Las Hermanas Franciscanas de la Presentación de María de Coimbatore (congregación fundada en 1853 por el sacerdote francés Joseph Louis Ravel MEP) en el estado indio de Tamil Nadu, celebraron el 24 de junio el 25.º aniversario de la inauguración del templo de yoga “Yanalinga”. El evento de 10 horas, transmitido en vivo, consistió en cantos de varias religiones para una estatua llamada “Shiva Lingam” en el centro del templo.
El “Shiva Lingam” es una representación abstracta del dios hindú Shiva, uno de los dioses más importantes del hinduismo. Según la tradición hindú, Shiva es el Ser Supremo y el Destructor.
Las estatuas del “Shiva Lingam” generalmente consisten de tres elementos: un corto símbolo cilíndrico en forma de columna para Shiva, un elemento horizontal plano que sirve para hacer fluir las ofrendas líquidas y una serpiente.
La columna es un símbolo fálico de la creación, la regeneración y la “masculinidad cósmica”.
Los misioneros cristianos de los siglos XIX y XX se sorprendieron con la iconografía lingam y describieron el culto como obsceno, corrupto, desenfrenado, sobre-sexualizado, infantil, impuro, demoníaco, producto una cultura que era demasiado femenina y desenfrenada.
En la reciente celebración interreligiosa (que contó con la presencia de monjes del monasterio budista Seramey, y un invitado musulmán) la estatua cilíndrica dedicada por el gurú Jaggi Vasudev (más conocido como Sadhguru) fue adornada con flores y velas.
Las franciscanas actuaron en una sección titulada “Sacrificio cristiano”. Estaban sentadas en el suelo, vestidas con sus hábitos religiosos, cantando textos repetitivos, dirigidas por su superiora local sor Celin Nirmala FSPM. Mientras tanto, algunas personas con velas y manos cruzadas corrían alrededor de la estatua de Shiva Lingam.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)