León XIV Prévost nombró al cardenal vicario de Roma y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Lateranense Baldassare “Baldo” Reina (foto), de 54 años, como Gran Canciller del Pontificio Instituto Teológico “Juan Pablo II” para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia (un puesto honorífico sin peso real).
La medida es un retorno al statu quo ante Bergóglium, como quiera que el Instituto, si bien es autónomo desde 2006, nació en el seno de la Universidad Lateranense, que pertenece al Vicariato de Roma (así como el Angélicum a los dominicos, el Antoniánum a los franciscanos o la Gregoriana a los jesuitas).
“Baldo”, que fue creado cardenal por Francisco Bergoglio el año pasado (y durante su novenario dijo que su sucesor debía continuar las reformas iniciadas por Bergoglio), remplaza al controversial arzobispón octagenario Vincenzo Paglia Cinelli (cercano a la ecuménica e izquierdista Comunidad de San Egidio), tristemente célebre por el mural homosexual en la antiportada de la catedral de Narni. Durante su cancillería, Paglia (hasta el momento de redactado este artículo, aún presidente de la Pontificia Academia para la Vida) defendió el aborto, los anticonceptivos y la eutanasia (liderando para ello una purga en el instituto), además de afirmar que «El que diga que Judas Iscariote se condenó, es hereje» y atacar a los que rechazan como moralmente ilícitas las vacunas fabricadas con material proveniente de abortos (como la del corona). Por otra parte, Paglia había sido acusado de desviar casi medio millón de euros en donaciones de caridad a la Academia para pagar la remodelación de su piso en el Vaticano, y por toda respuesta amenazó con demandar a The Pillar Catholic por denunciar ese hecho.
Vincenzo Paglia Cinelli
Con todo, la presidencia de este instituto continúa en cabeza del “monseñor” francés Philippe Bordeyne Nizery, que fuera rector del Instituto Católico de París entre 2011 y 2021 y cinco años antes decano de su Facultad de Teología, el cual llamó a la Iglesia (Conciliar, obviamente) a redefinir el concepto de familia y a “bendecir” las uniones homosexuales.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)