Noticia tomada de GLORIA NEWS.
En 2007, Carballo, en ese entonces ministro general de los Frailes Menores, y tres tesoreros regionales franciscanos -Giancarlo Lati, Renato Beretta y Clemente Moriggi- se reunieron con un corredor de bolsa llamado Leonida Rossi, liberando enormes sumas durante cinco años para invertir en el hotel romano de lujo Il Cantico, y en proyectos en un hotel de lujo situado en Kenia.
En el proceso se desvanecieron unos 20 millones de euros. Después que estallara el escándalo, Rossi se suicidó. El Vicario General de la Orden de los Frailes Menores, el padre Francesco Bravi, quería ser testigo de cargo, pero murió por problemas cardíacos poco antes de dar testimonio.
Los tres tesoreros fueron absueltos por prescripción. Lati y Beretta fueron trasladados a oscuros conventos, Moriggi dejó el sacerdocio luego de negarse al traslado forzoso. La versión oficial es que Carballo “no sabía nada”, lo cual es mentira (estuvo presente en las reuniones) o un signo de una estrepitosa incompetencia que lo habilitaba para ser promovido al Vaticano.
En 2018, después de que Carballo fuera designado para el Vaticano, creó Cor Orans, una ley que obliga a los monasterios contemplativos femeninos a federarse y permite a las diócesis confiscar los bienes de los monasterios.
Desde entonces, muchos monasterios en todo el mundo se vieron obligados a cerrar, por lo que la hermana cisterciense boliviana María Johanna Lauterbach habló de una “extinción”.
En diciembre de 2021, Carballo habló en un simposio parisino sobre cómo utilizar los edificios de los monasterios cerrados, por ejemplo, convirtiéndolos en hoteles de lujo.
Pero no siempre tuvo éxito. En 2019 ordenó el cierre de las monjas dominicas de Marradi (Italia) y solicitó los documentos de propiedad, pero las monjas se negaron.
El anticatólico sitio web Golias Editions reveló el año pasado que el Vaticano había intentado presionar a las monjas para que donaran voluntariamente sus bienes a los que los obispos no tenían acceso legal. En 2016, las Clarisas Pobres de Lourdes se enteraron por el periódico local que sus edificios estaban a punto de ser vendidos por la diócesis. Se asociaron con abogados y retuvieron el control. Según CrisisMagazine, muchos monasterios se han derrumbado bajo una intensa presión disfrazada de santa obediencia.
Carballo también quería que los Franciscanos de la Inmaculada entregaran 30 millones de euros en activos en poder de los síndicos laicos. En vano.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)