Traducción del artículo publicado en RADIO SPADA.
El 15 de Junio de 1870, el obispo (posteriormente cardenal) Bartolomeo d’Avanzo Buvelli de Calvi y Teano, en nombre de la Comisión “De Fide” del Concilio Vaticano I a la que pertenecía, respondía a la tesis del obispo Henri-Louis-Charles Maret Lecocq, galicano y liberal, que en su libro de 1869 Du concile général et de la paix religieuse sostenía ser falsa la doctrina (¡que es dogma católico!) según la cual le fue dado “al solo Perro” el pleno poder de las llaves:
«Ya que la Iglesia debe ser edificada sobre Pedro, la piedra fundamental, se sigue que la relación entre Pedro y los Apóstoles corresponda a aquella entre el fundamento y el edificio. Es el fundamento el que está para sostener el edificio, no a ser sostenido de aquél; el fundamento debe dirigir al edificio, no para ser dirigido por este. En una sola palabra, el edificio depende absolutamente del fundamento, no viceversa. Por tanto, la relación de los Apóstoles con Pedro es por sí misma relación de dependencia. Ciertamente Pedro entiende poseer las llaves para liberar por el bien de la Iglesia por la promesa de Cristo, mas siendo imposible que personal e inmediatamente ejercitase en todo el mundo la potestad de las llaves, comprende, siempre por institución de Cristo, que debe utilizar aquella potestad por medio de sus cofrades Apóstoles, como porteros del reino de los cielos subordinados a sí. Los apóstoles, por tanto liberan, pero en virtud de aquellas llaves dadas a Pedro […] Luego respondo que los Apóstoles son fundamento, pero con una distinción: son fundamento en la fe y en la predicación, lo concedo; niego que lo sean en cuanto al gobierno de la Iglesia».
La idea rechazada en el Vaticano I será retomada del Vaticano II en orden a la falsa y peligrosa doctrina de la “colegialidad” (madre de la “sinodalidad”), como hizo notar monseñor Dino Staffa Gualandi en sus Adnotatiónes Scriptæ de Ecclésia (AS III, I, 778-781): «La doctrina que nos es propuesta es más fácilmente conciliable con la opinión de Enrique Maret que con la doctrina del Concilio Vaticano I».
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)