Traducción y adaptación de la Novena publicada por el Canónigo Giuseppe Riva en el Manual de Filotea, publicado en Turín por Giacomo Arneodo, tipógrafo de la Curia Arzobispal, en 1901. Los Gozos, de origen valenciano, son tradicionales, sin autor conocido. Puede rezarse en cualquier momento del año, particularmente antes del 7 de Diciembre, día de su ordenación sacerdotal, o del 4 de Abril, día de su tránsito.
NOVENA EN HONOR AL GLORIOSO OBISPO, PADRE Y DOCTOR DE LA IGLESIA SAN AMBROSIO DE MILÁN
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN – PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mio,
por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de
todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más
pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi
vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como
os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me
los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre,
Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en
vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
DÍA PRIMERO – 28 DE NOVIEMBRE
Glorioso
San Ambrosio, que casi desde los más tiernos años recopilaste en ti la
rectitud de tu padre Ambrosio, la prudencia de tu hermano Sátiro y la
virginal pureza de tu hermana mayor Marcelina, a quien viste con santa
alegría recibir el velo monástico por el santo Papa Liberio; y a medida
que crecías en edad, crecías igualmente en toda forma de ciencias y de
virtud, que después de ser de todos admirado por tu elocuencia en los
tribunales, particularmente a favor de los pobres, hiciste la especial
delicia de la Insubria, Liguria y Emilia, que bajo el aviso del prefecto
Probo, gobernaste como obispo más que como juez, obténnos a todos la
gracia de siempre modelarnos sobre los buenos ejemplos de nuestros
prójimos más fervorosos, de no usar nuestras luces sino para sostener
las razones de la verdad y de la justicia, y de preferir siempre la
dulzura a la severidad, para conformarnos plenamente al precepto del
divino Maestro que dijo: «Aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón».
Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.
GOZOS AL GRAN PADRE Y DOCTOR DE LA IGLESIA SAN AMBROSIO DE MILÁN
Pues que fundan la grandeza
Trabajo, doctrina y celo;
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
No es cuestión muy oportuna
(Del Cielo por la ganancia),
Si fue la Italia, o la Francia,
La que os dio la noble cuna:
Mas de tu naturaleza
Mas de tu naturaleza
Cierto fue feliz el suelo.
¡Siendo vos niño, acudieron
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Abejas a vuestra boca!
Lo que más pasmo provoca
Es que daño no os hicieron,
El padre, de la extrañeza,
Presagió vuestro gran vuelo.
De estudios por la carrera
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
No corristeis, que volasteis:
Y joven desepmeñasteis
Empleos de mucha esfera:
La vara por la entereza
Fue una vara de consuelo.
De Milán por presidente
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Valentiniano os destina,
La Providencia Divina
Por Obispo de la gente:
Esto se vio con presteza
Y del pueblo con anhelo.
El obispo fallecido
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
(Hereje arriano era),
Cada uno mucho se esmera
Elegirlo del partido:
Detenéis vos su fiereza,
Mas caéis en el anzuelo.
Habla milagrosamente
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Un niño infante y asegura
Que del gran Milán la cura
Se ha de dar al presidente:
La división luego cesa,
Cesa el furor, cesa el duelo.
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
¿Qué huís, Ambrosio? ¿Qué hacéis?
¿Qué fingís la crueldad?
¿Qué encubrís la castidad?
¿Vos Obispo no seréis?
Se sostendrá con firmeza
Una elección, que es del Cielo.
¡Qué campo tan dilatado
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Descubrió vuestro fervor!
¡Qué trabajos, qué sudor
Os costó el Episcopado!
¡Lo que pudo tu entereza!
¡Lo que logró vuestro celo!
El Cielo os ilustró
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Con mucha ciencia infusa:
La herejía muy confusa
El campo os abandonó:
De Justina la fiereza
Se embotó con vuestro celo.
Ella pudo perseguiros,
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Pudo intentar vuestro daño:
Circuído del rebaño
Jamás pudo proscribiros:
Y después con gran bajeza
Y después con gran bajeza
Imploró vuestro consuelo.
Día y noche no cesaba
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
El pastoral ministerio:
Vuestro celo el Presbiterio
Teodosio negaba:
De Máximo la vileza
Temía a vuestro recelo.
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Del culto la majestad
Por vuestro celo brilló,
Y los himnos que dejó
Canta la posteridad:
Fuisteis Ángel en pureza,
En amor un Mongibelo.
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Sois un muro que no quiebran
Emperadores, Ambrosio:
Dígalo el gran Teodosio
Que todos tanto celebran:
Tiembla él de vuestra firmeza,
Y os propone por modelo.
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Tanto oír, tanto escribir,
Tanto orar, tanto enseñar,
A Agustín hizo admirar
Y a la Iglesia conducir:
Y a la Iglesia conducir:
Talento de tal belleza
Es nuestro por vuestro celo.
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Al carro de los Doctores
Por la Iglesia estáis unido,
Y el primero, si no olvido,
Por la Iglesia estáis unido,
Y el primero, si no olvido,
Sois de cuatro Conductores:
Para Grande cuanto expresa
Jesús, fuisteis en el suelo.
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
La fe y la disciplina
De la Iglesia defended:
Y sea por vuestra merced
La nuestra vuestra doctrina;
Que el infierno tan aprisa
Procura quitar del suelo.
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
Pues que fundan la grandeza
Trabajo, doctrina y celo;
¡Cuán grande sois en el Cielo,
Ambrosio, con tanta empresa!
℣. Lo amó el Señor y lo adornó.
℟. Lo revistió con una estola gloriosa.
ORACIÓN
Oh
Dios, que habéis dado a tu pueblo al bienaventurado San Ambrosio como
ministro de salvación eterna: concédenos, te suplicamos, que cuantos lo
tuvimos como maestro de vida en la tierra, merezcamos tenerlo como
intercesor en el Cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 29 DE NOVIEMBRE
Por la señal…
Acto de Contrición.Glorioso
San Ambrosio que, nutriendo el más alto concepto del Orden sagrado, no
dejaste intentado ningún medio para sustraerte de la sagrada Ordenación
cuando, si bien aún catecúmeno, fuiste llamado con los signos más
evidentes de la expresa voluntad del Señor; y sometiéndote para no
contradecir a la divina voluntad, te mostraste enseguida verdadero
modelo de perfección pastoral haciéndote todo a todos para ganarlos a
todos para Jesucristo, y a todos efificaste con tu continua aplicación a
los estudios sagrados y los sagrados misterios, prestándote siempre a
las necesidades de todos cuantos a ti recurrían, además de hallar
delectación en las más copiosas limosnas, la más ferviente oración y el
más prolongado ayuno, alcánzanos a todos nosotros la gracia de no
ambicionar jamás ninguna distinción del mundo, honrar siempre con los
mayores obsequios todos los sagrados ministerios y cumplir siempre con
la mayor exactitud todos los deberes de nuestro estado.
Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA TERCERO – 30 DE NOVIEMBRE
Por la señal…
Acto de Contrición. Glorioso
San Ambrosio, que si bien estuviste dotado te tanto saber para ser
objeto de justa admiración en todo el mundo, por lo cual te honraron por
su correspondencia San Basilio en Cesarea, San Juan Crisóstomo en
Constantinopla y San Jerónimo en Belén, y te consultaban casi como
maestro San Gaudencio en Brescia por ti subrogados al difunto obispo San
Filastro, San Vigilio en Trento enseñados por ti en todos los deberes
de la dignidad pastoral; y San Agustín en Hipona ganados por tu doctrina
y tus ejemplos a la fe y dirigidos a la perfección más sublime; no
desdeñaste nunca los consejos del santo sacerdote Simpliciano, que te
había enviado el mismo Papa San Dámaso como auxiliar, y muchas veces
sometiste tus escritos a examen de otros, protestándote siempre
reconocido a sus respetuosas observaciones, alcánzanos la gracia de
nunca envanecernos por la estima de otros, de siempre desconfiar de
nuestras luces, y de siempre acoger con humilde reconocimiento las
correcciones que creyesen hacernos los verdaderos amigos de nuestro
bien.
Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 1 DE DICIEMBRE
Glorioso
San Ambrosio, que, incansable en el trabajo por la santificación de las
almas, con tos elocuentísimas prédicas y con tus doctísimos escritos
pusiste en tanta luz todas las verdades católicas, y especialmente las
sumas virtudes de la pureza virginal, que gran número de herejes regresó
arrepentido a la fe verdadera, una gran multitud de pecadores detestó
sinceramente sus propias fallas, y un ejército siempre creciente de
piadosísimas vírgenes pobló de verdaderos Ángeles en carne los santos
claustros fundados por ti, de los cuales como de verdaderos jardines de
celestiales delicias se expandía por todas partes la divina fragancia de
las más heroicas virtudes; obténnos a todos nosotros la gracia de
siempre aprovechar por medio de la divina palabra, para conformar
constantemente nuestra vida, y de siempre apreciar las almas consagradas
al Señor, para tener en gloria el emular con todo empeño los
virtuosísimos ejemplos, en cuanto comporta el estado en que la
Providencia nos ha colocado.
Por la señal…
Acto de Contrición. Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 2 DE DICIEMBRE
Glorioso
San Ambrosio, que, siempre atento como buen Pastor para combatir los
lobos insidiadores de la sagrada grey, no satisfecho de haber liberado a
tu grey del nuevo lobo que surgió en Milán en la persona de Joviniano,
que se rebeló a la disciplina del claustro y a la fe católica, acudiste
solícito a la necesidad de las diócesis más lejanas cuando estaban para
caer víctimas de los más obstinados fautores de la herejía; y luego te
dirigiste ora a Sirmipo para hacerte proclamar por el nuevo obispo
Anemio un verdadero luminar de doctrina y de santidad, ora en Aquileya
para cobatir en pleno Concilio la impía doctrina de los dos arrianos
Claudiano y Secundiano, que todo ponían en obra para sembrar en el
pueblo la mortífera cizaña de sus errores; obtén para todos nosotros la
gracia de celar siempre en la mejor forma que nos sea posible la
savación de nuestros hermanos con correcciones oportunas si están
extraviados, o con saludables apoyos, si son buenos, pero especialmente
con nuestra oración dirigida en su provecho, y con nuestro buen ejemplo
siempre eficas en el mejoramiento espiritual de los prójimos.
Por la señal…
Acto de Contrición. Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 3 DE DICIEMBRE
Glorioso San Ambrosio,
que, aunque amado y admirado de los más poderosos del siglo, no dejaste
nunca de explicar ante ellos una franqueza verdaderamente apostólica,
tanto en reconvenirlos de sus fallas si dóciles a tus insinuaciones,
como en combatir con la mayor energía sus injustas pretenciones s
prepotentes y obstinados, luego tuviste la gloria y el contento de
inducir a la más ejemplar penitencia a aquel emperador Teodosio, a quien
no temiste prohibir el ingrso en el templo por la injusta masacre
ordenada en Tesalónica, y de hacer vanos todos los esfuerzos no solo de
Valígono y Símaco en Roma, cuando intentaron levantar nuevamente el
abatido culto de los ídolos, pero también de la impía y soberbia
emperatriz Justina en Milán, cuando con la fuerza armada pretendió
restablecer a pesar tuyo y de la ciudad la ya derrotada herejía arriana;
alcánzanos a todos nosotros la gracia de no dejarnos nunca dominar de
cualquier respeto humano cada vez que convenca corregir a los que yerran
para reconducirlos al buen camino, o de combatir a los enemigos del
bien para preservar a nosotros mismos y al prójimo de toda espiritual
ruina.
Por la señal…
Acto de Contrición. Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 4 DE DICIEMBRE
Por la señal…
Acto de Contrición. Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 5 DE DICIEMBRE
Glorioso
San Ambrosio, que, después de haber purgado la mística viña que te fue
confiada de la doble cizaña de la herejía y de las malas costumbres, la
fecundaste con las vivíficas plantas de las prácticas más salutíferas, y
recomendando especialmente: 1.º la devoción a María, de quien en cada
encuentro exaltaste sus singularísimas virtudes con las más sublimes
alabanzas; 2.º el culto a los Santos, hasta promover la construcción de
una nueva Basílica dedicada a los Apóstoles, deponiendo en sus cimientos
las preciosas reliquias que trajiste de Roma, y honrar en distinguida
sepultura los gloriosos mártires milaneses Gervasio y Protasio, que
descubriste por divina ilustración; 3.º la más cordial sujeción al
verdadero Centro de la Comunión Católica el Romano Pontífice, hasta
pronunciar aquella grande y siempre verdadera sentencia que «donde está
el Papa allí está la Iglesia»; alcánzanos a todos nosotros la gracia de
siempre profesar y promover con todo empeño, no solo la mortificación,
sino también la devoción a María que es la medianera de todas las
gracias, el culto a los Santos que son nuestros más poderosos abogados, y
el más filial obsequio al Romano Pontífice que es el padre, rector y
maestro siempre infalible de todos los fieles, del cual discrepar es lo
mismo que salir de la grey de Cristo para ponerse en el camino de la
perdición sempiterna.
Por la señal…
Acto de Contrición. Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
Por la señal…
Acto de Contrición. Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
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