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martes, 23 de agosto de 2022

MINTIENDO POR LUTERO, A COSTA DE ADRIANO VI

Traducción del artículo publicado en INTROIBO AD ALTARE DEI.
   

El 7 de Abril de este año, el apóstata argentino Jorge Bergoglio (alias “Papa” Francisco) calumnió a un verdadero papa:
«El jueves, el Papa Francisco recordó el 500.º aniversario de la elección del Papa Adriano VI, que buscó la reconciliación entre la Iglesia Católica y Martín Lutero durante su corto pontificado.
  
“En su breve pontificado, que duró poco más de un año, buscó sobre todo la reconciliación en la Iglesia y el mundo, poniendo en práctica las palabras de San Pablo, según la cual Dios le había confiado precisamente a los apóstoles el ministerio de la reconciliación”, dijo el Papa Francisco el 7 de Abril.
   
Por esta razón, Adriano VI envió al nuncio a la Dieta Imperial de Núremberg “para reconciliar a Lutero y sus seguidores con la Iglesia y expresamente pedir perdón por los pecados de los prelados de la Curia Romana”, declaró.
  
“Valiente”, agregó Francisco. “Él tendría mucho trabajo hoy”.
 
El Papa Francisco habló sobre Adriano VI, quien fue elegido en 1522, durante una reunión en el Vaticano con la comunidad del Pontificio Instituto Teutónico de Santa María del Ánima, una universidad para seminaristas alemanes en Roma.
  
Adriano VI está enterrado en la iglesia romana de Santa María del Ánima, que está conectada al Seminario.
  
Nacido en Utretcht, entonces parte del Sacro Imperio Romano de la Nación alemana, Adriano fue el último papa no italiano antes de la elección del papa polaco Juan Pablo II en 1978.
  
El Papa Francisco que señaló que “en la esfera política, venciendo mucha resistencia, [Adriano VI] trabajó para lograr un acuerdo entre las dos potencias fronterizas, el rey Francisco I de Francia y el emperador Carlos V de Habsburgo, también para que juntos pudieran conjurar los planes crecientemente amenazadores de la conquista por el ejército otomano”.
  
“Desafortunadamente, el Papa Adriano, debido a su muerte prematura, fue incapaz de concluir cualquiera de estos proyectos. Sin embargo, su testimonio como valiente e incansable trabajador por la fe, la justicia y la paz siguen vivas en la memoria de la Iglesia”, dijo Francisco.
  
Él urgió a los miembros del colegio seminario seguir el ejemplo del Papa Adriano VI para crecer en su vocación como siervos de la Iglesia.
  
“En particular, pensando en su solicitud por la promoción de la concordia y la reconciliación, os urjo a seguir sus huellas sobre todo en vuestro rol como ministros del sacramento de la penitencia. Esto es importante: la tarea del confesor es perdonar, no torturar. Sed misericordiosos; sed grandes perdonadores: Eso es lo que la Iglesia quiere que seáis”, dijo.
  
“Esto significa que déis tiempo para oír confesiones y hacerlo bien, con amor, con sabiduría y con gran misericordia”» (Ver ncregister.com/cna/pope-francis-praises-adrian-vi-s-attempt-to-reconcile-with-martin-luther).
¿En serio que el Papa Adriano VI «pidió perdón por los pecados de la Curia Romana» a los herejes luteranos? Uno inmediatamente consigue imágenes de Wojtyła (JP II) uniendo sus manos y derramando lágrimas de cocodrilo mientras se “disculpaba” con
  • mujeres
  • judíos
  • los condenados por la Inquisición
  • los musulmanes muertos en las Cruzadas
  • cualquiera otro con que la Iglesia se “equivocó”.
Fue a tanto que decidió “celebrar” un día de “Oración por el perdón de los pecados de la Iglesia” el 12 de Marzo de 2000. El nombre es blasfemo, porque los miembros de la Iglesia pueden pecar, pero la Iglesia misma no puede caer ante el mal. Del 24 al 29 de Julio de 2022, Bergoglio visitó Canadá en una “peregrinación penitencial” por el supuesto abuso de la Iglesia Católica en su trato a los indios nativos, y la “subversión de su cultura [pagana]” por el “demonio blanco europeo”.
  
Adriano VI (Adriano de Utrecht; reinó entre 1522 y 1523).
 
Puesto que la Iglesia ha sido “conducida a la clandestinidad” por el Vaticano II y sin una Cabeza visible desde 1958, se puede perdonar a muchos si piensan que esto es lo que el Papa Adriano VI estaba haciendo. Para Bergoglio, que fue criado antes del Vaticano II y fue educado en la Fe, no hay tal excusa. Según los historiadores eclesiásticos Thomas Neill y Raymond Schmandt:
«Adriano había sido conmovido por las condiciones que encontró en Roma. Los cardenales que salieron a su encuentro eran indistinguibles en su traje y apariencia de los príncipes mundanos. Roma era una abigarrada colección de parásitos, prostitutas, siervos armados, y diversos vividores que todos participaban de una manera u otra en las ganancias eclesiásticas» (Ver La historia de la Iglesia Católica, [1957], pág. 360).
Para ser claros el problema involucraba el dinero, no la doctrina de la Iglesia. Él lamentó el genuino escándalo dado por estos clérigos, pero nunca dijo que fuera una causa legítima para la denominada “Reforma”. La Nueva Enciclopedia Mundial tiene esto para decir:
«Adriano llegó al papado en medio de una de sus mayores crisis, amenazado no solo por el luteranismo en el norte sino también por el avance de los turcos otomanos en el este. Se negó a comprometerse teológicamente con el luteranismo, exigiendo la condena de Lutero como hereje. Sin embargo, se destaca por haber intentado reformar la Iglesia Católica administrativamente en respuesta a la Reforma protestante. Sin embargo, sus esfuerzos de reforma resultaron infructuosos, ya que la mayoría de sus contemporáneos eclesiásticos del Renacimiento se resistieron a ellos, y no vivió lo suficiente para ver sus esfuerzos hasta su conclusión» (Ver newworldencyclopedia.org/entry/Pope_Adrian_VI; énfasis mío).
Finalmente, Adriano tuvo una tendencia a exagerar, la cual los enemigos de la Iglesia usaron para su beneficio:
«Su reconocimiento exagerado [del Papa Adriano] que la Corte Romana había sido el origen de todas las corrupciones en la Iglesia fue con anhelo aprovechado por los Reformadores como una justificación de su apostasía» (Ver newadvent.org/cathen/01159b.htm; [1913 Catholic Encyclopedia]; énfasis mío).
El Papa Adriano VI no estaba arrodillado, pidiendo “perdón” a Lutero; él reconocía la mundanidad de algunos clérigos y pidió a Lutero y sus seguidores renunciar a su herejía y regresar a la Única Iglesia Verdadera, fuera de la cual nadie puede salvarse.
   
No es la primera vez en su falso pontificado que Bergoglio ha alabado a Lutero. Dos veces (2016 y 2021), Francisco ubicó una estatua en el Vaticano modernista del archiherético Lutero. En 2016, para comenzar la “celebración” del 500.º aniversario de la “Reforma” en 2017, Bergoglio dijo de Martín Lutero:
«Los más grandes reformadores de la Iglesia son los santos, en otras palabras los hombres y mujeres que siguen la Palabra del Señor y la practican. Este es el camino que necesitamos seguir, esto es lo que reforma la iglesia y ellos son los grnades reformadores. Pueden ellos no ser teólogos, pueden no haber estudiado, pueden ser humildes, pero las almas de estas personas están arraigadas en el Evangelio, está llena de ella y son los únicos que reforman exitosamente la Iglesia. Tanto en la Iglesia Católica como la Luterana hay santos, hombres y mujeres con un corazón santo que siguen el Evangelio: ellos son los reformadores de la Iglesia» (Ver lastampa.it/vatican-insider/en/2016/10/13/news/pope-those-who-defend-christ-but-turn-away-refugees-are-hypocrites-1.34786963; énfasis mío).
Durante el mismo discurso, dio su alta estimación de la Fe Católica:
«El Papa escogió una pregunta que le dirigió una chica de Sajonia-Anhalt, sobre el hecho que el 80% de los lugareños no pertenecen a ninguna denominación cristiana: “¿Debería convencer a estos amigos –que son personas buenas y felices– de mi fe?”. Francisco dijo, repitiendo la pregunta: “¿Qué debería decirles para convencerlos? Escucha”, dijo, “lo último que deberías hacer es ‘hablar’. Deberías vivir como una cristiana que fue elegida, perdonada y forja un camino. No está bien convencerlos de tu fe, el proselitismo es el veneno más potente contra el camino del ecumenismo…» (Ibid; énfasis mío).
¿Cuál, entonces, sería la opinión apropiada sobre Martín Lutero? ¿Fue un reformador valiente e incomprendido? La segunda parte de este artículo hará una mirada más de cerca a este sacerdote apóstata.
   
EL MARTÍN LUTERO DE LA HISTORIA (Nota de Introibo: Esta sección toma de varias obras, muy notablemente, Los hechos sobre Lutero, de Patrick O’Hare; El verdadero rostro de Lutero por Jean-Michel Gleize, y Lutero y el luteranismo, de Henry Denifle, de los cuales hago plena atribución en la compilación de esta sección).
  
1.º ¿Lutero fue un “Buen cristiano”?
El mejor juez para esta cuestión será cómo era visto por muchos historiadores protestantes, sin ningúnamor por la Iglesia Católica.
  • Uno de estos escritores valientes era el profesor protestante Reinhold Seeberg de Berlín. Él no era amigo de la Iglesia Católica, pero su profundo estudio de este hombre y su movimiento le forzó a decir: «Lutero pasó en medio de su siglo como un demonio aplastando con su pie lo que había venerado por mil años». El mismo autor destaca además: «En él moraba ‘El Súperhumano’ o, en la filosofía nietzscheana, el ‘Übermensch’ que vive ‘más allá del bien y el mal moral’».
  • En Noviemnre de 1883, el obispo protestante inglés Bewick aplicó a Lutero los epítetos de “mal hablado” y “grosero”.
  • En la “Centuria” de Diciembre publicada en 1900, Augustine Birrell, un distinguido escritor protestante inglés, declaró que «Lutero no era un patrocinador ideal de una nueva religión; fue un maestro de la vulgaridad y el menos santo de los hombres. A veces, al leer a Lutero, uno es llevado a decir lo que Herrick tan francamente dijo de él mismo: ‘Lutero, tú eres demasiado áspero para amar’».
  • Alentó a otros a pecar diciendo: «Se un pecador y peca fuertemente, pero cree y regocíjate en Cristo mucho más fuertemente… Ningún pecado nos separará (de Cristo), aun cuando cometamos fornicación y asesinato mil veces al día» (Carta de Lutero a Felipe Mélanchton, 1 de Agosto de 1521 A.D.).
  • Quería las iglesias y conventos destruidos.
  • Promovía el derramamiento de sangre.
  • Permitía el divorcio y las “segundas nupcias”.
  • Rompió sus votos sacerdotales para “casarse” con una monja, declarando por su propia autoridad que los votos que había hecho a Dios no eran vinculantes.
 
2.º ¿Martín Lutero hizo que la Biblia fuera conocida?
La historia cuenta que Martín Lutero “descubrió” el “Libro prohibido” (la Biblia) y la leyó, llegando a su “conversión a la auténtica Cristiandad”. Esta fábula fue puesta en circulación primero por Juan Matesio, discípulo de Lutero y huésped en su casa. ¿Lutero realmente “salvó la Biblia” de los malvados “clérigos papistas” que alegadamente la escondieron de los fieles? En una palabra: NO.
 
Que Lutero no descubrió y no fue el primero en darle la Biblia al pueblo en el idioma propio de este último, es fácilmente demostrado:
  • El padre Lucian Johnston, en una reseña de la obra de Grisar, dice: «Lutero, como también cualquier otro hombre educado de su tiempo estaba acostumbrado a las Escrituras desde su juventud. Como otros miles en cualquier otra escuela, él fue un profesor de Escritura regularmente designado. Fue precisamente esta posición como profesor de Escritura en su monasterio que le dio el espacio para sus opiniones peculiares. Si la Biblia hubiese sido tan desconocida como supone la biografía popular, Lutero no habría podido desarrollar como lo hizo por las líneas escriturales. Aquí nuevamente la memoria de Lutero hizo sus trucos. Cayó en las excusas sobre la supuesta falta de las Escrituras justo como hizo ante la presencia de abusos, cuando, como cuestión de fe, no hay evidencia de sus propias obras previas para probar que estas cosas ejercieron cualquier efecto material en su desarrollo mental anterior».
  • Según Arthur Cushman McGiffert, un escritor acatólico, en su biografía del Reformador publicada en 1912, «los estudios de Lutero abarcaron los escritos de los Padres de la Iglesia y particularmente la Biblia, a la cual devino más y más aficionado. Fue a sus 20 años, nos dice,que por primera vez vio una copia completa de las Escrituras en la biblioteca universitaria de Erfurt. Él por ende había supuesto que ellas comprendían solo las lecciones leídas en los servicios públicos, y estaba encantado de encontrar mucho que era desconocido para él. Su ignorancia, puede resaltarse, aunque no excepcional, era su propia culpa. La noción que leer la Biblia fue encapotada por las autoridades eclesiásticas de la época es sin fundamento. [Las Escrituras] eran leídas regularmente en la iglesia y su estudio no estaba más prohibido a los estudiantes universitarios de su época que para los de este».
  
3.º Lutero admite el fracaso de la “Reforma”.
En las propias palabras de Lutero:
  • «Desafortunadamente, es nuestra experiencia diaria, que ahora bajo el Evangelio [suyo] el pueblo se entretiene más y odia y envidia más amargamente, y son peores con su avaricia y acaparamiento de dinero que antes bajo el Papado».
  • «El pueblo siente que es libre de los lazos y grillos del Papa, pero ahora quieren liberarse también del Evangelio y de todas las leyes de Dios».
  • «Todos piensan que la libertad cristiana y el libertinaje de la carne son una y la misma cosa, como si ahora todos estuvieran permitidos de hacer lo que quieran».
  • «Los burgueses y campesinos, hombres y mujeres, niños y siervos, príncipes, magistrados y súbditos, todos están yéndose al diablo».
  • «Si tenemos éxito en expulsar un demonio, él inmediatamente es remplazado por otros siete que son mucho peor. Entonces podemos esperar que después de haber expulsado los monjes, veamos surgir una raza siete veces peor que la anterior».
  • «La avaricia, usura, libertinaje, ebriedad, blasfemia, mentira y engaño son mucho más prevalentes ahora que lo que fueron bajo el Papado. Este estado moral trae general descrédito del Evangelio y sus predicadores, como dice la gente: “si este Evangelio fuera verdadero, las personas que lo profesan serían más piadosas”».
  
LA VERDADERA REUNIÓN COMO LA ENSEÑA UN VERDADERO PAPA
El Papa Pío XI publicó la monumental encíclica Mortálium Ánimos, sobre la verdadera unidad religiosa:
  • Párrafo 9: «Nadie, ciertamente, ignora que San Juan, el Apóstol mismo de la caridad, el cual en su Evangelio parece descubrirnos los secretos del Corazón Santísimo de Jesús, y que solía inculcar continuamente a sus discípulos el nuevo precepto “Amaos unos a los otros”, prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de Jesucristo: “Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis” (II Juan, v. 10), Siendo, pues, la fe íntegra y sincera, como fundamento y raíz de la caridad, necesario es que los discípulos de Cristo estén unidos principalmente con el vínculo de la unidad de fe».
  • Párrafo 10: «Bien claro se muestra, pues, Venerable Hermanos, por qué esta Sede Apostólica no ha permitido nunca a los suyos que asistan a los citados congresos de acatólicos; porque la unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo que procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de Cristo, de la cual un día desdichadamente se alejaron».
 
CONCLUSIÓN
Bergoglio está mintiendo por Lutero. Él desinfecta su vida y sus falsas doctrinas. Lamenta el proselitismo y exalta el falso ecumenismo. Las palabras iniciales de Exsúrge Dómine, el decreto del Papa León X condenando los errores de lutero, aplican igualmente al falso papa Francisco:
«Levántate, Señor, y juzga Tú mismo tu propia causa. Recuerda tus censuras a los que están llenos de insensatez todo el día. Escucha nuestras plegarias, pues los zorros avanzan, tratando de destruir la viña en cuyo lagar sólo Tú has pisado».

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)