Traducción del artículo publicado por Patricius Anthony en TRADITIO.
LA ERRADICACIÓN DE LA FESTIVIDAD DE LOS SANTOS APÓSTOLES FELIPE Y SANTIAGO POR PARTE DEL PAPA PÍO XII
Por Patricius Anthony
22 de Abril de 2022
El segundo domingo después de Pascua, según el rito romano tradicional, coincide con la festividad de los santos apóstoles Felipe y Santiago, pero en 1956 el Papa Pío XII (bajo la dirección del archimodernista Annibale Bugnini) abolió la venerable fiesta y la sustituyó por la de San José Obrero. Además, se eliminó la gran fiesta del padre adoptivo de Cristo como «Patrono universal de la Iglesia».
Si bien sus promotores justificaron el cambio en ese momento, en parte, para contrarrestar la amenaza del comunismo que estaba en su apogeo, en retrospectiva, la institución de San José Obrero puede verse ahora como parte de la agenda modernista que pronto durante la década de 1950 se propuso cambiar no sólo la Sagrada Liturgia, sino también la doctrina católica. Todo esto llegó a su diabólica realización en el Anticoncilio Vaticano II (1962-65) y la promulgación de la Nueva Misa por Pablo VI Montini.
Hubo una oposición significativa a la eliminación de la fiesta de los Santos Apóstoles. La Sagrada Congregación de Ritos lo rechazó y «se negó durante cuatro años a formular el canto gregoriano y el Oficio para él». Sin embargo, el intrigante Bugnini logró incluir la fiesta en el calendario en 1960.
San José Obrero, los cambios en la liturgia de Semana Santa en 1955 y el nombramiento de monstruos modernistas como Bugnini para altos cargos dentro del Vaticano fueron hechos bajo Pío XII. Si bien inicialmente la mayoría de estas cosas no eran conocidas por los laicos ni prestaban atención a ellas los clérigos, con el tiempo estos asuntos han salido a la luz, y ahora es innegable que las bases para la Revolución del Vaticano II y los cambios horribles que tuvieron lugar a raíz de ella se sentaron durante el pontificado de Pío XII.
Sin embargo, muchos católicos tradicionales continúan teniendo en alta estima a Pío XII y muchos continúan siguiendo el calendario litúrgico que él instituyó. En los próximos días no sólo se celebrará San José Obrero, sino que varias fiestas venerables han sido purgadas bajo los nuevos ritos: «San Juan ante la Puerta Latina» (6 de mayo), «La Aparición de San Miguel Arcángel en Monte Gargano» (8 de mayo).
En retrospectiva, incluso la encíclica Mediátor Dei de Pío XII, considerada en su momento altamente ortodoxa, ya no se considera el documento tradicionalista que se creía en un principio. Otro cambio cuestionable que se produjo durante su reinado fue la reducción del ayuno de medianoche para la Sagrada Comunión a tres horas. En apariencia, se trató de una medida de emergencia en tiempos de guerra (Segunda Guerra Mundial), pero, tras el cese de las hostilidades, el ayuno original nunca se restableció.
Aunque la mayoría de los católicos tradicionales no ven a Pío XII como una «figura de transición» que permitió que las semillas del Novus Ordo se sembraran a lo largo de su pontificado, los papas conciliares ciertamente lo hicieron. Juan Pablo II Wojtyła, El non magno, en el aniversario de la elección de Pío XII escribió*:
«En el cuadragésimo aniversario del inicio de este importante pontificado no podemos olvidar toda la contribución que Pío XII dio a la preparación teológica del Concilio Vaticano II, especialmente con su enseñanza sobre la Iglesia, con las primeras reformas litúrgicas, el nuevo impulso que dio a los estudios bíblicos, su gran atención a los problemas del mundo contemporáneo» (Citado en Michael O’Carroll C.S.Sp., Pius XII: Greatness Discovered A Documented Study / Pío XII: La grandeza descubierta: un estudio documentado, Dublín: Lætare Press, 1980, pág. 6)
Aunque la mayoría de los católicos tradicionales señalan a los papas conciliares como responsables de la destrucción de la fe, Pío XII recibió pocas condenas. Sin embargo, las pruebas hablan por sí solas y no cabe duda de que debería asumir una responsabilidad sustancial por lo que ocurrió en el Vaticano II.
La sustitución de la fiesta de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago debería ser un triste recordatorio del dudoso legado de Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli.
Perdón, pero hay un pequeño error. Al menos para los que seguimos el Misal de 1962 y el rito tradicional: La fiesta de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago no fue abolida, sino trasladada al 11 de Mayo. San Juan Ante Portam Latinam y la Aparición de San Miguel se siguen celebrando el 6 y 8 de Mayo, respectivamente.
ResponderEliminarAl ser desarraigada de su lugar, la fiesta de los Santos Felipe y Santiago fue en cierta forma suprimida, y anunció la purga calendárica que se hizo en años posteriores con el Calendario de 1960 y la «masacre de San Valentín» de 1969. En resumen, lo que Roncalli y Montini hicieron, tuvo precedente en Pío XII.
EliminarPermítenos, dilecto hermano, republicar este artículo en nuestro sitio.
ResponderEliminarCuando los banderizos de las reformas apliquen la instrucción Música Sacra (abajo), ahí sí pueden hablar de obediencia con libertad y criterio. Hasta entonces, están haciendo lo mismo que condenan, incurriendo en el capítulo 2 de la Carta a los Romanos.
ResponderEliminarhttps://caballerodelainmaculada.blogspot.com/2024/11/instruccion-sobre-la-musica-sacra.html
Lo correcto es esperar que un verdadero Papa dirima de fondo la controversia (y para eso se requiere recuperar la UNIDAD perdida por la Sede vacante que llevamos desde las 3:52h del 9 de Octubre de 1958), no la obediencia ciega, cadavérica, jesuítica (que no es de recibo en ningún tribunal) que causó que la Apostasía se propagase como lo hizo.