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viernes, 1 de mayo de 2009

MAYO, MES DE MARÍA SANTÍSIMA

Sobre la Bienaventurada Virgen María, se pueden establecer cinco grandes verdades (dogmas):

1. María es la Madre de Dios (Theótokos). Esta verdad ha sido definida en el Concilio de Éfeso (431 A.D.), y se sustenta en el hecho de que Jesús nuestro Señor es Hijo de Dios e igual al Padre y al Espíritu Santo. El texto original dice: "Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es sólo madre de la naturaleza, del cuerpo pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios".

Como este dogma tenía gran aceptación popular, durante la procesión de los obispos, los habitantes de Éfeso cantaron "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén."; y se hicieron desde entonces miles de imágenes donde se muestran a Jesús y a María Santísima. Estas imágenes son conocidas entre los ortodoxos como Theótokos (Madre de Dios).



Santa María Madre de Dios (Theótokos)



2. María es Virgen antes, durante y después del parto (Virginidad Perpetua). A los ojos de los herejes, es imposible, pero "Para Dios no hay nada imposible" (Lucas I, 37). Además, la Santísima Virgen nunca tuvo relaciones con san José. Esta doctrina fue propuesta por el patriarca san Ignacio de Antioquía en el siglo II, que afirmó: "Estáis firmemente convencidos acerca de que nuestro Señor es verdaderamente de la raza de David según la carne (cf. Rm 1, 3), Hijo de Dios según la voluntad y el poder de Dios (cf. Jn 1, 13), nacido verdaderamente de una virgen,... Fue verdaderamente clavado por nosotros en su carne bajo Poncio Pilato... padeció verdaderamente, como también resucitó verdaderamente" (Smyrn. 1-2). Y en el Concilio II de Constantinópolis (533 A.D.) se declaró la veracidad de este postulado.

3. María fue concebida sin mancha de pecado original (Inmaculada Concepción). Aclaro que cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción.

Los Padres se referían a la Virgen María como la Segunda Eva (cf. I Cor. 15:22), pues ella desató el nudo causado por la primera Eva.

Justino (Diálogo con Trifón, 100),
Ireneo (Contra los Herejes, III, XXIII, 4),
Tertuliano (De carne Christi, xvii),
Julio Firm cus Maternus (De errore profan. relig XXIV),
Cirilo de Jerusalén (Catequesis, XII, 29),
Epifanio (Hæres., LXXVIII, 18),
Teodoto de Ancira (Or. in S. Deip n. 11),
Sedulio (Carmen paschale, II, 28).

También se refieren a la Virgen Santísima como la Absolutamente pura San Agustín y otros. La iglesia Oriental ha llamado a María Santísima la "Toda Santa".


En el siglo IX se introdujo en Occidente la fiesta de la Concepción de María, primero en Nápoles y luego en Inglaterra.Hacia el año 1128, un monje de Canterbury llamado Eadmero escribe el primer tratado sobre la Inmaculada Concepción donde rechaza la objeción de San Agustín contra el privilegio de la Inmaculada Concepción, fundada en la doctrina de la transmisión del pecado original en la generación humana.


La castaña, escribe Eadmero, «es concebida, alimentada y formada bajo las espinas, pero que a pesar de eso queda al resguardo de sus pinchazos». Incluso bajo las espinas de una generación que de por sí debería transmitir el pecado original, María permaneció libre de toda mancha, por voluntad explícita de Dios que «lo pudo, evidentemente, y lo quiso. Así pues, si lo quiso, lo hizo».Los grandes teólogos del siglo XIII presentaban las mismas dificultades de San Agustín: la redención obrada por Cristo no sería universal si la condición de pecado no fuese común a todos los seres humanos. Si María no hubiera contraído la culpa original, no hubiera podido ser rescatada. En efecto, la redención consiste en librar a quien se encuentra en estado de pecado.


El franciscano Juan Duns Escoto (beato), al principio del siglo XIV, inspirado en algunos teólogos del siglo XII y por el mismo San Francisco (siglo XIII, devoto de la Inmaculada), brindó la clave para superar las objeciones contra la doctrina de la Inmaculada Concepción de María. El sostuvo que Cristo, el mediador perfecto, realizó precisamente en María el acto de mediación más excelso: Cristo la redimió preservándola del pecado original. Se trata una redención aún más admirable: No por liberación del pecado, sino por preservación del pecado. Escoto preparó el camino para la definición dogmática. Dicen que su inspiración le vino al pasar por frente de una estatua de la Virgen y decirle: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).
1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original? - Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.

2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original? -Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.

3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.

Entonces Scotto exclamó: Luego,

1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.
2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha.
3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.

Por esta tesis, a Juan Duns Escoto se le conoce como Apóstol de la Inmaculada.



Nuestra Señora de Lourdes (En las letras francesas se lee "Yo soy la Inmaculada Concepción")


Méritos: María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que solo viene de Cristo. Pero Ella singularmente recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: El poder y omnipotencia de Dios.
Razón: La maternidad divina. Dios quiso prepararse un lugar puro donde su hijo se encarnara.

Frutos: 1-María fue inmune de los movimientos de la concupiscencia. Concupiscencia: los deseos irregulares del apetito sensitivo que se dirigen al mal.
2-María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido.

El dogma de la Inmaculada Concepción de María no ofusca, sino que más bien pone mejor de relieve los efectos de la gracia redentora de Cristo en la naturaleza humana. Todas las virtudes y las gracias de María Santísima las recibe de Su Hijo. La Madre de Cristo debía ser perfectamente santa desde su concepción. Ella desde el principio recibió la gracia y la fuerza para evitar el influjo del pecado y responder con todo su ser a la voluntad de Dios. A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privilegio de no quedar sometida ni siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al modelo perfecto y a la imagen de la santidad que están llamados a alcanzar, con la ayuda de la gracia del Señor, en su vida.

En torno a las ideas de Escoto se suscitó una gran controversia. Después de que el Papa Sixto IV aprobara, en 1477, la misa de la Concepción, esa doctrina fue cada vez más aceptada en las escuelas teológicas. El Papa Sixto IV, en 1483, casi 4 siglos antes del dogma, había extendido la fiesta de la Concepción Inmaculada de María a toda la Iglesia de Occidente.
Fue valioso también el aporte del mundo universitario. Las universidades de París, Maguncia y Colonia y, en España, la de Valencia (1530), Granada, Alcalá (1617), Salamanca (1618) y otras proclamaron a María Inmaculada como Patrona. Sus doctores, al recibir el grado, hacían voto y juramento de enseñar y defender la doctrina de la Inmaculada Concepción de María.
La devoción a la Inmaculada Concepción movió a que en el siglo XVII, el pintor español Bartolomé Esteban Murillo, realizara numerosas (y hermosas, por supuesto) represantaciones de la Virgen María bajo esta advocación.
Ya en el siglo XIX, el Papa Pío IX (beato) el 8 de diciembre de 1854 A.D., en su bula "Ineffabilis Deus" escribió:
"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."
Cuatro años después, en 1858, Nuestra Señora se aparece a santa Bernardette Sobirous en la villa de Lourdes (Francia). En la última aparición, Nuestra Señora le responde a Bernardette: "Yo soy la Inmaculada Concepción" (Je suis l' Immaculée Conception).

Luego de las apariciones, el párroco de Lourdes, al interrogar a la vidente, se maravilla del hecho de que una simple campesina conociera del tercer dogma mariano.

4. María fue Asunta en cuerpo y alma a los Cielos (Asunción de María). San Juan Damasceno, el más ilustre transmisor de esta tradición, comparando la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma, con elocuencia vehemente:
"Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado habitara en el tálamo celestial. Convenía que aquella que había visto a su hijo en la cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en el momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre. Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda criatura como Madre y esclava de Dios."
Según el punto de vista de san Germán de Constantinópolis, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo, porque así lo pedía no sólo el hecho de su maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal:
"Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y participe de la vida perfecta."
Su Santidad, el Siervo de Dios Pío XII, bajo la inspiración del Espíritu Santo, y después de consultar con todos los obispos de la Iglesia Católica, y de escuchar el sentir de los fieles, el primero de Noviembre de 1950 A.D., definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica, el dogma de la Asunción de María. Este fue promulgado en la Constitución "Munificentissimus Deus":
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
¿Cual es el fundamento para este dogma? El Papa Pío XII presentó varias razones fundamentales para la definición del dogma:

1-La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.
2-Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuido, le estrecho contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.
3-Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.

4-Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.
La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.





Asunción de María Santísima (Basada en un cuadro de Murillo)

Los herejes dicen que eso no es verdad, porque "sólo" Jesús subió a los Cielos. Ese "sólo" lleva comillas porque en la Biblia se narra la asunción de los profetas Enoc y Elías. Y, además, si ellos dos recibieron esta gracia, ¿cuánto más la Virgen María, que fue mil veces más santa que ellos dos juntos, no merecería ser asunta?
Tambien se puede asegurar sin caer en error que, si María Santísima no tuvo la mancha del pecado original, entonces Ella fue inmune a la muerte.

5. María es Corredentora del género humano. Esta doctrina ha causado gran polémica entre miles de católicos actualmente, pero católicos como san Pío de Pietrelcina, santa Francisca Xavier Cabrini, santa Gemma Galgani, san Maximiliano Kolbe, san Leopoldo Mandic, sor Lucia de Fátima y otros, invocan a Nuestra Señora como Corredentora del género humano sin ningún escrúpulo ni reparo.
 
APARICIONES DE MARÍA SANTÍSIMA
También se han dado muchas apariciones de María Santísima en el mundo, tantas que no hay país donde no se haya presentado una. Pero sólo nombraré algunas, porque no cabrían todas en esta nota. (Tomado de http://www.corazones.org/)

Año, Lugar y Aparición, Vidente

40: Aragón, España Virgen del Pilar. A Santiago Apóstol. -Aprobada, con santuario y liturgia propia.
  
1208 Virgen del Rosario. A santo Domingo de Guzmán
 
1246 Virgen del Carmen. A san Simon Stock. Aprobada con Misa propia.

1531 Tepeyac, México La Virgen de Guadalupe. A san Juan Diego. -Aprobada con Misa propia.

Siglo XVI y XVII Velankanni, India Our Lady of Velankanni (Vailankanni). A varias personas-Santuario basílica. Aparición conocida como "Lourdes de Oriente".

1664 Laus, Francia Notre Dame du Laus . A Benoîte Rencurel, de 17 años-Santuario de la diócesis.
  
1798-1898 Viet Nam Nuestra Señora de La Vang. A muchas personas por espacio de un siglo.
 
1830 Rue de Bac, Paris, Francia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. A santa Catalina Labouret.-Aprobada con Misa propia.
 
1836 Paris, Francia Nuestra Señora de las Victorias Al padre Genettes-Reconocida.
 
1846 La Salette, Francia Nuestra Señora de la Salette. A Melanie C. y Maximin G.-Aprobada.
 
1858 Lourdes, Francia Nuestra Señora de Lourdes. A santa Bernardita Soubirous-Aprobada con Misa propia.

1871
Pontmain, Francia Madre de la Esperanza. A seis niños-Aprobada por la Santa Sede. Santuario

1876 Pellevoisin, Francia María Madre de Misericordia. A Estelle Faguete-Obispo aprobó curación milagrosa y santuario
 
1879 Knock, Irlanda Nuestra Señora de Knock. A 15 personas-Aprobada.

1917 Fátima, Portugal Nuestra Señora de Fátima. A Sor Lucia, Beatos Jacinta y Francisco Marto-Aprobada.
 
1932 Beauraing, Bélgica Madre de Dios. A 5 niños-Aprobada por la Santa Sede, santuario.
 
1933 Banneux, Bélgica La Virgen de los Pobres. A Mariette Beco-Aprobada por la Santa Sede, santuario, liturgia.
 
1947 Roma, Italia (Abadía de Tre Fontane) Nuestra Señora de la Revelación. A Bruno Cornacchiola, comunista; buscaba matar al Papa Pío XII.-Aprobado culto en el lugar.
 
1953 Siracusa, Italia La Virgen de las lágrimas. A Angelo y Antonina Januso- Únltima aparición antes del Vaticano II.
  
Algunas apariciones privadas:

250 Neo-Cesarea, Palestina Virgen con San Juan Apóstol. A san Gregorio Tamaturgo

S. XII Francia. A San Bernardo

S. XIII Italia. A san Francisco de Asis

S. XVI España. A san Ignacio de Loyola

S. XIXItalia, María Auxiliadora. A san Juan Bosco

1842Roma, Iglesia San Andreas delle FrattesNuestra Señora del Milagro. A Alfonso Ratisbone, judío ateo se convierte. -El Papa Juan Pablo II visitó y rezó en el altar de la aparición.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)