Noticia tomada de ACTUALITÉS FSSPX (Distrito de Francia).
El viernes 28 de junio de 2024, el Tribunal Constitucional de Malaui desestimó a dos demandantes que buscaban la legalización de las relaciones entre personas del mismo sexo. Detenidos en 2021, el neerlandés Jan Willem Akstar y el transexual malauí Jana Gonani están acusados de múltiples cargos de crímenes antinaturales (Akster fue acusado de abuso sexual y sodomía, mientras Gonani había apelado su condena por “conducta antinatura”). Ellos intentaron escapar de la ley haciendo que ésta fuera declarada inconstitucional.
VOA África (un servicio de la cadena Voz de América, financiada por el gobierno de Estados Unidos) informa que los dos acusados, que fueron arrestados hace tres años bajo la ley de homosexualidad de Malaui, presentaron una petición al tribunal diciendo que las leyes de Malaui violaban sus derechos fundamentales, incluido el derecho a la privacidad y la dignidad.
Esta ley tipifica la homosexualidad como un delito punible con una pena máxima de prisión de catorce años.
Los jueces Joseph Chigona, Vikochi Chima y Chimbizgani Kacheche rechazaron los argumentos de los demandados, afirmando «que los demandantes no habían aportado pruebas de que las disposiciones de la legislación nacional discriminaran a los homosexuales».
El Tribunal Constitucional declaró además que «los demandantes eran libres de pedir al Parlamento que modificara las leyes del país sobre homosexualidad, si no estaban satisfechos con su sentencia».
Una sociedad muy favorable a la ley.
Hace un año, cuando este caso comenzó ante el Tribunal, la Conferencia Episcopal de Malaui organizó una manifestación a nivel nacional para dar a conocer su posición. También distribuyó una carta en la que recordaba la importancia de la familia para la sociedad y especificaba que “familia” debe significar el marido, su mujer y sus hijos.
También recordó que los actos sexuales sólo están permitidos entre personas casadas (hombre y mujer) y que cada acto debe expresar amor y apertura a la procreación. También acusaron a las empresas extranjeras de querer imponer su perversión en África, aprovechándose abyectamente de la pobreza del país.
A los católicos que representan el 45% de la población se unieron los protestantes que representan el 33%, así como los musulmanes (10%).
El padre Alpheus Zikomankhani, que envió un comunicado a ACI África, explica que los defensores de la familia están satisfechos con la sentencia y añade: «Damos gracias a Dios por esta victoria».
Evidentemente, en el mundo “occidental”, las mentes formateadas por una legislación que ha anulado completamente el derecho natural no comprenden tal decisión. Lo ven como un ataque a la privacidad, a la voluntad de cada persona, y consideran que las leyes de Malawi constituyen una discriminación intolerable.
Mientras que son estas legislaciones occidentales las que caen en la peor perversidad: la del rechazo de la ley natural y divina, para encerrarse en una “libertad” prometeica que se cree por encima de todo. Pero el mal es ahora tan profundo que no debemos esperar que estos espíritus puedan comprenderlo. Por tanto, la carrera hacia el abismo no ha terminado.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)