Devoción publicada en el Manual de Piedad, impreso en Lima por el establecimiento de Huerta y Cía., en 1864.
DEVOTA VISITA PARA EL DÍA TREINTA DE CADA MES EN HONOR DE SANTA ROSA DE SANTA MARÍA
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
¡Oh vida de las vidas, Beatísima Trinidad! Postrados ante vuestro divino acatamiento de seamos conmemorar con el más fervoroso afecto de nuestros corazones, la admirable obra de vuestras manos en la Rosa de Santa María; y por lo que en ella os complacéis, te suplicamos, otorgues nuestros ruegos, si son para mayor honra y gloria vuestra. Amén.
SALUTACIÓN A LA SANTA
Dios te salve, oh admirable Virgen, y Patrona nuestra Rosa de Santa María; Dios te salve, alegría del nuevo mundo, honra de tu pueblo, Estrella de Lima, Corona de tu Patria, Oro riquísimo del Perú, Tesoro de las Indias. Dios te salve, Flor de la Iglesia, Rosa de humildad, Azucena de pureza, Oliva de paz, Fuego de caridad, Perla preciosísima, Paloma hermosísima. Salúdoos, oh esposa amantísima del Corazón de Jesús, hija muy regalada de María Santísima, viva imagen de tu Maestra Catalina. Aláboos, oh ejemplo de penitencia, escogida entre millares, Patrona de un nuevo mundo. Bendigoos, oh Rosa amabilísima, Rosa graciosísima, Rosa preciosísima, Rosa inocentísima, Rosa Purísima, Rosa ilustrísima, Rosa santísima, Rosa gloriosísima.
Luego se rezan tres Padre nuestros, Ave Marías gloriados a la Santísima Trinidad en honra y honor del desposorio de Rosa con el Niño Jesús, y se dice después la siguiente:
ORACIÓN A SANTA ROSA
¡Oh fragantísima Rosa de Santa María, que estáis plantada en los jardines del Cielo! honra y gloria de vuestro pueblo, alegría del mundo: gracias hacemos a la Majestad Divina por la admirable pureza con que os hermoseó, por la invencible paciencia con que os fortaleció, por las heróicas virtudes con que os adornó, y por el encendido fuego de amor en que os abrasó: alegraos y gozaos en los brazos de vuestro amado Jesús, oh dichosísima esposa de su corazón: bebed en su dulce costado las abundantes delicias que corresponden a vuestro asombroso padecer; y cuando así la gozareis, acordaos de nosotros, repartiéndonos del incendio de vuestro amor unas centellas que nos hagan morir por Jesús, María y José: acordaos. que sois la elegida para Patrona de un mundo; y que cuidó de vos Jesús, porque tuvieseis cuidado de nosotros. Alcanzadnos, oh Rosa apacible, gran humildad: oh blanca Azucena, gran castidad; oh Clavel encendido, gran caridad, para que merezcamos ser olor agradable a vuestro Divino Esposo, siervos verdaderos de María y José, y eternos compañeros vuestros en la gloria. Amén.
Habiendo dicho esta oración se aviva la confianza y se pide a Dios por la intercesión de la Santa lo que deseamos conseguir:
GOZOS
Querida y amada esposa,
De Jesús imitadora,
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Por alta disposición
En la gran Ciudad de Lima
Naciste flor peregrina
Para gloria del Señor:
Pues Serafín en su amor
Fuiste Virgen prodigiosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Ángel en carne mortal
Pareces por tu pureza,
Y por tu rara belleza
Criatura celestial;
Pues la gracia bautismal
Conservaste cuidadosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Tu hermoso rostro le vieron
Convertido en una rosa,
En la cuna prodigiosa,
Y admirable te advirtieron;
Y por nombre te pusieron
Esta señal misteriosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Desde niña te entregaste
A la mortificación,
Y con muy grande rigor
A tu cuerpo le trataste;
Y con mucho amor miraste
La penitencia horrorosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Jesús entre tus rigores
Benigno se deja ver,
Y te alienta a padecer
Para imitar sus dolores;
Fue de la gracia primores
Tu penitencia asombrosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Llegabas con tal pureza
A recibirle al altar,
Que con gracia singular
Te hizo el Señor la fineza
Que tu rostro resplandezca,
Y parezcas ya gloriosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Siete horas te duraba
Su sacramental presencia,
Tal prodigio con frecuencia
Contigo Jesús obraba;
Pues así te regalaba
Como a su querida esposa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Pues ya gozas con tu Esposo
Sus delicias en el cielo,
Pide que nos dé el consuelo
Que le veamos glorioso;
Pues te concedió piadoso
Ser en todo milagrosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Consuelo en vuestra piedad
Encuentran los corazones,
En tristeza y aflicciones
Y en toda necesidad;
Pues tu grande santidad
Te hizo misericordiosa:
Sed nuestra intercesora
Seráfica Virgen Rosa.
Antífona: Rosa, hermana nuestra, logremos gracia por ti, y viva nuestra alma por tu favor.
℣. Ruega por nosotros bienaventurada Virgen Rosa.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Omnipotente Dios, dador de todos los bienes, que a la bienaventurada Santa Rosa de Santa María, adornada del rocío celestial de la gracia, y del candor de la virginidad y paciencia, hiciste que en el Reino de las Indias floreciese: concédenos, Señor, a nosotros tus esclavos, que los que corremos tras la fragancia de tan peregrina Rosa, logremos hacernos participantes del olor, fragancia, y suavidad de Cristo nuestro Redentor, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)