¡CUÁN ESTREPITOSA HA SIDO TU CAÍDA, ROBERT ZOLLITSCH!

Traducción de la noticia tomada de KATH.CH (Suiza). Comentario propio.

   

ROBERT ZOLLITSCH CUMPLE 85: NO ENFRENTAR LOS ABUSOS ENSOMBRECE SU OBRA

Robert Zollitsch Geiger se convirtió tardíamente en obispo. Como el Estudio de Abusos en Friburgo de 2023 mostró: Durante su administración, encubrió sistemáticamente el abuso. Zollitsch ha caído profundamente. El retrato de un eclesiástico cuyo fracaso supera cualquier otra cosa.

  

Su retrato en el cuartel general diocesano ha sido bajado, el expresidente de la Conferencia Episcopal ha devuelto sus condecoraciones estatales, y Robert Zollitsch no será enterrado en la catedral, el primer arzobispo de Friburgo en décadas para el cual este no será el caso.

  

Encubrimiento de abusos

Su legado, su elevada carrera eclesiástica y sus méritos como presidente de la Conferencia Episcopal Alemana solo son notas marginales en su 85. cumpleaños el 9 de Agosto. Su omisión en tratar con las víctimas de abuso sexual clerical, sus estrategias de encubrimiento y la protección de los abusadores pesan demasiado.

   

Como arzobispo, Robert Zollitsch ignoró a las víctimas de abuso

Las acciones de Zollitsch son reveladas en detalle en el reporte de abuso y encubrimiento en la Archidiócesis de Friburgo, cuyos expertos publicaron en la primavera de 2023 después de años de investigación. La documentación acusa al por mucho tiempo arzobispo de Friburgo de múltiples violaciones a la ley. Por ejemplo, él omitió deliberadamente iniciar procedimientos penales canónicos contra los abusadores.

    

Protección a los abusadores, indiferencia a las víctimas

La acusación más grave es que Zollitsch en primer lugar hizo más posible la violencia sexual y el abuso. Por no detener a los acusados o convictos. En cambio, los transfería discretamente a otras parroquias, donde los menores volvían a ser víctimas. Zollitsch no escuchó a las víctimas, ellas no encontraron ninguna ayuda o apoyo de parte de él.

   

Por su activo encubrimiento de los abusos: A Robert Zollitsch se le negará un funeral en la catedral de Friburgo

Después de un largo silencio, Zollitsch se había dirigido a las víctimas en un vídeo-comunicado a fines del 2022. Él admitió graves errores y culpa moral, pero no fue a casos específicos [como el del presbítero Franz Bühler, quien abusó de decenas de menores en la iglesia de San Galo de Oberharmersbach entre 1968 y 1991, y se suicidó en 1995]. Él había subestimado el alcance del abuso y el sufrimiento. Por tanto, él pidió perdón, y añadió que él sabía no esperar una aceptación de esta disculpa.

   

Una disculpa a medias

En realidad, estas fueron palabras claras. Pero el fin del vídeo impidió al público apreciar la admisión de la culpa. En el vídeo, Zollitsch se describe a sí mismo como una persona que aclaró la materia, incluso frente a la oposición, también en contacto con el Vaticano. Sin embargo, el informe de abusos documenta que él ignoró las reglas como presidente de la conferencia episcopal y, por ejemplo, casi no reportó abusadores al Vaticano.

   

Después de retirarse como arzobispo en 2014, Zollitsch vivió retirado en su piso detrás de la catedral. Ya no atendió a compromisos oficiales. Hace pocos meses, Zollitsch se mudó a una locación asistida en Mannheim, la ciudad donde había pasado parte de su infancia.

Traumas de guerra y viaje a Alemania

Nacido el 9 de Agosto de 1938 en  Philipsdorf/Filipovo en la antigua Yugoslavia [actual Bački Gračac, Serbia, N. del T.], Zollitsch tuvo que ver siendo niño cómo los partisanos de Tito mataron a su hermano Josef y a otros 200 aldeanos en Noviembre de 1944. "Tuve que pasar por las terribles experiencias de la guerra, huida y expulsión. Sé cómo se siente cuando soldados armados tratan de forzar a las madres con sus hijos a subir a un camión para ser deportados al campo. Y también sé lo que significa tener que construir una nueva existencia en un ambiente extranjero, informó en una ocasión.

La temprana infancia de Zollitsch fue marcada por los horrores de la Segunda Guerra Mundial

Zollitsch huyó a Mannheim con sus padres Sebastián Zollitsch y Teresa Geiger y, después de graduarse de la preparatoria, inicialmente pensó en estudiar literatura o historia. Pero la vocación para ser sacerdote fue más fuerte. "Quería ayudar a otras personas a llevar una vida plena en la fe", dijo en retrospectiva. Zollitsch permaneció fiel a su amor a la literatura, tal como Heinrich Böll y Günther Grass.

  

Nombramiento tardío a la cátedra episcopal

Por 20 años, Zollitsch fue jefe de personal en la Archidiócesis de Friburgo, donde organizó la atención pastoral. En 2003, a la edad de 64 años, fue inesperadamente nombrado obispo. Como jefe de la archidiócesis, también, ganó rápidamente una reputación como un organizador que tuvo un impacto más allá de las fronteras diocesanas: Zollitsch asumió el cargo de director financiero en la Asociación de Diócesis Alemanas (VDD), que administra los fondos comunes de las diócesis en todo el país.

  

En 2008, los obispos lo eligieron presidente de su conferencia después que el cardenal Karl Lehmann (que en épocas recientes también había sido criticado fuertemente por encubrir el abuso) renunció al cargo por motivos de salud. Un papel con gran carisma público.

   

Zollitsch luchó por preservar los valores cristianos como base para las decisiones sociopolíticas. “Los cristianos no deben esconderse, sino que deben ayudar a moldear la sociedad. Brindar respuestas a preguntas apremiantes como la integridad de la creación o la creciente desigualdad social”. Describió la visita del Papa Benedicto XVI en 2011 como el punto culminante de su carrera eclesiástica en Friburgo.

En ese momento, la iglesia se mostró una vez más en una luz radiante, por ejemplo, en el servicio de clausura con decenas de miles de personas. Desde entonces, la imagen, apariencia e importancia de la Iglesia Católica en Alemania han cambiado dramáticamente. Al igual que la imagen pública de Zollitsch.

  

COMENTARIO: No solo el encubrimiento de los abusos sexuales en la archidiócesis de Friburgo es el borrón que tiene el legado de Zollitsch. También su postura modernista (negó la indisolubilidad del matrimonio), ecumenista y sus herejías. En una entrevista transmitida el Sábado Santo 11 de Abril de 2009 en el programa “Horizonte” del canal “Heßischer Rundfunk”, Zollitsch negó el carácter expiatorio de la muerte de Cristo toda vez que, según él, Cristo «no murió por los pecados humanos porque Dios necesitaba una ofrenda por el pecado, un chivo expiatorio, por así decirlo», sino que simplemente «se solidarizó con nosotros los humanos, con nuestro sufrimiento, con nuestra muerte hasta el final».

According to Zollitsch «esta es la gran perspectiva, la tremenda solidaridad» that Christ went so far that he suffered all «conmigo». The journalist asked Zollitsch: «¿No lo pondría más así, que Dios entregó a su propio Hijo, por así decirlo, porque los humanos éramos tan pecadores? ¿Ya no lo diría así?». A esto, Zollitsch replicó: «No. En solidaridad con nosotros, Él entregó a su propio Hijo en esta agonía final para mostrar: tanto vales para mí, iré contigo, estoy contigo en cada situación»

 archbishop seems to row back a tiny way when he says that ones own sins were responsible that Christ «se haya involucrado tanto conmigo». But he does not elaborate farther. «Cristo se ha involucrado conmigo en solidaridad de libre voluntad» the archbishop repeated in the interveiw. According to Zollitsch Christ has «participado en llevar lo que debo, también lo que he causado en términos de mal, para al mismo tiempo llevarlo al mundo de Dios y así también a mí para mostrarme la salida del pecado, la culpa y la muerte a la vida».

Tal invención herética, que ni en el Vaticano II se hizo presente (por ejemplo, en el decreto “Christus Dóminus” sobre los obispos, se reconoce el carácter expiatorio de la Pasión de Cristo), sin embargo pasó inadvertida a los medios y al gran público. No así cuando, para esas mismas fechas, la televisión sueca publicó la entrevista a Mons. Williamson donde él cuestionó el “dogma mundano” de los seis millones de judíos muertos a manos de los nazis en la Guerra Mundial.