, nos redimió con ella. Muévete
Señora, por esta misma Sangre, y por los virginales pechos, a
alcanzarles el perdón y enmienda a los pecadores, perseverancia a los
justos, descanso a las Almas del Purgatorio, y a ser nuestra Salud,
Amparo y Medianera en esta vida, y especialmente en la hora de la
muerte, para que por tu medio consigamos la salud eterna. Amén.
Rezar siete Ave Marías antecedidas con “Reina de los Ángeles, muestra que eres Madre”, y finalizadas estas, el Gloria Patri. La Oración se dirá todos los días.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)