La situación es esta: un conciliar (al parecer de la diócesis de Knoxville, Tenessee) expresó mediante consulta a la novusordiana Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos su desacuerdo con la decisión tomada a inicios de Mayo por el “obispo” local Richard Frank Stika Musielak de prohibir la “comunión” en la boca mientras dure la plandemia, y que respondiendo al trino de una mujer amenazó vía Twitter con echar a patadas a cualquiera que protestara. En respuesta, el día 13 de Noviembre le es remitida contestación, en el siguiente tenor:
«Esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha recibido y estudiado atentamente su petición recurriendo la decisión del Obispo Richard F. Stika de suspender la recepción de la Sagrada Comunión en la lengua mientras dure la emergencia de salud pública causada por la pandemia del coronavirus.Como ya ha sido enunciado en la circular del Card. Robert Sarah del 15 de Agosto de 2020 (Prot. n. 432/20), aprobada para su publicación porSu Santidad el Papa Francisco, “en tiempos de dificultad (v.g., guerras, pandemias), los Obispos y las Conferencias Episcopales pueden dar normas provisionales que deben ser obedecidas”, aun claramente, como en este caso, para suspender cada vez que se requiera, la recepción de la Sagrada Comunión en la lengua en la celebración pública de la Santa Misa. Para su conveniencia, por favor encuentre en el anexo el texto completo de esta carta.
Por tanto, este Dicasterio confirma por este acto la decisión del Obispo Stika, rechazando así su petición que buscaba su modificación» [Traducción propia].
La misiva alude a la carta “¡Regresemos a la Eucaristía con alegría!” (Protocolo 432/20) del 15 de Agosto del corriente, donde dice:
«Un principio seguro a fin de no errar es la obediencia. Obediencia a las normas de la Iglesia, obediencia a los obispos. En tiempos de dificultad (v.g., guerras, pandemias), los Obispos y las Conferencias Episcopales pueden dar normas provisionales que deben ser obedecidas. La obediencia salvaguardia el tesoro confiado a la Iglesia. Estas medidas dadas por los Obispos y las Conferencias Episcopales expiran cuando la situación retorne a la normalidad» [Traducción propia].
Una justificación a todas luces pobre, que ratifica la falsa obediencia que ha causado que, salvo honrosas excepciones, casi todos los que se dicen “católicos” siguieran la Apostasía del Vaticano II (cuando la obediencia no se predica ante el error, el crimen o el usurpador).
Anexa la contesta lleva también una carta al obispón en comento, notificándole la comunicación ut supra, y que fue subida al sitio web de la diócesis.
Curiosamente, en ambos casos la firma presente es la de Arthur Roche, secretario de dicho dicasterio. No así la de Robert Sarah, prefecto (aun cuando el solo hecho de publicarla con protocolo –así este sea censurado– indica que él aprueba su contenido, y por ende, es responsable también: “respóndeat supérior”, dice el Common Law angloestadounidense).
Esta carta contradice el protocolo 655/09/L del 24 de Julio de 2009 (in illo témpore, la epidemia que circulaba era la influenza A (H1N1) o gripe porcina –o norteamericana–), suscitado a instancias de un laico de Inglaterra. En esta oportunidad, la Congregación defendió la “comunión” en la boca, citando la instrucción “Redemptiónis Sacraméntum” de cinco años antes:
«Este Dicasterio observa que su Instrucción Redemptiónis Sacraméntum (25 de Marzo de 2004) claramente estipula que “todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca” (n. 92), ni es lícito negar la Sagrada Comunión a cualquier fiel de Cristo que no esté impedido por el derecho de recibir la Sagrada Eucaristía (cf. n. 91)» [Traducción propia].
Las reacciones no se hicieron esperar: El doctor Peter Kwasniewski, teólogo tomista, estudioso de la liturgia y columnista habitual en el ámbito tradicionalista conciliar, calificó la decisión como un mal precedente, diciendo:
«Puesto que es claro desde toda evidencia científica que no estamos en una pandemia grave como la Gripe Española de 1918, mucho menos como la Plaga bubónica, la decisión refleja y refuerza la respuesta inducente al pánico por las autoridades civiles y eclesiásticas.De esta forma, la defensa de la CDF (sic) de la política del Obispo Stika establece un precedente peligroso que puede ser fácilmente abusado, toda vez cuán a menudo hay enfermedades estacionales que amenazan las vidas de ciertos miembros de los fieles. Ítem, puesto que varios médicos y pastores reconocen la comunión en la lengua como no menos higiénica que la comunión en la mano (y de hecho argumentaron que la comunión en la mano presenta sus propios problemas higiénicos), la decisión también devela una falta de aprecio por la perenne sabiduría de la Iglesia, como también una falta de consulta con expertos calificados».
Y el sitio pro-vida Life Site envió al cardenal Sarah un cuestionario sobre si la carta representa el cambio de postura del dicasterio que dirige, sin recibir respuesta alguna.
En todo caso, no es sin motivo que Sarah fue ratificado por Bergoglio en la CCDDS «hasta que se disponga otra cosa», porque el 8 de Mayo le pidió a Mons. Carlo María Viganò (que, dicho sea de paso, TAMPOCO hay que tener por él las manos en el fuego, porque no denuncia el ecumenismo conciliar sino que participó en la denominada “Marcha de Jericó”) que retirara su firma de la declaración del 7 de Mayo contra el manejo que el Estado y la Iglesia Profundos hacen de la coronaplandemia, y encima tuvo huevo para negarlo; amén de decretar la inclusión de la pseudovidente Elena/Faustina Kowalska Babel en el Calendario General Novus Ordo.
Stika, por su parte, ha mostrado ser coherente con sus creencias: El año pasado, en ocasión que un sujeto le recordó que una encuesta reveló que el 70 por cien de los “católicos” conciliares no creen en la Presencia Real, Stika (que despotricó contra el tradicionalismo), dijo «la Misa no es adoración a Jesús»; y cuando le demandaron una corrección filial, bloqueó su cuenta de Twitter y afirmó recibir amenazas de muerte.
Ya es hora, conciliares, de realizarse que, lejos de la fachada de conservador, ROBERT SARAH ES OTRO SAPO LAMBÓN (CHUPAPICO, BARBERO, LAMECULOS) MÁS DE BERGOGLIO.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)