PRÉVOST HACE INVOCACIÓN ECOLOGISTA Y MIGRACIONISTA ANTE LA VIRGEN DE FÁTIMA

León XIV Riggitano-Prévost incorporó los temas ecológicos y migracionistas a la vigilia de oración mariana del Vaticano en el “Jubileo de la Espiritualidad Mariana” hoy 11 de Octubre, acompañado de los participantes del “Jubileo de la Vida Consagrada” de dos días antes.

  

Durante las letanías de Loreto, rezó la invocación «Solácium migrántium» («Solaz de los migrantes»). Su antecesor Francisco Bergoglio añadió esta invocación a la letanía en 2020.

  

Además, al final de su homilía (que incluyó una cita de Lumen Géntium y un poema del sacerdote-presbítero servita y partisano Davide Maria –en el siglo Giuseppe– Turoldo Di Lenarda, mencionado en la Lista Pecorelli de clérigos masones con fecha de iniciación masónica 9 de Junio de 1967, matrícula 191-44 y nombre clave “DATU”) Riggitano-Prévost rezó una oración a Nuestra Señora que incluía la siguiente línea: «Enséñanos a escuchar el grito de los pobres y de la Madre Tierra»:

Ruega con nosotros, Mujer fiel, sagrado seno del Verbo.

Enséñanos a escuchar el grito de los pobres y de la madre Tierra,

atentos a las llamadas del Espíritu en el secreto del corazón,

en la vida de los hermanos, en los acontecimientos de la historia,

en el gemido y en el júbilo de la creación.

Santa María, madre de los vivos,

mujer fuerte, dolorosa, fiel,

Virgen esposa junto a la Cruz,

donde se consuma el amor y brota la vida,

sé tú la guía de nuestro compromiso de servicio.

   

Enséñanos a detenernos contigo junto a las infinitas cruces

donde tu Hijo sigue crucificado,

donde la vida está más amenazada;

a vivir y dar testimonio del amor cristiano

acogiendo en cada hombre a un hermano;

a renunciar al oscuro egoísmo

para seguir a Cristo, verdadera luz del hombre.

   

Virgen de la paz, puerta de la esperanza segura,

¡acoge la oración de tus hijos!

  

La vigilia propiamente dicha consistió en el rezo del rosario, la bendición eucarística y la presencia de la estatua original de Nuestra Señora de Fátima (tallada por el escultor portugués José Ferreira Thedim de la Casa Fânzeres en Braga) procedente de Portugal. Dos meses antes de su muerte, Bergoglio había solicitado que la imagen fuese llevada al evento.