«NO ES NECESARIO DECIR QUE MARÍA ES CORREDENTORA» (ARZOBISPÓN EN BRASIL)

«No necesitamos decir que María es corredentora, que Jesús necesita a María para salvar a la humanidad. María misma está preparada, salvada por Dios; es criatura de Dios. Se hace sierva de su propio Hijo, pero no es corredentora; ahora es nuestra intercesora, igual que los santos», declaró el arzobispón de Teresina (edo. Piauí, Brasil) Juárez Marques Sousa da Silva el pasado jueves 27 de Noviembre en una entrevista al programa Jornal de Piauí del canal de televisión local Cidade Verde, donde promocionaba el simposio cristológico archidiocesano que realizara el siguiente fin de semana como parte del Año Jubilar.

   

Da Silva (“instalado” presbítero el 19 de Marzo de 1994 por el obispón de Campo Mayor Abel Alonso y Núñez O. de M., y obispón el 27 de Febrero de 2008 por el entonces nuncio –hoy cardenal– Lorenzo Baldisseri Satti, ambas con el rito montini-bugniniano) explicó ante el presentador Joelson Giordani la nota tucho-bergoglio-prevostiana “Mater Pópuli Fidélis”, que declaró la presunta “inoportunidad” del título “Corredentora” (aun cuando, dos días antes de la entrevista, “Tucho” intentó aclarar que ésta se circunscribía a los futuros documentos magisteriales y litúrgicos del Vaticano), y añadió que títulos como “Mediadora de todas las gracias” exigen cuidado por parte de los fieles. «Son expresiones que dependen de lo que se quiere decir. Cuando el Papa orienta, es justamente para evitar la confusión, para no hacerse confusión», añadió lamesuelamente.

   

Curiosamente, el primogénito de Anicio Marques da Silva y María José Sousa da Silva es desde el pasado Abril el obispón referencial de la Comisión para el Ecumenismo y el Diálogo interreligioso en la Región Noreste 4 [estado de Piauí] de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil.

  

Si bien Jesucristo el Señor, siendo como es Dios, no necesitó absolutamente de nadie para realizar la Redención y los méritos de condigno (estricta justicia) le corresponden a Él solo, en Su sabiduría y voluntad quiso que la Santísima Virgen se asociara de congruo (liberal conveniencia) en la obra redentora no sólo en la Crucifixión, sino también desde la Anunciación por lo que es correcto y sólido que Ella sea reconocida y proclamada Corredentora. Tal ha sido la postura de los Padres y Doctores de la Iglesia y así lo señala la liturgia tanto de Oriente como de Occidente, y así lo ha expresado la Iglesia en sus distintas formas litúrgicas a lo largo de la Historia. Adicional a lo anterior, por más de cien años, los Papas hasta Pío XII inclusive han sostenido en diversos pronunciamientos esta doctrina, lo que le confiere el carácter de Cierta y razonable, por lo que el rechazo desde el Concilio Ladrón en adelante (y ahora más explícito con “Mater Pópuli Fidélis”) en aras del diálogo ecuménico con los herejes protestantes y sin más base que el escrúpulo (cuyo aspecto es de la falsa devoción), es un acto temerario y ofensivo a la Santísima Virgen (y en última instancia, al mismo Cristo, su Hijo).