El primer ministro israelí Benjamín “Bibi” Netanyáhu Segal y el ministro de Asuntos Exteriores Gedeón Moisés Sergiévich Zarecenski/Sa’ar Tsofiof (en hebreo גִּדְעוֹן מֹשֶׁה בֶּן סַרְג׳יוֹ סרצ׳נסקי/סַעַר צופיוף; en ucraniano Ґідео́н Мойсе́й Сергі́йович Зарічанський/Са́ар Цофіуф), a más de no manifestar sus condolencias por la muerte de Bergoglio, ordenaron a sus embajadas borrar las que hayan publicado en sus redes sociales.
Gedeón Moisés Sergiévich Zarecenski/Sa’ar Tsofiof, ministro de Asuntos Exteriores de Israel
Muchas embajadas, especialmente en países otrora católicos, habían publicado el mensaje «Descanse en paz, Papa Francisco. Que su memoria sea una bendición» (empleando la fórmula judía “Zijronó LeBrajá” / זִכְרוֹנוֹ לֶבְּרָכָה, abreviado ז״ל/Z. L.) en sus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram, acompañadas de la foto de la visita de Bergoglio al Muro de los Lamentos en el año 2014, publicaciones que fueron borradas minutos después.
Según comentaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí a los diarios Jerusalem Post y Yediót Ajronót (en hebreo יְדִיעוֹת אַחֲרוֹנוֹת, Últimas noticias), la orden provino del propio ministro Zarecenski/Sa’ar, como consecuencia y respuesta de las múltiples declaraciones del propio Bergoglio contra la desproporcionada ofensiva multifrontal/expedición punitiva/genocidio en Gaza e invasión siria, especialmente en su último mensaje Urbi et Orbi dado en la víspera de su muerte:
«La guerra contra Gaza ha causado muertes y destrucción de viviendas, y la situación humanitaria en esta región es horrible e insoportable. La guerra en Gaza debe terminar lo antes posible, los prisioneros deben ser liberados y se debe proporcionar ayuda a la población de Gaza. Mi pensamiento está con el pueblo de Gaza, especialmente con los cristianos de la región, quienes siguen siendo víctimas de ataques masivos».
El único que rompió el silencio del gobierno de Tel Aviv (conformado por partidos religiosos y nacionalistas) fue el presidente Isaac Herzog, quien dijo «Que su memoria inspire actos de bondad y esperanza para la humanidad» en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Nada extraño para el país que nunca olvida ni perdona, y mucho menos le será suficiente nada el mostrar animadversión hacia el mismo Jorge Mario Bergoglio Sívori quien en vida querían ver juzgado ante el Sanedrín. Y eso que él era de su propio pueblo, raza y religión, y les rindió mayor paria al suprimir el rito roncalliano que aún oraba por su conversión. Pero aun podrían dedicarle un mensaje con la maldición talmúdica inserta en “La Crucifixión blanca” de Marc Chagal, el cuadro favorito de Bergoglio: Yimáj Shemó Vezijró (יִמַּח שְׁמוֹ וְזִכְרוֹ) «que su nombre y su memoria sean borrados», la misma frase que usan para blasfemar de Jesucristo el Señor, a quien ellos crucificaron y cuyo reato de sangre reclamaron para sí y sus descendientes.
A ver, modernistas, ¿a ellos les exigiréis respeto por vuestro señor Bergoglio y les recordaréis Mateo 7, 1-3; 12, 36-37 así como habéis hecho con nosotros todos estos años, o es que os da culío hacerlo porque son los “hermanos mayores” vuestros? Cobardicas de quinta, guapetones de barrio, no aguantáis ni un mísero round, JAJAJAJA.
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