Avisos publicitarios en la farmacia del Vaticano (fundada en 1874 por el hermano Eusebio Ludvig Fronmen de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y desde 1929 sita en el Palacio Belvedere, cerca de la Gendarmería) anuncian perfumes con ingredientes como espiga de nardo, franquincienso, mirra, rosa, eucalipto y azafrán, entre otros, informó Aleteia el 22 de Abril.
Los perfumes, con nombres “Oro”, “Franquincienso”, “Mirra” y “Rosa mística” pertenecen a la “Colección Sagrada Biblia”, diseñada en 2017 por el perfumista italiano Lorenzo Dante Ferro, y cada botella de 100 ml se vende allí y en la tienda de recuerdos de los Museos Vaticanos a 59 euros (64 dólares estadounidenses).
Una búsqueda independiente al cierre de esta edición pudo comprobar que aún no hay el tan publicitado de Bergoglio “Olor a oveja”, ni nada que disimule el hedor a herejía, apostasía, corrupción y formaldehído que lleva exhalando el Vaticano modernista desde 1958.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)