Orazione introduttiva
Postrados ante vuestro altar, ¡oh gran taumaturgo San Salvador de Horta, sol espléndido de la Iglesia Católica, fúlgida gema del Seráfico Instituto, refugio seguro de los pobres enfermos, consolador de los afligidos!, os suplicamos desde lo más profundo del corazón que queráis impetrarnos de Dios Altísimo todas aquellas gracias que nosotros estaremos pidiéndoos en estos miércoles (o días).
A vos recurrimos llenos de confianza, ¡oh San Salvador!, para implorar de la Divina Majestad el perdón de nuestras culpas, el final de nuestros desórdenes y una santa perseverancia en la fe que hemos jurado a Dios en el bautismo. Avvalorati de la divina Gracia, mediante vuestro patrocinio, mejor conoceremos el motivo de nuestra existencia, empezaremos a vivir con sentimientos de verdadera piedad y adoraremos a nuestro Dios con corazón humilde y sincero, a imitación vuestra, ¡oh querido Santo!, a fin de obtener incluso de Dios aquella gloria que vos ya gozáis en el Paraíso. Amén.
DÍA PRIMERO
Meditación: FE DE SAN SALVADOR DE HORTA
Entre las virtudes teologales la Fe tiene, sin duda, el primer puesto. Ésta es el sólido vaso de nuestra justificación, es la luz divina que penetra en todas partes y nos hace conocer las santas verdades; es la vida de todas las virtudes, argumento certísimo de las verdades reveladas y esencia de lo que firmemente esperamos.
De la fe de nuestro Santo son incontrastable testimonio los numerosos milagros por él obrados, porque de esta virtud principalmente el Apóstol San Pablo hace depender cuando le atribuye un poder tan grande para transportar los montes. Él, de hecho, de todos aquellos que demandaban milagros les requería la fe, y según el grado de esta, obraba los prodigios. Era ciertamente un espectáculo sublime ver de un lado una multitud de herejes capitaneados por Lutero negar la confesión sacramental, del otro a Salvador frecuentarla para corregirse de las imperfecciones más pequeñas; de un lado los herejes mover guerra terrible a la Eucaristía, del otro a Salvador recomendar la confesión y la comunión a los enfermos que a él recurrían en cantidades numerosas, si querían obtener la curación completa de sus enfermedades. Y así que, por su medio, fueron obrados aquellos numerosos milagros que en su lenguaje real eran un testimonio inconfutable de las verdades cristianas y que demuestran la firme fe del Santo. Imitemos entonces nosotros al Taumaturgo en su fe, recordemos frecuentemente las palabras del Apóstol San Santiago el Menor de que la fe sin obras es muerta.
Milagro del Santo
Cierto Juan Penna de Cariñena, ya por dieciséis años se encontraba paralítico en una cama. Ningún remedio probado por la ciencia le había aprovechado, y por quince meses no le fue posible cruzar el umbral de su casa. Perdida toda esperanza en los humanos remedios, se hizo conducir en litera al convento de Horta, distante casi cincuenta millas de Cariñena.
Un viaje lleno de dificultades para un enfermo de esta clase, pero no obstante Juan supo vencerlo todo con su fe. Apenas vio al hombre de Dios, se postró a sus pies y sollozando le pidió la curación de su mal.
«¡Acércate a los santos Sacramentos!», dice Salvador al pobre paralítico. Obedeció el pobre enfermo al mandato de Salvador, el cual bendiciéndolo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, le restituyó la primitiva salud. En el instante mismo Juan se levantó jubiloso de su litera, dándole gracias a Dios y a su siervo fiel, y perfectamente curado regresó a su país.
ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO
Oh Jesús, primera y eterna Verdad encarnada, que os complacisteis en revelar por medio de los Santos Apóstoles al mundo idólatra los arcanos misterios de vuestra santa Ley, admiro la pronta obediencia de ellos a vuestro divino querer, y confundido de mí mismo, que nacido del seno de la Santa Madre Iglesia, le presto tan poca fe, o la profeso fríamente, formándome una religión a capricho, agradable solo a mis pasiones. Por piedad, ¡oh Dios mío!, haced que vuestra santa Ley y la fe por mí jurada en el santo Bautismo, sean de ahora en adelante la norma de mi vivir; y a ejemplo de vuestro fidelísimo siervo San Salvador, viva como él vivió, obediente a vuestros santos preceptos, para conseguir la eterna salvación de mi alma. Amén.
Rezar tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria.
RESPONSORIO
De Horta una luz es nacida
Que ilumina a toda España,
Principalmente a Cataluña
Y también a la Francia
Extinto en Cerdeña,
Refulge sobre los astros,
Luego de ínclitos milagros
Nos ilumine desde el Cielo
Los cojos corren ágiles,
Los ciegos se abren a la luz,
La boca de los mudos habla,
Y la sordera es desterrada.
A Dios Padre sea la gloria,
Y a su único Hijo,
Con el Espíritu Santo Paráclito
Ahora y perpetuamente. Amén.
Antífona: Este hombre desde su adolescencia mereció curar a los enfermos, y el Señor le dio una magna claridad para iluminar a los ciegos y poner en fuga a los demonios. He aquí al hombre que sin querella sirvió verdaderamente a Dios, absteniéndose de toda mala obra y permaneciendo en su inocencia.
Ruega por nosotros, bienaventurado San Salvador.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
ORACIÓNOh Dios, que admirablemente manifiestas tu Omnipotencia en la humildad de tus Santos, y que te dignaste honrar a tu siervo San Salvador con la gracia de admirables curaciones y de una connotada sencillez, te suplicamos nos concedas que cuantos imploramos el auxilio de sus peticiones, alcancemos eficazmente la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DÍA SEGUNDO
Meditación: ESPERANZA DE SAN SALVADOR DE HORTA
La esperanza consiste en la expectación de los bienes futuros, expectación que hace nacer en nosootros un sentimiento de humildad, que se manifiesta exteriormente con una fiel constancia en el servicio de Dios. Elevados por la fe de las bajezas de aquí abajo, podemos entrever, también entre las lágrimas, las bellezas inefables de las celestiales estancias. En San Salvador, no menos viva que la Fe, se revelaba la virtud de la Esperanza, la cual le fue siempre fiel compañía en toda tribulación y dolor, tanto frente a las cosas celestiales, como en las exigencias de la vida. Esperaba incluso en los casos en los cuales la prudencia humana desaconsejaba esperar, y muchas veces en casos similares confortaba a sus cofrades y superiores. A qué grado esta sublime virtud elevábase en San Salvador, lo dicen la fuerza y la constancia que tuvo en medio de las grandes persecuciones y dolores que Dios permitió estuviese como oprimido. La esperanza de los bienes eternos fue la única fuerza que lo animó a permanecer constante en medio de todas las tormentas de la vida y a buscar al Señor.
Esperemos y confiemos también nosotros en ir un día a gozar para siempre al Señor en el Santo Paraíso; pero que esta nuestra esperanza sea acompañada por un firme propósito de querer salvar el alma a toda costa, a cualquier sacrificio, practicando las virtudes y huyendo de toda ofensa a Dios.
Milagro del Santo
Un niño de nombre Miguel, hijo de Esperanza Fontanet de Tortosa, mientras jugaba cerca al río Ebro, se cae y, arrastrado por las aguas, se ahogó. Ninguno se dio cuenta de la triste desventura. Sólo después de dos días, pasando por allí el hermano mayor ve sobre el agua el cadáver de un niño, que resultó ser el de su hermano Miguel. Petrificado del dolor, corre inmediatamente a avisar a su madre, la cual cómo quedó al ver el cadáver de su hijo es más fácil imaginarlo que decirlo. En el ímpetu de su dolor levantó con los brazos temblorosos el cadáver de su propio hijo y con gritos desesperados se hizo decir: «¡Oh santo hombre Fray Salvador, escucha mis lamentos, mira mi dolor, dale vida a los gélidos miembros de este fruto de mis entrañas. Yo te prometo visitarte con él a Horta y permanecer ocho días en aquél santuario, lugar de gracias y de maravillas divinas».
Habiendo apenas pronunciado estas palabras, el difunto niño dio fuertes señales de vida, abrió los ojos y abrazando a su madre la cubrió de tiernos besos.
ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO
Justísimo y misericordiosísimo Jesús, por mi pésima vida y mis contínuos desórdenes, vuestra Providencia, infinitamente ultrajada por causa mía, debiera ciertamente negarme la virtud de la esperanza, don todo propio de las almas justas y fieles. Mas esto no lo permite vuestra divina clemencia, por la cual yo, indignísimo pecador os ofrezco los méritos de vuestro fidelísimo siervo San Salvador de Horta para que os dignéis eliminar de mi corazón todo sentimiento, por mínimo que sea, de desesperación, y la vana presunción de salvarme sin el acompañamiento de obras buenas y meritorias. Amén.
Rezar tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. El himno y la Oración se dirán todos los días.
DÍA TERCERO
Meditación: CARIDAD DE SAN SALVADOR DE HORTALa fede è la base del mistico edificio della nostra santificazione; la speranza ne costituisce le mura; ma l’edificio non è ancora completo: ci vuole la carità che lo termini e lo adorni. La carità è la corona della nostra perfezione, perché per essa noi ci uniamo a Dio, restiamo in lui ed Egli resta in noi. La ragione che ravviva la fede e giustifica la speranza è senza dubbio la carità, che comunemente noi chiamiamo amore puro, disinteressato, senza restrizioni, senz’altro movente che Dio e il prossimo.
Salvatore, infatti, ardeva di un tale amore, quanto può essere capace di ardere un cuore umano. Di questo amore e di quest’ardente carità ne erano segni, nel nostro Santo, le parole e lo zelo instancabile delle sue opere. Non respirava se non per il desiderio della maggior gloria di Dio, la quale produceva nell’anima sua benedetta un’ansia continua per la conversione dei peccatori, ed avrebbe voluto che tutti i cuori si accendessero del santo amore di Dio. Visitava i carcerati, esortandoli al pentimento; assisteva con straordinaria carità gli infermi, non badando mai alla schifezza delle malattie e delle piaghe, e, mosso da santa carità, operava I più strepitosi miracoli per ritornar loro la primitiva salute.
Ah! Se anche noi amassimo il nostro Dio ed il nostro prossimo, come realmente siamo tenuti, con tutto il cuore, con tutta l’anima, con tutte le nostre forze, non troveremo nessuna difficoltà nell’adempimento della divina legge, nella pratica delle virtù, nell’acquisto della cristiana perfezione.
Milagro del Santo
Angelina Masala de Cagliari, ya por siete años paralítica, abandonada de los médicos y habiendo sido vanos todos los remedios humanos, mandó a su criada al convento de Santa María de Jesús para llamar al Santo y encomendarse a sus oraciones e implorar del cielo su curación.
El Santo, apenas verla, le aconsejó confesarse y comulgar porque sin duda la Virgen le habría dado esa gracia. Obedeció pronto Angelina, y el mismo día, después de haber recibido los Santos Sacramentos, Salvador volvió nuevamente a visitarla, y con la señal de la Cruz la curó instantáneamente de la enfermedad que por siete años la tenía clavada a la cama.
Preghiera
Dio del santo amore, desideroso come siete di comunicarmi i vostri doni più di quel che io sia pronto a riceverli, sebbene immeritevole, spero e confido d’ottenere per i meriti del vostro amoroso servo San Salvatore il dono più importante e fine di tutti i doni, che è quello di amare Voi sopra ogni cosa ed il prossimo come me stesso. Se questa preghiera sarà da voi ascoltata, o mio Dio, tutta la mia mente, il mio cuore, l’anima mia, tutte le mie forze saranno impiegate a conoscervi, a benedirvi e ad amarvi eternamente. Detesto l’empio rifiuto che finora Vi ho fatto dell’amor mio e vorrei perdere mille beni, mille vite, piuttosto che mancare al debito di amarvi, che natura, religione e gratitudine m’impongono. Amen.
Tre Pater, Ave, Gloria
DÍA CUARTO
Meditación: ORACIÓN DE SAN SALVADOR DE HORTAUno dei mezzi più necessari per acquistare l’eterna felicità è senza dubbio l’orazione. Questa è una chiave potentissima, che apre il cuore di Dio, lo piega e lo muove a compassione per noi e per I nostri simili. L’orazione è assolutamente necessaria, perché senza di essa non si può avanzare nel bene, essendo ad essa legati gli aiuti e le grazie del Signore.
Il nostro Santo, ben sapendo che senza l’orazione è impossibile acquistare la salvezza eterna, vi si dedicò con uno studio singolarissimo e con assiduità ognor crescente. Nell’orazione specialmente mentale, che s’aggirava ordinariamente sulla Passione di Gesù, Iddio gli concesse quelle estasi sublimi che quasi tutti i giorni fu visto rapito in aria, immobile, alienato dai sensi, sia nella Cappella del titolo della Pietà nel convento di Gesù Maria in Cagliari, sia dentro la sua cella medesima. Dalla sua orazione egli ne usciva insignito dell’impero di tutte le cose create perché a lui era obbediente tutta quanta la natura; gli uccelli scendevano sulle sue mani per nutrirsi, il pane si cambiava in fiori, i venti si chetavano e le onde furiose del mare si rabbonivano.
Imitiamo ancor noi lo spirito di preghiera del nostro Santo, affinché il Signore ci conceda quelle grazie che ci abbisognano per la vita e per l’eternità; sia la nostra preghiera continua, fervorosa, umile e perseverante, ed allora noi otterremo tutto quello che bramiamo.
Milagro del Santo
Una noble señora de Cagliari, encontrándose ya por ocho días en los dolores del parto y habiendo los médicos declarado a la pobre en peligro de muerte, ya que la ciencia había agotado en el caso todos los remedios, hizo llamar a Fray Salvador en aquella hora de dolor y de angustia.
El siervo de Dios, apenas vio a la pobre desdichada, que ya era agonizante y viendo el dolor y la angustia de los familiares, dijo: «¡No lloréis, de aquí a pocos minutos dará a luz un hijo que será la consolación de sus padres y será también un santo sacerdote de mi Orden!». La bendijo y ella despertó y dio a luz el fruto de su amor.
Al día siguiente, el santo regresó y viendo a la pobre señora le dice: «Buena señora, vos seréis madre de otros tres hijos. Pero no tengáis miedo: no sufriréis más. Cuando yo no esté más en esta tierra y vos os encontréis en estado de embarazo y arribéis al sexto mes, visitad por nueve miércoles consecutivos mi tumba, haced oración y encended nueve lámparas a la Madre de Dios, y vos alumbraréis siempre felizmente». Así, de hecho, sucedió, pues la noble señora cagliaritana fue madre de otros tres hijos y, obediente a las palabras del Santo, no tuvo más que sufrir dolor al dar a luz a sus tres últimos hijos.
Preghiera
Prostrato al trono delle Vostre grandezze, o Padre delle misericordie, confesso che se mi trovo soglio di virtù, è la mia colpa. Voi vi degnate scoprirmi nell’orazione un celeste tesoro di eterne ricchezze, una grazia validissima e potente per difendermi dai colpi terribili dei miei spirituali nemici, io, invece, per negligenza e per pigrizia trascuro di arricchirmi dell’uno e di valermi dell’altra. Ah! Mio Dio, perdono! Sì, sì fino da questo momento io ricorrerò sempre a Voi con una fervorosa preghiera, per imitare almeno in parte l’orazione ardente del mio caro San Salvatore. Ma Voi, o Signore, che ci insegnate come dobbiamo pregare, Voi dovete aiutarmi, affinché vedendo esaudite le mie preghiere asciughiate le mie lacrime, e, accolti i miei voti, possa ripete con il Profeta: «Sia sempre benedetto il Signore, che non ha ritirato da me né la sua orazione, né la sua misericordia».
Amen.
DÍA QUINTO
Meditación: HUMILDAD DE SAN SALVADOR DE HORTAL’umiltà è la virtù più esaltata dal cristianesimo, che dovendo un dì rigenerare l’uomo corrotto, doveva prima fargli conoscere la propria miseria per renderlo poi capace di acquistare tutte le altre virtù.
Imparate da me –disse Gesù Cristo – che sono mite ed umile di cuore e ritroverete la pace nelle anime vostre. Questa virtù può chiamarsi veramente la virtù singolare e prediletta da Gesù Cristo, poiché non solo non si contentò d’inculcarla con le parole, ma volle altresì esercitarla Egli stesso dal momento della sua nascita fino alla morte in Croce.
Il nostro Santo amò talmente questa virtù da accogliere di gran cuore i disprezzi ed amare il proprio annientamento. A suo giudizio i benefizi di Dio sia d’ordine soprannaturale che naturale cadevano sopra un indegno. Sebbene fosse da tutti lodato, non si udì mai dalla sua bocca una parola di vanto, né un detto che in qualche modo vi tendesse. Occultava, quando lo poteva, qualunque cosa che meritasse encomio, non si discolpava delle rampogne che in prova gli facevano i suoi superiori, e si giudicava il peggiore dei peccatori del mondo. Mentre i popoli, compresi da meraviglia a cagione delle sue virtù, e dei suoi strepitosi miracoli, lo onoravano con entusiasmo indescrivibile, Salvatore si umiliava profondamente a Dio e a Lui solo ne rendeva la gloria o l’onore.
Incominciamo anche noi ad abbassarci di vero cuore dinanzi a Dio, il quale, siccome rimira con occhio di sdegno I superbi, così getta lo sguardo benigno sopra gli umili, comunicando a loro con abbondanza I suoi favori e le sue grazie.
Milagro del Santo
Mientras un día Fray Salvador pedía limosna por una calle de Cagliari, se encontró con un pobre ciego. Acercándose el Santo, le dijo: «Hermano, no te puedo dar más que lo que me fue dado de lo alto». Acto seguido le signó con la Cruz sobre los ojos e inmediatamente le retornó la vista. El pobre ciego curado, ante tanta gracia buscaba besarle los pies, pero Fray Salvador no permitió semejante acto, sino que le dijo que fuese enseguida a la iglesia, recibiese los Santos Sacramentos de la Confesión y de la Comunión, y diese honor y gloria a Dios y a su Santísima Madre.
Preghiera
Altissimo Iddio, che dimentico quasi della vostra grandezza, Vi degnaste scendere dal cielo in terra a confusione dell’umana superbia, pieno di santo rossore, pregovi umiliare questo mio indomabile orgoglio, liberare l’anima mia dallo smoderato amor proprio e farmi vivere come visse, durante la sua mortale carriera, scevro da ogni macchia di superbia, il vostro umilissimo servo e mio protettore San Salvatore, per I meriti del quale spero io il possesso della vera umiltà. Amen.
DÍA SEXTO
Meditación: POBREZA DE SAN SALVADOR DE HORTALa volontaria povertà di salvatore superava eziandio quella che egli, al pari dei suoi confratelli, aveva abbracciato nella santa confessione. Ai suoi confratelli soleva spesso ripetere: «Non dobbiamo temere, o fratelli miei, per la nostra povertà, poiché avremo in Dio un provveditore fedele, se noi sapremo servirlo con tutta l’anima nostra. Ricordatevi che la santa povertà è feconda miniera di virtù. Essa ci obbliga ad essere umili, assoggettandoci a quelli che ci hanno da sovvenire; ci stimola ad essere devoti, obbligandoci a ricorrere alla mensa del Signore; ci toglie le occasioni di quei litigi che spengono la carità fraterna e ci allontana dal mondo e dalle sue comodità caduche per aspirare ai soli beni eterni.
Gettiamo uno sguardo sopra noi stessi ed esaminiamo se regna vivo sopra l’animo nostro l’affetto ai beni della terra, alle ricchezze e alle comodità della vita; se ci lamentiamo della Divina Provvidenza perché ci ha collocati in povera condizione e cerchiamo ogni mezzo, anche illecito, per migliorare il nostro stato di vita. Deh! Ricordiamoci che se vogliamo correre speditamente la via del bene, dobbiamo, dobbiamo amare la santa povertà, nella quale consiste la vera libertà dei figliuoli di Dio».
Miracolo del Santo
El médico Polla de Cagliari tenía seis meses yacente en cama por una gravísima enfermedad. Siendo vanos e inútiles los humanos remedios, hizo llamar a su lecho a Fray Salvador. Ya el pobre médico había sido confortado con los Santos Sacramentos y la familia destrozada preveía la muerte de un momento a otro. Cuando llegó el siervo de Dios, el médico ya había perdido el sentido y el habla. En la habitación del moribundo gemía y sollozaba su desolada consorte con sus inocentes hijos. Tanto tormento conmovió el corazón del Santo que, elevando en aquel momento los ojos al cielo y haciendo al agonizante doctor la señal de la Cruz, dijo: «¡Deja, oh fiebre cruel y maligna, a este hombre, no lo atormentes más!». Inmediatamente la fiebre abandonó al pobre doctor, el cual levantándose enseguida de la cama, se postró a los pies del Santo para agradecerle por el milagro obrado en su favor.
Preghiera
Nel rimirare l’eroica povertà del mio caro santo, quanto mi confondo , o mio buon Gesù. Il mio cuore, sempre tormentato dalla febbre di ricchezze e di guadagni, non sa rassegnarsi ai rigori della povertà e sempre si lamenta delle vostre amorose disposizioni. Eppure Voi proclamaste beati i poveri! Deh! O caro Gesù, per la Vostra sublime povertà e per le dure privazioni del mio amabile santo, svelatemi le bellezze di questa virtù, affinché, innamorato di essa, mi distacchi interamente dalle umane cupidigie ed aspiri unicamente a Voi che siete la sorgente dei veri beni e delle vere ricchezze. Amen.
DÍA SÉPTIMO
Meditación: CASTIDAD DE SAN SALVADOR DE HORTALa castità è una virtù così bella e sublime che i pagani stessi la circondarono di un religioso rispetto e di una santa venerazione. E’ la virtù cristiana che rende l’uomo simile agli angeli e lo distingue qual faro luminoso in mezzo alle tenebre delle passioni umane. E’ quell’altare d’oro sul quale brucia il timiama della divozione.
Questa virtù fu grandemente amata dal nostro Santo che fin da fanciullo la coltivò in modo mirabile. Purissimo qual era nella fanciullezza, tale si conservò nell’età matura, serbando purissimo il cuore, le azioni, il portamento e tutto se stesso. Era molto guardingo contro gl’impuri allettamenti della carne e dominò gli occhi e gli altri sensi da averli sempre soggetti alla ragione. Tuttavia, non rifuggiva dall’adoperarsi ogni volta che la carità ve lo obbligasse, a togliere dal fango delle passioni tutti quelli che a lui ricorrevano nei dubbi e nei pericoli.
Per conservare, poi, tanta virtù, egli non dava tregua al suo corpo innocente, mortificandolo con rigorose penitenze e sanguinose discipline. Riflettiamo ancor noi che la purità del cuore è indispensabile a tutti indistintamente per conseguire l’eterna salvezza, avendo detto lo Sprito Santo che in cielo non entrerà nulla d’immondo, ma soltanto coloro che sono scritti nel Libro della Vita dell’Agnello Immacolato.
Miracolo del Santo
En 1584, Coloma Ramis, hermana del P. Miguel Ramis, sacerdote de los Frailes Menores, y mujer de cierto Salvatore Serra de Cagliari, venida con su madre de Mallorca a Cerdeña, fue golpeada durante el viaje de una gravísima pulmonía.Arribada a Cagliari, la enfermedad se agravó a tal punto que los médicos desesperaron de salvarla. Sabiéndolo Fray Pedro Moret, quien fuera compañero de Fray Salvador en Horta y en Cagliari, le aconsejó al hermano de la pobre enferma tomar un poco de tierra de la tumba del siervo de Dios y dársela a la hermana agonizante en un poco de agua y al mismo tiempo recitar nueve Padre nuestros, con Ave María y Gloria, pronunciando al final las palabras: ¡Jesús, María, salvadme!
El hermano de Coloma siguió el consejo de Fray Pedro, dio el polvo del sepulcro del santo a su hermana, la cual se curó instantáneamente de aquella grave enfermedad. En agradecimiento a tal favor, Coloma Ramis vistió el hábito por un año, luego del cual, junto con su collar de oro, depuso en la capilla de su celestial bienhechor.
Preghiera
O terno giglio di purità, sorgente inesausta d’innocenza, io vilissimo peccatore arrossisco di comparirvi innanzi macchiato da mille sozzure. Ma poiché ho sempre presente la perpetua verginità della vostra Madre, o Redentore divino, desidero restituirmi a questa purità d’affetto che ottenni con la stola battesimale, ad imitazione del vostro castissimo servo e mio avvocato San Salvatore. Mondatemi, perciò, o Signore, da qualunque macchi d’impurità col bagno salutare del Vostro Preziosissimo Sangue; allontanatemi da ogni pericolosa occasione, affinché quest’anima mia, questo mio corpo, divenuto vero Tempio dello Spirito Santo, non più si diletti che delle celesti dolcezze. Amen.
DÍA OCTAVO
Meditación: OBEDIENCIA DE SAN SALVADOR DE HORTAFra i tre voti essenziali che costituiscono la vita religiosa, è, senza dubbio, il principale quello dell’obbedienza, la quale per essere veramente perfetta ha da essere la morte della propria volontà.
Volontaria, pronta, cieca ed universale era certo l’obbedienza del nostro Santo. Durante il tempo che Egli visse nella casa paterna, non si rifiutò mai agli ordini dei suoi genitori, anzi preveniva coll’obbedienza i loro comandi. Entrato nella francescana famiglia, durante tutta la sua vita considerò i suoi superiori come ministri e vicari di Cristo in terra e li onorò per la loro dignità. Obbediva senza guardare a sacrifizi e senza guardare alle qualità loro, prestava la sua obbedienza all’ufficio di cui erano investiti.
Persuaso che i trasferimenti e le vicende della sua vita fossero ordinate dalla Provvidenza, non chiedeva mai d’essere trasferito ad altra comunità, fuori di quella che le assegnava la santa ubbidienza. Imitiamo ancor noi il nostro Santo in questa bella virtù, siamo ubbidienti alla Legge santa di Dio, perché in questa sola noi troveremo l’eterna salvezza dell’anima nostra. Ricordiamoci spesso che Gesù fu ubbidiente sino alla morte di croce, e il suo esempio sarà per noi di conforto, quando ne sentiremo il peso.
Miracolo del Santo
Don Juan, hijo del Conde de Elda, virrey de Cerdeña, por una gravísima parálisis que le dejo completamente inerte gran parte del cuerpo, se encontraba en inminente peligro de vida. Desahuciado por los médicos y siendo vanos todos los remedios humanos, su padre, destrozado por el dolor, corrió enseguida al convento de Santa María de Jesús e hizo encender nueve lámparas sobre la tumba de San Salvador. Entretanto, un padre franciscano dirigióse enseguida a la casa del virrey con la reliquia del santo, y después de recitar tres Padre nuestros y tres Glorias, bendijo con la reliquia al pobre enfermo, que en ese instante recuperó los sentidos, fue sanado de la grave parálisis y se levantó inmediatamente del lecho con maravilla y estupor de todos los presentes. En memoria de tan prodigiosa curación, el Virrey quiso que nueve lámparas ardiesen contínuamente sobre la tumba del Santo.
Preghiera
O amato redentore Gesù, Voi che per amor nostro vi faceste ubbidiente fino alla morte di Croce, deh! Istillate in me un ardente amore alla santa virtù dell’ubbidienza. Io ingrato e sconoscente a tanti vostri benefici e a tanto vostro amore, non solo trasgredisco continuamente la santa Vostra legge, alla quale dovrei essere sempre soggetto ed ubbidiente, ma oso ancora alzare il grido della ribellione e della superbia. Da questo momento, però, Divino Redentore, Vi prometto di essere più ubbidiente in tutto e per tutto ai vostri santi voleri e di riconoscere Voi solo unico mio Signore, a cui tutte le creature devono ubbidire, come Vi riconosceva e Vi ubbidiva il Vostro servo fedele e mio avvocato San Salvatore, durante la sua vita terrena, onde assieme a Lui possa ancor io avere quel premio eterno che avete promesso ai veri e perfetti ubbidienti. Amen.
DÍA NOVENO
Meditación: PENITENCIA DE SAN SALVADOR DE HORTASaldo sostegno e guardia sicura dell’innocenza sono certamente, secondo i Padri della Chiesa, le mortificazioni e le austerità.
Persuaso di questa santa verità, il nostro Santo, quanto si dimostrò amabile, benigno, dolce, caritatevole con i suoi prossimi; altrettanto fu rigoroso e santamente crudele con se stesso. Attendendo quotidianamente con animo fermo alla perfezione evangelica, si diede completamente alla vita contemplativa, struggendosi in lacrime nelle sue altissime contemplazioni, massimamente considerando la Passione di Gesù Cristo e i Dolori di Maria. Gli aspri flagelli, i cilici, le rigorose discipline, i sonni brevissimi e sulla dura terra, il digiuno frequente in pane ed acqua, in mezzo ad una vita laboriosa ed attiva, erano il dolce trattenimento del suo fervente spirito che lo spingevano a sempre maggiori asprezze e penitenze, per imitare più fedelmente il Divino Redentore, vero modello di santità e perfezione e per conservare illibata la sua innocenza. Noi non abbiamo, come il nostro Santo, conservato l’innocenza e la grazia; anzi, all’opposto, è stata da noi più e più volte follemente perduta; ciononostante nutriamo somma avversione per ogni più piccolo patimento, per ogni più leggera penitenza. Disinganniamoci al lume di questa grande verità: senza mortificare le opere della carne con lo spirito della penitenza, non conseguiremo l’eterna beatitudine. Imperocché, chiunque sfugge le amarezze della croce di Gesù Cristo e vuol gustare i piaceri momentanei del mondo, non avrà mai parte con Gesù nel beato suo Regno.
Milagro del Santo
Sor Juana Camps, novicia del monasterio de Santa Clara en Gerona, teniendo por una parálisis, inmóviles las manos y las piernas, sabiendo que Fray Salvador estaba en aquellos días de paso en la ciudad, pidió a las monjas que lo llamasen para que quisiera visitarla. Poco después el Santo fue al monasterio y, hecha conducir a la pobre enferma a la ventanilla donde las hermanas reciben la comunión, apenas la vio, le puso en su mano su corona franciscana y bendiciéndola en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, le dijo: «Levántate y ve enseguida a darle gracias a la Santísima Virgen por la salud recuperada». La novicia se levantó al instante, con sorpresa de sus hermanas, sana y salva de su enfermedad, dando gracias por tal prodigio a la Santísima Virgen y a su siervo San Salvador de Horta.
Preghiera
O mansuetissimo agnello Gesù, che assoggettandovi volontariamente a tutte le pene d’una durissima vita di sofferenze e di privazioni, Vi degnaste ancora di morire fra mille angustie sul duro legno della croce a sconto delle mie colpe, pieno di confusione a Voi umilmente ricorro affinché per i meriti per l’innocente e penitente vostro servo San Salvatore, mi concediate sentimenti di vero dolore e di compunzione. O mio Dio, Voi solo potete liberarmi dal grave fardello delle mie colpe; Voi solo potete coprire l’eccesso della mia ingratitudine col manto della vostra ineffabile misericordia. Amén.
ORACIÓN DEL PADRE DIMAS SERPI OFM A SAN SALVADOR DE HORTA, PARA EL ÚLTIMO DÍA DE LA NOVENA
Oh gloriosísimo San Salvador, nuestro especial protector y abogado, mostradnos el verdadero camino para transitar en este valle de lágrimas, en medio de tantas ocasiones y peligros. Impetradnos del Sumo Dios una Fe viva, Esperanza firme, Caridad ardiente, saludable Penitencia de nuestras culpas y todos los donoes sobrenaturales que necesitamos según nuestro estado y vocación. Os rogamos, además, que a todos nuestros parientes y amigos, presentes y ausentes, les dispense nuestro buen Jesús, por vuestra intercesión, el pan diario, las luces, los auxilios y gracias para la vida y salvación del alma y el honesto mantienimiento para la vida del cuerpo. Amén.
Postrados ante vuestro altar, ¡oh gran taumaturgo San Salvador de Horta, sol espléndido de la Iglesia Católica, fúlgida gema del Seráfico Instituto, refugio seguro de los pobres enfermos, consolador de los afligidos!, os suplicamos desde lo más profundo del corazón que queráis impetrarnos de Dios Altísimo todas aquellas gracias que nosotros estaremos pidiéndoos en estos miércoles (o días).
A vos recurrimos llenos de confianza, ¡oh San Salvador!, para implorar de la Divina Majestad el perdón de nuestras culpas, el final de nuestros desórdenes y una santa perseverancia en la fe que hemos jurado a Dios en el bautismo. Avvalorati de la divina Gracia, mediante vuestro patrocinio, mejor conoceremos el motivo de nuestra existencia, empezaremos a vivir con sentimientos de verdadera piedad y adoraremos a nuestro Dios con corazón humilde y sincero, a imitación vuestra, ¡oh querido Santo!, a fin de obtener incluso de Dios aquella gloria que vos ya gozáis en el Paraíso. Amén.
DÍA PRIMERO
Meditación: FE DE SAN SALVADOR DE HORTA
Entre las virtudes teologales la Fe tiene, sin duda, el primer puesto. Ésta es el sólido vaso de nuestra justificación, es la luz divina que penetra en todas partes y nos hace conocer las santas verdades; es la vida de todas las virtudes, argumento certísimo de las verdades reveladas y esencia de lo que firmemente esperamos.
De la fe de nuestro Santo son incontrastable testimonio los numerosos milagros por él obrados, porque de esta virtud principalmente el Apóstol San Pablo hace depender cuando le atribuye un poder tan grande para transportar los montes. Él, de hecho, de todos aquellos que demandaban milagros les requería la fe, y según el grado de esta, obraba los prodigios. Era ciertamente un espectáculo sublime ver de un lado una multitud de herejes capitaneados por Lutero negar la confesión sacramental, del otro a Salvador frecuentarla para corregirse de las imperfecciones más pequeñas; de un lado los herejes mover guerra terrible a la Eucaristía, del otro a Salvador recomendar la confesión y la comunión a los enfermos que a él recurrían en cantidades numerosas, si querían obtener la curación completa de sus enfermedades. Y así que, por su medio, fueron obrados aquellos numerosos milagros que en su lenguaje real eran un testimonio inconfutable de las verdades cristianas y que demuestran la firme fe del Santo. Imitemos entonces nosotros al Taumaturgo en su fe, recordemos frecuentemente las palabras del Apóstol San Santiago el Menor de que la fe sin obras es muerta.
Milagro del Santo
Cierto Juan Penna de Cariñena, ya por dieciséis años se encontraba paralítico en una cama. Ningún remedio probado por la ciencia le había aprovechado, y por quince meses no le fue posible cruzar el umbral de su casa. Perdida toda esperanza en los humanos remedios, se hizo conducir en litera al convento de Horta, distante casi cincuenta millas de Cariñena.
Un viaje lleno de dificultades para un enfermo de esta clase, pero no obstante Juan supo vencerlo todo con su fe. Apenas vio al hombre de Dios, se postró a sus pies y sollozando le pidió la curación de su mal.
«¡Acércate a los santos Sacramentos!», dice Salvador al pobre paralítico. Obedeció el pobre enfermo al mandato de Salvador, el cual bendiciéndolo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, le restituyó la primitiva salud. En el instante mismo Juan se levantó jubiloso de su litera, dándole gracias a Dios y a su siervo fiel, y perfectamente curado regresó a su país.
ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO
Oh Jesús, primera y eterna Verdad encarnada, que os complacisteis en revelar por medio de los Santos Apóstoles al mundo idólatra los arcanos misterios de vuestra santa Ley, admiro la pronta obediencia de ellos a vuestro divino querer, y confundido de mí mismo, que nacido del seno de la Santa Madre Iglesia, le presto tan poca fe, o la profeso fríamente, formándome una religión a capricho, agradable solo a mis pasiones. Por piedad, ¡oh Dios mío!, haced que vuestra santa Ley y la fe por mí jurada en el santo Bautismo, sean de ahora en adelante la norma de mi vivir; y a ejemplo de vuestro fidelísimo siervo San Salvador, viva como él vivió, obediente a vuestros santos preceptos, para conseguir la eterna salvación de mi alma. Amén.
Rezar tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria.
RESPONSORIO
De Horta una luz es nacida
Que ilumina a toda España,
Principalmente a Cataluña
Y también a la Francia
Extinto en Cerdeña,
Refulge sobre los astros,
Luego de ínclitos milagros
Nos ilumine desde el Cielo
Los cojos corren ágiles,
Los ciegos se abren a la luz,
La boca de los mudos habla,
Y la sordera es desterrada.
A Dios Padre sea la gloria,
Y a su único Hijo,
Con el Espíritu Santo Paráclito
Ahora y perpetuamente. Amén.
Antífona: Este hombre desde su adolescencia mereció curar a los enfermos, y el Señor le dio una magna claridad para iluminar a los ciegos y poner en fuga a los demonios. He aquí al hombre que sin querella sirvió verdaderamente a Dios, absteniéndose de toda mala obra y permaneciendo en su inocencia.
Ruega por nosotros, bienaventurado San Salvador.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
ORACIÓNOh Dios, que admirablemente manifiestas tu Omnipotencia en la humildad de tus Santos, y que te dignaste honrar a tu siervo San Salvador con la gracia de admirables curaciones y de una connotada sencillez, te suplicamos nos concedas que cuantos imploramos el auxilio de sus peticiones, alcancemos eficazmente la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DÍA SEGUNDO
Meditación: ESPERANZA DE SAN SALVADOR DE HORTA
La esperanza consiste en la expectación de los bienes futuros, expectación que hace nacer en nosootros un sentimiento de humildad, que se manifiesta exteriormente con una fiel constancia en el servicio de Dios. Elevados por la fe de las bajezas de aquí abajo, podemos entrever, también entre las lágrimas, las bellezas inefables de las celestiales estancias. En San Salvador, no menos viva que la Fe, se revelaba la virtud de la Esperanza, la cual le fue siempre fiel compañía en toda tribulación y dolor, tanto frente a las cosas celestiales, como en las exigencias de la vida. Esperaba incluso en los casos en los cuales la prudencia humana desaconsejaba esperar, y muchas veces en casos similares confortaba a sus cofrades y superiores. A qué grado esta sublime virtud elevábase en San Salvador, lo dicen la fuerza y la constancia que tuvo en medio de las grandes persecuciones y dolores que Dios permitió estuviese como oprimido. La esperanza de los bienes eternos fue la única fuerza que lo animó a permanecer constante en medio de todas las tormentas de la vida y a buscar al Señor.
Esperemos y confiemos también nosotros en ir un día a gozar para siempre al Señor en el Santo Paraíso; pero que esta nuestra esperanza sea acompañada por un firme propósito de querer salvar el alma a toda costa, a cualquier sacrificio, practicando las virtudes y huyendo de toda ofensa a Dios.
Milagro del Santo
Un niño de nombre Miguel, hijo de Esperanza Fontanet de Tortosa, mientras jugaba cerca al río Ebro, se cae y, arrastrado por las aguas, se ahogó. Ninguno se dio cuenta de la triste desventura. Sólo después de dos días, pasando por allí el hermano mayor ve sobre el agua el cadáver de un niño, que resultó ser el de su hermano Miguel. Petrificado del dolor, corre inmediatamente a avisar a su madre, la cual cómo quedó al ver el cadáver de su hijo es más fácil imaginarlo que decirlo. En el ímpetu de su dolor levantó con los brazos temblorosos el cadáver de su propio hijo y con gritos desesperados se hizo decir: «¡Oh santo hombre Fray Salvador, escucha mis lamentos, mira mi dolor, dale vida a los gélidos miembros de este fruto de mis entrañas. Yo te prometo visitarte con él a Horta y permanecer ocho días en aquél santuario, lugar de gracias y de maravillas divinas».
Habiendo apenas pronunciado estas palabras, el difunto niño dio fuertes señales de vida, abrió los ojos y abrazando a su madre la cubrió de tiernos besos.
ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO
Justísimo y misericordiosísimo Jesús, por mi pésima vida y mis contínuos desórdenes, vuestra Providencia, infinitamente ultrajada por causa mía, debiera ciertamente negarme la virtud de la esperanza, don todo propio de las almas justas y fieles. Mas esto no lo permite vuestra divina clemencia, por la cual yo, indignísimo pecador os ofrezco los méritos de vuestro fidelísimo siervo San Salvador de Horta para que os dignéis eliminar de mi corazón todo sentimiento, por mínimo que sea, de desesperación, y la vana presunción de salvarme sin el acompañamiento de obras buenas y meritorias. Amén.
Rezar tres Padre nuestros, con Ave María y Gloria. El himno y la Oración se dirán todos los días.
DÍA TERCERO
Meditación: CARIDAD DE SAN SALVADOR DE HORTALa fede è la base del mistico edificio della nostra santificazione; la speranza ne costituisce le mura; ma l’edificio non è ancora completo: ci vuole la carità che lo termini e lo adorni. La carità è la corona della nostra perfezione, perché per essa noi ci uniamo a Dio, restiamo in lui ed Egli resta in noi. La ragione che ravviva la fede e giustifica la speranza è senza dubbio la carità, che comunemente noi chiamiamo amore puro, disinteressato, senza restrizioni, senz’altro movente che Dio e il prossimo.
Salvatore, infatti, ardeva di un tale amore, quanto può essere capace di ardere un cuore umano. Di questo amore e di quest’ardente carità ne erano segni, nel nostro Santo, le parole e lo zelo instancabile delle sue opere. Non respirava se non per il desiderio della maggior gloria di Dio, la quale produceva nell’anima sua benedetta un’ansia continua per la conversione dei peccatori, ed avrebbe voluto che tutti i cuori si accendessero del santo amore di Dio. Visitava i carcerati, esortandoli al pentimento; assisteva con straordinaria carità gli infermi, non badando mai alla schifezza delle malattie e delle piaghe, e, mosso da santa carità, operava I più strepitosi miracoli per ritornar loro la primitiva salute.
Ah! Se anche noi amassimo il nostro Dio ed il nostro prossimo, come realmente siamo tenuti, con tutto il cuore, con tutta l’anima, con tutte le nostre forze, non troveremo nessuna difficoltà nell’adempimento della divina legge, nella pratica delle virtù, nell’acquisto della cristiana perfezione.
Milagro del Santo
Angelina Masala de Cagliari, ya por siete años paralítica, abandonada de los médicos y habiendo sido vanos todos los remedios humanos, mandó a su criada al convento de Santa María de Jesús para llamar al Santo y encomendarse a sus oraciones e implorar del cielo su curación.
El Santo, apenas verla, le aconsejó confesarse y comulgar porque sin duda la Virgen le habría dado esa gracia. Obedeció pronto Angelina, y el mismo día, después de haber recibido los Santos Sacramentos, Salvador volvió nuevamente a visitarla, y con la señal de la Cruz la curó instantáneamente de la enfermedad que por siete años la tenía clavada a la cama.
Preghiera
Dio del santo amore, desideroso come siete di comunicarmi i vostri doni più di quel che io sia pronto a riceverli, sebbene immeritevole, spero e confido d’ottenere per i meriti del vostro amoroso servo San Salvatore il dono più importante e fine di tutti i doni, che è quello di amare Voi sopra ogni cosa ed il prossimo come me stesso. Se questa preghiera sarà da voi ascoltata, o mio Dio, tutta la mia mente, il mio cuore, l’anima mia, tutte le mie forze saranno impiegate a conoscervi, a benedirvi e ad amarvi eternamente. Detesto l’empio rifiuto che finora Vi ho fatto dell’amor mio e vorrei perdere mille beni, mille vite, piuttosto che mancare al debito di amarvi, che natura, religione e gratitudine m’impongono. Amen.
Tre Pater, Ave, Gloria
DÍA CUARTO
Meditación: ORACIÓN DE SAN SALVADOR DE HORTAUno dei mezzi più necessari per acquistare l’eterna felicità è senza dubbio l’orazione. Questa è una chiave potentissima, che apre il cuore di Dio, lo piega e lo muove a compassione per noi e per I nostri simili. L’orazione è assolutamente necessaria, perché senza di essa non si può avanzare nel bene, essendo ad essa legati gli aiuti e le grazie del Signore.
Il nostro Santo, ben sapendo che senza l’orazione è impossibile acquistare la salvezza eterna, vi si dedicò con uno studio singolarissimo e con assiduità ognor crescente. Nell’orazione specialmente mentale, che s’aggirava ordinariamente sulla Passione di Gesù, Iddio gli concesse quelle estasi sublimi che quasi tutti i giorni fu visto rapito in aria, immobile, alienato dai sensi, sia nella Cappella del titolo della Pietà nel convento di Gesù Maria in Cagliari, sia dentro la sua cella medesima. Dalla sua orazione egli ne usciva insignito dell’impero di tutte le cose create perché a lui era obbediente tutta quanta la natura; gli uccelli scendevano sulle sue mani per nutrirsi, il pane si cambiava in fiori, i venti si chetavano e le onde furiose del mare si rabbonivano.
Imitiamo ancor noi lo spirito di preghiera del nostro Santo, affinché il Signore ci conceda quelle grazie che ci abbisognano per la vita e per l’eternità; sia la nostra preghiera continua, fervorosa, umile e perseverante, ed allora noi otterremo tutto quello che bramiamo.
Milagro del Santo
Una noble señora de Cagliari, encontrándose ya por ocho días en los dolores del parto y habiendo los médicos declarado a la pobre en peligro de muerte, ya que la ciencia había agotado en el caso todos los remedios, hizo llamar a Fray Salvador en aquella hora de dolor y de angustia.
El siervo de Dios, apenas vio a la pobre desdichada, que ya era agonizante y viendo el dolor y la angustia de los familiares, dijo: «¡No lloréis, de aquí a pocos minutos dará a luz un hijo que será la consolación de sus padres y será también un santo sacerdote de mi Orden!». La bendijo y ella despertó y dio a luz el fruto de su amor.
Al día siguiente, el santo regresó y viendo a la pobre señora le dice: «Buena señora, vos seréis madre de otros tres hijos. Pero no tengáis miedo: no sufriréis más. Cuando yo no esté más en esta tierra y vos os encontréis en estado de embarazo y arribéis al sexto mes, visitad por nueve miércoles consecutivos mi tumba, haced oración y encended nueve lámparas a la Madre de Dios, y vos alumbraréis siempre felizmente». Así, de hecho, sucedió, pues la noble señora cagliaritana fue madre de otros tres hijos y, obediente a las palabras del Santo, no tuvo más que sufrir dolor al dar a luz a sus tres últimos hijos.
Preghiera
Prostrato al trono delle Vostre grandezze, o Padre delle misericordie, confesso che se mi trovo soglio di virtù, è la mia colpa. Voi vi degnate scoprirmi nell’orazione un celeste tesoro di eterne ricchezze, una grazia validissima e potente per difendermi dai colpi terribili dei miei spirituali nemici, io, invece, per negligenza e per pigrizia trascuro di arricchirmi dell’uno e di valermi dell’altra. Ah! Mio Dio, perdono! Sì, sì fino da questo momento io ricorrerò sempre a Voi con una fervorosa preghiera, per imitare almeno in parte l’orazione ardente del mio caro San Salvatore. Ma Voi, o Signore, che ci insegnate come dobbiamo pregare, Voi dovete aiutarmi, affinché vedendo esaudite le mie preghiere asciughiate le mie lacrime, e, accolti i miei voti, possa ripete con il Profeta: «Sia sempre benedetto il Signore, che non ha ritirato da me né la sua orazione, né la sua misericordia».
Amen.
DÍA QUINTO
Meditación: HUMILDAD DE SAN SALVADOR DE HORTAL’umiltà è la virtù più esaltata dal cristianesimo, che dovendo un dì rigenerare l’uomo corrotto, doveva prima fargli conoscere la propria miseria per renderlo poi capace di acquistare tutte le altre virtù.
Imparate da me –disse Gesù Cristo – che sono mite ed umile di cuore e ritroverete la pace nelle anime vostre. Questa virtù può chiamarsi veramente la virtù singolare e prediletta da Gesù Cristo, poiché non solo non si contentò d’inculcarla con le parole, ma volle altresì esercitarla Egli stesso dal momento della sua nascita fino alla morte in Croce.
Il nostro Santo amò talmente questa virtù da accogliere di gran cuore i disprezzi ed amare il proprio annientamento. A suo giudizio i benefizi di Dio sia d’ordine soprannaturale che naturale cadevano sopra un indegno. Sebbene fosse da tutti lodato, non si udì mai dalla sua bocca una parola di vanto, né un detto che in qualche modo vi tendesse. Occultava, quando lo poteva, qualunque cosa che meritasse encomio, non si discolpava delle rampogne che in prova gli facevano i suoi superiori, e si giudicava il peggiore dei peccatori del mondo. Mentre i popoli, compresi da meraviglia a cagione delle sue virtù, e dei suoi strepitosi miracoli, lo onoravano con entusiasmo indescrivibile, Salvatore si umiliava profondamente a Dio e a Lui solo ne rendeva la gloria o l’onore.
Incominciamo anche noi ad abbassarci di vero cuore dinanzi a Dio, il quale, siccome rimira con occhio di sdegno I superbi, così getta lo sguardo benigno sopra gli umili, comunicando a loro con abbondanza I suoi favori e le sue grazie.
Milagro del Santo
Mientras un día Fray Salvador pedía limosna por una calle de Cagliari, se encontró con un pobre ciego. Acercándose el Santo, le dijo: «Hermano, no te puedo dar más que lo que me fue dado de lo alto». Acto seguido le signó con la Cruz sobre los ojos e inmediatamente le retornó la vista. El pobre ciego curado, ante tanta gracia buscaba besarle los pies, pero Fray Salvador no permitió semejante acto, sino que le dijo que fuese enseguida a la iglesia, recibiese los Santos Sacramentos de la Confesión y de la Comunión, y diese honor y gloria a Dios y a su Santísima Madre.
Preghiera
Altissimo Iddio, che dimentico quasi della vostra grandezza, Vi degnaste scendere dal cielo in terra a confusione dell’umana superbia, pieno di santo rossore, pregovi umiliare questo mio indomabile orgoglio, liberare l’anima mia dallo smoderato amor proprio e farmi vivere come visse, durante la sua mortale carriera, scevro da ogni macchia di superbia, il vostro umilissimo servo e mio protettore San Salvatore, per I meriti del quale spero io il possesso della vera umiltà. Amen.
DÍA SEXTO
Meditación: POBREZA DE SAN SALVADOR DE HORTALa volontaria povertà di salvatore superava eziandio quella che egli, al pari dei suoi confratelli, aveva abbracciato nella santa confessione. Ai suoi confratelli soleva spesso ripetere: «Non dobbiamo temere, o fratelli miei, per la nostra povertà, poiché avremo in Dio un provveditore fedele, se noi sapremo servirlo con tutta l’anima nostra. Ricordatevi che la santa povertà è feconda miniera di virtù. Essa ci obbliga ad essere umili, assoggettandoci a quelli che ci hanno da sovvenire; ci stimola ad essere devoti, obbligandoci a ricorrere alla mensa del Signore; ci toglie le occasioni di quei litigi che spengono la carità fraterna e ci allontana dal mondo e dalle sue comodità caduche per aspirare ai soli beni eterni.
Gettiamo uno sguardo sopra noi stessi ed esaminiamo se regna vivo sopra l’animo nostro l’affetto ai beni della terra, alle ricchezze e alle comodità della vita; se ci lamentiamo della Divina Provvidenza perché ci ha collocati in povera condizione e cerchiamo ogni mezzo, anche illecito, per migliorare il nostro stato di vita. Deh! Ricordiamoci che se vogliamo correre speditamente la via del bene, dobbiamo, dobbiamo amare la santa povertà, nella quale consiste la vera libertà dei figliuoli di Dio».
Miracolo del Santo
El médico Polla de Cagliari tenía seis meses yacente en cama por una gravísima enfermedad. Siendo vanos e inútiles los humanos remedios, hizo llamar a su lecho a Fray Salvador. Ya el pobre médico había sido confortado con los Santos Sacramentos y la familia destrozada preveía la muerte de un momento a otro. Cuando llegó el siervo de Dios, el médico ya había perdido el sentido y el habla. En la habitación del moribundo gemía y sollozaba su desolada consorte con sus inocentes hijos. Tanto tormento conmovió el corazón del Santo que, elevando en aquel momento los ojos al cielo y haciendo al agonizante doctor la señal de la Cruz, dijo: «¡Deja, oh fiebre cruel y maligna, a este hombre, no lo atormentes más!». Inmediatamente la fiebre abandonó al pobre doctor, el cual levantándose enseguida de la cama, se postró a los pies del Santo para agradecerle por el milagro obrado en su favor.
Preghiera
Nel rimirare l’eroica povertà del mio caro santo, quanto mi confondo , o mio buon Gesù. Il mio cuore, sempre tormentato dalla febbre di ricchezze e di guadagni, non sa rassegnarsi ai rigori della povertà e sempre si lamenta delle vostre amorose disposizioni. Eppure Voi proclamaste beati i poveri! Deh! O caro Gesù, per la Vostra sublime povertà e per le dure privazioni del mio amabile santo, svelatemi le bellezze di questa virtù, affinché, innamorato di essa, mi distacchi interamente dalle umane cupidigie ed aspiri unicamente a Voi che siete la sorgente dei veri beni e delle vere ricchezze. Amen.
DÍA SÉPTIMO
Meditación: CASTIDAD DE SAN SALVADOR DE HORTALa castità è una virtù così bella e sublime che i pagani stessi la circondarono di un religioso rispetto e di una santa venerazione. E’ la virtù cristiana che rende l’uomo simile agli angeli e lo distingue qual faro luminoso in mezzo alle tenebre delle passioni umane. E’ quell’altare d’oro sul quale brucia il timiama della divozione.
Questa virtù fu grandemente amata dal nostro Santo che fin da fanciullo la coltivò in modo mirabile. Purissimo qual era nella fanciullezza, tale si conservò nell’età matura, serbando purissimo il cuore, le azioni, il portamento e tutto se stesso. Era molto guardingo contro gl’impuri allettamenti della carne e dominò gli occhi e gli altri sensi da averli sempre soggetti alla ragione. Tuttavia, non rifuggiva dall’adoperarsi ogni volta che la carità ve lo obbligasse, a togliere dal fango delle passioni tutti quelli che a lui ricorrevano nei dubbi e nei pericoli.
Per conservare, poi, tanta virtù, egli non dava tregua al suo corpo innocente, mortificandolo con rigorose penitenze e sanguinose discipline. Riflettiamo ancor noi che la purità del cuore è indispensabile a tutti indistintamente per conseguire l’eterna salvezza, avendo detto lo Sprito Santo che in cielo non entrerà nulla d’immondo, ma soltanto coloro che sono scritti nel Libro della Vita dell’Agnello Immacolato.
Miracolo del Santo
En 1584, Coloma Ramis, hermana del P. Miguel Ramis, sacerdote de los Frailes Menores, y mujer de cierto Salvatore Serra de Cagliari, venida con su madre de Mallorca a Cerdeña, fue golpeada durante el viaje de una gravísima pulmonía.Arribada a Cagliari, la enfermedad se agravó a tal punto que los médicos desesperaron de salvarla. Sabiéndolo Fray Pedro Moret, quien fuera compañero de Fray Salvador en Horta y en Cagliari, le aconsejó al hermano de la pobre enferma tomar un poco de tierra de la tumba del siervo de Dios y dársela a la hermana agonizante en un poco de agua y al mismo tiempo recitar nueve Padre nuestros, con Ave María y Gloria, pronunciando al final las palabras: ¡Jesús, María, salvadme!
El hermano de Coloma siguió el consejo de Fray Pedro, dio el polvo del sepulcro del santo a su hermana, la cual se curó instantáneamente de aquella grave enfermedad. En agradecimiento a tal favor, Coloma Ramis vistió el hábito por un año, luego del cual, junto con su collar de oro, depuso en la capilla de su celestial bienhechor.
Preghiera
O terno giglio di purità, sorgente inesausta d’innocenza, io vilissimo peccatore arrossisco di comparirvi innanzi macchiato da mille sozzure. Ma poiché ho sempre presente la perpetua verginità della vostra Madre, o Redentore divino, desidero restituirmi a questa purità d’affetto che ottenni con la stola battesimale, ad imitazione del vostro castissimo servo e mio avvocato San Salvatore. Mondatemi, perciò, o Signore, da qualunque macchi d’impurità col bagno salutare del Vostro Preziosissimo Sangue; allontanatemi da ogni pericolosa occasione, affinché quest’anima mia, questo mio corpo, divenuto vero Tempio dello Spirito Santo, non più si diletti che delle celesti dolcezze. Amen.
DÍA OCTAVO
Meditación: OBEDIENCIA DE SAN SALVADOR DE HORTAFra i tre voti essenziali che costituiscono la vita religiosa, è, senza dubbio, il principale quello dell’obbedienza, la quale per essere veramente perfetta ha da essere la morte della propria volontà.
Volontaria, pronta, cieca ed universale era certo l’obbedienza del nostro Santo. Durante il tempo che Egli visse nella casa paterna, non si rifiutò mai agli ordini dei suoi genitori, anzi preveniva coll’obbedienza i loro comandi. Entrato nella francescana famiglia, durante tutta la sua vita considerò i suoi superiori come ministri e vicari di Cristo in terra e li onorò per la loro dignità. Obbediva senza guardare a sacrifizi e senza guardare alle qualità loro, prestava la sua obbedienza all’ufficio di cui erano investiti.
Persuaso che i trasferimenti e le vicende della sua vita fossero ordinate dalla Provvidenza, non chiedeva mai d’essere trasferito ad altra comunità, fuori di quella che le assegnava la santa ubbidienza. Imitiamo ancor noi il nostro Santo in questa bella virtù, siamo ubbidienti alla Legge santa di Dio, perché in questa sola noi troveremo l’eterna salvezza dell’anima nostra. Ricordiamoci spesso che Gesù fu ubbidiente sino alla morte di croce, e il suo esempio sarà per noi di conforto, quando ne sentiremo il peso.
Miracolo del Santo
Don Juan, hijo del Conde de Elda, virrey de Cerdeña, por una gravísima parálisis que le dejo completamente inerte gran parte del cuerpo, se encontraba en inminente peligro de vida. Desahuciado por los médicos y siendo vanos todos los remedios humanos, su padre, destrozado por el dolor, corrió enseguida al convento de Santa María de Jesús e hizo encender nueve lámparas sobre la tumba de San Salvador. Entretanto, un padre franciscano dirigióse enseguida a la casa del virrey con la reliquia del santo, y después de recitar tres Padre nuestros y tres Glorias, bendijo con la reliquia al pobre enfermo, que en ese instante recuperó los sentidos, fue sanado de la grave parálisis y se levantó inmediatamente del lecho con maravilla y estupor de todos los presentes. En memoria de tan prodigiosa curación, el Virrey quiso que nueve lámparas ardiesen contínuamente sobre la tumba del Santo.
Preghiera
O amato redentore Gesù, Voi che per amor nostro vi faceste ubbidiente fino alla morte di Croce, deh! Istillate in me un ardente amore alla santa virtù dell’ubbidienza. Io ingrato e sconoscente a tanti vostri benefici e a tanto vostro amore, non solo trasgredisco continuamente la santa Vostra legge, alla quale dovrei essere sempre soggetto ed ubbidiente, ma oso ancora alzare il grido della ribellione e della superbia. Da questo momento, però, Divino Redentore, Vi prometto di essere più ubbidiente in tutto e per tutto ai vostri santi voleri e di riconoscere Voi solo unico mio Signore, a cui tutte le creature devono ubbidire, come Vi riconosceva e Vi ubbidiva il Vostro servo fedele e mio avvocato San Salvatore, durante la sua vita terrena, onde assieme a Lui possa ancor io avere quel premio eterno che avete promesso ai veri e perfetti ubbidienti. Amen.
DÍA NOVENO
Meditación: PENITENCIA DE SAN SALVADOR DE HORTASaldo sostegno e guardia sicura dell’innocenza sono certamente, secondo i Padri della Chiesa, le mortificazioni e le austerità.
Persuaso di questa santa verità, il nostro Santo, quanto si dimostrò amabile, benigno, dolce, caritatevole con i suoi prossimi; altrettanto fu rigoroso e santamente crudele con se stesso. Attendendo quotidianamente con animo fermo alla perfezione evangelica, si diede completamente alla vita contemplativa, struggendosi in lacrime nelle sue altissime contemplazioni, massimamente considerando la Passione di Gesù Cristo e i Dolori di Maria. Gli aspri flagelli, i cilici, le rigorose discipline, i sonni brevissimi e sulla dura terra, il digiuno frequente in pane ed acqua, in mezzo ad una vita laboriosa ed attiva, erano il dolce trattenimento del suo fervente spirito che lo spingevano a sempre maggiori asprezze e penitenze, per imitare più fedelmente il Divino Redentore, vero modello di santità e perfezione e per conservare illibata la sua innocenza. Noi non abbiamo, come il nostro Santo, conservato l’innocenza e la grazia; anzi, all’opposto, è stata da noi più e più volte follemente perduta; ciononostante nutriamo somma avversione per ogni più piccolo patimento, per ogni più leggera penitenza. Disinganniamoci al lume di questa grande verità: senza mortificare le opere della carne con lo spirito della penitenza, non conseguiremo l’eterna beatitudine. Imperocché, chiunque sfugge le amarezze della croce di Gesù Cristo e vuol gustare i piaceri momentanei del mondo, non avrà mai parte con Gesù nel beato suo Regno.
Milagro del Santo
Sor Juana Camps, novicia del monasterio de Santa Clara en Gerona, teniendo por una parálisis, inmóviles las manos y las piernas, sabiendo que Fray Salvador estaba en aquellos días de paso en la ciudad, pidió a las monjas que lo llamasen para que quisiera visitarla. Poco después el Santo fue al monasterio y, hecha conducir a la pobre enferma a la ventanilla donde las hermanas reciben la comunión, apenas la vio, le puso en su mano su corona franciscana y bendiciéndola en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, le dijo: «Levántate y ve enseguida a darle gracias a la Santísima Virgen por la salud recuperada». La novicia se levantó al instante, con sorpresa de sus hermanas, sana y salva de su enfermedad, dando gracias por tal prodigio a la Santísima Virgen y a su siervo San Salvador de Horta.
Preghiera
O mansuetissimo agnello Gesù, che assoggettandovi volontariamente a tutte le pene d’una durissima vita di sofferenze e di privazioni, Vi degnaste ancora di morire fra mille angustie sul duro legno della croce a sconto delle mie colpe, pieno di confusione a Voi umilmente ricorro affinché per i meriti per l’innocente e penitente vostro servo San Salvatore, mi concediate sentimenti di vero dolore e di compunzione. O mio Dio, Voi solo potete liberarmi dal grave fardello delle mie colpe; Voi solo potete coprire l’eccesso della mia ingratitudine col manto della vostra ineffabile misericordia. Amén.
ORACIÓN DEL PADRE DIMAS SERPI OFM A SAN SALVADOR DE HORTA, PARA EL ÚLTIMO DÍA DE LA NOVENA
Oh gloriosísimo San Salvador, nuestro especial protector y abogado, mostradnos el verdadero camino para transitar en este valle de lágrimas, en medio de tantas ocasiones y peligros. Impetradnos del Sumo Dios una Fe viva, Esperanza firme, Caridad ardiente, saludable Penitencia de nuestras culpas y todos los donoes sobrenaturales que necesitamos según nuestro estado y vocación. Os rogamos, además, que a todos nuestros parientes y amigos, presentes y ausentes, les dispense nuestro buen Jesús, por vuestra intercesión, el pan diario, las luces, los auxilios y gracias para la vida y salvación del alma y el honesto mantienimiento para la vida del cuerpo. Amén.