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miércoles, 29 de octubre de 2025

DANZA BUDISTA EN EL VATICANO PARA INAUGURAR CONMEMORACIÓN DE NOSTRA ÆTÁTE

  
Durante “Caminando juntos en la esperanza”, el evento conmemorativo de los sesenta años de la infame declaración deuterovaticana Nostra Ætáte, hubo una presentación de rituales y danzas de distintos países.
  
El espectáculo empezó con una presentación del Ves Natum (en cingalés වෙස් නැටුම්, lit. “Danza de máscaras” –aunque no se usan máscaras en esta–), una danza chamánica de la región montañosa de Kandy en el centro de Sri Lanka (por lo que es denominada en cingalés Udarata Natum/උඩරට නැටුම්). Esta danza, que fue traída de la India y se hacía en honor de un ídolo local llamado Kohomba, hacía parte del culto en el Templo del Diente, que alberga una reliquia de Buda.
  
La presentadora introdujo a los danzantes (de la Academia de Danza Sri Ridma de Nápoles) diciendo: «Los orígenes [de la danza] se remontan a los rituales ligados al budismo, donde la danza era ofrecida como acto de devoción para traer bendición, armonía y paz. Cada gesto, cada ritmo del tambor, cada paso con los pies desnudos representan la pureza, el respeto y la conexión espiritual entre el cuerpo y la mente».
  
  
Según la leyenda, el Ves Natum fue realizado por el rey Malaya y sus dos hermanos por mandato de Indra Śakra (gobernante de Trayastrimśa, el segundo de los cielos budistas) para curar al rey Panduvasudeva (reinó entre el 504 y el 474 antes de Cristo), de una maldición que le había lanzado la reina demonio Kuveni, primera esposa de su tío el rey Vijaya (reinó entre el 543 y el 505 antes de Cristo), luego que este la desterrara con sus hijos Jivahatta y Disala luego de casarse con Vijai, una princesa de la dinastía tamil de Pandya (no sin polémica, la leyenda de Vijaya –recogida en el Mahavamsa, la primera crónica de Sri Lanka– intenta explicar la llegada de los singaleses a la isla). Una vez curado Panduvasudeva, el príncipe Kohomba, hermano de Malaya, se transformó en un dios para continuar la danza y contrarrestar cualquier ataque de Kuveni.
  
Originalmente, el ves natum era interpretado solamente por hombres durante la procesión del Festival del Diente de Buda que se realizaba entre Julio y Agosto, auspiciado por la casa real de Kotte, entrando en decadencia tras la conquista británica en 1815. Posteriormente, fue rescatado y adaptado para representarse en escenarios (incluyendo en el proceso la participación de mujeres), convirtiéndose en la danza insignia de Sri Lanka.
  
ADENDA: Pero ¡espera, que hay más! De Indonesia hubo una representación en la cual se exhibían tres grandes paneles, cada uno con una cruz, una media luna y un símbolo de Om. Su tamaño idéntico y su colocación en el mismo nivel transmitían un mensaje visual claro: las tres religiones contradictorias cristianismo, islam y hinduismo son iguales:
Hagamos un viaje. Hagamos un viaje a Indonesia, porque desde las profundidades de la historia indonesia y sus muchas formas de espiritualidad y culto del único Dios Todopoderoso, en las comunidades religiosas han emergido varias expresiones artísticas y culturalespara alabar al único Dios y promover la armonía entre los pueblos indonesios a pesar de sus bien conocidas diferencias. “Tres Apsarás”, los tres cuerpos danzantes celestiales. Así que hay tres coreografías de danzas tradicionales. “Rejang Dewa” de Bali que representa al hinduismo, “Bedhayan Satya Mataya” de Java que representa al catolicismo, y “Zapin Awal Bismillah” de Sumatra que representa al islam.
  
Las “Apsarás” (en sánscrito अप्सरस्) son entidades acuáticas que en la mitología védica son asimilables a las ninfas de su contraparte grecorromana, con la particularidad de que el dios Indra las enviaba a la tierra para seducir a mortales, reyes y sabios, a quienes él consideraba amenazantes por su poder, y reducirles sus méritos para que no llegasen a ser dioses en su siguiente reencarnación (ejemplo de esto el rey Kaushika de la dinastía lunar, que tras miles de años de meditación por envidia del sabio Vísvata, había acumulado tantos méritos para ascender al grado más alto de los sabios brahmanes –que finalmente consiguió, cambiando su nombre a Visuámitra–, que Indra le envió a la apsará Ménaka, quien lo apartó de la meditación y con la que tuvo una hija. Visuámitra posteriormente las abandonó y maldijo condenándolas a no verlo nunca más).

El rejang (en balinés ᬋᬚᬂ, “ofrenda”) es una danza que se realiza en el culto a los dioses del hinduismo balinés. El bedhaya (en javanés ꦧꦣꦪ, “fuerza”) era una danza de la corte de los reinos de Yogyakarta y Surakarta, inspirada también en el sincretismo hindu-javanés del Imperio mayapahit, que narra la historia del encuentro entre el príncipe Senopati ing Alaga y la diosa del mar Kanjeng Ratu Kidul y su acuerdo para proteger mutuamente sus reinos (leyenda la cual justificaba el poder del sultanato de Mataram, antecesor de Yogyakarta y Surakarta). Y el zapin (en malayo زافين, del árabe زَفْن/Zafn, “danza”), originario de Yemén, fue llevado a Sumatra y el archipiélago malayo por los misioneros musulmanes hacia el siglo XIV.

Luego llegó el turno de África, con la puesta en escena “En el corazón del rito, el golpe del diálogo”, con artistas de Burundi, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana, Guinea-Bissau, Guinea-Conakry, Kenia, Malí, Nigeria, República Democrática del Congo y Zambia, donde se recitó el poema del filósofo y escritor Filomeno Lopes de Guinea Bissau, periodista de Radio Vaticano para el África lusófona:
En el principio era el tacto, aquel tacto que era la vida.
  
Carta de amor de Dios escrita en el vientre de Mami Lucie y enviada a su amada madre que era, para significar el triunfo de la vida sobre la muerte.
 
Mis queridos antepasados, oigo vuestra voz que dice:
nosotros somos los tuyos ayer, y padres de tu mañana en el hoy. Honor y gloria a vosotros.

¡Mira, madre, guía!
   
Escuchad mi grito de madre:
La humanidad es una, es Dios, soy África, la tuya.
  
En todas partes hoy en el planeta Tierra,
la vida de mis hijos e hijas está amenazada.
  
La mía es la vida de una madre que fue al cementerio
para sepultar a sus hijos e hijas amenazados por la cultura de la muerte, devenida el sistema muerto.
Luego descubre que ya no es capaz de salir del cementerio,
porque cada vez que llega a la puerta del cementerio,
encuentra otras madres que incesantemente llegan con sus hijos e hijas para sepultarlos,
y ella por solidaridad primordial regresa al cementerio para llorar por los muertos recién llegados.
Dios mío, queridos antepasados, ¿qué debemos hacer nosotros, hijos e hijas de Mama Lusie,
para permitir a nuestras madres salir definitivamente del cementerio?

¡Gracias mil, amantes!
 
Posterior a esta, la ejecución de música judía por el NefEsh Trio (conformado por los italianos Daniele Davide Parziani, Manuel Buda y Davide Tedesco; el nombre es una división deliberada de Nefesh/נֶ֫פֶשׁ, alma, en Nef/נֵף, driza y Esh/אֵשׂ, fuego), y el canto de la canción “We are the world” por el coro infantil “Le dolci note”, de la parroquia romana San Bernabé de la localidad de Tor Pignattara.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)