ESTADO SIONISTA, AFRENTA AL CRISTIANISMO Y SU FUNDADOR

 

«Los sionistas de aquí afirman que los judíos van a tener el dominio de la Tierra Santa bajo un protectorado británico; en otras palabras, ellos van a forzar su mando sobre un pueblo indispuesto del cual solo forman el diez por ciento. Ya se están imponiendo por todos los medios, reclamando puestos oficiales para sus candidatos y, en general, interfiriendo. Esto ha resultado en una gran disminución de la bienvenida que, al principio, se les dio incondicionalmente a los británicos… Los sionistas también han afirmado que obtuvieron aprobación de la Ciudad Santa […] Esta afirmación carece de fundamento. Todo el movimiento parece ser completamente contrario al sentimiento y la tradición cristianos. Que los judíos vivan aquí por todos los medios, si así lo desean, y disfruten de las mismas libertades que el resto de la gente; pero que vuelvan a dominar y gobernar el país sería un ultraje al cristianismo y a su divino fundador. Ítem, esto significaría, muy ciertamente, la influencia controladora de los judíos, que es la finanza alemana. ¿Esto es lo que Inglaterra desea después de las experiencias recientes?».

  

CARDENAL FRANCIS ALPHONSUS BOURNE, Carta al Primer Ministro David Lloyd George y al Ministro de Asuntos Exteriores Arthur James Balfour, 25 de Enero de 1919 (Oficina de Exteriores, 371/4179), citado en Doreen Ingrams, “Palestine Papers: 1917-1922: Seeds of Conflict” (Nueva York, George Braziller Inc. 1973), págs. 60-61; y Sergio Yitzhak Minerbi Ginsburg, “The Vatican and Zionism: Conflict in the Holy Land, 1895-1925” (Nueva York, Oxford University Press, 1990), pág. 123. Traducción propia.