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jueves, 3 de octubre de 2024

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE APARECIDA

Novena publicada en San Pablo (Brasil) por la Compañía Editorial Gráfica Ambrosiana en 1952. Imprimátur por Mons. Paulo Rolim Loureiro, Obispo auxiliar de San Pablo, con fecha 20 de Septiembre de 1952, quien otorgó 300 días de Indulgencia por cada día de la Novena, y Plenaria en la fiesta.
  
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE APARECIDA, PATRONA DE BRASIL
  

Dios mío, ven en mi auxilio. — Señor, date prisa en socorrerme.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. 
Envía tu Espíritu y todo será creado.
Y renovarás la faz de la tierra.
   
Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, concédenos que por este mismo Espíritu sepamos hacer el bien y gocemos siempre de su consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. -Amén.
Oración por todos
Virgen purísima, concebida sin pecado, y desde el primer momento toda hermosa y sin mancha, te saludo humildemente como Madre de mi Salvador. Dígnate, te pido, recibir las súplicas que te hago en esta Novena. Tú eres el refugio seguro de los pecadores arrepentidos, y por eso tengo motivos para recurrir a Ti; eres Madre de misericordia, y con este título no puedes dejar de sentir pena por mis miserias; Vos sois, después de Jesucristo, toda mi esperanza, y por eso no podéis dejar de reconocer la tierna confianza que tengo en Vos; hazme digno de llamarme hijo tuyo, para que pueda decirte con confianza: ¡demuestra que eres mi Madre!
  
DÍA PRIMERO
Oración del día
¡Aquí estoy a tus santísimos pies, oh Virgen Inmaculada! Contigo me alegro mucho, porque desde la eternidad fuiste elegida Madre del Verbo eterno y preservada de la culpa original. Bendigo y doy gracias a la Santísima Trinidad, que te enriqueció con este privilegio en tu Concepción, y te ruego humildemente que me concedas la gracia de superar los tristes efectos que el pecado produjo en mí. ¡Oh! Señora, hazme superarlos y nunca dejar de amar a mi Dios.
   
JACULATORIA – Para todos los días.
Señora Aparecida,
santa patrona milagrosa,
sed nuestra guía
en esta carrera mortal!

Oh Virgen Aparecida,
santuario del Redentor,
dad al alma desmayada
tu poder y valor.

Oh Virgen Aparecida,
norte fiel y seguro,
alcánzanos gracias en la vida,
¡favorécenos en la muerte!
  
ORACIÓN PARA PEDIR TU PROTECCIÓN
Oh incomparable Señora de la Concepción Aparecida. Madre de mi Dios, Reina de los Ángeles, Abogada de los pecadores, Refugio y Consuelo de los afligidos y atribulados. Oh Virgen Santísima, llena de poder y de bondad, echa sobre nosotros una mirada favorable, para que seamos ayudados en todas nuestras necesidades. Recuerda, clemente Madre Aparecida, que no se sabe que de todos los que han acudido a ti, invocado tu santísimo nombre y suplicado tu singular protección, alguno haya sido abandonado por ti. Animado por esta confianza, me dirijo a ti: te tomo desde este día para siempre como mi Madre, mi protectora, mi consuelo y guía, mi esperanza y mi luz en el momento de la muerte. Por eso, Señora, líbrame de todo lo que pueda ofenderte a ti y a tu Hijo, mi Redentor y Señor Jesucristo. Virgen Santísima, preserva a este indigno servidor tuyo, esta casa y sus habitantes, de pestilencias, hambrunas, guerras, relámpagos, tormentas y otros peligros y males que puedan azotarnos. Soberana Señora, dígnate dirigirnos en todos los asuntos espirituales y temporales; líbranos de la tentación del demonio, para que, recorriendo el camino de la virtud, por los méritos de tu pura Virginidad y de la preciosísima Sangre de tu Hijo, podamos verte, amarte y gozar de la gloria eterna, por todos los siglos de los siglos. . Amén. amar y disfrutar de la gloria eterna, por los siglos de los siglos. Amén. amar y disfrutar de la gloria eterna, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración final
Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, concédenos que por este mismo Espíritu sepamos hacer el bien y gocemos siempre de su consuelo. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
   
DÍA SEGUNDO
Por la señal…
Oración del día
Oh María, lirio inmaculado de la pureza, te felicito, porque desde el primer momento de tu Concepción fuiste llena de gracia y, además, se te dio el perfecto uso de razón. Doy gracias y adoro a la Santísima Trinidad, que os concedió tan sublimes dones; y quedo completamente confundido en tu presencia al verme tan pobre en gracia. Tú, que tan copiosamente te has enriquecido con la gracia celestial, compártela con mi alma y hazme partícipe de los tesoros que comenzaste a poseer en tu Inmaculada Concepción.
   
DÍA TERCERO
Oración del día
Oh María, rosa mística de la pureza, me regocijo contigo, que triunfaste gloriosamente sobre la serpiente infernal, en tu Inmaculada Concepción, y que fuiste concebida sin mancha de pecado. Doy gracias y alabo a la Santísima Trinidad, que os concedió tal privilegio, y os ruego que me deis la fuerza para vencer todas las tentaciones del enemigo común, y para no manchar mi alma con el pecado. ¡Oh! Señora, ayúdame siempre, y haz que, con tu protección, triunfe siempre sobre todos los enemigos de nuestra salvación eterna.
  
DÍA CUARTO
Oración del día
Oh espejo de pureza, Virgen María Inmaculada, me lleno de gran alegría al ver que desde tu Concepción han sido infundidos en ti las virtudes más sublimes y, al mismo tiempo, todos los dones del Espíritu Santo. Doy gracias y alabo a la Santísima Trinidad, que os ha favorecido con estos privilegios; y te suplico, oh Madre benigna, que me logres la práctica de las virtudes, y también que me hagas digno de recibir los dones y la gracia del Espíritu Santo.
  
DÍA QUINTO
Oración del día
Oh María, luna refulgente de pureza, te felicito, porque el misterio de tu Inmaculada Concepción fue el comienzo de la salvación del mundo entero. Doy gracias y bendigo a la Santísima Trinidad, que así engrandeció y glorificó tu persona, y te ruego que me concedas la gracia de saber aprovechar la Pasión y Muerte de tu Hijo Jesús, y que su sangre derramada en la cruz. No me sea inútil. , sino que viva santamente y salve mi alma.
   
DÍA SEXTO
Oración del día
Oh estrella resplandeciente de pureza, María Inmaculada, me alegro contigo, porque tu Inmaculada Concepción causó inmensa alegría a todos los ángeles del paraíso. Doy gracias y bendigo a la Santísima Trinidad, que os ha enriquecido con tan hermoso privilegio. ¡Oh! Señora, concédeme un día ser parte de esta alegría y poder, en compañía de los ángeles, alabarte y bendecirte eternamente.
  
DÍA SÉPTIMO
Oración del día
Oh aurora naciente y pura. María Inmaculada, me regocijo y exulto contigo porque en el mismo momento de tu Concepción fuiste confirmada en la gracia y hecha perfecta. Doy gracias y exalto a la Santísima Trinidad, que sólo os distinguió con este privilegio especial. ¡Oh! Virgen Santa, obtén para mí un total y continuo aborrecimiento del pecado por encima de todos los demás males, y que prefiera morir antes que volver a cometerlo.
   
DÍA OCTAVO
Oración del día
Oh sol sin mancha, Virgen María, te felicito y me alegro de que en tu Concepción te haya sido conferida por Dios una gracia mayor y más copiosa que la que tuvieron todos los Ángeles y todos los Santos en la plenitud de sus méritos. Doy gracias y admiro la bondad suprema de la Santísima Trinidad, que os ha enriquecido con tal privilegio. ¡Oh! Señora, hazme responder a la gracia divina, y no volver a abusar de ella; cambia mi corazón, y haz que mi arrepentimiento comience desde ahora en adelante.

DÍA NOVENO 
Oh luz viva de santidad y ejemplo de pureza, Virgen y Madre, María Santa, tú, recién concebida, adoraste profundamente a Dios y le diste gracias. porque por medio de ti, cuando fue levantada la antigua maldición, vino una gran bendición sobre los hijos de Adán. ¡Oh! Señora, que esta bendición encienda en mi corazón un gran amor a Dios; enciéndelo, para que ame constantemente al mismo Señor, y luego disfrute eternamente en el Paraíso, donde podrá darle las más vívidas gracias por los singulares privilegios que te concede y también podrá verte coronado de tanta gloria.

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)