MUERE MENTOR DEL “Pacto de las Catacumbas 2.0”

Poco después de las 9:00h (hora local) de hoy 4 de Julio de 2022, falleció a los 87 años, 10 meses y 26 días de edad el cardenal Claudio Hummes OFM en la ciudad de San Pablo (Brasil), víctima de un cáncer de pulmón.

   

Claudio (en el siglo Auri Alfonso) Frank Hummes OFM nació el 8 de Agosto de 1934 en Montenegro, una ciudad del estado brasileño de Río Grande del Sur con una población mayormente descendiente de migrantes alemanes de la región de Hunsrück. Hijo de Pedro Adán Hummes y María Frank, ingresó a la religión seráfica el 1 de Febrero de 1952, emitiendo los primeros votos el 2 de Febrero del año siguiente y profesó en 1956, adoptando el nombre de Claudio. Fue ordenado sacerdote el 3 de Agosto de 1958 por Mons. João Resende Costa, arzbispo coadjutor de Divinópolis, con el Rito Romano tradicional. Estudió filosofía en el Antoniano de Roma, doctorándose en 1963 con la tesis “Renovación de las pruebas tradicionales de la Existencia de Dios por Maurice Blondel en L’Action (1893)”. Fue profesor de filosofía en el seminario franciscano de Garibaldi, el seminario mayor de Viamão y en la Pontificia Universidad Católica de Río Grande del Sur, y asesor de Ecumenismo en la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (se especializó en tal en el Instituto Ecuménico Bossey en Ginebra, Suiza en 1968). En 1975, tras tres años como provincial de los franciscanos de Río Grande del Sur, fue “instalado” obispón titular de Carcabia y coadjutor de Santo André el 25 de Mayo por Mons. Fray Aloísio Leo Arlindo Lorscheider Gerhardt OFM, arzobispón de Fortaleza, asumiendo la titularidad el 29 de Diciembre. El 25 de Mayo de 1996 fue nombrado arzobispón de Fortaleza, y dos años después, trasladado a San Pablo. El 21 de Febrero de 2001, fue creado cardenal presbítero de San Antonio de Padua en la Vía Merulana, participando en los cónclaves de 2005 (donde estuvo entre los “papables”) y 2013 (donde le dijo a un recién electo Jorge Mario Bergoglio «No te olvides de los pobres» –episodio al que los hagiógrafos le atribuyen su elección del nombre “Francisco”–, y apareció junto a él en el balcón de San Pedro aquel infame 13 de Marzo). Fue Prefecto de la Congregación para el Clero entre 2006 y 2010, presidente de la Comisión Especial para la Amazonía de la CNBB en 2011, presidente honorario de la Red Episcopal para la Amazonía (REPAM) en 2014, relator del Sínodo Panamazónico de 2019 y presidente de la recién creada Conferencia Episcopal para la Amazonía entre 2020 y 2022, cuando renunció el 22 de Marzo por motivos de salud.

    

Hummes siguió la “Teología de la Liberación”, y fue uno de los firmantes del “Pacto de las Catacumbas 2.0”. Por su defensa de los trabajadores, permitiendo que los sindicatos se reunieran en las parroquias de su diócesis (contrariando al gobierno militar de la V República Brasileña), el presidente y amigo suyo Luiz Inázio Lula da Silva le confirió el 25 de Marzo de 2003 la Orden al Mérito Militar en el grado Gran Oficial especial. El 29 de Noviembre de 2015, antes de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, apareció en París mostrando unos zapatos donados por Bergoglio para una manifestación simbólica contra la prohibición del gobierno francés de manifestaciones luego del ataque terrorista islámico en Bataclan. Teológicamente, postuló en 2006 una revisión del celibato en la Iglesia romana, sobre la base que este no es dogma sino una “disciplina”; y participó en los distintos actos de culto a la Pachamama durante el Sínodo de la Amazonía de 2019.

   

Cláudio Hummes (que fue sacerdote válido, mas no obispo válido) fue uno de los responsables en que Brasil pasase en menos de 40 años de ser uno de los países más católicos en el mundo a ser uno de mayorías protestantes pentecostales (cuyo obstáculo al ecumenismo, irónicamente, fue causa de queja en una reunión con el embajador estadounidense en el Vaticano en 2006). Y por todos los daños que causó a la Iglesia y a las almas, tuvo el final que tuvo, antesala de los tormentos que le aguardan en el Infierno para toda la eternidad.